Islandia

Islandia es pura Naturaleza. Recorrimos la isla en circulo en el sentido de las agujas del reloj, y pudimos observar los grandes contrastes que convierten a este país en una de los grandes destinos para los amantes de la Naturaleza.

Grandes ríos, innumerables cascadas, acantilados, playas de arena blanca y ceniza, volcanes activos, tierras humeantes, glaciares, fumarolas, baños naturales de agua caliente, arcoiris, montañas rojas, azules, y etc, etc, etc.

Estuvimos dos semanas y se hizo corto el viaje. Encima tuvimos la oportunidad de observar la Auroras Boreales y sobrevolar un volcán en erupción, experiencias, ambas, únicas.

Islandia es, sin lugar a dudas, uno de esos rincones del mundo que es preciso conocer.

Si no has estado allí, es difícil describir lo que sólo tus sentidos pueden captar: ambientes, lugares y paisajes que difícilmente pueden ser retratados con una cámara, pero que se quedan grabados en tu mente.

Un montón de sitios que conocer, y un sin fin de experiencias que aprovechar.

Las primeras veces que pensé en este lugar lo imaginé apartado, diferente, solitario, enigmático y mágico. Era algo así como un espacio de ensueño para mi. Fui recopilando información y supe que los avistamientos de ballenas allí eran posibles; que era un lugar donde se podía disfrutar del espectáculo de las auroras boreales. Un mundo volcánico, indómito, con grandes glaciares. Pero sobre todo, con un paisaje intacto, puro; un espacio natural inmenso a penas ocupado por el hombre.
Cuando por fin tuve oportunidad, me propuse descubrir aquel paraíso desconocido, allá en el final de Europa, casi tocando con Groenlandia y acariciando el circulo polar. E investigando un poco, descubrí que en Reikiavik, la encantadora capital del pequeño país, y no me refiero a dimensiones sino a volumen de población, existía un consolidado un festival de música, para mi desconocido hasta entonces: El Airwes Festival. ¿Era necesario buscar más motivos para visitar esta desconocida maravilla?
El descubrir este lugar fue para mi casi una obsesión en aquel momento. A día de hoy, Islandia y el festival Airwes es un cúmulo de experiencias y momentos inolvidables que se agolpan agradablemente tanto en mi cabeza como en mi corazón. Un lugar al que no he podido dejar de volver durante varios años.

Islandia, el viaje de mi vida. Fueron 12 días, quizás no los suficientes pero para mi fueron los mejores días. Mi sueño de conocer aquel país hecho realidad.
La naturaleza hecho país. Montañas, zonas volcanicas, lagos, glaciares, ríos, mar...que más se puede pedir.
Pués todavía se puede pedir más. Un increible atardecer en la zona Norte del país únicamente acompañado del silencio.

Imágenes de la vuelta a Islandia por bellos paisajes desérticos de frío, hielo y fuego.

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Cascadas interminables, saltos de agua y verdes intensos, acompañan al viajero en todo momento.

Tierra de volcanes y Glaciares como dibujados a grafito donde la vista se pierde en un espectáculo de contemplación.

Fue un viaje maravilloso conocí a gente fenomenal, y aunque no ví ninguna Aurora Boreal fue genial.

A las 00:40 de la noche te puedes sorprender con unos colores espectaculares en la inmensidad de Islandia.

Tranquilidad, Paz, naturaleza

Llevamos conduciendo durante todo el día.

La belleza de la carretera no da tregua a nuestros ojos, que cada vez se llenan de más rincones para el recuerdo.

Apuntamos datos para que no se nos olvide toda la esencia de un país que fue nuestro primer sueño, y quizás el último juntos.

Con Islandia se cierra una etapa y mi reto como fotógrafo es captar toda la belleza de este lugar inigualable para poder encerrar en mis fotos algunos de esos recuerdos que no quiero que se trague el olvido...