En 1940 Teresa, Joaquina y Guadalupe abrieron una posada en Monroyo y la bautizaron con el nombre de la más joven, POSADA GUADALUPE
Pensando en nuestros clientes y en muchas ocasiones también amigos, no hemos dejado de hacer mejoras. El comedor lo acabamos de redecorar, dándole un ambiente más cálido y amable. Hemos adaptado el edificio a personas de movilidad reducida. Las habitaciones tienen todos los elementos de confort y alguno más…
Pero hay cosas que no cambiaremos nunca: El nombre, aunque es Hotel se llama Posada y los principios de Guadalupe:
A: Cocina honrada y buenos alimentos de proximidad: Ternasco, trufa, jamón… y el precio justo.
B: Tranquilidad y confort lejos del lujo superfluo.
Conservamos los platos de antaño insustituibles, incorporando preparaciones de las cocinas actuales más sensatas.
No somos un restaurante vegetariano pero los tenemos muy presentes en nuestra carta. A los celíacos les cocinamos especialmente, sólo nos tienen que avisar.
Y como siempre, tenemos un espacio adecuado para quienes viajan con su mascota, para quienes no perdonan la siesta o para quienes les gusta relajarse tomando una copa.
Un precioso espacio de paredes de cristal y materiales de madera y hierro acoge el restaurante Consolación. Su cocina proviene totalmente del entorno, por el que sienten fascinación: el Matarraña y el Maestrazgo abastecen los fogones de este restaurante con verduras, cordero, ternasco, trufa, quesos de pastor...
Con ello, y siempre respetando la naturalidad del producto, le ponen pasión a los platos de su carta, con sabores tradicionales pero de recetas innovadoras.