La región de Hong Kong ocupa toda una península y archipiélago de la China Meridional. Se ha convertido en uno de los grandes centros financieros del mundo, repleto de rascacielos relucientes dominando el horizonte. Es una ciudad tremendamente densa, repleta de mercados callejeros diurnos y nocturnos y repleta de puestos de dim sum. Además cuenta con una escena cultural de lo más cosmopolita, con galerías de arte contemporáneo hasta templos taoístas históricos. Fuera de la ciudad, los montes e islas de Hong Kong ofrecen fantásticas rutas de senderismo, playas de arena blanca y la posibilidad de visitar pequeños pueblos tradicionales.
Nada impresiona más de Hong Kong que su horizonte repleto de rascacielos iluminados. Al visitar Hong Kong te impresionará caminar entre estos edificios, aunque lo mejor es disfrutar de la panorámica desde la cima del Pico Victoria o cogiendo el famoso Star Ferry que pasa por el puerto homónimo.
Esta región puramente financiera, se ha convertido en uno de los mejores destinos de compras. Cuando viajes a Hong Kong quedarás alucinado con sus enormes centros comerciales así como con sus famosos mercados callejeros. El Mercado Nocturno de Temple Street es ideal para pasear mientras pruebas las delicias locales, un manjar que no puedes perderte al viajar a Hong Kong.
Pero esta ciudad es algo más que negocios y compras. No se puede conocer Hong Kong sin indagar en su alma tradicional, presente en templos históricos como el Man Mo o el Monasterio de Po Lin, coronado por el impresionante Buda de Tian Tan.
El turismo en Hong Kong también viene fomentado por la posibilidad de visitar sus islas, repletas de pueblos flotantes, hacer surf en las grandes olas de Shek O, o coger un típico barco “junk” para explorar las más de 250 islas de Hong Kong.