Viajar a Pontevedra es contemplar la mezcla perfecta de historia, cultura, gastronomía, compras y playa. Es la capital de la región turística de las Rías Bajas y, aunque sea una ciudad de pequeño porte, está repleta de atractivos turísticos como es el relacionado con el vino albariño. Es una ciudad portuaria de tradición marítima, cuyo casco histórico es un polo de atracción turístico, ya que ha sido declarado Conjunto Histórico-Artístico. Conocer Pontevedra también es acercarte a su entorno natural, liderado por el Parque Natural del Monte Aloia, con restos arqueológicos y bellas vistas del valle Miño.
Gran parte del turismo en Pontevedra pasa por su núcleo amurallado de calles entramadas y plazas, con edificaciones civiles y religiosas importantes y un casco antiguo que esconde verdaderas preciosidades. Las Ruinas de Santo Domingo son restos de una iglesia de estilo gótico que hoy en día opera como Museo Provincial de Pontevedra. Otro ejemplo de arquitectura religiosa digna de visitar es la Real Basílica de Santa María la Mayor, con su majestuosa fachada de estilo gótico y caracterizada por sus relieves. Otros vestigios de lo que antaño conformaban la estructura urbana de la ciudad son La Muralla y las Plazas medievales.
Visitar Pontevedra y su atmósfera marinera es posible acercándonos al famoso barrio de la Moureira, con sus calles estrechas que conservan antiguas viviendas de pescadores con fachadas en forma de mitra.
La vida nocturna de la ciudad animará nuestros viajes a Pontevedra. Los bares del casco viejo son el lugar ideal para degustar el exquisito vino albariño. Los amantes del turismo activo podrán ir al Parque Natural del Monte y caminar a través de restos arqueológicos de gran valor mientras se disfruta del avistamiento de aves migratorias y una rica flora y fauna propia de la región.