Calles de Peñíscola

Con este rincón quiero rendir homenaje a un pueblo donde paso siete o quince días al año.

No quiero entrar en la vieja historia del lugar ya que creo que se han vertido ríos de tinta sobre esto. Tan solo quisiera que con estas fotografías se vea como es, pues como dicen más vale una fotografía que mil palabras.

Pasear por las calles de su recinto amurallado te invita al pasado, a los tiempos del Cid y del Papa Luna. Para personas como yo que la hemos conocido antes del boom turístico, aunque mucho ha cambiado siempre queda algo que no cambiará, sus calles y sus gentes, sobre todo

Las calles de esta preciosa localidad castellonense tienen algo especial. Entre sus blancas paredes y su suelo empedrado se esconden historias antiguas, leyendas e incluso sueños que parecen envolver al visitante como si le quisieran contar algo.
Por alguna razón, pasear por ellas, en lo alto de esa colina que preside las preciosas vistas a la playa, uno no se siente en un pueblo clásico de costa de sol y playa sino en un punto privilegiado y único.