La esencia del Mediterráneo
A l'Ametlla de Mar también la llaman La Cala. Sus habitantes no son “ametllencs” sino caleros. La primitiva Cala de la Ametlla y, más al nordeste, la Cala de Sant Jordi han sido los refugios de la costa más adecuados para navegantes y pescadores y, junto con la masada de Pons, apoyada en la montaña, y la playa de la Almadrava, al límite norte del término municipal, han sido los pequeños núcleos habitados más importantes antes del siglo XX.
A Sant Jordi, sin hacer mención del mundo romano y prerromano, hay restos del castillo del siglo XIII, sede de la Orden de San Jorge de Alfama, la única orden estrictamente catalana de la historia, y el edificio restaurado de otro castillo construido a caballo de los siglos XVII y XVIII.
