Un pedacito de lo más rico de Italia.
Fui a cenar una noche con mi novia y nos encantó el sitio. El cocinero es italiano. Es un local espacioso, con zona de barra, salón y mesas en un pasaje. Nosotros nos sentamos en una mesita del pasaje. Las pizzas estaban muy ricas. Pedimos una pizza Diavola y una Capricciosa y de beber, pedimos una copa de verdejo (vino blanco), y una cerveza italiana con sabor a frambuesa o algo así, se llamaba Morte Súbita. Todo bastante rico y al final nos salió por menos de 25€ en total.
Un sitio muy bonito. ¡Repetiremos seguro!