La Catedral de Viseu se encuentra en el Adro da Sé, frente a frente con la Iglesia de la Misericordia. Sus orígenes datan de los siglos XIII-XIV, de estilo románico-gótico, aunque su construcción se demoró varios siglos.
Lo más destacable de su fachada son los 6 hornacinas que albergan sendas esculturas de piedra: los cuatro evangelistas, San Teotonio (patrón de la ciudad) y, en lo alto, Santa María de la Assunção, la patrona de la Catedral. Está rematada con dos torres, una a cada lado: la Torre dos Sinos a la izquierda, y la Torre del Reloj a la derecha.
Pero lo realmente bonito es su interior. Tiene tres naves separadas por robustos pilares con columnillas adosadas, cubierta por una original bóveda nervada en la que pueden verse las insignias de reyes y los blasones de los obispos.