Fue un gran esfuerzo físico pues es el volcán mas alto de Centroamérica, 4220 metros sobre el nivel del mar, pero sin lugar a dudas valió la pena, fue la noche mas fría de mi vida y eso que he llegado a estar a -30 celcius pero en una casa no a la intemperie en la punta de un volcán. El espectáculo al amanecer fue muy bello, no pude hacer fotografía de noche debido a una gran nube sobre el volcán, pero al final regresar con 10 fotos vale la pena.