La primera ciudad que visité del Estado de Santa Catarina fue Laguna, una localidad costera que se llama así por tener una gran laguna.
Tiene edificos coloniales muy bonitos, y mi paseo por la costanera me regaló un atardecer impagable con unos colores increíbles, y con las gaviotas haciendo picadas en barrena, para sumergirse y salir con un pez en su pico, como podeis ver en las fotos adjuntas.
Es una ciudad colonial de gran importancia histórica porque marcaba la separación entre los imperios portugués y español que se firmó en el Tratado de Tordesillas de 1494, un reparto del mundo de hecho, fijando un meridiano de partición del Océano Atlántico a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde. España obtenía el hemisferio occidental y Portugal el oriental, aunque luego el tratado se vio modificado por las negociaciones de Zaragoza de 1529, y finalmente fue eliminado por el Tratado de Madrid de 1750.