Alejandra A.C.
Resumiendo, un lugar para volver.
Nos alojamos en este hotel de la costa asturiana este fin de semana pasado y fue una experiencia fantástica. Íbamos en busca de relax y tranquilidad y dimos con el sitio adecuado: ni un ruido, paz absoluta, unas vistas increíbles desde la habitación... Además, el excelente trato por parte de los propietarios, Inma y Pedro, un saludo para ellos.
Las habitaciones están muy limpias y luminosas, con detalles como bolsitas de gominolas sobre la cama o tetera y monodosis de té y café. Y en el baño no faltan ni gel, ni champú, colonia, gorro de baño...
Otra mención especial para el desayuno: en el que no falta de nada: zumos, fruta, mermeladas, bollería, pan...
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