Si estás pensando en pasar tus vacaciones alejado del bullicio y en un lugar tranquilo, Calpe puede ser una buena alternativa. Este pequeño municipio valenciano es el lugar perfecto para desconectar y además ofrece muchas posibilidades tanto a sus habitantes como a los turistas.
Podrás conocer todos sus monumentos, bañarte en la playa, conocer el Peñón de Ifach,
uno de los símbolos de la Costa Blanca, y aún te quedará tiempo para descansar y hacer otras actividades de ocio.
Además, si viajas durante los meses de julio y agosto, podrás participar en sus numerosas fiestas. La mayoría de ellas son religiosas pero de gran relevancia para sus habitantes.