Villefranche-de-Rouergue

Villefranche-de-Rouergue: joyas ocultas que visitar en Aveyron

12 Mayo 2025

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Carlos Olmo

Aunque las obras comenzaron en el siglo XII, no fue hasta finales del siglo XV que se completaron, aunque vistos los resultados valió la pena el tiemo dedicado, ya que, además de su impresionante porche-campanario, que cruza sobre la calle, es admirable el pórtico gótico.

En el interior hay...

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GERARD DECQ

En 1252, fue Alfonso de Poitiers, conde de Toulouse, quien dcida para crear una nueva ciudad en la margen derecha del Aveyron implementarlo la sede de su administración. Para atraer a los habitantes, la ciudad fue dotada exenciones y exoneraciones tributarias. Por lo tanto, bajo la dirección de Jean...

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ANADEL

Declarada monumento histórico en 1914, es una rica casa del siglo XV ubicada a la entrada de la plaza mayor.

Se erigió tras el incendio que destruyó la plaza de Notre Dame en 1497.

Estatuas de los patronos, racimos de uva sobre las ventanas, como en la Maison Combettes situada a...

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Recorriendo la historia viva entre plazas y bastidas

Villefranche de Rouergue, por Thierry Favier

1. Villefranche de Rouergue

Villefranche-de-Rouergue es un encantador pueblo histórico en la región de Midi-Pyrénées, conocido por su rica herencia medieval. Fundada en 1252 por Alphonse de Poitiers, su diseño es emblemático de las ciudades fortificadas, con calles paralelas y perpendiculares que se concentran en una plaza central rodeada de soportales. Esta plaza alberga un mercado vibrante cada jueves, como menciona un viajero. La torre de la catedral se erige majestuosamente en la Place de Notre Dame, que es otro de los puntos destacados que no hay que perderse.

La arquitectura de Villefranche se caracteriza por su planificación en estrellas, donde la mayoría de las calles se originan en la plaza principal. En la Place de la Fontaine, se puede admirar una antigua fuente que se encuentra a un nivel inferior, ofreciendo un singular atractivo al lugar. Visitas guiadas y tours nocturnos durante verano brindan una excelente oportunidad para explorar la ciudad fortificada. Los viajeros destacan que el casco antiguo, repleto de historia y encanto, es un verdadero reflejo de la Edad Media en cada rincón. Un visitante menciona que el barrio antiguo se extiende convirtiéndose en un fascinante laberinto por descubrir. Así, Villefranche-de-Rouergue se revela como una joya oculta llena de historia y encanto que merece ser explorada.

Place Notre Dame, por GERARD DECQ

2. Place Notre Dame

La Place Notre Dame en Villefranche-de-Rouergue es un tesoro que refleja la rica historia y la arquitectura monumental de la región. Esta plaza ha sido testigo de eventos significativos a lo largo de los siglos, siendo arrasada por un incendio en 1497, lo que resalta su importancia histórica. Una viajera menciona que se trata de «una de las más bonitas y monumentales del Aveyron», donde la majestuosidad de edificios como la Maison Combettes, la Colegiata y el Hospital de Saint Martial se despliega ante los visitantes.

Un aspecto particular de la Place Notre Dame, según el viajero GERARD DECQ, es la reciente renovación que ha embellecido aún más el entorno. La plaza cuenta con «fronteras de arcadas» que invitan a pasear, y una nueva fuente que emula la estética de los espejos de agua de Burdeos. Esta fuente, acompañada de las campanadas de la catedral vecina, añade un toque mágica al ambiente y ofrece un espectáculo sonoro cada hora. Sin duda, la Place Notre Dame es un lugar que invita a explorar y disfrutar de su esplendor histórico y su encanto contemporáneo.

Bastide de Villefranche de Rouergue, por GERARD DECQ

3. Bastide de Villefranche de Rouergue

La Bastide de Villefranche-de-Rouergue es un encantador testimonio del pasado medieval de Francia. Fundada en 1252 por Alfonso de Poitiers, esta ciudad fue diseñada con un plano cuadrilátero que recuerda a las antiguas calles de Roma. El viajero Gerar Decq destaca que la ciudad se estableció con la intención de atraer habitantes a través de «exenciones y exoneraciones tributarias,» lo que propició su desarrollo. Las calles estrechas y los soportales que rodean la plaza central aún conservan la esencia de la época, llevando a los visitantes a un viaje en el tiempo.

Amelie Rousselet comparte su percepción de Villefranche, describiéndola como un lugar donde “se siente como un pueblo.” Esto lo convierte en un destino perfecto para aquellos que buscan tanto historia como autenticidad. Las fachadas de las casas, como la notable Casa Gaubert, son un deleite visual y un invitación a explorar cada rincón de la bastide. Este lugar no solo ofrece un atractivo histórico, sino que también brinda una experiencia acogedora, pleno de encanto y tranquilidad, ideal para disfrutar de la cultura local.

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Maison Combettes, por ANADEL

4. Maison Combettes

Maison Combettes es un destacado ejemplo de la arquitectura renacentista en Villefranche-de-Rouergue, que merece ser explorada durante una visita a esta encantadora ciudad del Midi francés. Esta casa-torre del siglo XVI se encuentra en la larga calle que conduce a la plaza de la catedral, y su singularidad la hace resaltar entre la modernidad circundante.

Una viajera comenta que «merece la pena pasar una mañana descubriendo esta pequeña ciudad», y la Maison Combettes es un punto clave que no se debe pasar por alto. La exquisita puerta con ornamentos de origen italiano y el escudo de armas que adorna su fachada son elementos que fascinan a los visitantes. Sin embargo, es lamentable que no sea posible acceder al interior y disfrutar de la espectacular escalera que da acceso a la torre, como señala otra viajera, quien expresa su pena por no poder ver más de este inmueble histórico.

Este rincón de Villefranche-de-Rouergue es una joya oculta que refleja el patrimonio arquitectónico de la región y que sin duda enriquecerá la experiencia de cualquier viajero que se adentre en sus calles.

Maison Gaubert, por ANADEL

5. Maison Gaubert

Maison Gaubert es una joya arquitectónica de Villefranche-de-Rouergue, declarada monumento histórico en 1914. Esta notable casa del siglo XV se sitúa a la entrada de la plaza mayor, mostrando su pasado glorioso. Su construcción tiene lugar tras el incendio que devastó la plaza de Notre Dame en 1497, lo que añade un trasfondo histórico interesante a su visita.

Los viajeros destacan la riqueza decorativa del edificio, con estatuas de los patronos que flanquean su fachada y racimos de uva en las ventanas, elementos que evocan la ostentación y opulencia de sus antiguos propietarios. Como señala un viajero, «la ostentación decorativa representaba la opulencia de sus propietarios». Esto no solo refleja la importancia de la arquitectura en la historia local, sino que también ofrece una mirada fascinante a la vida en la época medieval.

Maison Gaubert, junto a la emblemática Maison Combettes, situada a pocos pasos, invita a los visitantes a explorar el esplendor de un tiempo pasado en el corazón de Aveyron. Así, este lugar se convierte en una parada esencial para quienes desean conocer la historia y la cultura de Villefranche-de-Rouergue.

Descubre el linaje espiritual y artístico de Villefranche-de-Rouergue

Collégiale Notre Dame, por Carlos Olmo

6. Collégiale Notre Dame

Collégiale Notre Dame, un verdadero tesoro de Villefranche-de-Rouergue, deslumbra a quienes la visitan con su esplendor gótico y su rica historia. La construcción de este magnífico edificio comenzó en el siglo XII, pero fue a finales del siglo XV cuando se completó. «Aunque vistos los resultados valió la pena el tiempo dedicado», menciona un viajero, destacando el impresionante porche-campanario que se extiende por encima de la calle y el pórtico gótico que lo acompaña.

Al ingresar, los visitantes se sorprenden con su única nave, típica del gótico meridional. ANADEL resalta que «al fondo, en el coro, se encuentra el verdadero tesoro», las 62 sillas labradas por André Sulpice, cada una decorada con una imagen diferente que refleja leyendas y escenas cotidianas. No se puede dejar de lado la oportunidad de subir los 163 peldaños de la torre, donde se pueden disfrutar de extraordinarias vistas de 360º sobre la ciudad y el río Aveyron. Sin duda, Collégiale Notre Dame es un lugar que captura el corazón de cualquier viajero.

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Cartuja Saint-Sauveur, por Carlos Olmo

7. Cartuja Saint-Sauveur

La Cartuja Saint-Sauveur es un tesoro arquitectónico de Villefranche-de-Rouergue que cautiva a sus visitantes con su imponente historia y belleza gótica. Este monasterio, edificado entre 1451 y 1459, se destaca como «el claustro más grande de Francia«, según Carlos Olmo, quien destaca su función protectora para los monjes, rodeado de altos muros. Aunque actualmente no funciona como tal, su esplendor perdura.

Los viajeros se maravillan con su «capilla conventual decorada con estelas historiadas» y el encantador claustro con tragaluces de estilo gótico flamígero. El refectorio y el vestíbulo, junto con la sala capitular, son igualmente impresionantes. Sin embargo, lo que realmente roza lo sublime es su gran claustro, que en el pasado servía como cementerio para los monjes fallecidos, donde se ubica un pozo en el centro. La Cartuja Saint-Sauveur es, sin duda, una visita imperdible para quienes deseen explorar las joyas ocultas de Aveyron.

Capilla de los Penitentes Negros, por Carlos Olmo

8. Capilla de los Penitentes Negros

La Capilla de los Penitentes Negros es una joya arquitectónica ubicada en Villefranche-de-Rouergue, construida en 1642 en un notable estilo gótico flamígero. Esta capilla, que presenta una estructura en forma de cuadrifolio, destaca por su impresionante cúpula central, donde se halla una cruz rodeada de llamas, complementada con frescos que representan a los cuatro evangelistas, Santa Helena y San Francisco de Sales.

Carlos Olmo describe la capilla como un lugar cautivador, señalando que «el retablo de madera policromado, una obra de arte barroca, es espectacular y merece una visión en detalle». Esta magnífica obra de arte, junto con su coro, que se sitúa en la planta superior, ofrece al visitante una experiencia visual incomparable. Si bien el coro puede parecer desubicado de su lugar original, sigue conservando su belleza, lo que contribuye al ambiente solemne y místico de la capilla. Esta visita es fundamental para quienes se aventuren en la región de Aveyron, brindando una oportunidad única de apreciar tanto la historia como la espiritualidad que emana de este espacio.

9. Convento de las Visitandinas

El Convento de las Visitandinas, ubicado en el corazón de Villefranche-de-Rouergue, es un lugar que resuena con la historia y la espiritualidad de la región. Fundado en 1642, este antiguo convento ofrece una visión fascinante sobre el desarrollo religioso durante el siglo XVII. La viajera ANADEL señala que «esta plaza, donde por cierto se puede aparcar para descubrir la ciudad, es el corazón del antiguo convento». En el contexto de una época marcada por tensiones entre católicos y protestantes, se produjo un notable crecimiento de instituciones religiosas, incluyendo la llegada de los Capuchinos y otros órdenes en los primeros años del siglo.

El convento también es significativo por haber albergado el primer Seminario de la ciudad en 1648, lo que añade otra capa de interés histórico. La atmósfera del lugar invita a los visitantes a reflexionar sobre su legado espiritual y cultural. Sin duda, el Convento de las Visitandinas es una joya oculta que merece ser explorada por quienes desean empaparse de la rica historia de Villefranche-de-Rouergue.

Puente de los Cónsules, por Carlos Olmo

10. Puente de los Cónsules

El Puente de los Cónsules, conocido también como Puente Viejo, es una de las joyas arquitectónicas de Villefranche-de-Rouergue. Mandado construir por el rey Felipe el Hermoso en 1298 gracias al apoyo económico de los habitantes de La Bastide-Obis, este puente ha resistido la prueba del tiempo. Aunque la construcción original, terminada en 1331, contaba con dos imponentes torres en sus extremos que fueron demolidas en 1730, la esencia de esta magnífica obra aún se percibe.

Un viajero destaca que «en el escudo de la ciudad se puede ver la imagen del puente original», lo que subraya su importancia histórica. Caminar por el Puente de los Cónsules ofrece no solo un paseo por la historia, sino también vistas encantadoras del río Aveyron que fluyen bajo sus arcos. La atmósfera que se respira en este lugar es una mezcla de antigüedad y belleza natural. Para quienes buscan una experiencia cultural en Villefranche-de-Rouergue, este puente es una parada obligada que invita a la reflexión sobre la rica historia de la región.

Villefranche-de-Rouergue se revela como un destino fascinante en el corazón de Aveyron, donde historia y belleza se entrelazan. Desde su impresionante arquitectura y plazas encantadoras hasta las joyas culturales como iglesias y museos, cada rincón cuenta una historia. Este lugar es un auténtico tesoro que invita a los viajeros a explorarlo y descubrir su esencia única. La magia de la bastide, con su rico patrimonio, promete una experiencia inolvidable para quienes buscan lo auténtico.