Viaje al alma de la medina: aromas, colores y tradiciones Medina de Túnez, por Zai Aragon La Medina de Túnez es un universo fascinante que invita a todos los viajeros a explorar su laberinto de calles y tiendas, donde el pasado y el presente convergen. Como señala el viajero SerViajera , «las medinas son siempre universos asombrosos, un golpe a los sentidos, un mundo multicolor». Este lugar, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, destaca por su limpieza y luminosidad en comparación con otras medinas árabes. Aquí, el viajero puede disfrutar de un ambiente relajado mientras contempla la Gran Mezquita y la Kasbah, rodeados de impresionantes palacios y fuentes.
Adentrándose en el corazón de la medina, se revela la auténtica vida local. Zai Aragon comparte que es el «centro neurálgico de las ciudades árabes», donde se duerme, se come y se comercia. Aunque está destinada a los turistas, sigue siendo un punto de encuentro auténtico. No olvides regatear y charlar con los vendedores, quienes ofrecen desde lámparas de piel de camello hasta hermosas telas y joyas. La viajera lamaga recomienda disfrutar del momento: «seguramente os inviten a pasar a la trastienda a tomar un riquísimo té con hierbabuena». Pasear por la medina no solo ofrece la posibilidad de comprar, sino que se convierte en una experiencia inolvidable que atrapa los sentidos.
Zoco de Túnez, por Francisco Muñoz Galiano El Zoco de Túnez es una experiencia fascinante que captura la esencia de la vida local y el comercio en la ciudad. Este vibrante mercado árabe no solo es un lugar para comprar productos, sino también un espacio donde se desarrolla la vida social de los tunecinos. Como menciona un viajero, «en sus puestos puedes encontrar de todo: ropa, tallas de madera, tortugas vivas, cuadros» además de una gran variedad de productos de cuero, perfumes y especias.
El regateo es una parte esencial de la experiencia. Una viajera aconseja: «Regatea todo lo que puedas. Nunca puedes comprar algo al primer precio que te da el tendero», lo que refleja una tradición arraigada en esta cultura. Los dulces árabes son otra delicia que no se debe ignorar, ya que «entre tanta tienda consigues encontrar un puesto de dulces árabes, no puedes irte sin probarlo».
Las calles del zoco son angostas y laberínticas, ofreciendo un ambiente auténtico y lleno de historia. Como señala otro viajero, se trata de «un conjunto de calles estrechas y angostas muy visitadas por autóctonos y viajeros» que buscan recuerdos únicos y sabores locales. Sin duda, el Zoco de Túnez es un lugar donde perderse puede ser una auténtica aventura.
Rue de la Kasbah, por Lala La Rue de la Kasbah se presenta como una de las arterias más importantes de la medina de Túnez, extendiéndose desde la Plaza de la Victoria hasta la Plaza de la Kasbah, donde se ubica la famosa mezquita. La viajera Lala describe este lugar como «de las más transitadas», señalando su carácter laberíntico que puede llevar a los visitantes a perderse entre sus bifurcaciones. Con un flujo constante de personas , la atmósfera es vibrante, aunque la frecuencia de los vendedores puede resultar abrumadora.
Este abarrotado pasaje forma parte del itinerario que recomiendan las guías turísticas y, como indica Lala, alberga una variedad de tiendas de souvenirs. Aquí se puede encontrar de todo, desde ropa tradicional hasta cerámica y especias. Un atractivo especial es el Souk de les Femmes , que ofrece objetos relacionados con el ajuar de la novia. También se puede admirar la Mezquita Sidi Youssef Dey mientras se pasea por esta colorida y caótica calle que refleja la esencia de la cultura tunecina. Sin lugar a dudas, la Rue de la Kasbah es un espacio que cautiva e invita a los viajeros a explorar sus encantos.
Tienda "Maison de Parfumeur", por Lala La Maison de Parfumeur se encuentra en el zoco el-Attarine de la medina de Túnez, un lugar fascinante que hace honor a su nombre. La viajera Lala describe la tienda como «muy bonita», destacando su decoración que evoca «un cuento de las Mil y Una Noches». Al ingresar, los visitantes son acogidos con cordialidad y se les ofrece una demostración de destilación de esencias , un proceso que puede impresionar a cualquier amante de los perfumes. Lala relata cómo se utilizan 30 kg de flores para producir solo 20 ml de esencia pura, lo que pone en evidencia la dedicación y el esmero que caracteriza a la perfumería tunecina.
Los aromas de limón, jazmín y variantes de marcas reconocidas como Hugo Boss y Chanel nº 5 son presentados en una experiencia sensorial única . Aunque Lala decidió no comprar, sus observaciones sobre las esencias son pertinentes: «Te cuentan que con 20 ml de esencia puedes sacar un litro de perfume» al mezclarlo con alcohol en casa. Este lugar no solo ofrece perfumes, sino que brinda una lección sobre la riqueza de la cultura local y los secretos del arte de perfumar, convirtiéndolo en un destino imperdible para los que recorren la medina.
Palais du Jasmin, por miguel a. cartagena Palais du Jasmin es una de las perfumerías más destacadas en la medina de Túnez, específicamente en el zoco el-Attarine. Durante la visita, los viajeros pueden maravillarse con una variedad de esencias que incluyen perfumes, aceites esenciales y jabones , todo presentado en frascos de fino cristal decorado. miguel a. cartagena comenta que «la visita al Palacio del Jazmín o a cualquier otra perfumería de la medina es recomendable», destacando que el establecimiento ofrece precios fijos y la posibilidad de pagar en euros, lo que resulta cómodo para los turistas.
Sin embargo, Lala menciona que la experiencia puede ser similar a la de otras perfumerías cercanas, sugiriendo que «el proceso de demostración y venta es el mismo para todas». A pesar de ello, Lazaro Juan Carlos resalta que «estos aceites perfumados son productos excelentes, por un precio razonable», lo que hace del Palais du Jasmin una parada obligatoria para quienes deseen llevarse un fragmento de la cultura tunecina. La atención amable y el conocimiento del personal hacen que la experiencia sea aún más enriquecedora y accesible para los visitantes.
Ruta por la historia milenaria y el arte de Túnez Museo del Bardo, por SerViajera El Museo del Bardo , ubicado a pocos kilómetros de la capital tunecina, es una joya cultural que no puedes dejar de visitar. Este magnífico museo, alojado en un antiguo palacio del siglo XIII , alberga la colección de mosaicos romanos más importante y extensa del mundo, algunos datan de los siglos II al IV. Tal y como señala el viajero lamaga , «los mosaicos se ordenan en secciones dedicadas a la historia de Túnez», lo que permite al visitante explorar el rico legado de épocas púnicas , griegas, cartaginesas, cristianas e islámicas.
La calidad de las obras expuestas es sorprendente. La viajera Lala destaca el impresionante «Mosaico de Julius», que ilustra la vida agrícola romana, y remarca que «parece que por ellos han pasado años en vez de siglos». Las cúpulas, los techos ornamentados y las galerías decoradas del palacio ofrecen un ambiente que evoca un tiempo de esplendor. Aunque está un poco alejado de la ciudad, como menciona Inés Chueca , «es una visita obligada si pasas por Túnez». Si buscas historia, arte y belleza en un mismo lugar, el Museo del Bardo es, sin duda, un destino imprescindible.
El Mosaico de Virgilio y las musas, ubicado en el Museo del Bardo , se considera el más famoso del mundo y una joya del arte romano . Este impresionante mosaico representa a «Virgilio escribiendo la Eneida», rodeado de las musas Melpómene y Clio, quienes simbolizan la tragedia y la poesía épica, respectivamente. El viajero lamaga destaca la profundidad de la obra, señalando que la mirada de Virgilio «es pensativa, preocupada… quizás está siendo consciente de la enorme responsabilidad que supone escribir la Eneida».
El mosaico, que data del siglo III, originalmente decoraba el pavimento de una casa romana en Sousse y es el único retrato conocido de Virgilio. La sala donde se encuentra, conocida como «La sala de Virgilio del Bardo», es igualmente fascinante. El visitante abdellbaset menciona que en el suelo de esta sala también se pueden apreciar mosaicos con las divinidades de la semana y los signos del Zodiaco, que complementan la experiencia visual y cultural de este espacio. Sin duda, una visita al Museo del Bardo y la contemplación de este mosaico son imprescindibles en el recorrido por la capital tunecina.
Dar el-Bey, por Lala Dar el-Bey se erige como uno de los edificios más emblemáticos de la Place du Gouvernment en Túnez capital. Este antiguo palacio fue originalmente concebido como residencia de los beyes y, posteriormente, se transformó en sede del protectorado francés. Actualmente alberga el despacho del primer ministro, lo que resalta su importancia histórica y política. La viajera Lala destaca la «imponente fachada de los siglos XVIII y XIX» que lo convierte en el edificio más relevante de la plaza, en contraste con el Ministerio de Finanzas.
Construido en 1795 por un monarca de la dinastía de los Husain, Dar el-Bey se alza sobre las ruinas de una antigua residencia real. En 1876, el bey de Túnez llevó a cabo una remodelación completa para recibir a dignatarios y jefes de estado. El viajero añade que “la fachada es de piedra arenisca amarilla, donde destacan las puertas de piedra caliza y un balcón monumental”, lo que refleja la riqueza arquitectónica del lugar. Debido a su historia y belleza, Dar el-Bey ha sido declarado Monumento Histórico de Túnez , invitando a los visitantes a adentrarse en su majestuosa herencia cultural.
Hospital Aziza Othmana - Kechlet Al B'chamqiya, por Lala El Hospital Aziza Othmana , situado en la Place de la Kasbah junto a la Mezquita, es un monumento histórico que data del siglo XII. Originalmente construido como un cuartel militar por el gobernante Hamouda Pacha, este edificio ha tenido una evolución notable a lo largo de los siglos . Lala destaca que en 1879 fue remodelado para convertirse en hospital, reemplazando a la construcción original de 1662, que fue creada por la princesa Aziza Othmana para labores de caridad. Aunque no es visitable, su importancia arquitectónica y su historia hacen que merezca una mención en cualquier recorrido por la ciudad.
Algunos viajeros han comentado sobre su impresionante fachada y su ubicación estratégica , lo que contribuye al encanto de la zona. Sin embargo, la falta de acceso al interior limita la experiencia de conocer de primera mano su legado. Un viajero resalta que aunque no se puede entrar, «la vista desde el exterior es digna de apreciar». El Hospital Aziza Othmana es un testimonio de la rica historia de Túnez y un punto de interés que refleja la fusión de la arquitectura militar y sanitaria .
Palacio Dar Hussein (Medina de Túnez), por ANADEL El Palacio Dar Hussein , ubicado en la Medina de Túnez , es un lugar que destila historia y cultura. La Medina, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979, es un laberinto de callejuelas y mercados vibrantes. Este palacio, que fue la residencia de príncipes y beyes, se destaca como uno de los edificios más importantes de la zona. Un viajero menciona que el palacio es «un sitio cargado de historia que no te puedes perder» y su arquitectura es un reflejo del esplendor de la época.
La visita al Palacio Dar Hussein ofrece la oportunidad de admirar no solo su estructura, sino también el ambiente bullicioso de la Medina, lleno de vida. Un visitante comenta la importancia de tener cuidado «con las fotos a determinados lugares oficiales», lo que indica la mezcla de tradición y modernidad presente en este espacio. Así, el Palacio Dar Hussein se convierte en una parada obligatoria para quienes desean sumergirse en la rica historia de Túnez y disfrutar del encanto de su capital.
La mirada espiritual: descubriendo la esencia religiosa Mezquita Zitouna, por lamaga La Mezquita Zitouna , situada en el corazón de la medina de Túnez, es un monumental símbolo de la ciudad y un imperdible para cualquier visitante. Con más de 5.000 metros cuadrados, este impresionante edificio data del siglo VII y ha sido testigo de transformaciones a través de los siglos. Según un viajero, «es francamente monumental, tanto su patio, como las puertas que dan acceso a la sala de rezos, como su minarete». Aunque los no musulmanes solo pueden acceder al patio central , la magnificencia del lugar se puede entrever desde allí, haciendo que la experiencia sea inolvidable.
Este templo de la espiritualidad es considerado por muchos como la mezquita principal de la ciudad. Un visitante destaca que «todas las mezquitas de Túnez tienen como referencia la Ez-Zitouna», reforzando su importancia histórica y cultural . En sus cercanías, la calle que la rodea ofrece un ambiente vibrante , similar a un pequeño bazar, que atrae a locales y turistas por igual. Sin duda, la Mezquita Zitouna es un rincón esencial para conocer la rica historia y la esencia de Túnez.
Mezquita Jemaa Sidi Youssef Dey, por Lala La Mezquita Jemaa Sidi Youssef Dey , situada en el corazón de la medina de Túnez, es un destacado Monumento Histórico. Este lugar sagrado, conocido también como Mezquita Al B’chamqiya, fue construido en el siglo XVI y refleja la rica herencia cultural de la ciudad. «Fue construida por los mejores artesanos del país,» comenta la viajera Lala , quien destaca la belleza de su alto minarete y el patio interior decorado con arcadas que preceden la sala de oración.
Este espacio luminoso y Serene no está abierto a los turistas, ya que «solo puede ser visitada por quienes practican el culto musulmán.» A pesar de las restricciones, la mezquita se erige como un símbolo de la devoción local y es un imprescindible para quienes exploran la zona. Muy cerca de la Gran Mezquita Az-Zitouna, su ubicación la convierte en un punto de referencia clave en la medina. Los visitantes pueden admirar su impresionante arquitectura desde el exterior y sentir la espiritualidad que emana de este lugar sagrado. Sin duda, es un sitio que invita a la reflexión y un bello ejemplo del patrimonio tunecino .
San Vicente de Paul, por Inés Chueca San Vicente de Paul es una joya arquitectónica que se sitúa en la parte moderna de Túnez. La catedral católica es un bello ejemplo de la fusión de estilos gótico y bizantino , creando un espacio que sorprende por su contraste en un entorno mayoritariamente árabe. Según lamaga , «se muestra la amalgama de culturas y de movimientos artísticos que concurren en la capital», lo que hace de la visita a esta catedral una experiencia cultural única .
Localizada en la arteria principal de la ciudad, es difícil no verla, convirtiéndose en un punto de referencia para quienes recorren la capital. Firas Ayadi destaca su ubicación, al decir que «en el centro de la ciudad» es bastante accesible, lo que la convierte en un destino ideal para quienes desean explorar la modernidad y la historia de Túnez.
La catedral parece estar muy bien cuidada, según menciona samiharam, quien la describe como «muy bien mantenido «. Este cuidado permite a los visitantes disfrutar de su belleza y significado sin interrupciones. En conjunto, San Vicente de Paul representa un espacio donde convergen diferentes tradiciones y estilos, invitando a los viajeros a reflexionar sobre la rica y vibrante historia de Túnez.
Jemáa Al Kasbah - Mezquita de la Kasbah, por Lala La Mezquita de la Kasbah se sitúa en la plaza homónima y es un monumento de gran relevancia histórica . Su nombre proviene de la kasba que una vez se alzó en la medina durante la dinastía hafsí. Sin embargo, la kasba fue destruida en 1811, quedando solo la mezquita y algunas partes de la muralla de la calle El Zouaoui. Según Lala , «la mezquita bien merece una visita, aunque no se permite el acceso de turistas al interior «. Destaca especialmente su alminar, el más alto de la medina, que sirvió de modelo para la Gran Mezquita Zaitouna. La llamada a la oración se señala mediante una bandera blanca en este alminar cinco veces al día.
Viagens Lacoste añade que la mezquita fue construida en 1190 y ha experimentado varias reformas a lo largo de los siglos. El fondo del minarete, adornado con azulejos verdes, resalta su antigüedad y belleza, invitando a los viajeros a apreciar su relevancia cultural. La Mezquita de la Kasbah, con su rica historia, es un lugar que no debe pasarse por alto al visitar Túnez.
Las Tres Madrazas, por Lala Las Tres Madrazas, ubicadas en el corazón de la medina de Túnez, son un testimonio del rico patrimonio islámico de la ciudad. La Gran Mezquita se encuentra próxima a este conjunto de escuelas coránicas , construidas en el siglo XVIII bajo la dinastía de los Husain. La viajera Lala destaca que «la disposición de las tres es similar, con un patio flanqueado en tres de sus lados por las habitaciones de los estudiantes».
La Madraza Palmier , la más antigua, data de 1714 y se distingue por su centro, donde crece una palmera rodeada de galerías arqueadas. Su entrada, adornada con una puerta amarilla, es «reconocible», aunque los turistas no pueden ingresar. Al lado, la Madraza Bachia, construida en 1752, cuenta con una pequeña fuente y actualmente funciona como una escuela de artesanía. La tercera, Madraza Slimania, también del pachá Alí, fue erigida en memoria de su hijo fallecido y es considerada una joya arquitectónica con bellos estucos y azulejos.
La atmósfera serena y la belleza de este lugar lo convierten en un destino imperdible para quienes visitan Túnez.
Paseos vibrantes por las plazas y avenidas emblemáticas Avenida Habib Bourguiba, por Olga La Avenida Habib Bourguiba , considerada el corazón de Túnez, es una de las calles más extensas de la ciudad y un importante centro comercial repleto de vida. Esta vibrante arteria es rodeada de una variada oferta de Cafés y tiendas , así como de impresionantes edificios de estilo colonial que datan de principios del siglo XX. Según Olga , «los variados edificios de estilo colonial son un total contraste con los que son muchos más árabes de la parte antigua». Este contraste arquitectónico añade un encanto especial a la experiencia de recorrer la avenida.
El viajero kouki chourouk sugiere que en esta calle se puede aprender mucho sobre la historia de Túnez , lo que convierte a la Avenida Habib Bourguiba en un lugar ideal tanto para quienes buscan compras como para aquellos interesados en la cultura local. Popularmente apodada los «Campos Elíseos» de Túnez, esta avenida es un punto neurálgico que atrae a turistas y locales por igual, haciendo de cada visita un momento lleno de energía y descubrimiento. Sin duda, caminar por esta icónica avenida es una de las experiencias más memorables de la capital tunecina.
Place de l'Independance, por Lala La Place de l’Independance se erige como uno de los espacios más emblemáticos de Túnez, un lugar donde convergen historia y modernidad . Este punto de encuentro, que se sitúa entre la avenida de Francia y la arbolada avenida Habib Bourguiba, destaca por su elegancia y por ser un centro neurálgico para los residentes y visitantes. La viajera Lala resalta que en la plaza «se encuentran dos importantes edificios enfrentados: La Catedral Católica de San Vicente de Paul , que combina elementos góticos, bizantinos y moriscos, y el edificio de la Embajada de Francia , construido en un bonito estilo art decó».
El ambiente se completa con jardines que albergan la estatua de Ibn Khaldoun , figura histórica mencionada por el viajero kouki chourouk , quien destaca su importancia en el ámbito de la sociología. Esta plaza, por tanto, no solo es un espacio para relajarse y disfrutar del entorno, sino también un lugar que invita a la reflexión sobre un pasado histórico que sigue presente en la vida cotidiana de la ciudad. La Place de l’Independance es, sin duda, una parada obligatoria en cualquier recorrido por Túnez.
Place du 14 Janvier , también conocida como la plaza del 7 de noviembre , se sitúa en pleno corazón de Túnez, siendo un símbolo del proceso de modernización de la capital. Este espacio alberga un distintivo reloj en su centro y una impresionante pirámide invertida que sirve como monumento principal. Según un viajero, este lugar es «bastante original y armónico», lo que lo convierte en un atractivo para quienes desean explorar la evolución de la ciudad.
A lo largo de la avenida principal, se puede apreciar cómo Túnez se transforma en una de las ciudades más modernas de la región. Otro viajero destaca que «esta avenida se puede leer todos estos rincones que aumentaron durante el año», reflejando la continua expansión y revitalización del área. Aunque algunos pueden sentir que la plaza no se compara con la rica historia de la Medina, definitivamente merece una visita. Pasear por este entorno urbano ofrece una perspectiva fascinante de la fusión entre la tradición y la modernidad en Túnez.
Place de la Victorie, por Lala La Place de la Victorie es un vibrante punto de encuentro que marca la transición entre el casco antiguo y la ciudad colonial de Túnez. Esta plaza se encuentra dominada por la Porte de France , un imponente arco que fue la puerta oriental de la antigua muralla de la medina . La viajera Lala destaca que «la puerta actual fue construida en 1848 por orden del bey Ahmed», quien quiso reemplazar la anterior, inspirándose en el famoso Arco del Triunfo de París.
Desde la Place de la Victorie, se accede a importantes calles como la Rue de la Kasbah y Rue Zamaa Zitouna, que conectan con la medina y los zocos, así como a la Avenida Habib Bourguiba , que te lleva hacia la ciudad colonial. La plaza también ofrece una variedad de terrazas donde disfrutar de un café o una comida, lo que la convierte en un lugar ideal para relajarse y observar el bullicio local. Además, un edificio notable en la plaza, la antigua embajada británica, está en proceso de restauración para convertirse en hotel. Este histórico lugar, como menciona Lala, fue escenario de algunas filmaciones de la película «El Paciente inglés», añadiendo un toque cinematográfico a su atmósfera vibrante.
Place de la Kasbah, por Zai Aragon La Place de la Kasbah es una amplia plaza que se ubica en la entrada oeste de la medina de Túnez, justo enfrente de la Place du Gouvernment. Esta plaza fue remodelada en 1988, coincidiendo con la inauguración del nuevo edificio del Ayuntamiento. La viajera Lala describe la plaza como «una enorme explanada pavimentada, coronada en su parte central por un curioso y moderno monumento de hormigón «. Sin embargo, no todos los visitantes logran entender su significado, ya que la placa que ofrece información está escrita en árabe.
Históricamente, en esta ubicación se encontraba la Kasbah, un palacio fortificado que fue destruido por los franceses en 1883. Solo se conserva la mezquita de la Kasbah, que se destaca por ser «el alminar más alto de la ciudad «, un dato que resalta la viajera Zai Aragon . Alrededor de la plaza, se pueden encontrar importantes edificios, como el Ministerio de Finanzas y la Oficina del Primer Ministro, lo que añade un aire de relevancia política a este espacio histórico. Para quienes visitan Túnez, la Place de la Kasbah es un punto de interés que combina su historia rica con la modernidad de su entorno actual.
Túnez bajo otro prisma: vistas panorámicas y contrastes urbanos Vistas desde los tejados de La Medina, por miguel a. cartagena Las vistas desde los tejados de La Medina ofrecen una experiencia única que no debes perderte al visitar Túnez. «Por toda la Medina, hay tiendas que en la parte de arriba tienen una terraza con vistas amplias a toda la ciudad», apunta Ainara Garcia , lo que permite disfrutar de una perspectiva inigualable de la capital . La oportunidad de ascender a estas azoteas es un tesoro escondido que muchos viajeros descubren al explorar las callejuelas llenas de encanto.
miguel a. cartagena destaca que «quizás tengas la oportunidad de entrar a una de sus muchas tiendas de souvenirs y descubrir en algunas de ellas unas escaleras hacia pisos superiores». Subir a los tejados revela una panorámica que incluye las casas blancas con balcones de azulejos tradicionales, puertas y arcos decorativos, lo que convierte cada mirada en un deleite visual. Sin duda, «la visión es espectacular de una ciudad que invade tus sentidos ya sea desde sus calles o sus tejados», asegurando que esta experiencia debe estar en la lista de actividades imperdibles en Túnez .
Paisajes de Tunisia, por ranfilo Los paisajes de Túnez ofrecen una belleza inigualable , donde la sencillez de la naturaleza se mezcla con la riqueza cultural de sus ciudades . El viajero zrcinc comparte una visión íntima de su país al expresar que en Túnez «cada imagen cuenta una historia, una cultura y un pueblo.» Los paisajes se vuelven memorables no solo por su estética, sino por las emociones que evocan. Desde impresionantes vistas urbanas hasta paisajes naturales, cada rincón de Túnez invita a descubrir sus secretos.
La variedad de escenarios, como montañas, costas y desiertos, brinda oportunidades fotográficas que capturan la esencia de un lugar vibrante. Los recuerdos de los viajeros se entrelazan con la tierra, creando una conexión profunda entre las personas y este entorno cautivador. Los que visitan Túnez regresan con el alma llena de paisajes que viven en cada recuerdo y cada fotografía, convirtiendo su experiencia en una historia viva. Sin duda, los paisajes de Túnez son un tesoro que merece ser explorado y apreciado por todos.
Avenue de France, por Lala La Avenue de France se extiende como una arteria vital de la ciudad nueva de Túnez, conectando la Place de l’Indépendance con la Place de la Victorie. Esta avenida, que se considera una de las más importantes y frecuentadas de la capital, destaca por sus bellas fachadas art-decó que datan de principios del siglo XX. La viajera Lala describe el último tramo de la avenida, donde los soportales cobijan una abundancia de tiendas de ropa, zapaterías y elegantes cafés. Ella señala que «está repleta de tiendas de ropa y zapaterías , restaurantes, elegantes cafés, pastelerías y terrazas». Además, menciona un lugar destacable, el «Magasín Génèral «, un gran almacén que incluye un supermercado en su planta baja.
El viajero sami haram resalta también la relevancia histórica de la avenida, mencionando que «Avenue Bourguiba es el primer presidente de Túnez». Este espacio no solo es un centro comercial y de ocio, sino que también representa un importante símbolo cultural y político de la ciudad. Pasear por la Avenue de France es una experiencia que combina historia y modernidad, invitando a los visitantes a sumergirse en la esencia misma de Túnez.
Avenue de Paris, por Lala La Avenue de Paris es una destacada arteria situada en la ciudad nueva de Túnez, que conecta la Place de la République con la Avenida Habib Bourguiba. Esta amplia avenida, construida durante el protectorado francés, es un reflejo del esplendor del pasado colonial, donde se instalaron las familias más acomodadas de la región.
Los viajeros que han explorado este lugar elogian su atractivo arquitectónico . Un viajero señala que «es una avenida ancha con múltiples edificios de estilos art decó » que combinan «los arabescos y cúpulas propios de la arquitectura islámica con las curvas y superficies onduladas del art nouveau». Las fachadas de los edificios son especialmente cautivadoras, adornadas con amplios balcones, contraventanas alargadas y una rica ornamentación de inspiración renacentista.
Entre los puntos de interés se encuentra el Hotel Majestic , un emblemático ejemplo de estos estilos arquitectónicos. Caminar por la Avenue de Paris es sumergirse en la historia y la cultura de Túnez, disfrutando de un ambiente que refleja la fusión de tradiciones .
Praça Halfaouine, por Patrícia Veludo Praça Halfaouine , también conocido como el Gobierno Praa, es un espacio cautivador en el corazón de Túnez que destaca por su belleza y ambiente. Según la viajera Patrícia Veludo , es «un hermoso y grande de la plaza que está rodeada por varios edificios gubernamentales», siendo un punto de contraste evidente con las calles que lo circundan. La limpieza y el cuidado del lugar son notables, ya que su aspecto siempre «impecable» sorprende a quienes lo visitan. Durante el día, la plaza es muy concurrida, pero al caer la noche, su ambiente se transforma, dejando un espacio prácticamente desierto que invita a la reflexión. A pesar de un fuerte dispositivo de seguridad, es posible disfrutar del lugar y capturar imágenes, lo que permite una experiencia memorable . Esta plaza no solo es un punto de referencia arquitectónico , sino también un lugar ideal para sumergirse en la tranquilidad y apreciar la cultura tunecina .
La vida cotidiana y los rituales tunecinos El mercado en la capital de Túnez es un vibrante espectáculo que deleita los sentidos de quienes lo visitan. La viajera lamaga describe esta experiencia de manera evocadora: «La capital de Túnez es un espectáculo de olores y voces». Los mercados de alimentación son el corazón de esta ciudad , donde los viajeros pueden perderse entre los puestos de carne, especias y el famoso cuscús. Un recorrido por los colores y aromas invita a descubrir tesoros como el kohl para los ojos y la henna, así como esponjas naturales. Sin embargo, la verdadera joya de estos mercados son los puestos de especias y semillas. Lamaga añade: «Meter los dedos en los sacos de semillas, olfatear las esencias de jazmín y de almizcle… No tener ninguna prisa». Con cada visita, los viajeros se sumergen en la cultura local y en la rica tradición culinaria tunecina , convirtiendo el mercado en un lugar indispensable para quienes desean conocer a fondo la esencia de Túnez.
Souk Étouffes - Place Mosquée Zitouna, por Lala En el corazón de Túnez, la Plaza de la Mezquita Zaitouna se erige como un vibrante punto de encuentro tanto para locales como para turistas. La viajera Lala resalta que «los guías siempre te dicen que si te pierdes por las callejuelas de la medina, acudas aquí», convirtiéndola en un lugar clave para orientarse. Acceder a la plaza es sencillo; solo hay que seguir la calle Mosquée Zitouna desde la Plaza de la Victoria, un paseo que asegura interesantes descubrimientos en el camino.
Alrededor de la plaza se encuentra el zoco Étouffes , un elegante mercado que, aunque ha evolucionado, mantiene su encanto original. Lala describe las «columnas rayadas verdes y rojas » que embellecen el lugar, ofreciendo un escenario ideal para explorar las múltiples tiendas que aún venden telas y souvenirs únicos. La Madraza Mouradia , construida en 1637 y notable por su puerta ornamentada, añade un toque histórico a la visita, convirtiendo el zoco en un destino que combina cultura, historia y comercio en un solo lugar.
Souk el-Birka, por Lala Souk el-Birka es uno de los encantadores zocos que se encuentran en la medina de Túnez, justo al lado de la Mezquita de Youssef Dey. Este mercado histórico, construido con la intención de preservar un ambiente fresco en verano y cálido en invierno, presenta estrechas callejuelas cubiertas por una bóveda. La viajera Lala destaca que en tiempos pasados, el souk era un lugar de comercio de esclavos, donde se vendían prisioneros traídos por corsarios musulmanes. Sin embargo, en la actualidad, Souk el-Birka es un paraíso para los amantes de las joyas.
Este zoco es conocido como el mercado de los orfebres , donde se pueden encontrar exquisitas piezas de oro y plata, incluyendo colgantes, collares, pulseras y anillos. Lala menciona que «a los tunecinos les gustan mucho las joyas», y agrega que «las mujeres musulmanas se consideran las únicas con categoría y porte suficiente para lucir bien una buena joya de oro». Sin duda, visitar Souk el-Birka es una experiencia vibrante que ofrece una profunda conexión con la cultura y tradición tunecina .
Souk Al Grana se presenta como un rincón escondido en la medina de Túnez, al que solo se puede acceder con la ayuda de un guía local, según la experiencia de un viajero. Este zoco se aleja del bullicio característico de otros mercados, ofreciendo un ambiente más tranquilo, casi silente, perfecto para disfrutar de un paseo en un domingo por la tarde. La viajera Lala describe su encanto arquitectónico, destacando las «fachadas blancas, ventanas azules y puertas tachonadas», que recuerdan al famoso barrio de Sidi Bou Said. Esta área, construida en el siglo XV por musulmanes y judíos españoles y portugueses, está marcada por su rica historia y espíritu andaluz.
Olfa Zaraa menciona que Souk Al Grana se ubica en el corazón de la medina, ideal para aquellos que buscan telas a precios asequibles. Visitarlo entre las 8h y las 16h no solo promete un hallazgo de productos únicos, sino también una inmersión en la cultura local. Este zoco, declarado Monumento Histórico, es un viaje al pasado que no se puede perder al estar en Túnez, combinando historia, arquitectura y la vibrante vida del lugar.
Souk Ech-Chaouachya o Zoco de las chechías, por Lala El Souk Ech-Chaouachya , también conocido como el zoco de las chechías , se erige como uno de los puntos más emblemáticos de la medina de Túnez. Este mercado, situado al nordeste de la gran mezquita, tiene una rica historia que se remonta al siglo XVII, cuando era un centro importante de producción donde quince mil artesanos fabricaban sombreritos de fieltro rojo. Lala destaca que estos bonetes «originariamente se usaban como base para hacer turbantes» y que eran «exportados a todo el mundo islámico».
Hoy en día, el encanto del zoco radica no solo en las coloridas chechías que adornan las tiendas, sino también en la habilidad de los artesanos que las crean. Los viajeros pueden observar cómo estos hombres, descendientes de los moriscos expulsados de España en 1609, dan forma a las chechías con un martillo mientras se sientan en tradicionales bancos de madera. Esta experiencia ofrece una conexión palpable con el pasado y con la cultura tunecina. Tanto los lugareños mayores como los turistas no pueden resistirse a adquirir uno como souvenir, convirtiendo al zoco en un lugar de vitalidad y vibrante tradición.
Rincones culturales y exóticos fuera de ruta Matmata es un lugar fascinante que deslumbra a los viajeros por sus paisajes únicos y su historia rica . El viajero DarkMoMo describe el entorno como «carreteras rectilíneas, infinitas inundadas, donde el agua sabe a historia». Esta imagen resalta la belleza y la conexión profunda que se siente en esta región del sur de Túnez. Matmata es famosa por sus casas trogloditas , construidas en el interior de las colinas, lo que ofrece una experiencia cultural sin igual.
Los visitantes también comparten la sensación intensa que brinda este destino. DarkMoMo apunta que «es verdad todo lo que se dice de África. Lo bueno y lo malo». Esta reflexión muestra cómo Matmata evoca emociones profundas y despierta un sentido de pertenencia que perdura en el tiempo. Las aves que vuelan sobre el desierto, el silencio que envuelve el lugar y la amabilidad de sus habitantes hacen de Matmata una parada obligada para aquellos que buscan conectarse con la esencia de la cultura tunecina y su historia. La mágica atmósfera de este rincón de Túnez promete dejar una huella imborrable en el corazón de quienes lo visitan.
Dormir en el Sáhara, por Federica Giuliani Dormir en el Sáhara es una experiencia inolvidable que cautiva a quienes se aventuran en el desierto tunecino. La viajera Federica Giuliani destaca la belleza de «acampando bajo un manto de estrellas «, donde el único sonido es el susurro del viento. Esta conexión con la naturaleza ofrece una paz indescriptible y es una vivencia que, según ella, «hay que hacer al menos una vez en la vida.» Sin embargo, es fundamental recordar que el desierto puede ser frío durante la noche, especialmente en invierno, por lo que se recomienda llevar ropa muy abrigada.
La experiencia no solo se trata de dormir en un lugar extraordinario, sino también de disfrutar de las maravillas que el Sáhara tiene para ofrecer. Desde dar un paseo por las dunas doradas hasta contemplar la mágica puesta de sol, cada momento es un regalo. Para quienes buscan una aventura auténtica , dormir en el Sáhara se convierte en un recuerdo imborrable que resuena en el alma del viajero.
El desierto de Douz , conocido como la puerta del desierto, es un destino fascinante que atrae a viajeros en busca de aventuras inolvidables . Alejandro Ponce de León Soler describe su experiencia en este entorno singular como una fuente de «tranquilidad y belleza del sitio inimaginable». Pasar tiempo en Douz permite dejar atrás el bullicio de la vida cotidiana y sumerge a los visitantes en un vasto paisaje de dunas doradas y cielos despejados.
La majestuosidad del atardecer en el desierto es una de las vivencias más recomendadas por los viajeros. La magia del sol ocultándose en el horizonte, mientras los colores del cielo cambian de tonalidades, crea un espectáculo que vale la pena presenciar. Para aquellos que deseen explorar más allá del desierto, Douz también ofrece experiencias culturales únicas. Los viajeros pueden disfrutar de la hospitalidad local , participar en actividades como paseos en camello y descubrir la rica historia de la región. Sin duda, Douz es un lugar imperdible para quienes buscan un contacto profundo con la naturaleza y la cultura tunecina.
Oasis y desierto en Túnez ofrecen experiencias únicas que enriquecen los sentidos. Según un viajero, la diversidad del país es sorprendente, destacando lugares emblemáticos como «el anfiteatro de El Djem » y la «mezquita de Kairouan «, donde se puede «relajar y desconectar». Estos sitios son verdaderos tesoros que revelan la historia y la cultura tunecina.
El desierto se caracteriza por sus impresionantes paisajes y su misticismo. Los viajeros se sienten atraídos por las casas nómadas que salpican el paisaje, ofreciendo una visión de la vida tradicional y la conexión con la naturaleza. La calma y la soledad que se encuentran en el oasis son un antídoto perfecto para el bullicio de la vida urbana. Sin embargo, algunos visitantes han mencionado que la constante solicitud de dinero por parte de los lugareños puede resultar agobiante, aunque esto no opaca la belleza del lugar.
La mezcla de cultura, historia y naturaleza hace que cada rincón de Túnez, desde los vibrantes oasis hasta las majestuosas mezquitas, sea un destino que invita a la exploración y el descubrimiento.
Ruta en dromedario en Ksar Ghilane, por Pedro Jareño La ruta en dromedario en Ksar Ghilane es una experiencia inolvidable que brinda a los viajeros la oportunidad de adentrarse en el impresionante paisaje del desierto tunecino . Según Pedro Jareño , «una auténtica experiencia» es lo que se vive al recorrer las dunas, que son un verdadero mar de arena rojiza. El trayecto, que consta de una hora de dromedario de ida y otra de regreso, puede parecer largo, pero el entorno hace que cada momento valga la pena.
Los viajeros destacan la belleza del desierto durante el paseo, donde se pueden apreciar las formaciones de arena que cambian con la luz del sol. «Perderse entre un mar de dunas» es una descripción que refleja la sensación de libertad y conexión con la naturaleza que se siente al explorar este rincón de Túnez. Además, llegar a las ruinas del Fuerte añade un toque histórico a la aventura, permitiendo a los visitantes disfrutar no solo de la belleza natural, sino también de un interesante trasfondo cultural. La ruta en dromedario en Ksar Ghilane es una actividad que no debe faltar en un viaje a la capital tunecina y sus alrededores.
El encuentro con el mar y la esencia costera Playa Port Kantaoui, por Miskita Playa Port Kantaoui es un auténtico paraíso donde el azul de sus aguas transparentes y tibias invita a la tranquilidad. Según Miskita , “es un lugar aún no del todo explotado”, lo que lo convierte en un destino atractivo para los que buscan un ambiente más sereno. A pesar de la belleza del lugar, el viajero menciona que puede haber imprevistos, como las medusas, que son comunes en el área, aunque el personal del hotel ayuda con soluciones rápidas.
Este enclave ofrece diversas actividades para disfrutar , desde paracaídas remolcados hasta motos acuáticas, lo cual lo convierte en un punto de encuentro para los amantes de la aventura. Sin embargo, después de una jornada activa, no hay nada mejor que relajarse bajo una sombrilla y dejarse llevar por el sonido de las olas.
Esra M’sallem destaca que el puerto de Kantaoui , al que se accede desde la playa, alberga una variedad de restaurantes y tiendas de artesanías. “Ofrece una vista magnífica del muelle con todos los barcos de recreo”, añadiendo un toque encantador a la experiencia. Sin duda, Playa Port Kantaoui es un lugar que combina maravillosamente la relajación con la diversión.
Playa de Túnez, por Rodrigo Nieto La Playa de Túnez es un auténtico paraíso donde se entrelazan la belleza del mar y la tranquilidad del ambiente. Los visitantes se sienten atraídos por el impresionante mar turquesa y la suave arena blanca que caracterizan este destino. Un viajero menciona que las playas de Túnez son «simplemente maravillosas», lo que refleja la admiración que muchos sienten al pisar este lugar.
La experiencia en la playa no se limita solo al entorno, sino también a las emociones que despierta. Rodrigo Nieto comparte una profunda reflexión sobre la felicidad que se puede encontrar en la simplicidad de estos momentos. Aunque no se puede medir con exactitud, se percibe en el contacto humano y en la alegría que surge entre las olas y el sol.
La Playa de Túnez invita a todos a disfrutar de su belleza natural , a sumergirse en sus aguas cristalinas y a compartir momentos inolvidables en un ambiente de paz y felicidad. Sin duda, es un lugar que deja huella en quienes lo visitan.
Puerto La Goleta, por Mª Jose Tomàs Berdala Puerto La Goulette es un fascinante punto de entrada a Túnez que cautiva a los viajeros desde el primer momento. Los visitantes aprecian su impresionante arquitectura , que recuerda a construcciones tradicionales del desierto. Mª Jose Tomàs Berdala describe su experiencia en este puerto diciendo que «por fuera parecía una construcción de las que puedes encontrar en el desierto», lo que añade un toque especial a la llegada a la ciudad.
Al adentrarse en el puerto, los viajeros son recibidos por un ambiente vibrante que recuerda a un típico zoco, lleno de vida y color. Algunos comentan sobre la belleza del lugar, donde «esta foto, aunque no lo parece, está tomada al lado del barco». Esta mezcla de la cultura local con el entorno marítimo genera una experiencia única.
Puerto La Goulette no es solo un lugar de paso, sino que se convierte en un punto de partida ideal para explorar los tesoros de Túnez , ofreciendo a los visitantes una primera impresión inolvidable de la riqueza cultural que aguarda en el interior del país.
Ghar el melh, por QQun Ghar el Melh es un destino encantador que ofrece a sus visitantes una experiencia única y acogedora . Los viajeros resaltan la calidez de su gente , indicando que «la gente es tan cálida y tan acogedora que nos hace sentir como en casa». Este lugar mágico invita a la reflexión y el descanso, ya que la naturaleza es generosa y permite soñar.
La localidad, conocida por su bellísimo entorno y su puerto, es también famosa por su gastronomía. Los amantes del pescado encuentran en Ghar el Melh un paraíso, ya que uno de los aspectos más destacados son los restaurantes del puerto que ofrecen delicias marinas . Un viajero recomienda categoricamente que «no se vaya sin probar el pescado en uno de los restaurantes de la zona del puerto», lo que demuestra la importancia de disfrutar de la rica oferta culinaria local.
Este rincón del mundo no solo encanta por su belleza natural, sino también por su ambiente relajante y amigable , convirtiéndolo en una parada obligatoria cerca de la capital tunecina.
Vestigios de poder: monumentos y símbolos del Túnez moderno Monumento a Ibn Khaldoun, por Lala En la Place de l’Indépendance, frente a la catedral católica de Túnez y la embajada de Francia, se alza el Monumento a Ibn Khaldoun , una obra en bronce que honra la figura del famoso filósofo y profesor tunecino. Este notable pensador es reconocido como el pionero de la sociología , y su legado sigue presente en la ciudad, donde diversas calles y hoteles llevan su nombre. La estatua se encuentra en un entorno ajardinado que invita a la contemplación, y sus detalles están realzados por varias placas con inscripciones en árabe que explican su importancia.
Un viajero señala que Ibn Khaldoun es «el primero que descubrió la ciencia de la sociología», subrayando su impacto en la filosofía y las ciencias sociales. Este monumento no solo es un homenaje a su contribución intelectual, sino también un lugar donde se puede reflexionar sobre su visión , que muchos consideran «visionaria». Al visitar este emblemático sitio, los viajeros no solo descubren la historia de un gran pensador, sino que también pueden disfrutar del ambiente vibrante de la plaza que lo rodea.
Torre del Reloj, por Inés Chueca La Torre del Reloj se erige majestuosamente en la rotonda de la Plaza 7 de Noviembre , en el corazón de Túnez. Esta estructura, que recuerda vagamente al famoso Big Ben, fue construida para conmemorar el día de la independencia del país, el 7 de noviembre. Lala destaca que “está construida en metal labrado” y consiste en dos cuerpos, siendo el inferior más ancho, además de estar rodeada por una hermosa fuente ornamental.
Este emblemático monumento no solo es una obra arquitectónica de interés, sino que también se ha convertido en un popular punto de encuentro entre los jóvenes de la ciudad. Pedro Jareño señala que “de noche, iluminada, llama mucho la atención”, y es cierto que su iluminación nocturna resalta su belleza, convirtiéndola en un espectáculo visual. Aunque las puertas traseras que dan acceso al interior de la torre suelen estar cerradas, su presencia en la avenida Habib Bourguiba la hace casi imposible de ignorar.
Hôtel de Ville (Municipalité de Tunis), por Lala El Hôtel de Ville, o Ayuntamiento de Túnez, se ubica en la entrada oeste de la medina, justo en la amplia Plaza de la Kasbah . La viajera Lala destaca que «choca bastante su moderna arquitectura con los antiguos edificios colindantes», como la mezquita de la Kasba y el Hospital Aziza Ottmana. Este edificio, inaugurado en noviembre de 1998 por el presidente Zine El Abidine Ben Ali, se caracteriza por su fachada que combina cristal y ladrillo caravista, dando un toque contemporáneo al ambiente tradicional que lo rodea.
Además, el Hôtel de Ville forma parte de un conjunto de varios edificios gubernamentales situados en la cercana Place du Gouvernment, creando un diálogo entre lo nuevo y lo antiguo en el corazón de la capital. La estructura, que se eleva con dos plantas, es un punto de referencia importante no solo por su función administrativa, sino también por su atractivo visual que atrae a visitantes que buscan entender la evolución arquitectónica de la ciudad. Sin duda, es un lugar donde la historia y la modernidad se encuentran, ofreciendo una experiencia única para quienes visitan Túnez.
College Sadiki, por Lala Ubicado en la emblemática Place de la Kasbah, el College Sadiki es un destacado Monumento Histórico y una joya arquitectónica de Túnez. Este antiguo centro educativo, que fue una madraza, ha albergado a importantes figuras del país. La viajera Lala comparte que «se trata de una antigua madraza, reconvertida en colegio, en el que han estudiado algunas de las personalidades más importantes del país».
El College Sadiki fue diseñado por el arquitecto De Maillet en el siglo XIII y presenta un estilo neo morisco que no pasa desapercibido. El viajero describe el edificio como «construido en piedra, siendo el alto minarete el elemento más llamativo». La impresionante fachada principal está adornada con galerías de arcos de herradura a dos alturas, flanqueadas por torres rematadas en cúpulas a ambos lados, lo que convierte al College en una parada obligatoria para quienes exploran la capital tunecina.
Visitar esta institución educativa es una forma de conectar con la historia y la cultura del país, reflejando el rico legado de Túnez.
Ministère des Finances, por Lala El Ministère des Finances de Túnez es un imponente edificio gubernamental que se encuentra en la cercanía de la Place du Gouvermement, justo en frente de Dar el-Bey. Este edificio de dos plantas destaca por su atractiva fachada blanca, acentuada con una galería de arcos de herradura pintados en llamativos tonos de rayas negras y blancas. Una alta torre que alberga un reloj añade un toque distintivo a la arquitectura del lugar.
Lala , un viajero entusiasta, menciona que «es un edificio que vale la pena ver, sobre todo por su belleza arquitectónica». Al visitar, los turistas pueden apreciar no solo el diseño del edificio, sino también la importancia que tiene en la administración pública de Túnez.
Los visitantes, como el viajero que lo describió, se ven atraídos por su singularidad y la majestuosidad del entorno. La experiencia de estar allí va más allá de una simple visita, ya que se siente la historia y el peso de la cultura que rodea este emblemático lugar.
Túnez, con su rica historia y vibrante cultura , se revela como un destino fascinante que va más allá de sus impresionantes monumentos y bulliciosos mercados. Desde la paz de sus mezquitas hasta la calidez de sus playas, cada rincón ofrece una experiencia única. Al explorar su herencia y su belleza natural, se entiende por qué esta ciudad cautiva a todos quienes la visitan, convirtiéndola en un lugar inolvidable.