Tesoros ancestrales y civilizaciones milenarias Zona Arqueológica de Monte Albán, por Nelly Stephanie Leyva Rodríguez La Zona Arqueológica de Monte Albán es un tesoro histórico situado a solo 10 kilómetros de la ciudad de Oaxaca, construido por los zapotecas en la cima de una montaña. Este fascinante lugar, que llegó a albergar a 35,000 habitantes, ofrece más que simples ruinas: «los restos de la aldea de los fallecidos son todavía visibles desde la plataforma», destacando el ingenio de sus constructores. La extensión de la ciudad y la grandiosidad de sus edificaciones, aunque no muy altas, resultan impresionantes. emilie menciona que «despierta la imaginación pensar que esta ciudad estuvo en contacto con las demás del área centroamericana», añadiendo un aire de misterio a su historia.
Monte Albán es famoso por sus tumbas , especialmente la Tumba 7, que albergó el mayor depósito de orfebrería mesoamericana de oro. Esta riqueza cultural se complementa con su impresionante ubicación, «entre un conjunto de macizos montañosos donde se unen los Valles Centrales de Oaxaca». Para quienes buscan un lugar que trascienda el tiempo y ofrezca «una excelente vista panorámica del Valle de Oaxaca», Monte Albán se presenta como un destino mágico que definitivamente merece una visita.
Palacio Mitla, por Javier Carrera El Palacio Mitla , situado a 40 km de la capital de Oaxaca, es una joya arqueológica que evoca la riqueza cultural de los zapotecos . Diana Patricia Montemayor Flores resalta que su nombre, que significa «lugar de muertos «, hace referencia a las tumbas de importantes líderes que se encuentran aquí. Este sitio, que destaca como el segundo más importante de Oaxaca, es conocido por su diseño único de mosaicos y figuras geométricas que adornan las tumbas y paneles, preservados por el clima de la región. Pasear por sus ruinas permite imaginar cómo era la vida en este centro religioso, impulsando la construcción de monumentos dedicados a sacerdotes y reyes.
La viajera Tessa Román comparte que la experiencia de visitar Mitla ha sido una de las mejores de su vida, donde pudo conectarse con sus ancestros en un lugar de belleza inigualable. Aunque algunos visitantes, como Karina Flores , han expresado que el sitio puede ser más pequeño de lo que esperaban, la belleza de la capilla aún logra impresionar. Además, como menciona Roxana Romero , la zona arqueológica está rodeada de tiendas que ofrecen auténtica artesanía local , convirtiendo la visita en una experiencia completa y enriquecedora.
Oaxaca desde el corazón de sus plazas y calles históricas Centro Histórico, por Morya El Centro Histórico de Oaxaca es un verdadero tesoro que cautiva a los visitantes con su rica historia y arquitectura impresionante . Morya describe esta experiencia como un «deleite» al pasear por sus calles empedradas y edificios históricos de cantera verde, que ofrecen un viaje al pasado colonial de la ciudad. La variedad de antojitos mexicanos y restaurantes resalta la vibrante oferta culinaria, donde es obligatorio saborear una nieve o un mezcalito, tal como menciona: «es imposible ir a Oaxaca y no comer una rica nieve o tomarte un mezcalito».
ana schwarz destaca que Oaxaca es una de esas pocas ciudades que combinan «diversidad y belleza en un clima primaveral» durante todo el año. Sus platillos, reconocidos a nivel nacional, incluyen moles, tamales y el exquisito chocolate, lo que la convierte en un paraíso para los amantes de la gastronomía. La cultura y el folklore también son esenciales en esta ciudad, con una serie de festividades como la guelaguetza que reviven tradiciones antiguas.
El viajero AlisonMtz enfatiza la experiencia visual que ofrece el centro, catalogándolo como un lugar de «cultura visual, histórica y extraordinaria». La calidez de su gente y el entorno artístico crean un ambiente único, lo que hace del Centro Histórico de Oaxaca un destino imperdible.
Zócalo, por Daniela VILLARREAL El Zócalo de Oaxaca es un lugar que cobra vida, especialmente al caer la noche. Muchos viajeros coinciden en que «Oaxaca de noche ¡Ésto solo agarra vida de noche!», lo que muestra cómo la plaza se transforma en un centro vibrante de actividades y socialización . Este emblemático punto de encuentro, conocido como Plaza de la Constitución , se sitúa en el corazón del centro histórico. Según un viajero, «el Zócalo es el corazón de la hermosa ciudad», reflejando su importancia no solo como lugar turístico, sino como un lugar fundamental en la vida de los oaxaqueños.
El Zócalo también se conecta con las calles más pintorescas, como la peatonal Macedonio Alcalá , que lleva a Santo Domingo y al Mercado, famoso por su deliciosa gastronomía. Una visitante destaca que «las calles desde el Zócalo a Santo Domingo son las más lindas», indicando que un simple paseo por estas áreas ofrece una experiencia visual y sensorial inolvidable. Aunque es cierto que en ocasiones el espacio es ocupado por manifestaciones, su esencia sigue intacta, invitando a todos a disfrutar de su belleza y historia.
Plaza de la Danza, por Daniela VILLARREAL La Plaza de la Danza , situada a los pies del Cerro del Fortín, es un espacio emblemático de Oaxaca que invita a disfrutar de su rica cultura. Conocida anteriormente como la Plaza de la Soledad, esta explanada se convierte en el escenario perfecto para una variedad de eventos culturales a lo largo del año . La viajera Daniela VILLARREAL menciona que desde este punto se pueden visitar otros importantes monumentos, como la Basílica de Nuestra Señora de la Soledad y el Templo de San José.
Este lugar vibrante no solo es un sitio de descanso, sino también un punto de encuentro para actividades gastronómicas y musicales . El viajero Alexis Jose Garcia destaca que en la plaza se realizan conciertos y otros eventos que muestran la riqueza cultural de la región, con la participación de diversas comunidades. Durante el mes de julio, la plaza se vuelve especialmente animada gracias a la celebración de la Guelaguetza , como señala Luis Hernández , ofreciendo una experiencia única para quienes buscan sumergirse en las tradiciones oaxaqueñas. La Plaza de la Danza es, sin duda, un destino imperdible para disfrutar de la esencia de Oaxaca.
Plaza de Santo Domingo, por Daniela VILLARREAL La Plaza de Santo Domingo es un rincón emblemático de Oaxaca que combina historia, cultura y vibrante vida local . En este hermoso espacio, los visitantes pueden disfrutar de la Guelaguetza, una fiesta tradicional oaxaqueña donde se ofrecen bailes típicos como una forma de agradecer a la Tierra. Un viajero comenta que estar presente en esta celebración es «hermoso porque es una explosión de colores y alegría», lo que refleja la riqueza cultural de la región. Esta plaza no solo es un lugar de celebración, sino también un punto de encuentro para los lugareños y turistas, donde «siempre encontrarás algo que comprar».
En el contexto del Museo de Santo Domingo, la plaza se transforma en un espacio dinámico con música, arte y gastronomía. Los domingos, la entrada al museo es gratuita, permitiendo a muchos disfrutar de la arquitectura impresionante y del ambiente que se vive en estos días. Con cafeterías, restaurantes y vendedores de artesanías, la Plaza de Santo Domingo se convierte en un lugar donde la historia y la modernidad coexisten, invitando a todos a disfrutar de cada rincón sin prisa.
Valle de Oaxaca, por Daniela VILLARREAL El Valle de Oaxaca es un lugar donde la historia, la cultura y la naturaleza se entrelazan de manera fascinante. Desde la cima de Monte Albán, los viajeros pueden disfrutar de una vista impresionante del valle y la ciudad de Oaxaca. Daniela VILLARREAL destaca que «la riqueza del valle en la flora y fauna permitía a Monte Albán satisfacer las necesidades de los habitantes», subrayando la importancia de este sitio en el contexto prehispánico. La majestuosidad de las ruinas zapotecas no solo ofrece una lección de historia, sino que también invita a una reflexión profunda sobre las raíces culturales de México.
Bibiana Monserrat Varela Ortiz resalta que «Monte Albán en mi opinión es muy recomendable» y lo describe como un lugar que enriquece el conocimiento sobre el país. La variedad de lugares y pueblos que rodean el valle, como afirma Maria Rodriguez , brindan a los visitantes la oportunidad de explorar y conectarse con la autenticidad de la región. Además, para aquellos con raíces en Oaxaca, como JORGE ADAN BARRAGAN , el valle representa un vínculo profundo y emocional que trasciende el tiempo. Sin duda, el Valle de Oaxaca invita a disfrutar de su belleza incomparable sin prisa.
Rituales, fe y maravillas arquitectónicas de Oaxaca Templo de Santo Domingo, por Alma Gabriela Rios Soberanis El Templo de Santo Domingo en Oaxaca es un auténtico tesoro que refleja la rica historia y la belleza del barroco mexicano . Oscar Sandoval lo describe como «un lugar lleno de paz y de una belleza única», resaltando que es una parada obligada en cualquier visita a la ciudad. Este monumento histórico, cuya construcción comenzó en 1570, se sitúa en una amplia plaza que permite apreciar su impresionante arquitectura en todo su esplendor, como indico Almudena al comentarlo.
Al entrar, el viajero puede sentir la magia que emana del lugar, donde la historia se entrelaza con las tradiciones locales. patricia casados menciona cómo «la historia invade sus calles», lo que da cuenta del ambiente cultural que se respira en este sitio. Durante una visita, Alma Gabriela Rios Soberanis disfrutó de un evento especial en el templo, donde una boda llenó el espacio de «colores, bailes y júbilo», creando una experiencia vívida que se suma a la contemplación de la belleza arquitectónica.
La atmósfera es perfecta para pasear tranquilamente y desconectar de la rutina. El Templo de Santo Domingo es, sin duda, un lugar que merece ser contemplado sin prisa, disfrutando cada rincón y cada detalle que lo convierte en una joya de Oaxaca .
Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, por Morya La Catedral de Nuestra Señora de la Asunción es un magnífico ejemplo del estilo barroco que embellece el zócalo de Oaxaca. Según Morya , su fachada, compuesta por tres cuerpos y acabados de mármol, impacta a todos los visitantes. En su interior, se encuentra una impresionante imagen de bronce de la Virgen de la Asunción, obra del italiano Todolini, lo que convierte a este templo en un verdadero tesoro artístico. Además, destaca el cancel de madera tallada con grabados en vidrio, junto con una valiosa colección de pinturas que adornan la catedral desde el siglo XVIII.
Ivonne Garcia Lima menciona que Oaxaca es una ciudad llena de vida, y la catedral es uno de sus puntos más representativos. Las vibrantes tertulias y la música se sienten en el ambiente en los alrededores, creando una atmósfera festiva. lupita Alvarez Alcántara resalta que, frente a la catedral, se vive la cultura oaxaqueña en cada esquina . La catedral, que también se conoce como la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, se erige en el corazón del centro histórico, al lado de la Alameda de León, haciendo de su visita una experiencia inolvidable.
Iglesia de Santa María El Tule, por lamaga La Iglesia de Santa María El Tule , ubicada en el corazón de El Tule, es un hermoso ejemplo del estilo barroco oaxaqueño . Este pequeño templo no solo destaca por su arquitectura, sino también por el impresionante sabino que lo rodea, un árbol monumental que ha hecho famosa a la localidad. Según lamaga , «merece la pena observar la diferencia en presencia y tamaño entre el árbol y la iglesia», lo que resalta la majestuosidad de la naturaleza en contraste con la obra humana. La iglesia alberga una imagen de Santa María y, en su interior, se celebran diversos eventos culturales y sociales , convirtiendo este lugar en un punto de encuentro para los lugareños y visitantes. Además, se puede disfrutar de la tranquilidad del entorno y de la rica historia que envuelve al templo. Como señala Fernando Aguilar Morales , la experiencia aquí es simplemente “rica, ¡muy rica!”, haciendo de la visita un momento especial para quienes buscan disfrutar de la cultura oaxaqueña sin prisa.
Templo de San Felipe Neri, por KarenI El Templo de San Felipe Neri es un destacado ejemplo de la arquitectura barroca de Oaxaca , siendo un punto de referencia emblemático en la ciudad. Su construcción comenzó en 1733 y fue culminada en 1770, aunque los campanarios se añadieron en el siglo XIX. La viajera Pita Hernandez lo describe como una «portada de estilo barroco, constituida por tres cuerpos», donde se aprecian entablamentos, cornisas y columnas balaustradas de capitel corintio.
Al entrar, los visitantes son recibidos por un espléndido altar adornado con joyería de oro , considerado por muchos como el más admirable de la ciudad. Daniela VILLARREAL resalta que «la iglesia se distingue por una notable arquitectura que cuenta con muchas esculturas», haciendo de su visita una experiencia inolvidable.
Un dato histórico interesante es que aquí contrajeron matrimonio Benito Juárez y Margarita Maza en 1841, un evento que fue presenciado por gran parte de la población, como indicó la placa lateral de la puerta. Para quienes buscan un rincón donde disfrutar de la espiritualidad y la historia de Oaxaca sin prisa, el Templo de San Felipe Neri es una parada obligatoria.
Basílica de la Soledad, por Daniela VILLARREAL La Basílica de la Soledad se erige como un verdadero tesoro en el corazón de Oaxaca, destacándose tanto por su impresionante diseño como por su rica historia. Esta iglesia, dedicada a la Virgen de la Soledad, forma parte del centro histórico de la ciudad, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1987. Un viajero menciona que «es una iglesia situada en un pedacito de Oaxaca», y resalta la belleza de su estructura al afirmar que «la recompensa es encontrarte con esta joya que data de hace dos siglos».
Su arquitectura, con una baja altura estratégica, fue diseñada para enfrentar los temblores que han afectado a la región, preservando así su legado. Los visitantes a menudo quedan maravillados por la tranquilidad que se siente al entrar en el lugar. La viajera Andrea Espinoza describe su experiencia con una simple y poderosa palabra: «Maravilloso». Este sitio no solo invita a la contemplación del arte y la fe, sino que también ofrece un espacio para el disfrute sin prisa, permitiendo que cada visitante absorba la esencia de Oaxaca en su esplendor.
Recorrido por los colores, formas y tradiciones vivas Alebrijes, por Morya Los alebrijes son una de las manifestaciones culturales más emblemáticas de Oaxaca, conocidos por su colorido y formas pintorescas que capturan la esencia de la creatividad mexicana . Durante una visita a la ciudad, Morya se maravilló al encontrar una exposición temporal de estas artesanías, comentando que «el colorido y las formas son pintorescas». La historia detrás de estas criaturas es fascinante; Morya comparte cómo el creador, Don Pedro Linares , durante una grave enfermedad, soñó con un bosque lleno de seres que le dieron el nombre de «alebrijes», un término que resonó en su mente.
Estos magníficos artesanías son esculpidos en madera o elaborados con papel, siendo otra viajera, Anna Martinelli , quien destaca que «son pequeñas esculturas de madera de animales y coloridos estupendos». Esta diversidad se aprecia en los puestos callejeros que rebosan de estas piezas a precios accesibles, en contraste con sus precios en otras partes del país. Con tan solo unos pocos dólares, es posible llevarse a casa parte de esta magia tallada en madera, convirtiendo la experiencia en un recuerdo inolvidable que refleja no solo la diversidad estética de Oaxaca , sino también su rica tradición artesanal . Sin duda, no puedes dejar pasar la oportunidad de adquirir uno de estos alegres alebrijes si visitas esta maravillosa región.
Tehuantepec, por Hélène et Mathieu Tehuantepec, un rincón vibrante del Istmo de Tehuantepec, se revela como un destino lleno de vida y carácter. Conocido por su singular estructura social, este pueblo destaca por ser una micro-sociedad matriarcal en la que «las mujeres dirigen el mundo» y el papel del hombre es secundario. En sus calles, una línea de ferrocarril en desuso atraviesa un mercado que cobra vida con la calidez de sus habitantes.
Los viajeros que lo visitan no pueden dejar de maravillarse con «el color, aroma, texturas y sabores » que este lugar ofrece. La gastronomía es uno de sus mayores atractivos, donde «la comida y la gente son lo mejor». Es una experiencia que invita a sentarse en el parque, escuchando el trinar de los pájaros mientras se disfruta de una refrescante nieve.
Los trajes locales, adornados con bordados destacados, son otra de las joyas del lugar, reflejando la rica cultura y tradiciones que envuelven a Tehuantepec. La autenticidad del pueblo, desprovista de elementos turísticos masivos, proporciona una sensación de paz que invita a disfrutar sin prisa. Con fácil acceso a la costa del Pacífico , Tehuantepec es, sin duda, un lugar que vale la pena descubrir.
Arquitectura, por trovany La arquitectura de Oaxaca es un deleite visual que combina influencias coloniales y barrocas , destacándose a través de sus impresionantes edificaciones. Un viajero menciona que «siempre le ha llamado la atención las construcciones tipo barroco», lo que habla del atractivo de los materiales únicos y las inscripciones que adornan estas estructuras. La ciudad no solo es un festín para la vista, sino que también se ha ganado el reconocimiento como patrimonio cultural de la humanidad , como señala otra viajera, quien destaca la «riqueza arquitectónica » de este destino.
Además, la arquitectura no es solo un espectáculo estético; se convierte en un espacio cultural e informativo. Alejandro Rodriguez aprecia cómo en este lugar «nunca faltan actividades para entretenerse «, ya sea visitando museos o disfrutando del ambiente colorido en compañía de familiares. Este entorno cautivador invita a los visitantes a descubrir, explorar y disfrutar de todo lo que la ciudad tiene para ofrecer sin prisa, creando una experiencia enriquecedora que deja una huella imborrable en cada viajero.
Centro de las Artes de San Agustín, por Esther Freire El Centro de las Artes de San Agustín , conocido como CaSa, se encuentra a pocos kilómetros de la ciudad de Oaxaca. Este lugar es el primer centro ecológico de las artes en Latinoamérica, ubicado en una antigua fábrica textil del siglo XIX, que fue transformado desde 2006 en un espacio dedicado a la creación y exhibición de artes gráficas. La viajera Esther Freire resalta que es «un espacio realmente sorprendente para echar una mañana o una tarde y no salir del asombro».
Impresionado por su entorno, el viajero Anel Cruz Bustamante destaca la «preciosa» arquitectura y su localización en medio de la naturaleza, lo que lo convierte en un lugar ideal para disfrutar de un paisaje espectacular. Además, menciona que es fundamental visitar la iglesia de Vista Hermosa , ubicada adyacente a este recinto artístico. El CaSa también se caracteriza por su sistema ecológico que aprovecha las aguas del terreno sin químicos, lo que refleja un compromiso con el medio ambiente y la sostenibilidad. Sin duda, una visita al Centro de las Artes de San Agustín es una experiencia que combina cultura, naturaleza y respeto por el entorno, perfecta para disfrutar sin prisa.
San agustin etla 1 nov "muertera", por LUIS SARAY San Agustín Etla se transforma en un escenario vibrante durante el Día de Muertos, especialmente el 1 de noviembre, conocido como la «muertera». Los viajeros destacan la autenticidad de las festividades, donde «auténticos atavíos hechos por sus respectivos dueños, a veces de herencia familiar, crean monstruos híbridos que funden tradición e iconos contemporáneos». Esta fiesta es reconocida por muchos como «la mejor fiesta de muertos del mundo».
Durante esta celebración, los asistentes disfrutan de un ambiente lleno de vida , embriagándose con «el combustible del mezcal y buena comidita típica». Caminar por las calles del pueblo es una experiencia inolvidable, donde uno se siente rodeado de «monstruos, todos diferentes por todas partes». El disfraz más emblemático es la capa de espiritista adornada con espejos y cascabeles, que añade un toque especial a la festividad.
San Agustín Etla ofrece una celebración única que invita a todos a disfrutar sin prisa y a sumergirse en la rica cultura oaxaqueña durante uno de sus momentos más esperados del año.
Encanto costero: playas y bahías de ensueño Playa de Mazunte, por Anayanzin Coka Playa de Mazunte es un auténtico rincón marino en la costa oaxaqueña, ideal para quienes buscan desconectar y disfrutar de la naturaleza. Este lugar, una vez dedicado al comercio ilegal de tortugas, ha transformado su enfoque hacia el ecoturismo, evidenciado en el Centro Mexicano de la Tortuga , donde los visitantes pueden conocer la cría y liberación de estas maravillosas criaturas. Como menciona un viajero, aquí «la gente es amable y muy accesible, es muy hippie el lugar, todo en un ambiente sano».
La playa, de arena suave con tonalidades que van desde el cobrizo al negro, ofrece una experiencia envolvente. Los restaurantes junto al mar sirven platillos que fusionan sabores locales e influencias extranjeras, creando un ambiente de convivencia donde, como dice una viajera, «habitantes y turistas comparten el sol, el agua, la gastronomía, las fogatas, el baile y la plática como si fueran uno solo».
Para los aventureros, Mazunte brinda opciones de alojamiento desde camping hasta cabañas rústicas. Con actividades como surf, exploraciones en manglares y las impresionantes puestas de sol, este destino invita a disfrutar sin prisa y con respeto a su belleza natural, convirtiendo cada visita en un recuerdo imborrable.
Puerto Escondido, por Sandra Regalado Puerto Escondido es un destino cautivador que atrae a viajeros en busca de vivir experiencias memorables . Con su ambiente vibrante, la zona del adoquín destaca por su animada vida nocturna y su proximidad a una variedad de restaurantes y bares. silfer menciona que «hay mucha vida en las noches en el adoquín», perfecto para quienes buscan socializar. Para quienes prefieren un ambiente más relajado, Zicatela ofrece una selección de bares con vistas impresionantes al mar , como Casa Babylon y Bar Fly, ideales para disfrutar de hermosos atardeceres.
La perspicaz Nelly recuerda cómo su infancia se entrelazó con el descubrimiento de Puerto Escondido, describiéndolo como «un puerto que realmente estaba escondido». La belleza del lugar no solo radica en su naturaleza, sino también en experiencias como la pesca en alta mar que Xavier relata con entusiasmo, enfatizando que «es una experiencia altamente recomendable, sobre todo si puedes hacerlo con gente del país».
Las playas cercanas, como Playa Manzanillo y Agua Blanca, son perfectas para quienes buscan tranquilidad y un toque de aventura. El viajero Brahma Ananda encapsula la esencia del lugar afirmando que es un lugar de «sencillez, calidez, amor y diversión». Sin duda, Puerto Escondido es un paraíso que ofrece un descanso ideal entre la naturaleza y la cultura oaxaqueña .
Playa Zicatela, por Noel Fo Playa Zicatela , ubicada en Puerto Escondido, es un paraíso para los amantes del surf y quienes buscan desconectar de la rutina. Esta playa, con su arena gris y aguas verdes, ofrece un entorno ideal para disfrutar del sonido de las olas y la calidez del sol. ana schwarz señala que «se ha convertido en una tradición que cada año, durante el mes de noviembre, se organiza un torneo de surf «, atrayendo a surfistas de todas partes del mundo debido a sus imponentes olas.
El ambiente en Zicatela es perfecto para aquellos que prefieren la tranquilidad. Irasema Guzmán destaca que “es ideal para desconectarte de esa rutina tan fastidiosa y relajarte sin tanta fiesta”. Las hermosas puestas de sol añaden un toque especial, haciendo de cada atardecer un espectáculo memorable mientras los surfistas desafían las olas. Además, hay opciones para alquilar hamacas y disfrutar del paisaje en las palapas dispuestas a lo largo de la costa.
La cercanía de restaurantes y hoteles brinda comodidad a los visitantes, asegurando que la experiencia en Playa Zicatela sea tanto relajante como emocionante. Con su comunidad ecológica y el encanto natural de su entorno, este lugar se celebra como uno de los favoritos para disfrutar de un día completo junto al mar.
Zipolite, por Giacomo Ghellini Zipolite es un destino que invita a desconectar y reencontrarse con uno mismo. Desde los años 70, cuando se popularizó como un refugio para hippies y mochileros, la playa ha mantenido su esencia relajada, acogiendo a quienes buscan un ambiente zen y pacífico. LAURENT PERUGIA destaca su atmósfera diciendo que es un lugar donde se puede meditar frente a la luna roja, rodeado de palmeras y hamacas, lo que refleja la conexión con la naturaleza que se siente en cada rincón.
Las mañanas en Zipolite son simplemente mágicas. Camilita Ortegon Castiblanco describe la indescriptible experiencia de levantarse y contemplar el mar, dejando que el sonido del vaivén de las olas calme el alma. Esta tranquilidad es una parte integral de la vida diaria en el pueblo, donde la belleza natural y la calidez de la gente crean un paraíso en la tierra. Eddson Delgado resalta el alejamiento del turismo comercial, lo que permite a los visitantes disfrutar del momento y experimentar sensaciones profundas.
La llegada a Zipolite es toda una aventura; Gio Tellez recomienda tomar un vuelo a Huatulco y luego un viaje en carro o camioneta. Una vez allí, la diversidad de vegetación y fauna en la playa invita a disfrutar plenamente del ambiente. Luis Silva concluye que Zipolite es una de las mejores experiencias de su vida, reafirmando que la energía del lugar es verdaderamente mágica. Sin duda, Zipolite es un destino donde el tiempo no existe y cada instante se vive con plenitud.
Bahias de Huatulco, por lorena jazmin aragon gonzalez Las bahías de Huatulco son un verdadero tesoro en la costa oaxaqueña, donde cada rincón ofrece belleza y tranquilidad. Los viajeros destacan la oportunidad de disfrutar de «pequeños lugares pero especiales» que invitan a nadar y surfear en aguas serenas. Un viajero menciona que en estas playas «puedes comer en un restaurante de esas playas» y resalta la calidad de la comida , describiéndola como «fenomenal y exquisita».
Para realmente apreciar la grandeza de este destino, es esencial embarcarse en un recorrido por las siete bahías . Sebastián comenta que «todas están muy bonitas» y que el viaje en barco ofrece vistas impresionantes. Cada playa tiene su propio encanto, y como sugiere Adrián, hay una «para cada gusto de las personas».
La experiencia familiar también es gratificante. Gustavo refleja que, aunque algunas playas no sean las más espectaculares, vale la pena conocerlas en un ambiente familiar. Por su parte, Raquel comparte momentos entrañables con su hija, disfrutando no solo de la playa, sino también de las «vistas bellísimas » y de la deliciosa gastronomía local. En Huatulco, el mar y su serenidad aguardan a aquellos que buscan un refugio de paz .
Naturaleza exuberante y paisajes únicos Hierve el Agua, por Nelly Stephanie Leyva Rodríguez Hierve el Agua es uno de esos tesoros ocultos en Oaxaca que cada viajero debe disfrutar sin prisa. Este paraje natural, conocido por sus cascadas petrificadas , asombra a quien se acerca. «Se trata de cascadas ‘petrificadas’ debido a la alta carga de minerales», comenta Javier Carrera , destacando la apariencia que el agua emana con burbujas, casi como si estuviera hirviendo.
El camino para llegar, que se encuentra a menos de 80 km de la ciudad de Oaxaca, es una aventura en sí mismo. «Hay miles de tours que te llevarán, pero aventurarse a llegar por tu cuenta puede ser igual de emocionante», comparte Cheiber Roll , quien sugiere usar transporte público para llegar hasta Mitla y desde allí tomar una camioneta. Al llegar, la belleza del lugar te rodea con su fauna y vistas espectaculares .
Emilie, quien tuvo la oportunidad de experimentar el atardecer en Hierve el Agua , señala que «el lugar se pone todavía más encantador», lo que lo convierte en un sitio ideal para contemplar desde sus pozas de agua templada. Para los más aventureros, Ale Campos recomienda un recorrido a pie por los senderos del cerro , proporcionando una perspectiva diferente y manteniendo una conexión con la naturaleza. Con su clima templado y ambiente de comunión con el entorno, Hierve el Agua es sin duda un oasis que merece ser explorado.
Parque Nacional Lagunas de Chacahua, por Alesi Garcia El Parque Nacional Lagunas de Chacahua es un rincón mágico en la costa oaxaqueña, reconocido por su asombrosa biodiversidad y paisajes impresionantes . Tal como lo describe la viajera Andrea Martinez , la experiencia es «inolvidable» gracias a la «magia de bioluminiscencias y manglares «. La calidez del trato de sus habitantes , como Clarisa y Sirilo, hace que la estadía sea aún más placentera. Para llegar a este paraíso, lo mejor es partir desde Puerto Escondido, tomando una combi que lleva a Zapotalito, seguido de un corto trayecto en taxi hasta las lanchas colectivas.
Arturo Ceron Yebra resalta la riqueza natural del lugar, un «territorio kilométrico de flora y fauna » que invita a la aventura. Aquí, el cielo se llena de aves y, en las aguas, el plancton fosforescente brinda un espectáculo mágico. La gastronomía oaxaqueña, famosa por su excelente sazón, complementa maravillosamente la experiencia. Desde un atardecer cotidiano, como menciona Emmanuel Ramos , hasta amaneceres que pocos tienen la fortuna de admirar, cada rincón de Chacahua promete momentos inolvidables para aquellos que decidan visitarlo.
Sierra Mazateca, por omarbravo La Sierra Mazateca es un destino que se presenta como un refugio de tranquilidad y belleza natural en el corazón de Oaxaca. Este lugar combina una rica cultura y tradiciones que invitan a los visitantes a sumergirse en su esencia. Un viajero destaca que la zona «tiene mucha cultura y tradiciones, y los espera con los brazos abiertos», lo que se traduce en una experiencia única al recorrer sus pueblos y disfrutar de sus monumentos históricos.
Además de su patrimonio cultural, la Sierra Mazateca es conocida por sus paisajes impresionantes . Un viajero menciona que es un lugar «salvaje y bello», lo que sugiere que la naturaleza aquí tiene un carácter auténtico y sorprendente. La tranquilidad de sus municipios permite a los visitantes disfrutar de un ambiente apacible, ideal para desconectar de la rutina y explorar.
La combinación de danza, música y la hospitalidad de su gente hace de la Sierra Mazateca un lugar donde cualquier visitante se siente a gusto y en armonía con su entorno. Sin prisa, se puede disfrutar de cada rincón y cada experiencia que esta región tiene para ofrecer.
San Pedro Buenavista, por Dweller of Darkness San Pedro Buenavista es un rincón acogedor en la sierra de Oaxaca que invita a desconectarse del bullicio cotidiano. Los viajeros destacan la tranquilidad que se respira en este pueblo, donde el tiempo parece detenerse. Un viajero menciona que «me gusta por la tranquilidad que se vive», y esta sensación de paz es uno de los mayores atractivos del lugar.
La magia de San Pedro Buenavista radica en su simplicidad. La ausencia de restaurantes, hoteles y transporte contribuye a crear un ambiente auténtico, donde la naturaleza y la vida local son los protagonistas. Otro viajero lo define como «un sitio en particular» que permite disfrutar sin distracciones, lo que lo convierte en un destino ideal para aquellos que buscan una experiencia auténtica y serena .
Los visitantes pueden aprovechar para explorar los alrededores, caminar por senderos naturales y aprender sobre la cultura local. En este hogar de la naturaleza, cada rincón ofrece una oportunidad para disfrutar y conectarse con el entorno . San Pedro Buenavista es, sin duda, un lugar que merece la pena conocer con calma, regalando momentos de reflexión y conexión con uno mismo.
San José del Pacífico, por Sebastian Muñoz Ruiz Esparza San José del Pacífico es un encantador pueblito en la sierra sur de Oaxaca, alejado de los estereotipos que muchos tienen sobre México. Este lugar, envuelto en niebla y rodeado por la inconfundible fragancia de la leña, ofrece un respiro del bullicio urbano. El viajero Sebastian Muñoz Ruiz Esparza describe la atmósfera del lugar como «extraordinaria», donde la frialdad y el bosque crean una conexión con la naturaleza única en su tipo. La tranquilidad reina aquí, haciendo que sea el sitio ideal para aquellos que buscan desconectar.
Además de la belleza natural, San José es famoso por sus hongos, incluidas opciones culinarias como las quesadillas de hongo chile , que son «una verdadera delicia». Si bien hay quienes buscan una experiencia más intensa con los hongos, las actividades son variadas. Raúl Alberti destaca que «una noche es suficiente» para disfrutar de su magia, mencionando la posibilidad de practicar senderismo y subir la adrenalina en tirolesas cercanas.
Un dato interesante es su cercanía a un restaurante que ofrece mezcal artesanal y artesanías , perfecto para una pausa en tu viaje. San José del Pacífico es, sin duda, un destino que no se puede dejar de visitar para apreciar la sierra de Oaxaca en todo su esplendor.
Mercados y sabores: tradición arraigada en cada bocado Mercado Benito Juárez, por Daniela VILLARREAL El Mercado Benito Juárez en Oaxaca es un vibrante espacio donde la diversidad de productos y la autenticidad cultural se entrelazan. Los viajeros destacan que no es un lugar para los remilgados, pues «las galerías están sucias y húmedas, como se espera de un lugar que no está pensado para el turismo», lo que en realidad le confiere un encanto especial y un aire de autenticidad. En sus pasillos se pueden encontrar frutas y verduras frescas, insectos comestibles como los chapulines, que «se sirven fritos y aderezados con limón y sal», así como una amplia variedad de tamales, especialmente los de mole, recomendados por muchos.
Este mercado no solo es un festín visual, sino también una experiencia sensorial . «Los ojos no saben dónde mirar», ya que se mezcla la rica oferta de semillas, chiles, quesos y chocolate con artesanías locales y artículos chinos, lo que añade a su singularidad. Muchos viajeros enfatizan la importancia de probar el tejate, una bebida a base de maíz y cacao , así como el quesillo y el chile chilhuacle. «Te sorprenderás» con la calidad de la comida que se ofrece a precios accesibles , convirtiendo cada visita a este mercado en un viaje memorable lleno de sabores auténticos .
Mercado 20 de Noviembre, por Pita Hernandez El Mercado 20 de Noviembre es un punto clave para los amantes de la auténtica gastronomía oaxaqueña . Este mercado, que abrió sus puertas en 1882, ofrece una experiencia vibrante donde los sabores locales florecen en cada rincón. La viajera Loca por México destaca que «la experiencia de ir al mercado es algo que no te puedes perder», argumentando que la comida que se sirve aquí es «la que come realmente el pueblo». Aquí se puede disfrutar del famoso tasajo, una carne de res asada , servida con tortillas recién hechas y nopales. Ir a comer al puesto de Irving, reconocido en el mercado, es una experiencia imperdible.
Además de la carne, el viajero Hugo Caro menciona la variedad que ofrece este lugar, donde puedes encontrar «tasajo, cecina enchilada, tlayudas, quesadillas, mole, tortillas hechas a mano, chocolate, mezcal y chapulines». Esto lo convierte en un sitio ideal para quienes buscan probar «bueno, bonito y barato». La limpieza del lugar y la calidad de la comida han hecho que muchos viajeros, como la viajera Sandra Perez , recomienden probar las deliciosas tlayudas. Sin duda, el Mercado 20 de Noviembre es un refugio de sabor y cultura que invita a explorar sin prisa.
Artesanía de El tule, por iker muris En el encantador pueblo de Santa María El Tule , la artesanía cobra vida de formas sorprendentes. Además de maravillar con su emblemático árbol milenario, este lugar presume de un vibrante mercado de artesanías donde se pueden encontrar productos a precios más económicos que en la ciudad de Oaxaca. Según el viajero lamaga , es «especialmente recomendable adquirir una -o dos, o tres…- botellas del famoso mezcal «, una deliciosa alternativa al tequila que se ofrece en distintas variedades y sabores. En muchos puestos, las familias elaboran el mezcal y brindan al visitante la oportunidad de conocer de cerca el proceso de producción . Los viajeros pueden disfrutar de «multitud de chupitos» para probar mientras charlan sobre las tradiciones locales.
Fernando Aguilar Morales destaca la experiencia de disfrutar de la «magnífica comida » en Santa María El Tule, que complementa perfectamente un paseo por el mercado. Las vibrantes artesanías, como los famosos muñequitos de hilo, reflejan la rica cultura oaxaqueña y hacen de este lugar un destino inigualable para explorar sin prisa.
Pasteles regionales, por Almudena En el corazón de Oaxaca, junto a su imponente iglesia, se encuentra un singular puesto de dulces que ha sabido captar la atención de los viajeros. Almudena destaca la curiosidad que despertaron estos «pasteles», un nombre que puede resultar confuso, ya que en realidad son dulces regionales . Este entrante en el mundo de la gastronomía local se presenta con colores vibrantes y texturas llamativas, que invitan a descubrir lo que ocultan.
Juan Carlos Ramirez Cruz aclara que estos dulces no son pasteles en el sentido tradicional, sino que se elaboran de diversas formas y sabores, cada uno con una historia que contar. Menciona que son deliciosos y que es habitual disfrutarlos acompañados de nieve, lo que resalta la frescura y el contraste de sabores que ofrecen. La recomendación de Juan Carlos de probarlos en una próxima visita resuena fuerte en el ánimo de quienes buscan vivir la experiencia oaxaqueña sin prisa. Así, los dulces regionales no son solo un capricho, sino una forma de saborear la cultura de esta fascinante región.
Arte, cultura y creatividad oaxaqueña Casa Jaguar, por Luis Felipe Sigüenza Casa Jaguar es un lugar que se ha convertido en un punto de encuentro esencial para los trotamundos que visitan Oaxaca. Este espacio alberga el Centro de Documentación Turística de Oaxaca , el cual cuenta con más de 3000 libros, revistas y documentos que abarcan diversos aspectos de las culturas, la historia y la geografía de México y el mundo. Un viajero menciona que aquí «hablan inglés, francés y un poco de japonés», lo que facilita la interacción entre turistas de diferentes nacionalidades.
Casa Jaguar también ofrece un servicio de conexión a internet , salas para reuniones y organiza catas y encuentros culturales . En su agradable cafetería, Jaguar Yuú, que significa «la Casa del Jaguar» en zapoteco, los visitantes pueden disfrutar de delicias orgánicas y caseras , contribuyendo al comercio justo y cuidando el planeta. Un viajero destaca que «es muy al gusto de los que disfrutan cuidando el planeta y admirando sus maravillas», lo que refleja el compromiso del lugar con el bienestar de su entorno.
Sin duda, Casa Jaguar es un espacio que invita a disfrutar de la cultura y la historia de Oaxaca de manera relajada y enriquecedora.
Museo de Arte Prehispánico Rufino Tamayo, por Daniela VILLARREAL El Museo de Arte Prehispánico Rufino Tamayo se erige como un espacio singular en Oaxaca, resguardando una colección extraordinaria que el propio Rufino Tamayo reunió con el propósito de preservar el patrimonio cultural mexicano . Este museo se destaca por la forma en que expone sus piezas, agrupándolas no por cronología, sino por afinidades culturales, brindando una nueva perspectiva a los visitantes. Las piezas, en muy buen estado y únicas en su tipo, abordan temas como animales, mujeres y sacerdotes, ofreciendo un vistazo íntimo a las tradiciones prehispánicas .
Ubicado en la calle Morelos, a pocos pasos del Zócalo, el museo es accesible tanto en precio como en horario. La viajera Adriana Vizcaino resalta que «vale la pena porque son piezas en muy buen estado», mientras que el viajero Daniel Villarreal enfatiza la impresionante variedad de «piezas arqueológicas » con colores que reflejan los criterios artísticos de Tamayo. Este santuario del arte prehispánico, abierto de lunes a sábado y con descuentos para niños, invita a los visitantes a explorar sin prisa cada rincón de su espléndida colección.
Museo Monte Alban, por Daniela VILLARREAL El Museo Monte Albán es una parada obligatoria para quienes visitan la zona arqueológica. Situado a la entrada del sitio, su acceso está incluido en la entrada general, lo que lo convierte en una excelente opción para enriquecer la experiencia del viajero. Daniela VILLARREAL destaca su importancia al recomendar visitar el museo antes de explorar las pirámides, afirmando que permite “entender mejor la historia y la evolución de este maravilloso y espléndido lugar”.
Dentro del museo, se pueden admirar diversas piezas que dan cuenta de la rica cultura zapoteca. Lápidas, cerámica y artesanías ofrecen un vistazo fascinante a las tradiciones de sus habitantes. La viajera Maria Rodriguez sugiere que es imprescindible conocer los antecedentes antes de adentrarse en las impresionantes estructuras de Monte Albán.
Este lugar no solo proporciona un contexto valioso para los visitantes, sino que también realza la belleza del entorno arqueológico, haciendo de la visita una experiencia completa y memorable . Disfrutar de Monte Albán sin prisa es la mejor manera de apreciar su legado cultural .
Teatro Macedonio Alcalá, por Elías Cortés Acosta El Teatro Macedonio Alcalá es uno de los monumentos más representativos de Oaxaca, destacando por su arquitectura porfiriana que cautiva a todos los visitantes. El viajero Elías Cortés Acosta lo describe como «uno de los monumentos arquitectónicos más hermosos de la ciudad», resaltando no solo la belleza de su fachada, sino también el «olor a historia que en sus interiores alberga». Este recinto no solo es un festín visual, sino que también es un espacio cultural vibrante.
Daniel de la Rosa complementa esta experiencia al afirmar que es «el mejor cine de mi vida», refiriéndose a su oferta de cine arte que se disfruta en un entorno que es tanto accesible como extraordinario. Asegura que «no solo para eventos costosos y ostentosos», sino que también se ofrece una variedad de funciones cinematográficas a precios asequibles. Sin duda, la recomendación es clara: no hay que perderse la oportunidad de disfrutar de una función en este teatro, donde la belleza exterior se complementa con un interior deslumbrante. El Teatro Macedonio Alcalá es un lugar donde la historia y la cultura de Oaxaca se viven de manera única y memorable.
Galeria Danzantes, por Daniela VILLARREAL Galería Danzantes es un sitio fascinante que invita a los visitantes a sumergirse en la historia y cultura de Oaxaca . Este antiguo espacio, que rodea el templo del mismo nombre, es conocido por sus impresionantes estelas que datan de la era olmeca, una herencia de la primera civilización de Monte Albán. La viajera Daniela VILLARREAL resalta la belleza del lugar al mencionar que «la galería posee un número significativo de estos vestigios que se asemejan a estelas», convirtiéndolo en un lugar ideal para los amantes de la historia.
Además de su valor arqueológico, Galería Danzantes se presenta como un punto de encuentro con la vida local . La viajera Maria Rodriguez sugiere que es «una buena opción para saber las actividades de los lugareños «, lo que permite a los visitantes no solo apreciar el pasado, sino también conectarse con el presente cultural de la zona. Este espacio, con su rica herencia y su vibrante interacción comunitaria, es un must para quienes deseen explorar Oaxaca sin prisa .
Miradores, jardines y rincones para contemplar Oaxaca Parque Paseo Juarez, por Daniela VILLARREAL El Parque Paseo Juárez, conocido popularmente como El Llano, se erige como un espacio emblemático en la ciudad de Oaxaca, ideal para el placer del tiempo compartido. “El Llano es un pequeño corazón de la ciudad”, destaca un viajero. Su diseño y la disposición de sus árboles brindan un ambiente perfecto para la convivencia y la observación. Este parque, que originalmente fue creado en honor a una festividad importante, es el lugar perfecto para disfrutar tanto del bullicio como de momentos de tranquilidad.
Daniela VILLARREAL lo describe como un “gran parque de entretenimiento familiar ” y uno de los más antiguos del centro histórico. A su alrededor, se pueden encontrar múltiples restaurantes que complementan la experiencia, ofreciendo opciones para disfrutar de un buen platillo mientras se aprecia la vida diaria de la ciudad.
Lisette Soriano González lo señala como el segundo parque más importante de Oaxaca, con sus hermosas fuentes que datan de la época porfiriana. Sin duda, Paseo Juárez es un lugar que invita a explorar su belleza y a disfrutar de la esencia cultural de la capital oaxaqueña , donde cada paseo revela un poco más del alma de esta vibrante ciudad.
Parque La Crucecita, por Ale Campos El Parque La Crucecita es un encantador espacio que ofrece a los visitantes la oportunidad de relajarse y disfrutar del ambiente vibrante de Oaxaca . Durante el día, el parque es un lugar tranquilo donde turistas y locales pasan su tiempo. «Por los días es muy tranquilo, algunos turistas paseando por el… Pero por la noche el parque cobra vida», afirma un viajero, quien destaca la atmósfera animada que se genera al caer el sol.
En el corazón del parque se encuentra un pintoresco kiosco rodeado de enormes árboles que brindan sombra y frescura. Aquí, las familias y amigos se reúnen para disfrutar de una buena charla, mientras los sonidos de la naturaleza llenan el ambiente. «La tranquilidad inigualable de este sitio lo hace espectacular», comenta otro visitante, quien sugiere que es un lugar ideal para leer un buen libro o simplemente deleitarse con un helado bajo la sombra.
Además de su belleza natural, el parque es un excelente lugar para adquirir artesanías locales . Los visitantes pueden encontrar objetos únicos como barro negro y alebrijes, apoyando así a las comunidades locales. «Si estas buscando llevar algo a casa de tu viaje aquí encontraras las artesanías más bonitas», dice un viajero entusiasta. Sin duda, el Parque La Crucecita es el lugar perfecto para disfrutar de una tarde de esparcimiento y conexión con la cultura oaxaqueña .
Mirador Huatulco, por Ale Campos El Mirador Huatulco es un destino imperdible para quienes buscan contemplar la impresionante belleza de la costa oaxaqueña. Este mirador, ubicado en la carretera que conecta Tangolunda con Bahía Conejos, ofrece un panorama espectacular de la bahía de Arrocito y las playas cercanas. El viajero Ale Campos destaca que «para fotografías de la bahía, en el cuidada carretera» se encuentra este encantador lugar, fácilmente reconocible por su enorme letrero multicolor que dice «HUATULCO». Siempre hay gente disfrutando de la vista y tomando esas memorables fotografías.
La experiencia se enriquece aún más durante el atardecer. Hugo Caro menciona que «ver un amanecer o un atardecer en este lugar es una de las experiencias de vida con mayor valor», haciendo de este mirador un sitio ideal para disfrutar de los colores del cielo mientras se aprecian las olas del mar. Los visitantes también valoran la oportunidad de capturar momentos únicos , como menciona Herrera Luan , quien describe el lugar como «el sitio ideal para tomar buenas fotografías de recuerdo». El Mirador Huatulco es el rincón perfecto para relajarse, admirar la vista y disfrutar de la magia del ocaso en la costa.
Mirador Copalita, por Ale Campos El mirador Copalita , ubicado dentro del parque arqueológico de Copalita , es un lugar donde la naturaleza y la historia se entrelazan de manera espectacular. Los viajeros que han tenido la fortuna de visitarlo destacan la experiencia de subir al mirador, al cual se accede tras un recorrido de aproximadamente una hora. Ale Campos menciona que «tu esfuerzo lo compensarán las vistas espectaculares que tendrás una vez arriba». Desde este punto elevado, se puede observar el hermoso encuentro del río Copalita con el mar, un espectáculo que fascina a quienes buscan una conexión con el entorno .
El mirador ofrece un panorama impresionante: «del lado izquierdo una espectacular masa verde, vegetación que invade el agua del río y garzas que descansan tranquilamente», y «del lado derecho el mar… con su rítmico y arrullador sonido de las olas rematando en la playa». Este lugar no solo regala vistas inolvidables, sino que también enriquece la experiencia cultural . MA Eugenia Alvarez subraya la importancia del sitio al decir que «te llevas el conocimiento de nuestros antepasados, tan necesario para recuperar nuestra memoria colectiva y nuestras raíces».
Después de disfrutar del mirador, es recomendable bajar y relajarse en la tranquila playa cercana , cerrando así una visita que combina aventura, belleza natural y un profundo sentido de historia.
Oaxaca es un destino que invita a explorar su rica diversidad de paisajes, cultura y tradiciones sin prisas. Desde las maravillas naturales de Hierve el Agua y las playas de Mazunte, hasta la impresionante arquitectura del Centro Histórico y las ruinas de Monte Albán, cada rincón ofrece una experiencia única. Disfrutar de su gastronomía, mercados y festividades es adentrarse en un mundo donde la magia y el ritmo pausado te conectan con lo auténtico.