Mil y una historias tras su objetivo
Nos sumergimos en el fascinante mundo visual de Juan Sisto, un fotógrafo y creador audiovisual con 19 años de trayectoria que ha conseguido dejar su huella en cada rincón que pisaba. Sus fotografías han trascendido fronteras, y no es para menos después de descubrir su arte para retratar historias inspiradoras. Desde sus fotografías de misioneros españoles hasta sus reportajes para medios como Traveller, Descobrir, MTBpro, Salvaje y Avianca, su obra es un auténtico viaje visual por la diversidad del mundo.
Su historia pedaleando durante 2 años y medio desde Ushuaia hasta Alaska, de la que hablaremos más adelante, le permitió rodar su documental ¨Horizonte Norte¨. Una bellísima pieza en le acompañamos por su aventura sobre dos ruedas. Y es más, su arte tras la cámara le ha llevado a estar tras la dirección de fotografía de varios documentales y campañas que retratan historias cautivadoras de la humanidad.
Te puedes ir haciendo a la idea de la cantidad de secretos y trucos fotográficos que podrá desvelarnos en el IX Taller de Fotografía. Pero, por si te puede la intriga, si sigues leyendo encontrarás una pequeña entrevista en la que nos adelanta algunas primicias.

Seguimos algunas de sus huellas
Desde su documental ¨Bajo un nuevo Sol¨ que relata una extraordinaria historia de una familia argentina que vive y viaja en un autobús escolar americano. ¨Antartica¨, el reportaje sobre sus dos expediciones a la Antártida. O ¨Terra de Mar¨ donde recoge la expedición de 20 días desde el Delta del Ebro hasta Cap de Creus.
Tras su viaje hasta Alaska en bicicleta
El documental de ¨Horizonte Norte¨ que rodó junto a Álvaro Sanz, retrata la gran aventura de su vida. Un viaje de 2 años y medio en el que recorrió en bicicleta todo el continente americano. ¡Una verdadera joya!

Conseguimos que Juan Sisto responda a nuestras dudas viajeras
Como fotógrafo y creador audiovisual. ¿Cuál es la foto que recuerdas con más cariño y qué historia hay detrás de ella?
Son muchas las fotos que guardo en mi memoria con un cariño muy especial y que aun hoy, cuando las miro, me hipnotizan durante largos periodos de tiempo. Aun así, hay una que para mi es completamente especial, la fotografía que le saqué a Sirim, una niña Sherpa que jugaba con una mariquita cerca de su casa en las montañas del Himalaya.
Me encontraba grabando un programa de viajes para la televisión chilena, y estuve un buen rato jugando con Sirim a grabarla mientras la mariquita caminaba por su mano o la dejaba encima de la cámara. Mis compañeros mientras conversaban con otras personas y grababan otras partes del pueblo. Al final, antes de irnos, decidí sacarle un retrato con la mariquita en la mano. La postura de ella fue prácticamente natural, tan solo hice cuadrar a la mariquita en el centro y al ver la fotografía comprendí que lo que podía narrar una instantánea era completamente único y especial, y que mi camino tenia que dirigirse en aquella dirección. Aun hoy cuando la veo, me quedo mirándola a los ojos un buen rato.
Después de viajar por todo el mundo cuál es ese rincón que recuerdas cruzar a piñón fijo para no perder ni un detalle de las vistas.
Existe paisajes que son capaces de quitarte el hipo, como la Patagonia, el Himalaya, el desierto de Atacama o la Antártida. Son lugares a los que podría regresar un millón de veces sin cansarme de mirar sus montañas y horizontes, la luz las hace cambiar a cada instante y su geografía es tan especial que podría enmarcarlos en mis lugares favoritos sin ninguna duda. Pero siempre defiendo que las personas que conoces durante un viaje son tan importantes que transforman el paisaje y dan color al entorno en el que te encuentras, y es por eso que los rincones que más valoro de mis viajes son siempre hogares donde he sido invitado, hogueras que he compartido bajo las estrellas, o barcos en los que he navegado durante días. Esas experiencias son la esencia de los viajes para mi.
Seguro que plasmando tus viajes a través de tu cámara ha habido algún momento en el que te has puesto en peligro por capturar algún momento especial. ¿Recuerdas alguno? Cuéntanos también cómo llegaste al final feliz.
Trato siempre de tener el máximo respeto con las personas que fotografío o grabo, e intento tener cierta complicidad con ellos antes de apretar el botón de la cámara. Pero grabando programas de televisión casi siempre el tiempo apremia, y los escenarios no son del todo controlables. He grabado imágenes en los suburbios de todo el mundo, y por supuesto que muchas veces he tenido miedo.
Recuerdo una vez en un poblado de chabolas como un coche de alta gama paró de golpe sobre el barro delante de mi mientras yo grababa y me amenazó muy violentamente con rajarme el cuello. Gracias a un vecino de una chabola que resultó ser un mandatario y que le había caído en gracia minutos antes, salí ileso del altercado.
O una vez que grabando en las profundidades de la selva colombiana acabé rodeado de narcos y gracias a las monjas que llevaban el precario hospital de la aldea conseguimos salir tanto mi compañero como yo intactos de allí en una canoa rio arriba.
Existen un montón de anécdotas más en las que el propio desarrollo del viaje es el que me ha hecho enfrentarme a una situación de peligro, como por ejemplo el día que tuve que salir corriendo delante de un Yak que me persiguió a más de 3800 msnm en una solitaria pradera del himalaya!
Has estado 2 años y medio pedaleando sin parar. A lo largo de ese gran viaje la vida te habrá dado grandes lecciones de vida. ¿Puedes quedarte con 3?
Podría estar escribiendo durante horas! y es que uno no es consciente de la de perjuicios que tiene hasta que los mira cara a cara. Tenia mucho miedo de cruzar Latinoamérica en bicicleta, había oído tantas cosas horribles que no quería atravesarla por mis propios medios… pero poco a poco fui avanzando y descubriendo que la gente es maravillosa, cercana, solidaria, y un montón de adjetivos positivos más. Además, esto se puede aplicar a prácticamente todo el planeta. El mundo es muchísimo más amable de lo que imaginamos, sobre todo cuando lo miramos directamente a los ojos.
Cuando regreso a casa después de una aventura, muchas veces pienso en como he podido llevarla a cabo. A veces, bajo la comodidad de nuestro hogar, creemos imposibles un montón de situaciones para nosotros, pero cuando te encuentras viajando solo, en un lugar desconocido, sin mas herramientas que las que tienes a tu alcance, te das cuenta de que la creatividad que tienes para resolver problemas es infinita. Gracias a ella he salido de un montón de situaciones que si ahora mismo las imaginara desde casa creería imposibles de resolver.
La solidaridad de la gente ha sido lo que más me ha impresionado siempre viajando. Parece un cliché decir esto pero sin lugar a dudas, es el que menos tiene el que más te va a dar.
¿Tienes alguna pregunta más para Juan Sisto? Escríbenos un comentario en el siguiente post y comparte las ganas que tienes del reencuentro con el hashtag #Tallerminube . Nos vemos a las 11:30 en el pabellón 10 de Fitur.
