Dos años y medio dando la vuelta al mundo
¡Y compartiendo todas sus historias con la comunidad! Con el séptimo aniversario de su propia empresa, decidió dejarlo todo y marcharse a recorrer el mundo en pareja. Esta aventura, que comenzó en Japón, le ha permitido descubrir más de 30 países con su mensaje de love is love por bandera.
Si hay algo que representa a este viajero es su compromiso con la sostenibilidad y el respecto hacia las culturas que conoce. Una forma de viajar que le ha llevado a ser embajador de las Naciones Unidas para el Desarrollo. ¡Sí, así como lo lees!
Si cabe la posibilidad de que no te hayas cruzado con sus píldoras de vídeos, no deberías perderte cómo se siente estando solo en el Taj Mahal, su experiencia durmiendo entre leones y elefantes en Sudáfrica o cómo convivió con la Comunidad Indígena Peruana, aunque seguro que muchos de ellos te suenan. Si hay algo de lo que estamos seguros es que Enrique Alex tiene mucho que contarnos en la XIV Quedada de Viajeros, pero si ya te está picando la curiosidad puedes seguir leyendo para saber qué nos ha ido contando en primicia.
¿Qué hay después de un giro de 360º?
Si hay algo que diferencia a Enrique Alex del resto de influencers viajeros es el aura de autenticidad que envuelve sus aventuras. Su interés por conocer la cultura e historia de los destinos que visita, a la vez que promueve un turismo sostenible e inspira a través de sus viajes en pareja, lo hace estar en el foco de interés de toda la comunidad viajera. Su lema es “viajar sin dejar huella”, y trata de contagiar ese espíritu a todo aquel que le escucha.

Japón, su gran amor
Recuerda tener gran interés desde pequeño. Todo el anime que vio, jugó un papel fundamental y cuanto más conocía el país, más entendía muchas de aquellas cosas que parecían ficción, pero que describen muy bien la cultura japonesa. La primera vez que fue coincidió con un momento muy delicado en su vida personal y Tokio le aportó tanto desde que aterrizó, que se ha convertido casi en un refugio donde va siempre que necesita encontrarse.
Botsuana, la joya de África
Allí, se dedicó a contemplar la riqueza faunística a través de safaris nacionales mientras concienciaba de la necesidad de condenar la caza furtiva. Quedó embelesado por elefantes, leones, guepardos, impalas, jirafas, ñúes y miles de aves en las reservas y parques nacionales.


Nápoles, la gran sorpresa de Italia
Nápoles dejó enamorado a este viajero. Mediante una ruta por los rincones emblemáticos de la ciudad nos muestra, a través de sus redes sociales, su singular belleza. Turismo europeo que no deja de ser sostenible. ¿Qué te parece? Para que lo apuntes en tu lista de próximos destinos.
Conseguimos que Enrique Alex responda a nuestras dudas viajeras
Sabemos que es difícil escoger pero, ¿con qué momento o anécdota te quedas después de tus 906 días de viaje alrededor del mundo?
Como en la vida de cualquier persona, vivir de viaje tiene días increíbles y días que uno preferiría olvidar. Es importantísimo aprender a separarse un poco de los problemas del día a día para darle valor todos los días a algo que, probablemente, jamás volverá a repetirse. Precisamente uno de los recuerdos más bonitos que tengo de aquel viaje es el de la primera vez que mi cabeza hizo esa conexión. Estaba volando mi dron sobre una isla desierta, una línea de arena rodeada de mar turquesa, en Filipinas. Llevaba todo el día preocupado por si el señor de la barca volvería a por nosotros, por el tiempo, por lo que comeríamos… y fue verme en la pantalla del mando del dron en aquel paraíso, lo que me hizo entender que jamás viviría aquello de nuevo. No por primera vez, al menos. Aterricé el dron y dediqué el resto de mi tiempo allí a disfrutar y nada más.
Tu lema de “viajar sin huella” te ha llevado a ser embajador de las Naciones Unidas para el Desarrollo, ¿qué consejos responsables puedes darle a la comunidad de minube?
Nadie es perfecto, creo que lo primero es descargarse de esa presión. Sin embargo, tenemos la oportunidad de cambiar las cosas a mejor todos los días, simplemente tomando decisiones más conscientes. Estando de viaje es importante entender y respetar las costumbres locales, pero a estas alturas ya no hay excusas para montar en elefante o ir a bucear con el tiburón ballena en lugares donde se le alimenta, destruyendo sus patrones migratorios. En cada lugar es diferente, pero si dedicamos solamente 5 minutos a leer sobre turismo responsable en el destino tomaremos mejores decisiones. La aviación es responsable del 5% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global, pero la ganadería se acerca al 40%. Elegir el tren sobre el avión es importante cuando sea posible, pero comemos tres veces al día y podemos optar por proteínas vegetales, con un impacto un 90% menor. Y además en Asia y Latinoamérica nos abrirá un mundo de sabores nuevos.
Después de dar la vuelta al mundo, ¿has adoptado alguna tradición o costumbre de algún país que visitaste y que ahora forma parte de tu vida diaria?
¡Muchas! Nada me ha enseñado tanto como viajar con los ojos abiertos. Los dos países que más me llegan al corazón con Japón y México; del primero practico a diario el cuidado por los detalles, el valorar la belleza de lo cotidiano, y el método en los procesos. Creo muchísimo en la intencionalidad. De México aprendí que todos podemos ser más amables con nuestras palabras, y eso puede marcar la diferencia en nuestra relación con otras personas.
Después de todas tus experiencias, ¿cómo ha evolucionado tu percepción de lo que significa “hogar”? ¿Hay algún lugar al que siempre regresarías para quedarte?
Retomando de la pregunta anterior, para mí Ciudad de México es donde tengo la otra mitad de mi corazón y donde viviría sin pensarlo. Tengo hasta una calle donde sé que, si alguna vez lo hago, será ahí. Pero un hogar lo hacemos cada día, al margen de nuestras raíces. A día de hoy creo que podría vivir en cualquier lugar… salvo en EEUU.
¿Qué consejo le darías a alguien que está considerando dejar todo y lanzarse a una aventura similar de viaje?
Pensar en la idea de dejarlo todo e irse a viajar es fácil. Para hacerlo hay que estar muy seguro, aunque sabiendo que si las cosas salen mal siempre se puede volver. En mi caso yo estaba escapando de una vida que no me gustaba y tenía clarísimo que lo necesitaba, y en cada caso será diferente. Lo que sí recomendaría es que, cuando quien lo haga sienta que ha llegado el momento de terminar el viaje y volver, mastique ese sentimiento (que da mucho vértigo) y se atreva también a hacerlo. Volver no es ir hacia atrás porque lo hacemos siendo personas diferentes, a un lugar que también ha cambiado en nuestra ausencia.
¿Tienes alguna pregunta más para Enrique Alex? Escríbenos un comentario en el siguiente post y comparte las ganas que tienes del reencuentro con el hashtag #Quedadaminube. Nos vemos a las 11:30 en el pabellón 10 de Fitur.
