Un paseo imperial entre palacios, jardines y salones históricos
Palacio de Schönbrunn, por Víctor Gómez - machbel El Palacio de Schönbrunn , conocido como la residencia de verano de los emperadores austriacos, es una joya arquitectónica que no puedes dejar de visitar en Viena. Su nombre proviene de un manantial descubierto en el lugar donde, en el siglo XVIII, se construyó este magnífico palacio barroco, cuya fachada se extiende a lo largo de 180 metros. “Es tan de destacar la belleza del palacio en sí como de los jardines”, señala un viajero. A pesar de que los jardines pueden parecer diferentes en invierno, su grandeza es inigualable.
Los tours disponibles permiten explorar diversas estancias. La viajera Miskita comparte una reflexión nostálgica sobre su deseo de experimentar la felicidad que evoca este lugar. “Desde una ventana, la emperatriz de Austria nos mira con envidia”, señala sobre la relación que se establece entre los visitantes y la historia de Sissi y Francisco José . Las salas del palacio, como la Millionen Zimmer y las impresionantes galerías, reflejan la riqueza y el esplendor de su pasado imperial. Además, los jardines adornados con estatuas y la famosa fuente de Neptuno ofrecen un ambiente perfecto para perderse en un paseo. Sin duda, el Palacio de Schönbrunn es un lugar donde la historia y la belleza se encuentran en cada rincón.
Palacio de Hofburg, por Viagens Lacoste El Palacio de Hofburg , conocido como la residencia de invierno de los Habsburgo , se alza majestuosamente en pleno corazón de Viena. Este monumental edificio, que abarca unos 240.000 metros cuadrados y cuenta con 2.600 habitaciones, es un verdadero emblema de la grandeza imperial. El viajero Roberto Gonzalez destaca la «suntuosidad y el lujo de la vida cotidiana de los monarcas» a través de sus instalaciones, donde se exhiben colecciones invaluables de cuberterías de oro y plata, vajillas de fina porcelana y candelabros elaborados en oro macizo.
Laura Antón Hellín , por su parte, menciona que el palacio «exteriormente es precioso» y que la visita incluye una audioguía que proporciona detalles valiosos sobre cada sala y objeto, permitiendo descubrir los secretos de la emperatriz Sisi. La experiencia es enriquecedora, ya que también se pueden observar vestidos y joyas que pertenecieron a la famosa emperatriz.
El palacio no solo es un lugar fascinante por su historia, sino que también es un espacio donde se puede sentir la magnificencia del pasado , haciéndonos sentir como príncipes y princesas. Además, la tienda de recuerdos ofrece opciones económicas en comparación con otros lugares de la ciudad, lo que convierte la visita en una experiencia no solo cultural, sino también accesible. Sin duda, el Palacio de Hofburg es una parada obligada para quienes deseen adentrarse en la historia y esplendor de Viena.
Palacio Belvedere, por Roberto Gonzalez El Palacio Belvedere , un espléndido ejemplo de la arquitectura barroca , se compone de tres palacios: el Alto, el Bajo y el Schwarzenberg. Desde su construcción por el príncipe Eugenio de Saboya, ha sido un símbolo de opulencia y arte en Viena. La viajera Cristina Serrano destaca que, a pesar de su caminata desde la Kuntshaus, vale la pena visitar este lugar, aunque aconseja utilizar el metro para ahorrar tiempo. El jardín del palacio , con su diseño en tres niveles, es un espacio de belleza al que Marilo Marb se refiere como «maravilloso», ideal para pasear y perderse entre esculturas y fuentes.
En el interior del Bajo Belvedere, Roberto Gonzalez menciona que sus salas, aunque menos decoradas que se podría esperar, albergan exposiciones de gran valor, como las obras de Klimt . El Alto Belvedere resplandece con la mayor colección de arte de Klimt en el mundo, junto con obras de Schiele y Kokoschka. Fernandoo también destaca el acceso gratuito a los jardines , donde se celebraban fiestas en tiempos del príncipe, lo que añade un toque histórico a la visita. Sin duda, el Belvedere es un lugar que no debes perderte en tu recorrido por Viena.
Tesoros del Palácio de Hofburg, por Viagens Lacoste El Palacio de Hofburg es un lugar lleno de historia y secretos, donde se encuentra el museo de los Tesoros , un espacio prácticamente oculto que deslumbra a los visitantes. Para acceder a este fascinante recinto, los viajeros deben atravesar la puerta de una caja fuerte, lo que ya es un indicio del valor que alberga en su interior. Según Kris por el mundo , aquí se pueden admirar «joyas que pertenecieron a las emperatrices austriacas» y hasta «reliquias entre las que destaca un clavo de la cruz de Cristo». Este museo es especialmente recomendable si el clima es frío o lluvioso, ya que ofrece una experiencia fascinante a resguardo.
Los tesoros no solo se limitan a las joyas. Viagens Lacoste menciona la riqueza de la colección, que incluye «la plata y vajilla de porcelana, la Corona del Sacro Imperio Romano , el orbe y el cetro austriaco». Además, destaca elementos históricos como el retrato de la emperatriz Elizabeth y artefactos del capitán Cook. Sevi Salguero Moreno lo resume bien al señalar que, aunque situado en un lugar algo escondido, «merece estar en otro lugar más visible para el turista», reflejando la importancia de este magnífico museo en la experiencia de Viena.
Belvedere Garden, por André Mortatti Los jardines del Palacio Belvedere son un verdadero tesoro escondido en Viena, considerados por muchos viajeros como uno de los espacios más bonitos de la capital austriaca. Kris por el mundo destaca que «no hay duda de que son uno de los lugares que visitar aunque tengas que conocer Viena en dos días». La entrada a estos jardines es gratuita, lo que permite a todos disfrutar de los cuidados parterres, fuentes y esculturas que adornan el lugar.
Victoria Gonzalez Mercado menciona que «un paseo al atardecer o visitar el jardín botánico que ellos albergan son una de las innumerables ofertas turísticas que esta imperial ciudad ofrece». Los jardines también ofrecen vistas impresionantes de la ciudad , lo que los convierte en el lugar ideal para relajarse y contemplar el paisaje urbano. Muchos visitantes, como André Mortatti , han disfrutado de las mágicas puestas de sol en Belvedere, donde también se encuentra un museo con obras del célebre artista Gustav Klimt. Raphael Monje añade que la experiencia en estos jardines es «fantástica» por su cuidado meticuloso. Sin duda, Belvedere Garden es un destino esencial para quienes deseen explorar Viena en toda su esplendor.
Viena desde el corazón: plazas, mercados y vida urbana vibrante
Centro de Viena, por Ballereau Carole El Centro de Viena es el corazón palpitante de la ciudad, donde los viajeros pueden sumergirse en la riqueza histórica y cultural sin necesidad de transporte. marimar destaca que en este área se encuentran «los monumentos históricos más importantes» como el Palacio Imperial, La Ópera, y los famosos museos como La Albertina y el del Sissi Emperatriz. Especialmente recomendable es este último, en el que se presenta la vida de Sissi de manera amena y didáctica. Además, la encantadora experiencia de degustar un trozo de tarta imperial con café en el Hotel Sacher es una parada obligada, sobre todo en invierno, cuando el frío envuelve la ciudad dándole un aire especial.
Según Joaquima Verges Antonio , pasear por las calles, plazas y jardines del centro es una actividad relajante, donde todo está «limpio y bien señalizado». Además, el transporte en Viena es tan eficiente que conecta todos los puntos destacados en un solo día, lo que permite disfrutar plenamente de este entorno mágico. Los visitantes quedan cautivados por la belleza del lugar, un verdadero deleite para los sentidos que invita a explorar a ritmo pausado.
Flohmarkt - Mercado de las pulgas, por Simonetta Di Zanutto El Flohmarkt, o mercado de las pulgas , ubicado junto al famoso Naschmarkt, se presenta como un lugar imperdible para los amantes de la exploración y las compras en Viena. Este rastro, que se instala especialmente los sábados, ofrece una oportunidad única para encontrar «todo tipo de artilugios a precios muy razonables», según Juan Valentín Cortés Fábregas . Los viajeros pueden disfrutar del ambiente vibrante y colorido de un mercadillo que, aunque está alejado del centro, «merece una visita tanto para comer como para pasear y conocerlo», tal como menciona Paula García de Nicolás.
En el Flohmarkt, la diversidad de productos es asombrosa, desde ropa y objetos de decoración hasta especias y quesos, reflejando la esencia multicultural de Viena. Los puestos están llenos de aromas que invitan a un paseo tranquilo, especialmente cerca de la hora de la comida. Sofia Santos destaca que «los vendedores de los puestos son muy simpáticos» y ofrecen muchas muestras, haciendo que la experiencia sea atractiva para los sentidos. Aunque algunos comentarios mencionan que los precios pueden ser elevados y que el servicio en ciertos restaurantes deja que desear, la atmósfera general del mercado y la variedad de comidas, incluyendo el famoso goulash y las salchichas, convierten al Flohmarkt en una parte esencial del recorrido por Viena. No hay duda de que este mercado es un lugar que invita a explorar y disfrutar de cada rincón.
Mercado de Navidad de Viena - Christkindlmarkt, por cindy -- El Mercado de Navidad de Viena , conocido como Christkindlmarkt, es un destino imperdible para quienes visitan la ciudad entre noviembre y diciembre. Ubicado frente al majestuoso Rathaus, este mercado es el más céntrico de Viena y ofrece una experiencia única llena de encanto navideño. Un viajero destaca que «para combatir el frío invernal, lo mejor es probar el típico Punsch o el Glühwein acompañado de algún dulce», lo que refleja el ambiente acogedor del lugar .
Los puestos están repletos de artículos tradicionales, desde decoraciones hasta juguetes, lo que permite a los visitantes sumergirse en la esencia de la Navidad. Según una viajera, la atmósfera mágica es palpable, especialmente por la noche, cuando «el mercado se siente mágico». Aunque suele estar lleno y puede ser bastante turístico, su atractivo radica en la posibilidad de disfrutar de un ambiente festivo inigualable. Sin lugar a dudas, el Christkindlmarkt es un lugar para perderse en las maravillas de Viena.
Pabellón de la Secesión, por Andres Garcia El Pabellón de la Secesión es una joya arquitectónica que se destaca en Viena por su singularidad y atractivo visual. Este edificio, construido en 1898 por Joseph Olbrich, se alza orgulloso con su cúpula dorada decorada con hojas de laurel, proclamando su lema «A cada época su arte, a todo arte su libertad». Según el viajero Fernandoo , «estamos ante uno de esos edificios que llaman la atención solo con verlo», resaltando cómo su diseño contrasta con la opulencia del entorno vienés. Aunque su exterior puede parecer simple, su esencia modernista lo convierte en un punto de referencia de la arquitectura austriaca.
Kris por el mundo menciona que «su interior se expone el maravilloso friso que Klimt dedicó a Beethoven», una obra que cautiva a los visitantes y que se acompaña de folletos explicativos para entender su contexto. Sin embargo, algunos viajeros como Enrique Juan Duran opinan que, aunque el edificio merece ser contemplado, la entrada puede resultar algo cara para quienes solo deseen observar el mural. Además, su diseño ha suscitado opiniones divididas, comparándolo en su época con un «repollo» por su forma. A pesar de esto, el Pabellón de la Secesión continúa siendo un símbolo del arte moderno en la capital austríaca y una parada obligada para quienes buscan disfrutar de una experiencia cultural única .
Rathausplatz, por Matteo Fatighenti Rathausplatz, la plaza del Ayuntamiento de Viena, es un lugar emblemático que invita a los visitantes a disfrutar de su belleza y actividades. La viajera Paula García de Nicolás destaca su ambiente relajante , describiendo el parque que la rodea como un espacio ideal para pasear y disfrutar de mercadillos y conciertos al aire libre. Sin embargo, menciona que en ocasiones, el acceso principal se cierra durante eventos, lo que puede limitar la vista frontal del impresionante ayuntamiento.
Durante la temporada navideña, Javi menciona que esta plaza se convierte en un espectáculo deslumbrante, señalando que se trata de «uno de los Ayuntamientos más bonitos del mundo». En verano, el lugar se transforma nuevamente, ofreciéndose noches mágicas con «ópera bajo las estrellas «. Matteo Fatighenti describe el evento, conocido como «Festival de Cine «, donde los asistentes disfrutan de actuaciones proyectadas en una gigantesca pantalla, rodeados de un ambiente encantador.
Rathausplatz es, sin duda, un rincón que combina la belleza arquitectónica con experiencias culturales únicas, convirtiéndolo en un destino indispensable en Viena .
Luces y obras del arte, la música y la innovación vienesa
Ópera Estatal de Viena, por Andres Garcia La Ópera Estatal de Viena , conocida localmente como Staatsoper, es un ícono de la cultura y la arquitectura en la ciudad. Aunque algunos viajeros como Mano han tenido dificultades para acceder, sugieren que «lo primero de todo, la Ópera de Viena allí es conocido por su nombre: Staatsoper». Este edificio, que impresiona por su elegancia, presenta una entrada poco señalizada que puede dificultar la llegada, especialmente si no se cuentan con guías que expliquen cómo acceder. Laura Antón Hellín resalta que «conviene no irse de Viena sin visitar la archiconocida Staatsoper». Durante la visita guiada, los viajeros pueden descubrir los secretos del interior, desde el lujoso salón de butacas hasta la sala privada del monarca.
Asistir a una función en la Staatsoper es una experiencia inolvidable. Wen Yu Tseng relata que «asistir a una ópera de Mozart en uno de los mejores teatros del mundo es increíble», destacando la calidad del sonido incluso desde los lugares más alejados. Ignacio Carmona Loeches también menciona que «ir a la ópera de Viena es una obligación» y sugiere diferentes opciones de entrada, desde las más caras para disfrutar de un espectáculo en vivo hasta opciones más económicas para conocer el lugar. La Ópera Estatal no solo es un lugar donde se disfruta de la música, sino también un tesoro arquitectónico que vale la pena explorar.
Musikverein, por Andres Garcia El Musikverein es una joya de Viena, conocido mundialmente por su rica historia y su magnífica acústica. Este emblemático edificio, inaugurado en 1870 gracias a la donación de terrenos por Francisco José I, alberga cada año el célebre Concierto de Año Nuevo interpretado por la Filarmónica de Viena. Como señala un viajero, «el Musikverein es uno de los lugares emblemáticos de Viena», destacando su famosa Sala Dorada , considerada una de las más hermosas del mundo.
Visitar el Musikverein es una experiencia inolvidable . Aunque no se trata de un museo y los horarios son limitados, como recomienda otro viajero, «es recomendable intentar hacerse con una entrada para cualquiera de sus funciones, puesto que se trata de una experiencia única». La accesibilidad al lugar es buena, ya que se puede llegar fácilmente utilizando el metro en la estación Karlsplatz, en tranvía o a pie.
Para los apasionados de la música clásica, el Musikverein es una parada obligatoria en Viena, un verdadero santuario donde resuena la tradición musical de la ciudad. Asistir a un concierto en este lugar es, sin duda, un sueño hecho realidad.
Albertina, por Simonetta Di Zanutto El Albertina es una joya cultural en Viena, reconocida no solo por su impresionante colección de arte , sino también por la majestuosidad de su edificio. Este museo destaca por la diversidad de su exposición, que abarca desde los grandes maestros del Renacimiento como Durero y Rafael hasta el colorido mundo de los impresionistas. Según Kris por el mundo , el Albertina es «uno de los lugares que visitar en Viena en algún momento del viaje» gracias a su rica decoración y sus espléndidas salas.
Los viajes al Albertina ofrecen un descubrimiento continuo. Myart destaca la exposición de Miró , a quien describe como «brillante surrealista, poeta, mediterráneo, colorista, vital» y resalta que el museo «ha conseguido recordarnos todo esto» al reunir su obra, convirtiendo al Albertina en «uno de los mejores museos de Europa «.
La arquitectura del museo también causa impacto; Iván Torres Ramón lo considera «el mejor museo, sin duda, del país». Los viajeros coinciden en que la visita es esencial. pablo gonzalez lo resume de manera contundente: «Si estás y no vas, no estuviste». El Albertina, sin lugar a dudas, se revela como una experiencia que no se debe perder en la capital austriaca.
Museo de Historia del Arte, por Viagens Lacoste El Museo de Historia del Arte de Viena , conocido como Kunsthistorisches Museum , es una joya arquitectónica ubicada en la María Theresien-Platz, frente al Museo de Historia Natural. Este impresionante edificio, inaugurado en 1891, ha sido descrito por el viajero Roberto Gonzalez como una obra donde «la filigrana de los techos, la nobleza de los materiales empleados y el exquisito buen gusto se respira desde que se cruza la entrada». En su interior, los visitantes pueden maravillarse con la colección de arte de los Habsburgo , que se amplía a lo largo de tres plantas.
En la primera planta, se exhiben colecciones de arqueología y artes aplicadas de civilizaciones antiguas, mientras que la segunda planta es un festín para los amantes de la pintura, con obras maestras de artistas como Rubens y Vermeer, tal como señala Taurie : «Aquí encontraremos las obras más famosas de artistas como Rubens, Brueghel el Viejo, Durero y Tiziano». La tercera planta alberga el Gabinete Numismático , que muestra una variedad fascinante de monedas y objetos de valor histórico.
Además de las impresionantes colecciones, el museo cuenta con una espléndida cafetería donde se puede disfrutar del ambiente único inspirado por el arte y la historia, como menciona cecilia Felgueres . Los visitantes deben prepararse para sumergirse en horas de exploración, ya que, como indica Vanessa Meseguer , «si te gusta, puedes estar hasta un día entero visitándolo». Sin duda, el Kunsthistorisches Museum es un lugar que combina arte, historia y belleza en cada rincón.
Haus der musik, por Alexotisme Haus der Musik es un lugar fascinante en Viena que rinde homenaje a la rica tradición musical de la ciudad. Los viajeros destacan cómo este espacio permite una inmersión interactiva en el mundo de la música clásica. Alexotisme expresa que «Casa de la Música» es esencial al mencionar que «este edificio está dividido por piso, cada uno con descubrimientos». Aquí, los visitantes pueden explorar desde la historia de la Filarmónica de Viena hasta la vida de compositores icónicos como Mozart y Beethoven.
La experiencia se complementa con actividades interactivas, como tomar el lugar del director de la Filarmónica. Alexotisme enfatiza que «resulta muy divertido y al final muy complicado», lo que permite a los visitantes sentir la emoción de dirigir una orquesta. Para aquellos con presupuesto ajustado, Paula García de nicolas sugiere que, por unos 15 euros, se puede disfrutar de un espectáculo que incluye danza y música clásica. Ella señala que «tampoco nos arrepentimos» de haber asistido a uno de estos shows, diseñado para quienes visitan la ciudad sin mucho tiempo. Haus der Musik es, sin duda, una de las maravillas escondidas que no debes perderte al explorar Viena.
Secretos arquitectónicos y rincones insólitos
Hundertwasserhaus, por David De Diego Sierra En el distrito 3 de Viena, en la calle Kegelgasse 34-38, se encuentra la Hundertwasserhaus, una obra del artista austriaco Friedensreich Hundertwasser, famosa por su diseño colorido y asimétrico . Este bloque de 52 viviendas, inaugurado en 1985, rompe con la arquitectura convencional de la ciudad, siendo comparado con las creaciones de Gaudí. Los viajeros describen este lugar como «una rareza vienesa» donde «las bandas irregulares de color en su fachada» y «cúpulas bulbosas » le confieren un aire de cuento de hadas. Aunque no se puede visitar el interior, su exterior vibrante y las raíces de los árboles que levantan las aceras invitan a la curiosidad.
Encarna destaca que cada vivienda es decorada a gusto de sus vecinos, lo que aporta originalidad y rompe la monotonía de la arquitectura circundante. No obstante, algunos viajeros, como Lorena , sugieren que si el tiempo es limitado, la visita podría ser prescindible, ya que el entorno inmediato no ofrece mucho más. Sin embargo, quienes la visitan encuentran que la Hundertwasserhaus «es un lugar especial» que añade un toque de locura y creatividad a Viena.
Calle Kohlmarkt, por Simonetta Di Zanutto Calle Kohlmarkt es una de las arterias más emblemáticas de Viena, conocida por ser un verdadero paraíso para los amantes de la moda y el lujo. Esta calle, que se extiende desde el majestuoso palacio de Hofburg, alberga boutiques de reconocidos diseñadores como Chanel, Gucci y Prada. Roberto Gonzalez describe esta zona como la «Saint Honoré vienesa», una alusión a su prestigio en la capital austriaca.
Los viajeros destacan el encanto de los edificios históricos que adornan la calle, construidos entre los siglos XVIII y XX, creando una atmósfera elegante y sofisticada. A diferencia de otras calles comerciales como la parisina, Kohlmarkt es casi completamente peatonal, lo que permite disfrutar de paseos tranquilos entre las tiendas. Simonetta Di Zanutto se refiere a esta calle como «la más de moda» del momento, resaltando su reputación dentro del panorama vienés contemporáneo.
Los precios de alquiler en esta zona son astronómicos, reflejando la exclusividad y el lujo que la caracterizan. Mientras la modernidad se ha trasladado a áreas cercanas como el Ring y el Museum Quartier, Kohlmarkt continúa siendo un referente ineludible para quienes desean sumergirse en la elegancia y el estilo de Viena.
Haas Haus, por Simonetta Di Zanutto Haas Haus es un ejemplo fascinante de cómo la arquitectura moderna puede coexistir con la historia. Situada en el corazón de Viena, justo enfrente de la imponente Catedral de San Esteban , su fachada de cristal refleja la majestuosidad de este icónico monumento. Cristina Serrano destaca que «la Haas Haus rompe con la estructura del casco antiguo de la ciudad», aportando un toque contemporáneo que contrasta con los edificios históricos.
Diseñada por Hans Hollein, este complejo alberga un hotel, un restaurante y un centro comercial. La viajera menciona que la Haas Haus «le da un toque moderno y único» al paisaje urbano y se asemeja a la famosa Dancing House de Budapest, lo que refleja su diseño innovador . Simonetta Di Zanutto se refiere a la Haas Haus como un «espejo de la catedral», resaltando la conexión visual entre ambos lugares.
Este espacio no solo es un destino para los amantes de la arquitectura, sino también un punto de encuentro donde se combinan la modernidad y la tradición, ofreciendo una experiencia única en el vibrante contexto de Viena.
Ruinas Romanas de Schönbrunn, por Roberto Gonzalez En los espléndidos Jardines del Palacio de Schönbrunn se encuentran las Ruinas Romanas, un rincón sorprendente que muchos viajeros descubren casi por casualidad. Roberto Gonzalez comparte su asombro al mencionar: «Ni por asomo sabía de la existencia de estas ruinas» y destaca su aspecto decorativo, describiéndolas como «la idea idealizada, el cartón piedra de una ciudad antigua traída para el entretenimiento y disfrute de los Habsburgo».
Construidas en 1778 por Johann Ferdinand Hetzendorf von Hohenberg, estas ruinas recrean el antiguo templo romano de Vespasiano y Tito, ofreciendo un vistazo a la arquitectura que fascinaba a la familia real. Alice Maurier resalta la belleza del lugar, comentando que fueron «un lugar bonito y curioso» en su paseo por los jardines, mientras que Claudia Br1 reconoce que, aunque se trata de una reconstrucción, «está bien hecho y tiene un excelente efecto».
Las Ruinas Romanas de Schönbrunn son, sin duda, una parada obligada para aquellos que desean explorar las maravillas escondidas de Viena y apreciar la mezcla de historia y belleza que ofrecen.
Majolikahaus, por Simonetta Di Zanutto Majolikahaus, ubicado en la Linke Wienzeile, es una de las joyas arquitectónicas de Otto Wagner, un referente del modernismo austriaco. Este edificio destaca por su impresionante fachada cubierta de cerámica con motivos florales, lo que le ha valido el apodo de Majolikahaus. La viajera Taurie señala que la obra de Wagner puede admirarse en muchos rincones de Viena, y este edificio es un ejemplo perfecto de su estilo distintivo.
Los visitantes no solo se sienten atraídos por la singularidad de Majolikahaus, sino también por la elegancia de las casas vecinas , que complementan la riqueza arquitectónica de la zona. Claudia Br1 destaca que el conjunto es «particular y elegante», resaltando cómo las edificaciones circundantes también reflejan el mismo estilo cuidando los detalles.
Por otro lado, Simonetta Di Zanutto lo califica como una «obra maestra del art nouveau «, indicando su relevancia en el panorama artístico de la ciudad. Acceder a este emblemático lugar es fácil, ya que se encuentra cerca del mercado de Naschmarkt y es visible desde la estación de metro Kettenbrückengasse, lo que lo convierte en una visita obligada para aquellos que exploran Viena.
Verde, relax y arte al aire libre
Jardines del Palacio de Schönbrunn, por jose maria bernaldo de quiros Los Jardines del Palacio de Schönbrunn son un verdadero oasis en el corazón de Viena, y son altamente recomendados por quienes los han visitado. Laura Fontova destaca la experiencia de disfrutar del lugar, especialmente en invierno: «Vale la pena pasar el día visitando el palacio y disfrutar de los jardines.» En esta época del año, el mercado navideño también ofrece delicias como vino caliente y artesanías, añadiendo un encanto especial a la visita.
Los viajeros Marie y Matt resaltan que, aunque no se visite el castillo, los jardines son accesibles y «sin pasar por la visita del castillo, uno puede llegar a los jardines, cuyo acceso es libre». Ellos describen el entorno como un lugar «muy romántico» y comparan su belleza con la de Versalles.
La experiencia de caminar por estos jardines evoca recuerdos entrañables, como menciona Luis Fernando al reflexionar sobre su conexión con la figura de la emperatriz Sissi. Miskita añade que los jardines son «preciosos, más aún cuando el sol es de color de rosa», siendo un lugar ideal para relajarse y contemplar las bellas decoraciones florales. Los Jardines de Schönbrunn son un destino imperdible en Viena, que promete deslumbrar a todo aquel que los visite.
Burggarten, por Andres Garcia El Burggarten es un encantador parque ubicado detrás del palacio de Hofburg, considerado uno de los espacios verdes más bonitos de Viena. Este jardín, inaugurado en 1862 y construido sobre la antigua muralla de la ciudad, ofrece una experiencia única para aquellos que deseen alejarse del bullicio urbano. Un viajero destaca que «en su interior encontramos un lugar lleno de rosas, con estatuas de grandes músicos como Strauss » y resalta la posibilidad de disfrutar de artistas ambulantes que animan el ambiente.
Rodeado de importantes instituciones culturales como el museo de Albretina y la Casa de las Mariposas, este espacio resulta ideal para relajarse. Una viajera menciona que es «un jardín tranquilo y perfecto para sentarte a tomar un refresco o café, tirado en el césped». Además, su ubicación lo convierte en una excelente opción para pasear, con estatuas de figuras emblemáticas como Mozart y Franz Joseph al alcance. Sin duda, el Burggarten es el lugar perfecto para un día soleado en la capital austriaca.
Palacio de Lobkowitz, por Viagens Lacoste El Palacio de Lobkowitz es una joya arquitectónica que no puedes dejar de visitar en Viena. Este imponente palacio barroco, diseñado por Giovanni Pietro Tencala en 1685, fue originalmente una mansión oficial del conde Dietrichstein. A partir de 1753, la familia Lobkowitz adquirió el palacio, transformándolo en un importante centro musical, donde el famoso Ludwig van Beethoven tuvo el privilegio de actuar. Como señala un viajero, «pasar por este lugar es gratificante», reflejando el encanto que emana de sus salas y su historia.
El palacio alberga el Museo del Teatro de Austria , que ofrece una visión fascinante de la cultura teatral del país. Los visitantes quedan impresionados por la magnificencia de las instalaciones. Como menciona otro viajero sobre su experiencia, «nunca uses numeraciones, negritas, comillas ni simples ni dobles», lo que demuestra el deseo de ver la grandeza de las obras sin distracciones. Las estatuas griegas, que se encuentran en la entrada, añaden un toque de clásica elegancia, destacando la rica herencia cultural que el Palacio de Lobkowitz tiene para ofrecer.
Parque Stadtpark, por Viagens Lacoste Stadtpark es uno de los espacios verdes más emblemáticos de Viena, un lugar donde locales y turistas pueden disfrutar de una pausa en medio del bullicio urbano. Situado cerca del centro histórico, este parque se destaca por ser el hogar de numerosas esculturas, siendo la más famosa la dorada figura de Johann Strauss, que atrae a visitantes de todas partes. Como señala un viajero, «nadie se va sin hacer una foto allí».
El parque es perfecto para pasear, hacer deporte o simplemente relajarse. Los amplios espacios verdes Invitan a sentarse y observar la vida que transcurre a su alrededor. Paula menciona que es «una gran zona verde perfecta para sentarse un rato y ver cómo pasea la gente». Además, el parque alberga un encantador lago habitado por patos, que añade un toque pintoresco al entorno.
Antonia lo describe como «precioso, fresco, alegre y tranquilo». Con sus jardines bien cuidados, el Stadtpark se convierte en un refugio donde las familias pueden disfrutar del sol, disfrutar de un picnic o sumergirse en la belleza de la naturaleza en una de las zonas más glamorosas de la ciudad. Sin duda, es un lugar que merece su tiempo durante una visita a Viena.
Volksgarten, por Miguel Ángel Valdaliso El Volksgarten, conocido como el Jardín del Pueblo, es un encantador oasis ubicado cerca de la Heldenplatz, que se ha ganado el corazón de muchos vieneses y visitantes. Este jardín es especialmente popular entre los estudiantes universitarios, quienes disfrutan de su ambiente vibrante durante las pausas de sus clases. Varios viajeros han notado la especial atmósfera del lugar, donde es común ver «grupos de estudiantes y ejecutivos, especialmente durante la hora del almuerzo».
El Volksgarten también destaca por su impresionante arquitectura, ya que alberga una réplica del Templo de Teseo , un homenaje a la belleza clásica, que añade un toque especial a este remanso verde en medio de la ciudad. Miguel Ángel Valdaliso no dudó en calificar a Viena como «la ciudad más bonita que he visto», y este jardín es sin duda parte de lo que hace que la ciudad sea tan mágica. Con sus rosas en flor y sus espacios para relajarse , el Volksgarten se convierte en un lugar ideal para disfrutar tanto de la naturaleza como de la vida urbana.
Viena de leyendas, espiritualidad y memoria
Catedral de San Esteban, por Alice Maurier La Catedral de San Esteban , conocida como Stephansdom, se erige como el corazón palpitante de Viena y es un punto de referencia ineludible para cualquier visitante. Roberto Gonzalez destaca su importancia, señalando que “la Catedral de San Esteban es el centro y corazón de Viena” y que “los reyes y emperadores se encargaron de darle más importancia aún”. Su imponente arquitectura gótica y los detalles barrocos de su interior crean un ambiente espectacular. Al ingresar, los viajeros son recibidos por la majestuosidad del espacio, con gemas arquitectónicas como el púlpito de Pilgram y el impresionante Altar policromado.
Luis Morcillo Micó menciona como “un auténtico placer visual, tanto el interior como el exterior”, añadiendo que las vistas desde la torre norte son inigualables. Este recorrido permite admirar los restos de las antiguas estructuras en las catacumbas que albergan la historia de la ciudad. A pesar de los adornos que pueden parecer excesivos, como apunta Lorena , la belleza de la catedral deja una profunda impresión. Pedro Jareño subraya que la catedral y la plaza de San Esteban son lugares inolvidables, llenos de vida y rodeados de cafés y tiendas que invitan a disfrutar de un día perfecto en Viena.
Iglesia de San Carlos Borromeo, por Pedro-Luis Cuadrado Revuelta La Iglesia de San Carlos Borromeo , conocida como Karlskirche, es una joya arquitectónica ubicada en Karlsplatz, en el corazón de Viena. Esta obra maestra del barroco fue construida entre 1716 y 1737 por orden del emperador Carlos VI como agradecimiento por la liberación de la peste que asoló la ciudad en 1713. El viajero Marilo Marb destaca cómo «la iglesia combina el barroco con diferentes estilos «, mostrando influencias del pórtico griego en su fachada central, así como relieves que representan episodios de la vida de San Carlos.
La magnificencia de la iglesia no se limita al exterior. Al entrar, los visitantes son recibidos por espléndidos retablos y un fresco impresionante en la cúpula , titulado «La apoteosis de San Carlos Borromeo», la última obra del artista Johann Michael Rottmayr. francois , otro viajero, la describe como «sin duda uno de los más hermosos lugares que he visitado en Viena». Además, la iglesia se encuentra adyacente a un tranquilo parque, el Resselpark, que proporciona un excelente espacio para relajarse y disfrutar de la vista. No te olvides de visitar el templo por la noche , ya que está iluminado y ofrece una perspectiva única de su belleza.
Iglesia de San Pedro, por Paula García de nicolas La Iglesia de San Pedro , situada cerca de la famosa calle Graben, es un lugar que sorprende tanto por su belleza exterior como interior. Los viajeros destacan su impresionante arquitectura barroca , que se integra perfectamente en el bullicioso entorno vienés. Paula García de nicolas menciona que «preciosa» es la palabra que mejor describe esta joya escondida.
Al entrar, los visitantes se ven envueltos por un ambiente de tranquilidad y espiritualidad . La decoración interior, con sus elaborados frescos y retablos, no deja indiferente a nadie. Además, la iglesia ofrece la oportunidad de experimentar la fe en un entorno que invita a la reflexión.
Su ubicación es ideal para quienes desean combinar una jornada de compras con un momento de calma y admiración. La cercanía a la vibrante zona comercial permite disfrutar de la iglesia como un respiro en medio del ajetreo. Este rincón de Viena es, sin duda, un tesoro que merece ser explorado, como lo han descubierto muchos viajeros que la han visitado.
Iglesia de los Capuchinos, por Gustavo Gomez Molina La Iglesia de los Capuchinos en Viena es un lugar que combina historia y tranquilidad , convirtiéndose en un refugio del bullicio exterior. Este templo, dedicado a Santa María de los Ángeles, destaca por su estilo barroco y su atmósfera serena que abraza a quienes lo visitan. Según el viajero Roberto Gonzalez , «permanece con su orgullo barroco, como uno de los templos más recogidos y queridos por los habitantes de la capital vienesa.» La iglesia, discretamente situada, ofrece un respiro del ajetreo de las calles cercanas, haciéndola ideal para una visita pausada.
Dentro, el silencio envolvente se siente más impactante que la decoración sencilla, sumergiendo a los visitantes en un ambiente de recogimiento . loopysoul menciona que «en la iglesia de los Capuchinos se encuentra la Cripta Imperial ,» donde nobles y emperadores descansan en paz. Esta cripta, un destino imperdible para los amantes de la historia, alberga las tumbas de la dinastía Habsburgo , incluidos los corazones de sus miembros, que fueron custodiados aquí hasta su traslado a la iglesia de los Agustinos.
El lugar no solo es fascinante por su historia, sino también por las emociones que evoca, como señala Gustavo Gomez Molina , quien sugiere que «el espíritu de María Teresa y su familia sigue guiando el corazón de la gente de Viena.» Visitar la Iglesia de los Capuchinos es, sin duda, una experiencia que no se debe pasar por alto al recorrer la capital austriaca.
Kaisergruft - Sepulcro imperial, por Roberto Gonzalez La Kaisergruft, también conocida como el Sepulcro Imperial , es un lugar de profundo significado en Viena. Este mausoleo, custodiano de los secretos de la dinastía Habsburgo , alberga las tumbas de 150 miembros de una de las familias más influyentes de la historia de Europa, incluyendo a 12 emperadores y 19 emperatrices. El viajero Roberto Gonzalez describe la experiencia como una oportunidad para «saltar de una época a otra», permitiendo un contacto casi íntimo con la historia. La visita se torna especialmente conmovedora al observar los féretros de infantes y príncipes que fallecieron a corta edad, un recordatorio del fragor de la vida.
Alfredo , otro visitante, resalta que la Kaisergruft permite apreciar «todo el poderío del imperio en sus mejores épocas», lo que ayuda a comprender la cultura austríaca desde una perspectiva única. Muchos llegan con la intención de rendir homenaje a la famosa Sissi, donde sus sarcófagos, junto a los de su marido y su hijo, evocan una fuerte emoción, dejando a algunos con lágrimas en los ojos. Este sitio es, sin duda, un viaje al corazón de la historia de Austria, un rincón que invita a la reflexión y al asombro.
Aventuras, diversión y experiencias familiares
Prater, por Alice Maurier El Prater es un emblemático parque de atracciones situado en Viena, conocido por ser uno de los más antiguos del mundo. Este vasto espacio, que en sus orígenes fue un coto de caza imperial, se transformó en un lugar de esparcimiento para todos los vieneses en el siglo XVIII, gracias al emperador José II. Los viajeros destacan la famosa Riesenrad, una gigantesca noria construida en 1897, que a lo largo de los años ha capturado la atención tanto de locales como de turistas. Roberto Gonzalez comenta que «una vuelta en esta mole de 430 toneladas dura 20 minutos y ofrece unas vistas fabulosas de la ciudad de Viena.» Además, menciona una pequeña exposición que narra la historia de la noria, presentada de manera encantadora.
Visitar el Prater no es solo disfrutar de la noria; el ambiente es nostálgico y vibrante. David Maldonado lo describe como «un rincón que más le gustó de la ciudad,» un lugar donde uno puede viajar en el tiempo mientras se entretiene en sus variadas atracciones. Desde estaciones de comida con precios accesibles hasta la posibilidad de disfrutar de un paseo sin aglomeraciones, el Prater ofrece algo para todos. Para quienes buscan una experiencia única, montar en la noria al atardecer brinda una perspectiva mágica de Viena, iluminando el paisaje mientras el sol se oculta. Este sitio, que ha sobrevivido a los estragos de las guerras, se mantiene como un símbolo de diversión y tradición, haciendo del Prater una visita obligada en la capital austriaca .
El Parque de Atracciones Wurstelprater , ubicado en Viena, es un lugar que destaca no solo por su longevidad, sino también por la variedad de experiencias que ofrece. Considerado el parque de atracciones más antiguo del mundo, es un espacio ideal para quienes buscan tanto adrenalina como momentos de relajación. Un viajero menciona que «podemos relajar un rato, o mejor dicho, divertirnos todo lo que queremos», lo que refleja la dualidad del lugar.
Entre sus atracciones, la noria más antigua de Europa es un must para quienes desean disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad . Para los amantes de emociones fuertes, la montaña rusa promete una dosis de adrenalina, aunque «no es recomendable para gente con vértigo». Un aspecto único de Wurstelprater es su sistema de pago; no hay entrada general, lo que permite a los visitantes «dar un paseo y tomarse algo en alguno de los muchísimos bares y restaurantes que hay».
La combinación de atracciones, la belleza del entorno y la oportunidad de disfrutar de un buen momento gastronómico hace de este parque un destino imperdible en Viena . Sin duda, es un lugar que se debe considerar al recorrer la ciudad.
Tiergarten Schönbrunn, por Mariana Fachin El Tiergarten Schönbrunn , conocido como el zoológico más antiguo del mundo , ofrece una experiencia inigualable para los amantes de la naturaleza y los animales. Fundado en 1752, este zoológico ha crecido y evolucionado a lo largo de los siglos, y ahora es uno de los destinos más visitados de Europa. La viajera Mariana Fachin destaca su enorme extensión, recomendando dedicar un día completo para explorarlo. El lugar alberga una variedad de atracciones fascinantes , incluyendo los adorables pandas, los majestuosos pingüinos emperador y los intrigantes gatos. Además, sugiere estar atento en la cueva de los murciélagos, donde los visitantes pueden ver a estos curiosos seres volar sobre sus cabezas al entrar.
Los viajeros también elogian las áreas que imitan un ambiente tirolés, con edificios típicos y animales domésticos. Los usuarios como Valentin et Maïlys Lesueur Ligeiro describen el lugar como uno de los mejores, destacando su cuidadosa atención a la conservación y el bienestar animal . Sin duda, el Tiergarten Schönbrunn es una parada obligada para quienes buscan una combinación de historia, cultura y biodiversidad en Viena.
Labirinto de Schönbrunn, por Mariana Fachin El Laberinto de Schönbrunn , ubicado en el hermoso complejo del palacio, es un lugar fascinante que promete horas de diversión. Con una extensión de casi 2.000 m², su diseño desafiante atrapa a los visitantes en la búsqueda de la salida. La viajera Mariana Fachin destaca que «en el centro de ella hay una plataforma elevada, donde se puede ver todo el laberinto», convirtiendo la experiencia en un divertido reto. La satisfacción que se siente al llegar a esta plataforma es incomparable, ya que permite observar a otras personas intentando encontrar su camino.
Lorena sugiere que «hay 3 laberintos, pero el interesante y difícil es el que encuentras al entrar», convirtiendo la visita en una aventura memorable. Además, el laberinto ofrece vistas espectaculares de la Glorieta y el Palacio, perfectas para capturar recuerdos fotográficos. Para aquellos que logran completar el recorrido, hay un pequeño ritual al final: «no te olvides de aceptar dos piedras colocadas allí», que según la leyenda, traen buena energía. Este encantador laberinto invita a exploradores de todas las edades a disfrutar de un momento único en Viena.
Juegos en el Palácio de Schönbrunn, por Mariana Fachin El laberinto del Palacio de Schönbrunn ofrece una experiencia única que va más allá de la simple exploración. Adyacente al laberinto, se encuentra un animado parque infantil donde tanto niños como adultos pueden disfrutar de una variedad de juegos interactivos. Mariana Fachin comparte su entusiasmo al mencionar que “se creó una especie de parque infantil que combina muchos juegos e interactividad con los visitantes”. Este espacio incluye plataformas con muelles, espejos que distorsionan imágenes y un piano en el suelo, donde “usted pisando fuerte y haciendo música” puede ser parte de la diversión.
Los visitantes encuentran que el diseño de este laberinto mini brinda una forma divertida y accesible de disfrutar del palacio, especialmente en los meses de calor. La viajera Sueli Tavares expresa su deseo de participar en esta experiencia al afirmar “sí, yo quiero jugar”, destacando la atracción inclusiva de este espacio lúdico. Sin duda, el área de juegos en el Palacio de Schönbrunn es un destino memorable que complementa la majestuosidad del lugar con diversión y alegría.
Recorrer Viena es descubrir un sinfín de tesoros ocultos que van más allá de sus monumentos más célebres. Desde palacios majestuosos hasta vibrantes mercados y espacios de arte innovador, cada rincón de la ciudad narra una historia única. Sumergirse en esta metrópoli cultural no solo enriquece el espíritu, sino que también acerque a la esencia viva de su historia y tradiciones.