Paisajes de fuego y magia volcánica Parque Nacional de Timanfaya, por miratal El Parque Nacional de Timanfaya , ubicado en el suroeste de Lanzarote, es un lugar que sorprende con su paisaje volcánico y su aire casi marciano. miguel a. cartagena describe el entorno como «realmente increíble», con una tierra que se torna negra y rojiza a medida que te acercas. Este parque, declarado en 1974, alberga más de 25 volcanes, incluidos los famosos Montañas del Fuego.
Los visitantes pueden disfrutar de un recorrido en autobús a través de este impresionante paraje. «El tour te proporciona información sobre la formación de los volcanes y la actividad reciente», comenta un viajero, destacando la posibilidad de ver espectáculos naturales como los geiseres, donde el agua se eleva por la intensa temperatura del suelo. Joana saldon enfatiza que este espectáculo «dejaba a mis hijos boquiabiertos», demostrando que la experiencia es fascinante tanto para adultos como para niños.
El parque también presenta la oportunidad de realizar paseos en camello y disfrutar de una comida cocinada con calor volcánico en el restaurante local. La combinación de paisajes únicos, actividad volcánica y la magia de la naturaleza hacen del Parque Nacional de Timanfaya una visita imprescindible en Lanzarote , un lugar donde los viajeros se sienten transportados a otro mundo.
Paseo en camello por Timanfaya, por Miguel Angel Jimenez El paseo en camello por Timanfaya es una de las atracciones turísticas más emblemáticas de Lanzarote, ofreciendo una experiencia única en un entorno que parece extraído de otro planeta. Marilo Marb describe este recorrido como «maravilloso», destacando que, aunque el vaivén de los camellos puede resultar incómodo, «no importaría repetir» solo por la belleza del paisaje lunar que rodea el parque. La experiencia dura alrededor de 20 minutos, donde los viajeros pueden disfrutar de vistas impresionantes de los volcanes y sus tonos negro y rojizo.
La combinación del paseo en camello y la posterior visita al Parque Nacional añade un valor especial a la experiencia. dicanius comparte que resulta «muy especial» estar en un lugar tan único, considerando que la experiencia, que suele costar alrededor de 10 a 12 euros, incluye la opción de una foto memorable . Tras el paseo, los guías realizan demostraciones de la actividad geotérmica de la zona, lo cual sorprende a muchos visitantes.
Sin embargo, no todos los comentarios son positivos. Algunos viajeros, como Keren Calan y Luz Vanasco , expresan su preocupación por el bienestar de los camellos , calificando esta actividad como «crueldad animal». A pesar de las opiniones divididas, el paseo en camello sigue siendo una atracción que atrae a numerosos turistas buscando vivir una aventura diferente en el impresionante paisaje de Timanfaya.
Casa de los volcanes, por Pedro Jareño La Casa de los Volcanes , ubicada en los Jameos del Agua, se presenta como un lugar fascinante para explorar la esencia volcánica de Lanzarote. Este centro ofrece una inmersión en el mundo de los volcanes, combinando educación y entretenimiento. Como señala un viajero, «este es uno de los mejores lugares para hacerlo», destacando las visitas guiadas y actividades para niños, lo que lo convierte en un destino ideal para familias. Además, la Casa de los Volcanes es un centro de estudios científicos que se encarga de recopilar datos sobre actividad sísmica y volcánica, siendo un punto clave para la investigación en la isla.
Otro viajero resalta que «es un museo totalmente interactivo «, donde los visitantes pueden disfrutar de actividades prácticas y explorar recursos audiovisuales, incluyendo videos y mapas interactivos. Esta experiencia se complementa con la belleza natural del entorno, creando un espacio donde el aprendizaje se funde con el asombro. La Casa de los Volcanes ofrece una perspectiva única sobre la Tierra y su actividad, y es un imprescindible para quienes deseen comprender mejor la geología de Lanzarote.
Las salinas del Janubio, por guanche Las salinas del Janubio son un espectáculo natural que capturan la esencia del paisaje lanzaroteño . Localizadas en el municipio de Yaiza , estas salinas se destacan como las más grandes de las Islas Canarias. Desde su construcción en 1895, han combinado tradición y producción, generando alrededor de diez mil toneladas de sal al año. El viajero guanche comenta que «las salinas son un símbolo del patrimonio y de la historia de la isla», destacando el proceso artesanal que, aunque costoso y complicado, perdura en el tiempo.
La belleza visual que ofrecen es inigualable; los colores de la sal , que varían entre blanco, gris y rosado, contrastan con el océano de fondo. Pedro Jareño resalta que aunque en sí mismas «no tengan nada especial», desde los miradores cercanos se pueden disfrutar de «un paisaje único que es tan raro como el resto de paisajes cercanos de la isla». Asimismo, Kris por el mundo aconseja visitar las salinas al atardecer, donde se puede contemplar una puesta de sol realmente espectacular. Este lugar no solo es una lección sobre la producción de sal, sino también un mirador que deleita los sentidos y provoca una conexión profunda con la naturaleza y la cultura de Lanzarote.
Montaña Bermeja, por guanche Montaña Bermeja , situada entre la playa y la laguna verde de El Golfo , así como las salinas de Janubio en el suroeste de Lanzarote, destaca por su belleza casi desértica y volcánica. Este área ofrece un paisaje de tonalidades negras y rojas, que captura la atención del viajero. Como menciona un viajero, «el paisaje, de tonos negros y rojos, es muy precioso, y si no hay mucho calor resulta agradable caminar por ahí». Sin embargo, la caminata puede volverse complicada, ya que se transita sobre lava seca, por lo que «es un suelo rocoso, y no es práctico para dar largos paseos».
Los caminos costeros conectan el pintoresco puerto pesquero de El Golfo con Janubio, permitiendo disfrutar de la laguna verde y la playa. Se aconseja llevar suficiente agua y comida debido a que «es una zona donde no vive nadie», y es recomendable contar con protección solar y sombrero. Esta parte de Lanzarote, aún poco desarrollada, ofrece un paisaje salvaje y lunar que invita a la exploración y a conectarse con la naturaleza.
La esencia de César Manrique Los Jameos del Agua, por pablo varela Los Jameos del Agua son un resultado fascinante de la actividad volcánica de Lanzarote, donde César Manrique logró transformar un antiguo tubo volcánico en un lugar extraordinario. Este espacio alberga una laguna interior que es hogar de los cangrejos ciegos, una especie endémica cuya presencia destaca como puntos blancos en el agua. Como menciona un viajero, «cuesta en un principio saber que esas diminutas manchas blancas son en realidad pequeños animalitos que viven allí».
Aquí, la influencia de Manrique se siente en cada rincón, combinando lo artificial con lo natural de manera magistral. miguel a. cartagena describe este lugar como «uno de los más turísticos e impresionantes», destacando su mezcla de grutas naturales con oasis creados por el hombre. A su llegada, los visitantes son recibidos por escaleras que los conducen a un bar y a una impresionante gruta, donde incluso se puede disfrutar de audiciones con acústica excepcional.
Aloja un restaurante y áreas de ocio, y cuando cae la noche, el ambiente se transforma, volviéndose aún más mágico con música y luces que iluminan la cueva. paulinette sugiere que, aunque es un lugar turístico, «de noche está mejor, con música en vivo y un ambiente espectacular». Los Jameos del Agua ofrecen una experiencia única que refleja el respeto por la naturaleza y el ingenio humano, siendo un destino obligado para quienes visitan Lanzarote.
Fundación Cesar Manrique, por Esther La Fundación César Manrique es un lugar emblemático que refleja la esencia del artista y su compromiso con la naturaleza. Situada en la casa-estudio del propio Manrique, esta fundación es un espacio donde la arquitectura se fusiona armónicamente con el entorno natural. Como destaca un viajero, «la casa se extiende sobre una colada de lava y está levantada sobre cinco burbujas volcánicas naturales de gran tamaño». La edificación, que encarna la arquitectura tradicional de la isla, ofrece vistas excepcionales y una sensación de bienestar.
Además de ser un museo, en la fundación se pueden apreciar obras del propio César y de otros artistas, así como una variedad de exposiciones a lo largo del año. Un visitante menciona que «la fundación es mucho más» y resalta su labor en la promoción de talentos emergentes a través de becas. Con espacios como el jameo central, donde se puede disfrutar de zonas de descanso rodeadas de vegetación, este sitio es un testimonio del legado de un artista cuya visión seguimos admirando. Sin lugar a dudas, la Fundación César Manrique es un punto de encuentro para los amantes del arte y la naturaleza, y una visita obligada en Lanzarote.
Jardín de Cactus, por paulinette El Jardín de Cactus, una de las últimas obras de César Manrique en Lanzarote, es un espacio impresionante que refleja la esencia volcánica de la isla. Inaugurado en los años 70, este jardín se asienta sobre una antigua cantera de cenizas volcánicas y alberga cerca de 10,000 ejemplares de 1,400 especies distintas de cactus. Como señala la viajera lucrecia bertrand , «aunque lo visite en un día horrible, con temporal, fue una de las cosas que más me gustó».
Al ingresar, uno se ve inmerso en un diseño espectacular que combina color y formas, creando un contraste perfecto con el paisaje árido de Lanzarote. La obra, más que un simple jardín, se puede considerar un monumento a la geografía canaria , como destaca Carlos Olmo , quien señala que «¡prohibido arrimarse! La última obra de arte».
Los elementos arquitectónicos, como la puerta de hierro forjado en forma de cactus y el molino en el mirador, invitan a los visitantes a explorar. pablo varela recalca la importancia del lugar , afirmando que «el jardín de cactus de César Manrique es de esos lugares que no debes perderte». Un recorrido aquí no solo es un deleite visual, sino también un homenaje al ingenio y la creatividad de Manrique.
Obras de César Manrique, por guanche Las obras de César Manrique son un legado cultural y artístico imprescindible en Lanzarote. Este brillante artista canario, nacido en Arrecife en 1919, dejó su huella en diversos puntos de la isla, transformando paisajes naturales en espacios de gran belleza. Un viajero destaca: «En cada lugar que visitamos de la isla, está algo que recuerda a Manrique». Entre sus obras más emblemáticas se encuentra el Jardín de Cactus , un lugar sorprendente donde cientos de variedades de cactus crecen protegidos por murallas diseñadas por él. También es notable el Mirador del Río , un punto que ofrece vistas espectaculares al islote de La Graciosa.
La creatividad de Manrique no solo se ve en paisajes, sino también en instalaciones únicas como los juguetes de viento, que un visitante describe como «pequeñas maravillas que me dejaron boquiabierta». Estas obras no solo embellecen la isla, sino que reflejan el respeto de Manrique por la naturaleza. En conjunto, sus creaciones forman un recorrido que cada viajero debe experimentar para comprender la esencia volcánica y el encanto infinito de Lanzarote .
Mirador del Río, por Pablo Charlón El Mirador del Río , diseñado por el artista César Manrique, es un lugar emblemático que ofrece unas vistas impresionantes del archipiélago Chinijo, incluyendo la Isla de La Graciosa. El viajero miguel a. cartagena destaca cómo desde este punto se puede «comprobar la inmensidad del océano» y disfrutar de panorámicas espectaculares, que te hacen sentir «lo minúsculos que somos» ante la majestuosidad del paisaje. La estructura del mirador, que se integra perfectamente con el entorno, consta de varias estancias y niveles, incluyendo una cafetería donde los visitantes pueden relajarse y admirar las vistas.
Carlos Olmo resalta la magia del mirador al señalar que, desde la isla Graciosa, «es imposible distinguirlo» gracias a su diseño camuflado en el paisaje . Este espacio no solo permite contemplar la belleza de la naturaleza , sino que también ofrece un ambiente luminoso y acogedor, perfecto para disfrutar de la experiencia. Además, la vista del volcán de La Corona y de la ladera volcánica es verdaderamente espectacular, haciendo que una visita al Mirador del Río sea una parada imprescindible para quienes quieren explorar la esencia volcánica de Lanzarote .
Playas que enamoran Playa de Papagayo, por Miguel Angel Jimenez Situada en la Punta Papagayo, la Playa de Papagayo es un auténtico paraíso que no se puede pasar por alto en tu visita a Lanzarote. Acceder a esta joya implica un pequeño esfuerzo, ya que se encuentra dentro del Área Protegida de Los Ajaches y se requiere pagar una entrada de aproximadamente tres euros por vehículo. Como señala la viajera Iris Enríquez , el camino es “un poco empinado pero para nada peligroso” y lleva a una pequeña cala cuyas arenas finas recuerdan al pan rallado.
En la playa, el ambiente es idóneo para disfrutar del sol y practicar snorkel en sus aguas cristalinas, que reflejan tonos verdosos similares a los del Caribe. Lonifasiko destaca que, aunque suele estar concurrida, es recomendable visitar Papagayo temprano para disfrutar de la tranquilidad y de la sensación de estar en un lugar “virgen”. Además, la viajera llunaplena sugiere explorar las pequeñas lomas que rodean la playa, donde se pueden encontrar calas menos concurridas.
No olvides llevar agua y algo de comida, ya que las opciones son limitadas. La Playa de Papagayo, con su entorno natural y su belleza incomparable, merece ser incluida en cualquier itinerario por Lanzarote.
Playa de Famara, por naxos La Playa de Famara es un verdadero paraíso para los amantes de los deportes acuáticos, especialmente el surf y el windsurf. Situada en la costa oeste de Lanzarote, esta extensa playa de arena casi blanca se extiende a lo largo de tres kilómetros, y es reconocida por sus fuertes olas y vientos . El viajero Sasa72 describe la experiencia de visitar Famara como un encuentro con un paisaje «espectacular que me recuerda a los Gigantes en Tenerife», a pesar de que el viento puede convertir la apertura de la puerta del coche en «una auténtica aventura».
Para quienes buscan una experiencia diferente, Famara ofrece atardeceres realmente impresionantes, como menciona el viajero naxos , resaltando que los reflejos del sol poniente sobre las olas «sencillamente enamoran a la cámara». Aunque la playa puede ser desafiante por el viento, guanche señala que es un lugar ideal para pasear y disfrutar de la belleza natural, mientras que miguel a. cartagena añade que la zona no ha sido excesivamente urbanizada, lo que permite disfrutar de un entorno salvaje y majestuoso . Así, la Playa de Famara se convierte en un lugar que combina la esencia volcánica de Lanzarote con un encanto infinito.
Playa Blanca, por mathilde Playa Blanca, enclavada en el sur de Lanzarote, es un enclave que combina la esencia tradicional canaria con un entorno natural de belleza inigualable. Según uno de los viajeros, «Playa Blanca es un puerto pesquero que destaca por casas bajas y blancas con persianas azules.» Esta estética pintoresca se complementa con un paseo marítimo lleno de encanto , ideal para disfrutar de un helado o una copa en sus numerosas terrazas. Desde este paseo, se ofrecen vistas espectaculares hacia la isla de Fuerteventura, lo que añade un aspecto mágico al lugar.
Los viajeros destacan también la cercanía a playas impresionantes , como la famosa Playa de Papagayo, que se encuentra a solo diez minutos en coche. Un visitante menciona la facilidad para acceder a estas playas, señalando que «las vistas a Fuerteventura son impresionantes.» La ubicación de Playa Blanca la convierte en un punto estratégico para quienes desean explorar la belleza de Lanzarote y disfrutar de un ambiente cómodo y acogedor.
Con su oferta de villas y hoteles bien integrados en el paisaje, Playa Blanca se presenta como un destino ideal para unas vacaciones inolvidables, donde cada rincón aporta un toque especial a la experiencia del viajero.
Playa de El Golfo, por Carlos Sole Playa de El Golfo , ubicada en la costa occidental de Lanzarote, es un lugar que deslumbra con su belleza natural y su singularidad volcánica. Este cráter de volcán erosionado, que abre al mar en una media luna, ofrece vistas espectaculares que han dejado huella en quienes lo visitan. Según un viajero, «los colores que tengo grabados en la mente y que he intentado retratar en las fotografías parecían sacados de otro lugar», describiendo la extraordinaria mezcla de tonos rojos, verdes, negros y azules que configuran el paisaje.
Los contornos de esta playa, con su arena negra y las imponentes paredes de roca, la convierten en una experiencia visual única . Un viajero remarca que «los contrastes de colores, de aromas y formas, hacen de este privilegiado lugar uno de los más bellos que he visitado». La tranquilidad que se respira en este entorno natural, con la cercanía del pintoresco pueblo del Golfo, invita a disfrutar de largas caminatas y momentos de relajación frente al mar.
Los atardeceres en Playa de El Golfo son inolvidables, y muchos coinciden en que es el lugar perfecto para disfrutar de una bebida fresca mientras se observa el espectáculo que el sol ofrece al caer. Con su ambiente acogedor y la oferta de alojamientos cercanos, como «El Hotelito Del Golfo», este rincón de Lanzarote promete una experiencia inolvidable para quienes buscan conectar con la esencia volcánica de la isla.
Playa Las Conchas, por mateo vicens fuster Playa Las Conchas , situada en La Graciosa, es considerada un verdadero paraíso por quienes la han visitado. Sylvia Kouveli describe esta playa como «difícil de describir con palabras», destacando su arena fina llena de pequeñas conchas multicolores y sus aguas turquesas que contrastan con el paisaje crudo y volcánico. La viajera Barbie , tras un recorrido en ferry y bicicleta, resalta la «belleza de su agua azul turquesa y las vistas al peñón», enfatizando la tranquilidad que emana del lugar, lo que lo convierte en una visita obligada.
Nauzet Armas Moreno capta a la perfección la esencia de este rincón al mencionar que es una playa «sin un atisbo de la huella humana» y elogia su «arena rubia al más puro estilo caribeño». La combinación de buen tiempo y una marea favorable hace que la experiencia en Playa Las Conchas sea inolvidable, consolidando este destino como un lugar donde el encanto de la naturaleza se siente en cada rincón.
Pueblos con alma y tradiciones vivas Haría, por guanche Haría, conocido como el pueblo de las diez mil palmeras, se encuentra en el norte de Lanzarote, en un entorno privilegiado rodeado de colinas que lo protegen del viento. Este encantador pueblo destaca por sus casas blancas que contrastan con la oscura lava volcánica, creando un paisaje visualmente impresionante. Un viajero describe su llegada como “un oasis en medio de la nada”, donde la belleza del lugar es tan intensa que te transporta a otro mundo.
Los visitantes disfrutan del ambiente sencillo y armonioso de Haría, donde la vida cotidiana se desarrolla en sus pintorescas calles y plazas. Como menciona un viajero, «lo bonito es apreciar la vida cotidiana», desde los pequeños negocios hasta la iglesia y la plaza del pueblo. En verano, las fiestas se convierten en un atractivo especial, donde los bailes y la música canaria llenan el aire, creando un ambiente festivo y alegre.
Un aspecto que no se puede dejar de lado son las numerosas opciones gastronómicas que ofrece. Restaurantes como el Mesón La Frontera son altamente recomendados por quienes han tenido la oportunidad de disfrutar de su deliciosa comida, como la carne a la brasa. Además, para quienes llegan desde otros puntos de la isla, hay servicios de transporte que facilitan el acceso a este encantador rincón de Lanzarote. Sin duda, Haría es un lugar que enamora a quienes tienen la suerte de visitarlo.
Puerto del Carmen, por Idaira Jiménez Monzón Puerto del Carmen se erige como uno de los núcleos turísticos más destacados de Lanzarote, ofreciendo a los visitantes una experiencia única gracias a su combinación de naturaleza y ocio. Los viajeros destacan la belleza de sus paisajes, resaltando que «las vistas del Islote de Lobos y del norte de Fuerteventura son inigualables». Esta zona costera no solo atrae por su entorno natural, sino también por la variedad de servicios que ofrece.
Los restaurantes a su alrededor son muy valorados, con la viajera Cristina Simon Valdes afirmando que «la playa es bonita con muy buenos restaurantes a su alrededor». Este ambiente animado permite disfrutar de la gastronomía local mientras se contempla la hermosa costa.
Puerto del Carmen es el lugar perfecto para aquellos que buscan un destino donde relajarse, disfrutar de la buena comida y explorar los encantos de Lanzarote. Sin duda, es un lugar donde cada rincón invita a ser descubrierdo, tal como menciona el viajero Miguel Lopez De Haro al resaltar que la isla está «llena de rincones con encanto y con una historia que pone la piel de gallina». Este destino debe ser parte de cualquier itinerario en Lanzarote.
Arrieta, por Ángel Luis Taranilla Manjón Arrieta es una encantadora localidad situada al este de Lanzarote, famosa por su playa volcánica, que atrae a aquellos que buscan un lugar tranquilo para disfrutar del sol y el mar. Los viajeros han compartido su admiración por este destino, destacando la belleza de su paisaje. Un visitante menciona que en la playa «se puede disfrutar de preciosas vistas», lo que la convierte en un lugar ideal para relajarse y desconectar de la rutina diaria.
Además, Arrieta cuenta con la peculiaridad de albergar una construcción conocida como la casa del inglés , la cual intriga a muchos. Ángel Luis Taranilla Manjón señala que este atractivo es uno de los puntos que hacen de la localidad un lugar especial. Los viajeros se sienten atraídos no solo por sus vistas, sino también por el ambiente tranquilo y la autenticidad del lugar. Arrieta, con su esencia volcánica y su encanto infinito, se presenta como un destino que no puede faltar en la ruta por Lanzarote.
Localidad de Nazaret, por miguel a. cartagena La localidad de Nazaret, situada en el municipio de Teguise, se revela como un encantador rincón a tan solo 2 kilómetros del núcleo urbano y a 7 de Costa Teguise. Este pequeño pueblo, con aproximadamente 1000 habitantes, es conocido por sus casas blancas de estilo lanzaroteño y su estratégico emplazamiento a los pies de una montaña. Según el viajero miguel a. cartagena , «una vez en la zona más alta encontramos unas vistas impresionantes de los volcanes y del mar».
Nazaret es el lugar ideal para quienes buscan tranquilidad, alejado del bullicio turístico. Su ambiente rural ofrece alojamientos perfectos para disfrutar de una estancia en el interior montañoso. La localidad brilla especialmente al atardecer, cuando «todas las luces se encienden» y la puesta de sol transforma el horizonte al caer tras los volcanes. Uno de los principales atractivos de esta zona es Lagomar, la histórica casa que perteneció al actor Omar Sharif y que, como menciona el viajero, se «perdió en una partida de poker». En Nazaret, cada rincón cuenta con un toque de magia volcánica que seduce a todos los que la visitan.
Famara, por Simonetta Di Zanutto Famara es un encantador pueblo en el norte de Lanzarote, conocido por su ambiente auténtico y sus paisajes impresionantes. Simonetta Di Zanutto lo describe como «una aldea barrida por el viento», un lugar que conserva un aire salvaje y espartano. La única carretera asfaltada lleva a su playa, mientras que dentro del pueblo, los caminos son de arena y evocan un entorno natural casi intacto. Este rincón es famoso entre los surfistas, quienes encuentran en sus olas el escenario perfecto para practicar su deporte.
Los visitantes también pueden disfrutar de varios bares rústicos que aportan un sabor local único . Carlos Giménez Pachón destaca una experiencia culinaria en el restaurante El Sol , donde saborear una «estupenda paella» mientras se admira el espectacular paisaje es un imperdible. El encanto de Famara radica en su belleza natural, su ambiente relajado y la comunidad de surfistas que le da vida, convirtiéndolo en un destino que invita a disfrutar de la esencia volcánica de Lanzarote y su encanto infinito.
Entre cuevas, charcas y otras maravillas naturales Cueva de los Verdes, por viajesyfotografia La Cueva de los Verdes es un fascinante tubo volcánico que cautiva a los visitantes con su impresionante belleza y misterio. Este túnel, creado por la erupción del volcán Corona hace unos 5.000 años, se extiende a lo largo de aproximadamente siete kilómetros, aunque solo se puede recorrer una parte. A medida que el viajero se adentra, experimenta un refrescante cambio de temperatura que contrasta con el calor exterior, convirtiendo la visita en un agradable escape.
Los espacios interiores son realmente impresionantes, destacando un auditorio donde se celebran conciertos ocasionales. Un viajero comenta que es un «sitio al que asistir» y asegura que «no te dejará indiferente». Además, los sorprendentes efectos visuales, como la «imagen» que puede generar sensación de vértigo por su efecto espejo, sorprenden a quienes se aventuran en su interior.
La cueva también alberga curiosidades naturales, como los cangrejos albinos que habitan en ella, lo que añade un toque único a la experiencia. Otro viajero menciona que «hay un misterio» por descubrir, invitando a todos a explorar este magnífico lugar que revela las huellas del volcán. Sin duda, la Cueva de los Verdes es una visita imprescindible en Lanzarote , ofreciendo un viaje a través de la historia geológica de la isla y un lugar donde la naturaleza despliega todo su esplendor.
El charco de los Clicos, por guanche El Charco de los Clicos , también conocido como la Laguna Verde, es un impresionante lago ubicado en la isla de Lanzarote, en el sur, en la localidad de El Golfo. Este lugar es un ejemplo singular de hidrovulcanismo, donde la actividad volcánica se encuentra cercana al mar. Los viajeros destacan «el contraste entre el agua azul y la playa negra «, que lo convierte en un paisaje cautivador, rodeado por un cráter volcánico y lleno de belleza natural.
Los visitantes recomiendan explorar la laguna desde diferentes perspectivas. «Primero se recomienda ver el lago desde una altura considerable», lo que permite captar mejor la magnificencia de la escena. También apuntan que se puede acercar a la laguna, aunque es crucial recordar que «sus aguas son peligrosas y está prohibido bañarse». La libertad de acceso y los senderos que rodean la zona permiten a los viajeros disfrutar de un paseo que resalta el color verde intenso de la laguna, atribuido a ciertas algas marinas.
Al lado del lago, el mar azul y las barcas de pescadores añaden toques de color y vida a un entorno que puede parecer «un auténtico paisaje lunar». Sin duda, El Charco de los Clicos es una parada imprescindible para quienes visitan la isla, ofreciendo un rincón mágico que no decepciona.
Charco de san gines, por jose arbelaez El Charco de San Ginés es un emblemático enclave en Arrecife, la capital de Lanzarote, que invita a sumergirse en la esencia marinera de la ciudad . Este espacio natural, rodeado de casitas blancas y un ambiente relajante, se ha convertido en un lugar imprescindible para los visitantes. La viajera Kris por el mundo destaca que, aunque algunos piensen que Arrecife «no tiene mucho que ofrecer», la belleza del charco merece unas horas de exploración. Con sus barquitas flotando en las aguas, se percibe el encanto del pasado pesquero de la ciudad.
En este entorno, donde la naturaleza se encuentra con la vida urbana, el viajero José Arbelaez describe el Charco de San Ginés como «un paraíso en medio del Atlántico». Rodeado de terrazas y locales de ocio, es el sitio ideal para disfrutar de un paseo tranquilo o degustar la gastronomía local . Adicionalmente, Mistyk_Luna añade que el lugar, con sus eventos y conciertos , se transforma en un espacio mágico, convirtiéndolo en un rincón vivo y vibrante. No es solo un lugar para visitar, sino un verdadero punto de encuentro para los que buscan relajarse y disfrutar de la vida en Lanzarote.
Los Charcones, por ubay morales Los Charcones son un rincón de ensueño en el sur de Lanzarote, situado cerca de Playa Blanca. Este impresionante lugar se destaca por sus piscinas naturales, formadas por las erupciones volcánicas que han marcado la historia de la isla. Los viajeros coinciden en que el esfuerzo para llegar hasta aquí merece la pena. Uno de ellos menciona que el acceso a este mágico lugar se puede realizar «andando desde el hotel, una hora y media». Sin embargo, también es posible llegar en coche, aunque este trayecto puede hacerse algo pesado. Un viajero aconseja fijarse en «el hotel abandonado» como referencia mientras se avanza por caminos de tierra.
La tranquilidad que se respira en Los Charcones es palpable, tal como destaca un visitante que señala que es «lejos de turistas». Aquí, los bañistas disfrutan de un entorno natural que invita a la desconexión y, para quienes buscan una experiencia más liberadora, es un lugar donde se puede «practicar nudismo sin problema «. La belleza de este paraje volcánico y su atmósfera remota lo convierten en una parada imprescindible para quienes visitan Lanzarote.
Lago Verde, por antonio alcantara El Lago Verde, ubicado en Lanzarote, es una espectacular formación natural que cautiva a quienes lo visitan. Este lago, cuyo vibrante color contrasta con el profundo azul del mar, es el resultado de una singular acción de bacterias que le otorgan su tonalidad característica. La viajera Cristina Aparicio destaca que «es un lugar que transmite mucha paz y además es uno de los sitios no turísticos». Su cercanía al Golfo y a las Salinas añade un encanto adicional a la visita.
Aunque algunos viajeros, como Alberto Sánchez , mencionan que «merece la pena verlo aunque creo que ya no se puede bajar a verlo», el mirador ofrece una vista impresionante que no se debe perder. La experiencia del Lago Verde se complementa con la belleza del entorno, donde se pueden encontrar «restaurantes de pescado en el pueblo «, como menciona Alessio Roncaglio , ideal para disfrutar del sabor local tras una jornada exploratoria. Sin duda, este rincón de Lanzarote es una joya que invita a la contemplación y a la conexión con la naturaleza .
Miradores para perderse en el horizonte Mirador de Guinate, por ANADEL El Mirador de Guinate es un punto de parada esencial en Lanzarote, situado en un entorno natural que ofrece vistas espectaculares sobre el paisaje volcánico de la isla. Desde este mirador, se puede disfrutar de una «vista espléndida sobre Famara y los islotes de La Graciosa, Alegranza y Montaña Clara», tal como menciona una viajera. Es importante no confundirlo con el Mirador del Río, pues Guinate ofrece un espectáculo visual que no requiere el costo de entrada de su homólogo.
Para llegar al Mirador de Guinate, se recomienda tomar la ruta a través de Teguise, deteniéndose en Los Valles para admirar unas impresionantes panorámicas de Lanzarote. Desde Haría, conocido como el «valle de las mil palmeras», el trayecto hacia el mirador es sencillo y está bien señalizado. Una visitante destaca que «sin lugar a dudas es una parada obligada si visitas la isla», evidenciando la relevancia de este lugar en la experiencia de viaje. una vez allí, las oportunidades para capturar momentos fotográficos son abundantes, especialmente en días despejados, lo que lo convierte en un «sitio imprescindible» para los amantes de la naturaleza y la fotografía.
Mirador de Haría, por ANADEL El Mirador de Haría se sitúa en uno de los puntos más altos de Lanzarote, ofreciendo vistas espectaculares de un paisaje de ensueño. «Accediendo a este pueblo sacado de una postal, se llega a uno de los puntos más altos de la isla desde donde abajo se divisa el municipio compuesto por casas blancas y palmeras», comparte una viajera. Este mirador permite contemplar la belleza de la región, caracterizada por un microclima que ha favorecido el desarrollo de una vegetación exuberante y una flora autóctona poco común.
Al estar a 670 metros sobre el nivel del mar, desde el Mirador de Haría se observa el impresionante paisaje de las Peñas del Chache. «Sobre una de las laderas se puede apreciar el parque eólico que abastece a la isla de electricidad», menciona otro viajero, subrayando la armonía entre naturaleza y sostenibilidad en la isla. La vista de los Valles, considerados la región más fértil de Lanzarote , salpicados de casas de campesinos y cultivadas en terrazas, contribuye a la magia del lugar. Las distintas paradas que invitan a disfrutar de la tranquilidad hacen de este mirador un destino que no se puede dejar de visitar en Lanzarote.
Sabores y tradiciones enológicas La Geria, por lucrecia bertrand La Geria es una de las joyas ocultas de Lanzarote, una región vinícola que sorprende a quienes la visitan con su singular belleza y técnicas de cultivo innovadoras . Aquí se puede apreciar un paisaje agrario único , donde las vides se cultivan en hoyos en forma de cráter, rodeados de picón volcánico que ayuda a conservar la humedad. Según el viajero guanche , «la Geria es una parte del interior de Lanzarote, que es menos turística que la costa» y donde se respira un ambiente tradicional , ideal para disfrutar de fiestas locales durante el verano.
El cultivo de la vid en estas tierras áridas se realiza de manera excepcional, como señala la viajera Enma , quien describe el proceso como una «forma muy especial de viticultura» que permite la adaptación de las plantas a un entorno desafiante. Las pequeñas paredes de piedra que protegen cada planta del viento son un símbolo del ingenio local.
A lo largo de La Geria, los visitantes tienen la oportunidad de degustar el vino de Malvasía, un producto de calidad que se ha ganado un lugar destacado en el panorama vinícola. La viajera Barbie destaca que «merece la pena recorrer el camino en el que además te encuentras bodegas con rutas guiadas y degustaciones a buen precio». Sin duda, un viaje a La Geria es una experiencia que combina el gusto por la naturaleza, la cultura y la tradición vitivinícola de la isla.
Bodegas El Grifo, por guanche Bodegas El Grifo , una de las más reconocidas de Canarias, se sitúa en la emblemática región de la Geria, cerca del pueblo de Masdache. Este lugar icono de la viticultura en Lanzarote presenta un atractivo singular: un paisaje de viñas protegidas por piedras que luchan contra el viento en un entorno volcánico. Según un viajero, «las bodegas El Grifo son unas de las más famosas y más reconocidas de las Canarias». La visita es enriquecedora, ya que cuenta con un museo del vino que narra la historia de la bodega desde su fundación en 1775. Un viajero menciona: «tiene un museo donde explican su evolución desde su creación», al que se accede a pie durante visitas guiadas o autónomas.
Los visitantes pueden degustar sus vinos, y muchos recomiendan el malvasía seco , calificado por un entusiasta como «de los mejores que he probado de esa variedad». La bodega atrae a unos 60000 visitantes al año. Sin duda, Bodegas El Grifo es un destino imperdible para los amantes del vino, donde cada botella llevada es un recuerdo que se comparte en buena compañía.
Bodega Stratvs, por Pedro Jareño En la encantadora región de La Geria, donde la tradición vitivinícola de Lanzarote cobra vida, se encuentra Bodega Stratvs , un lugar que sorprende por su diseño moderno y su enfoque en la producción de vino único. Al ingresar, los visitantes son recibidos por «impresionantes lamparones de diseño antiguo que iluminan toda la zona de los depósitos», lo que establece un ambiente acogedor y cautivador. La visita guiada permite a los viajeros conocer el proceso de elaboración del vino mientras disfrutan de «interesantes vistas de depósitos hechos en madera que aún se utilizan».
La experiencia no termina con el recorrido, ya que la bodega cuenta con una tienda donde se pueden adquirir vinos propios y otros productos locales. Los viajeros destacan la posibilidad de relajarse en la terraza disfrutando de un «vino blanco fresquito «, lo que transforma una simple visita en un momento memorable. A pesar de que algunos visitantes lamentan no poder quedase a probar la comida de sus restaurantes, los platos que se sirven parecen irresistibles. Bodega Stratvs no solo representa una oportunidad de deleitar el paladar , sino que también es un reflejo del encanto y la innovación en el mundo del vino en Lanzarote.
Islas y parajes que parecen de otro mundo Isla de La Graciosa, por Roberto Carlos Caraballo Morales La isla de La Graciosa es un destino cautivador que pertenece al archipiélago Chinijo , situado al norte de Lanzarote. Esta pequeña isla, de solo 30 kilómetros cuadrados, es conocida por sus paisajes vírgenes y su ambiente tranquilo. La llegada es sencilla, tomando un catamarán desde Órzola , que ofrece vistas espectaculares durante un trayecto de aproximadamente 20 minutos. El viajero Pedro Jareño destaca que, aunque el mar puede estar revuelto, la experiencia vale la pena: “Aún así, está bien montado, te acercan en zodiac a una cueva, te dan un aperitivo… Una excursión recomendable”.
El pueblo principal, Caleta de Sebo , cuenta con bares, cafés y una atmósfera acogedora. La zona es ideal para recorrer a pie o en jeep, como menciona Maday Domínguez , quien expresa su admiración por la belleza del lugar: “No es necesario viajar al Caribe para ver playas paradisíacas. Ésto es un remanso de paz, calma, tierras vírgenes y playas por descubrir”. La Graciosa, con sus playas de arena blanca y aguas turquesas, invita a disfrutar de la naturaleza en su máxima expresión, convirtiendo cada visita en una experiencia inolvidable .
Isla de Alegranza, por chalo La Isla de Alegranza , situada en el Archipiélago Chinijo al norte de Lanzarote, es un destino que deslumbra a los viajeros por su belleza natural y su singular fauna. chalo describe este islote como «un lugar donde la tranquilidad y el silencio son tus mejores compañeros», lo que lo convierte en un refugio ideal para quienes disfrutan de caminar y explorar. Sus playas de arena roja y calas rocosas son perfectas para un baño reparador, destacando la variedad de especies marinas que habitan sus aguas.
El acceso a la isla requiere permiso, un trámite que se puede gestionar respetando el medio ambiente, algo que los visitantes deben tener en cuenta. Según Chalo, “hay que pedir permiso a sus dueños que sin duda te lo darán siempre que tú respetes el medio ambiente de la isla”. La isla también alberga un faro histórico que fue, en su momento, la escuela de las pocas familias que allí residían.
Rayco Suarez menciona que «Alegranza es uno de los islotes del Archipiélago Chinijo», lo que subraya su importancia ecológica. A lo largo de la visita, los viajeros pueden explorar la caldera, el faro y la casa de la familia Jordán, guiados por Kike Jordán, un descendiente de los antiguos habitantes de la isla. Esta inmersión en la historia local permite apreciar cómo “con poco también se puede ser muy feliz”, revelando así el encanto infinito de Alegranza.
Teguise, por A-LO-BAR Teguise, la antigua capital de Lanzarote, es un lugar donde el tiempo parece detenerse, invitando a los viajeros a perderse en sus encantadoras calles empedradas y plazas llenas de historia. Según un viajero, «la antigua capital de Lanzarote… el centro de una isla de ensueño», sugiere que recorrer sus callejuelas es un deleite arquitectónico y cultural. Las iglesias y conventos que adornan la zona otorgan un carisma medieval único , ideal para pasear, comprar y degustar la gastronomía local en sus acogedores restaurantes.
Los domingos, el mercadillo de Teguise abre sus puertas, siendo el más destacado de la isla en tamaño y calidad. eva delgado recomienda no visitar el pueblo ese día para disfrutar de un entorno más tranquilo, aunque el mercadillo es una experiencia ineludible para quienes buscan «hacer buenas compras». Desde el castillo de Santa Bárbara, que se alza como una atalaya sobre la isla, los visitantes pueden contemplar impresionantes vistas de 360 grados , desde los volcanes hasta el archipiélago Chinijo. Vivir en Teguise, como sugiere A-LO-BAR , es una tentación que invita a disfrutar de la esencia volcánica de Lanzarote .
Lanzarote se presenta como un destino que enamora a cada paso, fusionando su belleza volcánica con un encanto inigualable. Desde sus impresionantes reservas naturales hasta sus playas vírgenes y la rica historia cultural que respira en cada rincón, la isla ofrece experiencias únicas. Descubrir sus paisajes y tradiciones resulta fundamental para entender la esencia que la hace verdaderamente especial. Cada visita deja una huella imborrable.