El pulso histórico de Odessa junto al mar Negro
Escaleras Potemkin, por Luca Tocco Las escaleras Potemkin son un ícono indiscutible de Odesa, un lugar que conecta el centro de la ciudad con el puerto. Con 192 peldaños y una longitud de 142 metros, su imponente estructura ha sido reconocida como una de las más bellas de Europa. Estas escaleras, construidas en 1825 por el arquitecto italiano Francesco Boffo, han dejado una huella en la historia del cine gracias a la famosa escena de «El acorazado Potemkin», donde se dramatiza un ataque militar que se hizo icónico por su perspectiva visual.
Los viajeros quedan maravillados con su grandeza. Una visitante, alicia cañas fernández , expresa su entusiasmo al decir que «no me extraña que sea la escalera más famosa de Europa», reflejando la impresión que causa al verla «in situ». Por su parte, Luca Tocco menciona cómo han sido retratadas en películas rusas, lo que aumenta su fama y reconocimiento. Estas escaleras no solo son un punto de acceso, sino también un símbolo de la identidad cultural de Odesa, donde la historia y el arte se entrelazan en un escenario memorable. Caminando por ellas, se siente la grandeza de un lugar que ha inspirado a tantos a lo largo de los años.
El Monumento al duque de Richelieu en Odesa es una impresionante estatua de bronce que rinde homenaje a Armand Emmanuel du Plessis, reconocido por su contribución al desarrollo de la ciudad. Esta escultura destaca en la ciudad y está estratégicamente orientada hacia el mar, justo en frente de la emblemática Escalera Potemkin . La figura de Richelieu, gobernador de Odesa desde 1803, simboliza la transformación de la ciudad en un importante puerto comercial bajo su mandato.
Un viajero comparte que este monumento «ofrece una bonita vista», lo que lo convierte en un lugar ideal para recuperar energía mientras se disfruta del entorno. La dedicación de la población local a su figura es notable; tras su muerte en 1822, se inició una recaudación de fondos para erigir la estatua como muestra de agradecimiento por su legado. El Monumento al duque de Richelieu se presenta como un punto de interés esencial para cualquier visitante que busque comprender la historia y el desarrollo de Odesa.
Puerto de Odessa, por Las sandalias de Ulises El puerto de Odesa es un lugar que ofrece una visión fascinante de la historia y la identidad de la ciudad . Fundado en 1794 por un decreto de Catalina la Grande, ha sido la principal puerta marítima del Imperio Ruso por su parte sur. Aunque ha evolucionado a lo largo de los siglos, su esencia permanece intacta. Un viajero menciona que «nunca deja de ser impresionante ver todo lo que ha representado para la región» y destaca su significado histórico y cultural .
Entre sus puntos de interés, se encuentra la emotiva escultura de una mujer y un niño que despiden a los pescadores, una imagen que «acompaña a los visitantes con sonidos de barcos y voces, creando una atmósfera única «. Este puerto, mayoritariamente industrial, también alberga una iglesia ortodoxa, lo que añade una capa espiritual a su recorrido. A pesar de su funcionalidad, es «imprescindible para cualquier visitante» que desee comprender el carácter de Odesa , ya que su historia está inextricablemente ligada a este emblemático lugar.
Asombros y sorpresas en el corazón de la ciudad
El Monumento a la Naranja es una escultura emblemática de Odesa , que conmemora un evento histórico singular: la donación de 3000 naranjas frescas al emperador ruso Pablo I desde San Petersburgo. Este monumento fue inaugurado el 4 de septiembre de 2004, coincidiendo con el aniversario de la fundación de la ciudad. La estructura representa una gran naranja, con una parte de su piel pelada y algunas rodajas visibles, todo ello montado sobre un carro tirado por tres caballos, lo que añade un toque de dinamismo a la obra.
Los viajeros destacan su atractivo visual y la historia que representa. Un viajero menciona que el monumento «es un lugar excelente para tomar fotos y disfrutar de un momento cultural». Además, uno de ellos señala que «es impresionante cómo un simple fruto puede simbolizar un evento tan significativo en la historia local».
La combinación de su diseño y la historia que evoca lo convierten en un rincón imprescindible para visitar en Odesa , atrayendo a turistas que buscan comprender mejor la cultura de la ciudad.
Prut, por Iuliana Covaliu El Prut es un hermoso río que se extiende a lo largo de 953 kilómetros, fluyendo desde las laderas del Monte Hoverla en los Cárpatos hasta su desembocadura en el Danubio, cerca de Giurgiuleşti. Este afluente no solo es un recurso natural importante, sino también un hito histórico, ya que su curso forma parte de la frontera entre Rumanía y Moldavia durante 711 kilómetros. La importancia del Prut se resalta con la mención de Chernivtsi, la ciudad más destacada a lo largo de sus orillas.
Un viajero señala que «el Prut es más que un simple río, es un símbolo de la belleza natural de la región y un vínculo entre dos culturas.» Otro visitante añade que «las vistas a lo largo de su recorrido son impresionantes, especialmente alrededor de los Cárpatos», lo que hace de este lugar un destino ideal para los amantes de la naturaleza. Disfrutar de un paseo por sus riberas permite a los viajeros conectar tanto con la historia como con el entorno natural, haciendo del Prut un rincón imprescindible en Odesa.
Viajeros recomiendan Odessa Odesa es un destino cautivador que ofrece una experiencia única a quienes la visitan. Con su ambiente relajado y atractivo, esta ciudad destaca por ser «un lugar muy bonito y tranquilo», como menciona una viajera. Sus calles y plazas invitan a pasear, disfrutar del paisaje y sumergirse en la cultura local.
Los viajeros no solo se maravillan con la belleza de sus edificios y el encanto de sus rincones, sino que también aprecian la calidez de su atmósfera. Una visitante destaca la tranquilidad reinante, lo que permite disfrutar cada momento sin el agobio de las grandes ciudades. Este equilibrio entre urbanismo y serenidad hace de Odesa un lugar ideal para desconectar y explorar.
Además, Odesa cuenta con una rica oferta cultural, desde teatros hasta museos, que atrapan la atención de los que buscan conocer más sobre su historia. La mezcla de influencias arquitectónicas y la vibrante vida callejera crean un escenario perfecto para un viaje memorable. Odesa no solo es una ciudad, sino una experiencia que invita a ser vivida.
Sitios que ver cerca de Odessa
La Fortaleza Étienne de Moldavie , ubicada a un corto trayecto de Odesa, es un impresionante vestigio histórico que data de la antigüedad. Esta fortaleza, situada en el Dniéster limán, fue inicialmente conocida como Tyras durante el reinado de Burebista. Iuliana Covaliu destaca que «la fortaleza blanca es el edificio más grande y mejor fortificado de Moldova medieval», lo que resalta su importancia arquitectónica y estratégica . A lo largo del tiempo, fue fortificada por Alejandro I en 1421 y posteriormente por Esteban el Grande, quien realizó cuidadosas reconstrucciones del sistema de fortificación.
Los viajeros que visitan este monumento arquitectónico lo describen como un símbolo antiguo que «imprime su tamaño y su expresividad». La espléndida estructura, que también fue conocida como Akkerman, refleja la rica historia de la región y ofrece una mirada profunda a su pasado como importante bastión defensivo . Sin dudas, la Fortaleza Étienne de Moldavie es una parada obligatoria para aquellos que deseen explorar los rincones cercanos a Odesa.
Odesa, con su rica historia y vibrante cultura, ofrece un sinfín de experiencias para el viajero curioso. Desde los imponentes monumentos que relatan su legado hasta el bullicioso puerto que ha sido testigo de innumerables historias, cada rincón invita a ser explorado. Al descubrir estos lugares emblemáticos, se entiende mejor la esencia de esta joya ucraniana y el magnetismo que ejerce sobre quienes la visitan.