Excursiones a los castillos de Baviera desde Múnich Explorar los castillos de Baviera desde Múnich es una experiencia inolvidable que transporta a los visitantes a la era de los reyes. El castillo de Neuschwanstein , con su paisaje de ensueño, es el más emblemático y sirvió de inspiración para Disney. Muy cerca se encuentra el castillo de Hohenschwangau, residencia de la infancia de Luis II. El Palacio de Linderhof , más pequeño pero igualmente impresionante, brilla por su deslumbrante jardín. La abadía de Ettal , famosa por su cervecería y arquitectura barroca, es un lugar de paz y belleza. Para un toque histórico, el campo de concentración de Dachau ofrece un vistazo reflexivo a la historia de Alemania. Rothenburg ob der Tauber , uno de los más bellos pueblos medievales de Baviera, deslumbra por sus calles empedradas y edificios de época. Además, el Palacio de Herrenchiemsee, inspirado en Versalles, destaca por su grandeza. Los amantes de la naturaleza disfrutarán de la garganta de Partnach y el Nido del Águila, un antiguo refugio de montaña con vistas espectaculares. Estas excursiones revelan la rica historia y cultura de Baviera, haciendo de Múnich un excelente punto de partida para fascinantes aventuras.
El Castillo de Neuschwanstein , ubicado en la localidad de Schwangau, es un monumento de cuento de hadas que fascina a miles de viajeros cada año . Construido por el rey Luis II en 1866, su diseño es una mezcla de fantasía e historia, siendo uno de los castillos más emblemáticos del mundo. El viajero malclown destaca que "el castillo fue levantado como residencia idílica ", y destaca su decoración inspirada en las óperas de Richard Wagner, con estancias que evocan magistralmente la obra del compositor.
La naturaleza que rodea el castillo es igualmente impresionante. La viajera Elisa menciona que "las montañas altísimas repletas de vegetación " crean un entorno mágico, con un paisaje que cambia con las estaciones, desde el verde vibrante de la primavera hasta el blanco inmaculado del invierno. También sugiere visitar el encantador pueblo de Füssen, ideal para tomar un bus hacia el castillo y disfrutar de sus vistas.
Pedro Jareño apunta que "las mejores vistas se alcanzan desde abajo", recomendando no perderse la oportunidad de explorar los caminos que llevan al castillo y disfrutar de un picnic junto al lago cercano, donde la arquitectura se refleja en el agua. La experiencia se complementa con el consejo de Beatriz Ruiz Matías , quien sugiere contratar un tour guiado para descubrir la fascinante historia del rey y su creación, proporcionando así un viaje inolvidable a través del mágico mundo de Neuschwanstein.
El Palacio de Linderhof , situado cerca de Ettal y Oberammergau, es una de las joyas de Baviera y el único castillo que Ludwig II de Baviera llegó a habitar. Este pequeño palacio, construido entre 1874 y 1878 en estilo rococó , es a menudo llamado el "pequeño Versalles" debido a sus claras influencias del famoso palacio francés. La viajera Raquel Rey destaca que, detrás de su fachada adornada, "el interior es un verdadero alarde de ostentación: espejos brillantes, oro resplandeciente y cortinajes lujosos". Al recorrerlo, los visitantes pueden sumergirse en la época de esplendor del Rey Sol.
Linderhof no solo impresiona por su arquitectura, también lo hace su entorno natural. Rodeado de jardines de estilo barroco , italiano e inglés, cuenta con elementos mágicos como un lago artificial y una cueva de Venus , donde Ludwig II disfrutaba de momentos de tranquilidad. Según Nicolás Martín Acosta , "recomiendo pararse en la sala de los tapices, ya que merece la pena realmente". Las visitas guiadas, disponibles en varios idiomas, son la única manera de acceder al interior y son altamente recomendadas para conocer las curiosidades y la historia del palacio . Sin duda, Linderhof es una visita obligada para quienes exploran Baviera.
Enclavada en un hermoso valle entre Garmisch-Partenkirchen y Oberammergau, la Abadía de Ettal se erige a 900 metros de altura como un magnífico ejemplo del estilo barroco-rococó . La viajera Raquel Rey describe su exterior como "magnífico" y resalta lo impresionante del entorno alpino que la rodea. Al ingresar, la inmensa cúpula de la abadía llama la atención, con un cielo idealizado que representa a Jesucristo, la Virgen María y los Padres de la Iglesia.
Construida en 1330 por orden del emperador Luis de Baviera, la abadía tiene su origen en una promesa, siendo la imagen de la Virgen de Ettal , traída de Pisa, la protagonista que atrajo a los peregrinos a este lugar sagrado. La iglesia fue completada en 1370, pero sufrió un devastador incendio en 1744, siendo reconstruida en el siglo XVIII en su esplendor barroco actual. La viajera también menciona que "la Abadía de Ettal es una de las más hermosas de Alemania", convirtiéndose en un popular destino turístico y parte de una ruta rococó que atraviesa el país. Sin duda, es una parada obligatoria para aquellos que exploran Baviera.
El Campo de Concentración de Dachau , ubicado a escasa distancia de Múnich, es un lugar de profunda carga histórica y emocional . Los viajeros que han visitado este sitio conmovedor destacan la seriedad y el impacto que genera. Virtu señala que la opción de alquilar un audioguía por un módico precio puede enriquecer la experiencia, ya que ofrece relatos de sobrevivientes que añaden contexto a la historia del campo. “En fin también hay salas más truculentas todavía si cabe”, menciona, reflejando la gravedad del recinto.
jamborree comparte su experiencia de acceso sencillo en transporte público y menciona que la entrada es gratuita. Al ingresar, los visitantes se encuentran con la frase “el trabajo os hace libres” en la puerta, que les recuerda la brutal realidad del lugar. Este viajero apunta que “la verdad impacta”, al observar las instalaciones donde se encarcelaba a los prisioneros y el atrociado legado del crematorio.
Laritza Fernández también destaca la importancia de entender el contexto histórico del lugar, mencionando que “es una visita obligatoria si se va a Múnich”. Muchos coincidieron en que la atmósfera del campo es escalofriante y la historia de sufrimiento que encierra provoca una reflexión profunda sobre los horrores del pasado. Con historias que siguen resonando, Dachau se presenta como un testimonio vital de la memoria histórica .
5. Rothenburg ob der Tauber Rothenburg ob der Tauber es un destino encantador que evoca la magia de la época medieval. Como lo mencionó el viajero Somos4porelmundo , el centro histórico es una "joya medieval con calles adoquinadas " y una bien conservada muralla que ofrece vistas impresionantes del valle del Tauber desde sus 12 torres. La Plaza del Mercado , donde se encuentra el Ayuntamiento y la Taberna de los Concejales, es un punto clave en la visita. Aquí, el carrillón recrea la leyenda del alcalde Nusch, quien salvó la ciudad en una memorable prueba de resistencia al vino.
La viajera Lorena84 también destaca la experiencia única que ofrece Rothenburg al decir que "conocer Rothenburg ob der Tauber es como hacer un viaje en el tiempo". Esta ciudad, rodeada de murallas, alberga iglesias góticas y encantadoras casas medievales. No olvides visitar el Museo de Navidad de Käthe Wohlfahrt , donde la magia navideña se vive todo el año, un atractivo que, según mikel pinto , no debes perderte. Rothenburg ob der Tauber es una ciudad que garantiza una hermosa experiencia de viajero, llena de historia y encanto.
El Palacio de Herrenchiemsee , ubicado en la isla de Herreninsel en el lago Chiemsee, es uno de los monumentos más impresionantes de Baviera, construido por el enigmático rey Luis II . Aunque menos conocido que Neuschwanstein, se erige como un homenaje al majestuoso Palacio de Versalles, reflejando la admiración del rey por Luis XIV de Francia. Según una viajera, "el Schloss Herrenchiemsee está inspirado en el Palacio de Versalles" y destaca su belleza con más de setenta habitaciones, aunque muchas de ellas nunca fueron finalizadas debido a los problemas económicos del monarca.
Los visitantes también se sienten deslumbrados por la opulencia interior . Un viajero menciona que "los frescos son solo una parte de la opulencia decorativa" presente en el palacio y destaca la "sala de los espejos" que es "hermosa y más larga que la de Versalles". El entorno, que incluye jardines majestuosos , se convierte en un espacio ideal para disfrutar de vistas panorámicas y un paseo relajante. Con su historia fascinante y su impresionante arquitectura, el Palacio de Herrenchiemsee es una excursión imperdible para quienes exploran la esencia de Baviera.
El Nido del Águila , conocido como Kehlsteinhaus, se alza sobre las majestuosas laderas de los Alpes, cerca de Berchtesgaden, y es un sitio cargado de historia. Este edificio, que originalmente fue un regalo de Martin Bormann a Hitler en su 50 cumpleaños, se ha convertido en un atractivo turístico que ofrece unas vistas espectaculares . Maria Cruz Díaz Antunes-Barradas destaca que "la casa está construida justo en la cresta de la montaña" y que disfrutar de los paseos en sus alrededores es “imprescindible” para apreciar la belleza del paisaje.
El acceso al Nido del Águila es una experiencia en sí misma. Jesús Pérez Cantón describe el trayecto como "una obra maestra de ingeniería ", donde los visitantes deben tomar un autobús que serpentea por caminos estrechos y atraviesa túneles antes de llegar al ascensor excavado en la roca . Este ascensor, que hace eco de la arquitectura de la época, lleva a los turistas hasta una terraza con vistas inigualables. Hoy en día, el edificio funciona como restaurante, aunque conserva su aura histórica. Benito Martín menciona que el lugar “hoy en día se utiliza como restaurante para la gente que se acerca a visitarla”, ofreciendo así una manera de disfrutar no solo de la vista, sino también de la gastronomía local.
Los viajeros son testigos de un lugar que no solo ofrece belleza natural, sino también una conexión palpable con el pasado, con historias de la Segunda Guerra Mundial entrelazadas en su trama. Alvaro Poveda Gran menciona que "todo la zona quedó destrozada a excepción de este lugar", lo que añade un peso histórico a la visita. En total, el Nido del Águila se presenta como un destino imperdible para aquellos que buscan explorar la esencia de Baviera y sus intrincadas historias.
La garganta de Partnach , situada en Garmisch-Partenkirchen, es una de las maravillas naturales que no te puedes perder al explorar Baviera. Este impresionante desfiladero, con paredes que alcanzan casi los 80 metros de altura, ofrece un recorrido de aproximadamente un kilómetro que sorprende a cada paso. Rocio80 destaca la experiencia única de "caminar por el interior de un desfiladero acompañado del ensordecedor ruido del río", lo que añade un toque especial a la visita. El acceso no es complicado; se puede aparcar en Garmisch y realizar una caminata de 45 a 60 minutos hasta la entrada. No olvides llevar un chubasquero o paraguas, ya que el entorno puede ser bastante húmedo.
La viajera Patricia Nebot resalta que "sin duda hay que visitarlo también en invierno", lo que revela la belleza del lugar en cualquier temporada. Al final de la garganta, te espera un valle que realmente merece la pena explorar. La combinación de rutas naturales y paisajes impresionantes hace de la garganta de Partnach un destino imperdible durante tu estancia en Baviera.
El Castillo de Hohenschwangau , conocido como el castillo del Gran Condado del Cisne, se erige en la pintoresca localidad de Schwangau, cerca de Füssen. Esta joya de estilo neogótico fue residencia de infancia del Rey Luis II de Baviera y se construyó sobre las ruinas de una fortaleza medieval del siglo XII. Según Raquel Rey , "Hohenschwangau es un castillo de muros amarillos y formas delicadas" que refleja la belleza del entorno natural que lo rodea.
Aunque a menudo se pasa por alto en comparación con el célebre Neuschwanstein, muchos viajeros, como Carlos Alvarez , destacan su particular encanto: "no se debe ver uno sin el otro. Los dos forman un conjunto único e histórico de riqueza y naturaleza espectaculares". La visita al castillo, que dura alrededor de 30 minutos, se realiza en grupos guiados, aunque algunos visitantes, como Fran Bellini , sugieren que "no recomiendo entrar" ya que lo verdaderamente impactante es el paisaje, disfrutando de la vista del castillo en la profunda Baviera.
El Castillo de Hohenschwangau comparte su encanto con unas vistas inigualables y es una parada obligada para quienes deseen conocer la historia de la realeza bávara mientras se sumergen en un entorno natural digno de un cuento de hadas .
Cada rincón de Baviera alberga historias y paisajes que merecen ser descubiertos. Desde el romántico castillo de Neuschwanstein hasta el histórico campo de concentración de Dachau, la diversidad de excursiones ofrece un viaje inolvidable. Múnich es el punto de partida ideal para adentrarse en esta rica cultura y naturaleza, invitando a los viajeros a explorar la majestuosidad de la región.