Consejos para disfrutar de los mejores pinchos en la Calle Laurel de Logroño Para disfrutar de los mejores pinchos en la Calle Laurel , es recomendable empezar temprano, ya que muchos locales suelen llenarse más tarde. Al recorrer, no dudes en preguntar al personal sobre sus especialidades; ellos te guiarán hacia los platos más emblemáticos . Combina tus pinchos con vinos de la región , como el vino tinto de Rioja, que marida a la perfección con casi cualquier elección. Por último, mantén una actitud abierta y prueba diferentes bares para descubrir la variedad que esta famosa calle ofrece.
Bar Donosti, por Analía Plaza
El Bar Donosti , ubicado en la Calle Laurel de Logroño , se ha ganado un lugar especial en el corazón de los amantes de los pinchos. Los viajeros destacan su famosa especialidad, el embuchado, un platillo que ha generado más de un vicio entre quienes lo prueban. Como menciona Ignacio Izquierdo , es uno de sus “vicios” obligados en la zona. Ainara Garcia recomienda cautela con la salsa de este pincho, que “pica un montón”, asegurando que hay que disfrutarlo sin prejuicios.
La creatividad en los pinchos es otra de las virtudes del bar. Analía Plaza resalta la fusión entre lo dulce y lo salado, destacando la tosta de boletus con jamón , así como el queso de cabra con confitura de manzana y nueces, que ella describe como “dos sabores que juntos = deleite”. Eva LG coincide en que el montadito de foie es “difícil de superar”, pero también menciona que el embuchado es espectacular.
Una mención especial merece la inclusión de opciones para celíacos , una iniciativa que Liliana Rancel valora muy positivamente al probar la tosta de queso de cabra y un cojonudo. Con esta variedad de pinchos y su atención al detalle, el Bar Donosti se reafirma como un favorito en la Calle Laurel para quienes buscan disfrutar de la gastronomía logroñesa en un ambiente acogedor.
Bar Soriano, por raul
En la Calle Laurel de Logroño , el Bar Soriano se destaca como un lugar de referencia para quienes buscan disfrutar de una experiencia culinaria auténtica . Este pequeño y acogedor bar es famoso por su pincho estrella : una deliciosa torre de champiñones a la plancha, coronada con una gamba. Como dice una viajera, "el champiñón es el rey". Por solo 1,70 euros, incluyendo vino, muchos viajeros coinciden en que "no se puede pedir más".
A pesar de su tamaño reducido y un ambiente algo cutre, su popularidad nunca flaquea. JAVI , un visitante habitual, comenta que siempre que pasa por Logroño, el Soriano se convierte en una "parada obligada ", resaltando su rapidez y el buen ambiente que se vive dentro. La frescura de los champiñones, que hace que "te chuparás los dedos", es una constante en las recomendaciones.
Verónica advierte con humor sobre la necesidad de no quemarse al disfrutarlos, lo que demuestra la pasión que este pincho genera entre los comensales. Con cada bocado, el Bar Soriano se consolida como un imprescindible en la ruta gastronómica de la Calle Laurel .
Juan y Pinchamé, por Analía Plaza
En el corazón de la Calle Laurel de Logroño se encuentra Juan y Pinchamé, una pequeña taberna que ha logrado conquistar a los amantes de los pinchos. Su especialidad estrella es la brocheta de langostinos y piña, una combinación sorprendente que ha recibido elogios de los viajeros. Analía Plaza describe esta tapa como "una idea muy bien resuelta y servida", destacando que está excepcionalmente acompañada de un toque de sal y un chorrito de aceite de oliva. Esta propuesta gastronómica se aleja de las típicas combinaciones que se encuentran en otros lugares, lo que la convierte en una opción única.
Lidia Ribas también se suma a las recomendaciones: "El pincho de piña y langostinos está muy bueno. Lo recomiendo". Aunque Juan y Pinchamé puede parecer pequeño y sin pretensiones decorativas, su atención al detalle y la calidad de sus productos hacen que cada visita sea memorable. Con precios accesibles, 2,30 € por pincho y 0,70 € por un corto, se consolida como uno de los mejores lugares para disfrutar de un aperitivo en la zona, según la opinión de concha Arribas , quien señala que es "uno de los muchos bares de la Calle Laurel de buenos aperitivos". Sin duda, Juan y Pinchamé es un destino imperdible para quienes buscan sabores auténticos en Logroño .
Blanco y Negro, por Sonia
Blanco y Negro , ubicado en Logroño, se ha consolidado como un sitio imperdible para los amantes de los pinchos . La atmósfera que se respira en este bar es cautivadora; tal como lo menciona una viajera, "el típico sitio al que apetece entrar". Con su encantadora fachada adornada con flores de temporada, invita a pasar y disfrutar de una experiencia gastronómica única .
La variedad de pinchos, recomendados por numerosos comensales, destaca en su carta. "Merece la pena comerse todos los pinchos", asegura una viajera, quien alabó la exquisitez del matrimonio de anchoa y boquerón , así como las innovadoras bruschettas de jamón , queso de cabra y mermelada de frambuesa. Además, los bocatitas y el bacalao despiertan el interés de los visitantes, que no dudan en hacer múltiples visitas para degustar más delicias.
El ambiente de Blanco y Negro es una fusión de lo tradicional y lo moderno . La decoración con vidrieras y esculturas crea un entorno acogedor y atractivo para todo tipo de público. Los viajantes también destacan la atención personalizada del personal , que no solo recomienda vino de diversas variedades, sino que también planifica itinerarios para quienes desean explorar Logroño.
Sin duda, Blanco y Negro se presenta como un lugar que invita a saborear lo mejor de la gastronomía riojana, contribuyendo a la esencia alegre y accesible de esta región.
Bar Lorenzo Tio Agus, por Analía Plaza
Bar Lorenzo Tio Agus , o simplemente Tío Agus, es un punto de encuentro esencial en la Calle Laurel de Logroño , famoso por su emblemático montadito . Tal como describe Analía Plaza , este pequeño bocadillo se compone de pincho moruno acompañado de una salsa verde secreta , elaborada por la abuela Damiana con una misteriosa mezcla de al menos 30 especias. La viajera lo describe como "increíble", destacando que es un must en cualquier ruta de pinchos por la zona.
El ambiente del bar es acogedor y moderno, con una decoración en tonos oscuros que invita a disfrutar de su oferta. Ignacio Izquierdo menciona que "en la Calle Laurel, cada local tiene su especialidad", y en Tío Agus, la de ellos no desluce en comparación con la competencia. Este bocadillo, aunque algo aceitoso, resulta ser un acompañante perfecto para un buen vino tinto.
Las opiniones de otros visitantes como Xipo Enelmundoperdido y Liliana Rancel también resaltan la calidad de la tapa, describiéndola como "riquísima" y una experiencia de picoteo que no hay que perderse. Tío Agus se presenta como una parada imprescindible para degustar lo mejor de la cultura del pincho logroñesa .
Mesón Cid, por Analía Plaza
En el corazón de la Calle Laurel , el Mesón Cid se alza como un punto de encuentro para los amantes de los pinchos en Logroño. Con su ambiente tradicional, este mesón es fácilmente reconocible por su encanto y la constante afluencia de comensales. Según Analía Plaza , aquí "las setas a la plancha son el plato típico" que no debes perderte. Estas setas se ofrecen en varias presentaciones, y el pincho, “con dos señoras setas entre panecillos y servidas con una salsa que solo conoce la abuela ”, destaca por su sabor auténtico y su textura consistente. La salsa, que "no anula el sabor de la seta", ha sorprendido a muchos, convirtiéndose en un complemento perfecto.
Pablo E. Moreno, por su parte, refuerza esta opinión al afirmarse que, a pesar de la sencillez del lugar, la seta cultivada a la plancha es "buenísima". La calidad de estos pinchos, sumada al ambiente acogedor que se va llenando a medida que avanza la tarde, hace del Mesón Cid una parada imprescindible en la Calle Laurel. Luz María Garrido también añade que las setas son absolutamente "estupendas" y la salsa es "insuperable", testimonio de la dedicación que reside en cada bocado. Sin duda, el Mesón Cid es un lugar donde la tradición y la calidad se dan la mano, creando una experiencia inolvidable .
Jamonero Pata Negra, por Analía Plaza
En el corazón de la Calle Laurel en Logroño , "Jamonero Pata Negra " se presenta como un destino indispensable para los amantes de los pinchos. La viajera Analía Plaza destaca su famoso bocatita de jamón serrano y queso de tetilla, servido caliente con el jamón crujiente y el queso derretido, describiéndolo como un manjar que a menudo forma parte de la 'senda de los elefantes '. Aunque algunos lo consideran un poco más caro, su calidad compensa el precio.
El ambiente del local es amplio y acogedor, ideal para grupos, y con una carta que ofrece una variedad considerable. Según Eduardo Landaluce , los bocadillitos son perfectos para acompañar con vino o cañita, lo que convierte a este lugar en una opción ideal para picar algo delicioso. Por su parte, Abel Gil resalta que es un buen bar para disfrutar tanto dentro como fuera, especialmente por sus bocadillos pequeños de diferentes tipos de jamón . Los visitantes suelen irse satisfechos, no solo por la comida, sino también por la buena música y el trato amable del personal. Así, "Jamonero Pata Negra" se reafirma como un auténtico paraíso para los amantes de los pinchos en Logroño.
Taberna del Tío Blas, por Carlos Olmo
En la Calle Laurel de Logroño , la Taberna del Tío Blas se erige como un auténtico punto de referencia para quienes buscan una experiencia gastronómica única . Carlos Olmo describe este local diciendo que es "donde tomamos una tabla de embutidos con pan de vino " y destaca la refrescante "famoso granizado de Rioja ", una bebida que invita a disfrutar sin cautelas. La variedad de tapas que ofrece es abundante y ha cautivado a muchos como Xipo Enelmundoperdido , quien menciona que "aquí no hay nada malo", alabando sus mini hamburguesas, croquetones y tostas de solomillo.
La atmósfera acogedora y el servicio excepcional son otros puntos destacados. Lydia Alonso enfatiza el "excelente servicio" que se encuentra en la barra, donde los camareros no solo sirven con una sonrisa, sino que también ofrecen recomendaciones acertadas de vinos. Aunque algunas críticas mencionan experiencias variadas, el sentimiento general es de satisfacción. Liliana Rancel , aunque no tuvo la mejor experiencia con una mini hamburguesa, resalta un entorno agradable y las atractivas croquetas que prometen dejar una buena impresión. Sin duda, la Taberna del Tío Blas es un lugar que merece ser incluido en cualquier ruta por la calle Laurel , donde disfrutar de una deliciosa gastronomía y la calidez de la cultura riojana.
Asador El Muro, por Dónde vamos Eva
En la Calle Laurel de Logroño, el Asador El Muro se presenta como una opción recomendada para los amantes de la buena comida . La viajera Eva destaca que es "ideal para ir en familia " y realza la amabilidad de Adolfo, quien hace más amena la espera. Los viajeros valoran positivamente la oferta del local, que va más allá de las tapas típicas de la zona. espinete complementa esta percepción al mencionar la calidad de los embuchados a la plancha y el picadillo de chorizo con huevo de codorniz, afirmando que "este local es muy recomendable".
El servicio es otro aspecto apreciado, con viajeros como Abel Gil que subrayan la amabilidad del personal, describiendo la variedad y el tamaño de las raciones, como los caracoles. La buena elección de vinos es mencionada por Dani Monton , quien también elogia la cocina tradicional y la variedad del tapeo , sugiriendo probar las setas con jamón. Con una atmósfera acogedora y opciones para grupos, Asador El Muro se posiciona como una parada esencial en la ruta de pinchos de Logroño, ofreciendo una experiencia culinaria que atrae tanto a locales como a visitantes.
Bar Angel, por Dónde vamos Eva
Bar Angel , situado en plena Calle Laurel de Logroño , es un destino indispensable para los amantes de los pinchos, especialmente de su célebre champiñón. La viajera Eva resalta que "al rico champiiii!!!" es el atractivo principal, destacando que "hay que probarlo y disfrutarlo", ya que el sabor de un simple champiñón puede resultar sorprendentemente delicioso cuando se combina con un buen pan y un vino de Rioja.
El ambiente del Bar Angel también es un punto a favor. Laura Pascual menciona que es "una parada obligatoria para degustar la especialidad de la casa, los champiñones a la plancha ", y destaca la amabilidad de los camareros, quienes hacen que la experiencia sea aún más agradable. Álvaro Bedi elogia un pincho de champiñón y gambas , considerándolo "extraordinario" cuando se acompaña de una bebida.
Con su excelente comida y un ambiente acogedor , Bar Angel se posiciona como un lugar emblemático de la Calle Laurel, donde tanto locals como visitantes disfrutan de una auténtica experiencia culinaria . Sin lugar a dudas, todo está "muy rico" en este rincón de Logroño.
Calle Laurel, por Pedro Jareño
La Calle Laurel de Logroño es un auténtico paraíso para los amantes de la gastronomía . Este rincón emblemático se ha consolidado como un lugar de encuentro intergeneracional, donde "los abuelos tomando pinchos, los hijos con sus mujeres y toda la prole de nietos" se agrupan en un ambiente familiar y agradable . Así lo describe un viajero que ha disfrutado de la calidez del lugar, destacando que es "algo digno de ver".
Los pinchos son los protagonistas indiscutibles en una calle que, según los visitantes, "es donde se come de pinchos ". Los locales ofrecen una variedad impresionante, donde cada bar tiene su tapa estrella. Los precios son asequibles, con una media de 2 euros por pincho y bebidas que rondan los 50 céntimos. Un viajero menciona que las "zamburriñas rellenas de marisco estaban de muerte", mientras otros coinciden en la calidad del champiñón y los bocatitas del tío Agus.
Calle Laurel no solo es famosa por sus tapas, sino también por su ambiente vibrante, donde "la zona invita a ir cambiando de bar". Es un lugar que las personas frecuentan a cualquier hora, ya sea para compartir un vino y un pincho en un almuerzo o disfrutar de una noche animada. Sin duda, es un destino que se debe visitar para saborear la auténtica gastronomía riojana .
La Calle Laurel de Logroño es un auténtico paraíso para los amantes de los pinchos, donde cada bar ofrece delicias que invitan a una experiencia inolvidable . Desde el sabor del Bar Donosti hasta las creaciones del Jamonero Pata Negra, las opciones son infinitas. Disfrutar de este rincón gastro-cultural es sumergirse en la esencia de la tradición riojana , una cita obligada para los paladares curiosos.