Naturaleza y paisajes que despiertan los sentidos Acantilados de Madeira, por antartida Los Acantilados de Madeira son una maravilla natural que despierta asombro y admiración en quienes los visitan. «Son maravillosos», comenta un viajero, destacando la belleza general de todos los acantilados de la isla. Uno de los más impactantes es el Cabo Girao , que con más de 500 metros de altura, ofrece vistas espectaculares del océano . Este acantilado es el segundo más alto del mundo, y la experiencia de estar a esa altura es «una sensación de libertad difícil de igualar», según un viajero que lo visitó en su luna de miel.
La Ponta de Sao Lourenco es otro punto destacado. Aquí, «hay bastantes escaleras que subir y bajar», lo que puede ser un reto, pero las vistas que se obtienen son inolvidables. Además, la vegetación y las cascadas que rodean estos acantilados añaden un toque mágico al paisaje, haciendo que los viajeros como Anyta la consideren como «lo más increíble» de Madeira. No hay duda de que la belleza de estos acantilados, envueltos a menudo en niebla, es uno de los tesoros que hacen de esta isla la joya del Atlántico.
Punta de San Lorenzo, por Javier Granados La Punta de San Lorenzo es uno de esos lugares que sorprenden a quienes visitan Madeira. Esta ruta, que abarca aproximadamente 9 kilómetros, es considerada imprescindible. Un viajero comenta que «las vistas son espectaculares y aunque son unos 9 km, merece la pena el palizón que supone llegar hasta la punta». Además, si lo que buscas es un acceso más corto, puedes optar por visitar la calita preciosa que se encuentra a solo 3 kilómetros de distancia, ideal para aquellos que prefieren relajarse junto al mar .
En este impresionante escenario, donde los acantilados se encuentran con la fuerza del océano atlántico, se respira una energía especial. Beltran R describe la experiencia como un momento para «captar esta imagen en estos grandísimos acantilados», donde la fuerza del viento es un recordatorio del poder de la naturaleza. Este pequeño rincón del paraíso, con paseos ajardinados, invita a la contemplación y ha dejado una huella imborrable en quienes lo han explorado, como destaca Cynthia Verhulst : «¡Uno de mis lugares favoritos de Madeira! Regresaré un día». Sin duda, la Punta de San Lorenzo es una visita esencial para cualquier amante de la naturaleza.
Península de Sao Lorenço, por Jordi Batet La Península de São Lourenço es un verdadero tesoro que se asoma al océano Atlántico, ubicada en la parte más oriental de Madeira. Este lugar destaca por sus acantilados imponentes y un paisaje que contrasta con el resto de la isla, ofreciendo un entorno sencillo pero cautivador. Según un viajero, «la simplicidad del paisaje (solo hay tierra, cielo, mar y gaviotas) lo convierte en un lugar muy tranquilo, hermoso y fotogénico».
Los visitantes que han explorado la península resaltan la experiencia única que ofrece. Un viajero comenta sobre su visita en noviembre, destacando que «había leído mucho sobre las maravillas de la isla», y se sintió impresionado por la belleza del paisajismo diferente al de los bosques de laurisilva. Además, se recomienda llegar temprano para evitar la multitud de excursiones y estar preparado para los cambios climáticos, ya que el sol puede dar paso a la lluvia en cuestión de minutos. La península de São Lourenço merece sin duda ser parte de cualquier itinerario en Madeira . Es un lugar donde la naturaleza se manifiesta con fuerza, dejando una huella imborrable en quienes lo visitan.
Punta de Sao Laurenço, por Alessandra Consonni Punta de São Lourenço es uno de los destinos más impresionantes de Madeira, una franja de tierra que se extiende hacia el mar y que enamora a los viajeros con su singular belleza. Jesús Sánchez González comparte su asombro al decir que en este lugar se siente «la grandiosidad geológica» que recuerda a Cabo de Gata en Almería, donde las formaciones rocosas y la inmensidad del océano resultan sobrecogedoras. El sendero de 3 km es un recorrido que, aunque requiere esfuerzo, brinda recompensas espectaculares.
Alessandra Consonni destaca que se trata del «extremo oriental de la isla» y describe Punta de São Lourenço como «la única franja de tierra completamente desprovista de vegetación», evocando los áridos paisajes de la cercana Porto Santo. Esta zona ha sido clasificada como reserva natural y ofrece vistas impresionantes y acantilados vertiginosos. Los visitantes pueden disfrutar de una caminata de unas tres horas o simplemente admirar el paisaje desde los miradores, con opciones accesibles en coche. Sin duda, Punta de São Lourenço es una joya que ningún amante de la naturaleza debería perderse.
Ponta do Pargo, por Matthieu CARRY Ponta do Pargo se encuentra en la parte más occidental de Madeira, ofreciendo una experiencia única rodeada de naturaleza y tranquilidad. Este lugar destaca por sus impresionantes acantilados que alcanzan más de 400 metros sobre aguas cristalinas de un azul turquesa. Matthieu CARRY describe Ponta do Pargo como un sitio que, aunque menos elevado que el famoso Cabo Girao, ofrece «vistas impresionantes » y una paz inigualable, ya que la ruta se aleja de los senderos más concurridos. Este entorno salvaje y conservado provoca un espectáculo digno de admiración, pero hay que tener precaución ante el fuerte viento, considerando que un paso en falso podría dar como resultado un grave accidente.
Además de su belleza natural, los viajeros también destacan la amabilidad de los habitantes de la isla. juan antonio montoya gamiz resalta que la amabilidad de la gente suma al encanto del lugar, convirtiendo el simple acto de conducir por Madeira en una experiencia enriquecedora . En cada rincón de la isla se puede apreciar un entorno que invita a ser explorado, haciendo de Ponta do Pargo una joya imperdible en esta parte del Atlántico.
Jardines secretos y paraísos verdes Jardín Tropical Monte Palace, por Alessandra Consonni El Jardín Tropical Monte Palace es un verdadero tesoro en Madeira que ofrece a sus visitantes una experiencia inolvidable . Acceder a este bello espacio a través del teleférico es solo el comienzo de una aventura en uno de los jardines botánicos más impresionantes del mundo. Un viajero destaca que “hay plantas provenientes de todas partes del mundo” y menciona la posibilidad de ver 60 de las 72 especies de cicas y encephalartos, considerados fósiles vivientes. Esta variada flora, junto con las vibrantes flores de Madeira, que parecen estar siempre en plena floración, contribuyen a un paisaje espectacular.
El espacio, descrito por otros visitantes como un “jardín-museo hermoso”, se extiende por diferentes niveles que incluyen áreas temáticas orientales. Aquí los viajeros pueden explorar exposiciones fascinantes como “Pasión de África”, que cuenta con más de 1000 piezas, y “Los secretos de la madre naturaleza”, que alberga una notable colección de minerales . Un visitante anota que se recomienda calzado cómodo para disfrutar completamente del recorrido, el cual, además de su impresionante vegetación, incluye rincones encantadores que sorprenden a cada paso. Es un sitio donde la belleza natural se combina con la cultura y la historia, dejando a todos los que lo visitan enamorados de su magia.
Jardín Botanico de Madeira, por David Araujo Rua El Jardín Botánico de Madeira , ubicado en la finca Quinta do Bom Sucesso en Funchal, es un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza. Este jardín destaca por su exuberancia, convirtiéndose en un lugar que evoca paisajes de jardines coloniales de Brasil. Roberto Gonzalez describe su esplendor al afirmar que «nos sentimos inmersos en los jardines coloniales de Brasil, con especies tropicales de gran tamaño».
Con una superficie de 80.000 m2, el jardín presenta una impresionante colección de flora autóctona y exótica, todo dispuesto en terrazas que permiten disfrutar de las vistas sobre la ciudad. La viajera Sofia Santos menciona que «es muy fácil llegar» al jardín, ya sea en teleférico, taxi o autobús, lo que lo convierte en una visita accesible y atractiva .
El ambiente vibrante y colorido se potencia aún más en días soleados, como señala juan luis garitaonandía adán , quien destaca cómo «los colores son más intensos y el conjunto gana muchos enteros». Con pequeñas cascadas, senderos mágicos y una zona de aves exóticas, el Jardín Botánico se convierte en un espacio para perderse y disfrutar de un delicioso paseo que despierta todos los sentidos. Sin duda, es una parada obligada en cualquier visita a esta joya del Atlántico.
Parque de Santa Catarina, por ANADEL El Parque de Santa Catarina , situado en el corazón de Funchal, es un oasis de tranquilidad y belleza natural. Con una extensión de 36,000 m2, ofrece un espacio ideal para disfrutar de un relajante paseo mientras se admiran sus hermosas vistas de la bahía . La viajera Cristina E Lozano destaca que en este amplio parque «hay espacio para todo: picnics, paseo, deporte, tirarse a la bartola… ¡Es enorme!». Además, el parque alberga una rica variedad de flora , con varias especies de árboles y flores que están etiquetadas para enriquecer la experiencia de los visitantes.
Uno de los puntos focales del parque es su encantador estanque , que es hogar de varios cisnes y patos, permitiendo a los visitantes disfrutar de momentos de paz al lado del agua. Beybe Garcia resalta que «tiene un estanque en su interior, con bancos en los cuales sentarse y admirarlo», lo que convierte este lugar en un sitio perfecto para relajarse. Los viajeros también pueden encontrar esculturas, aviarios y la histórica Capilla de Santa Catarina, que añaden un carácter único a este espacio. La entrada al parque es gratuita, lo que lo convierte en una opción accesible para todos aquellos que deseen escapar del bullicio urbano y disfrutar de la naturaleza en Funchal.
Parque das Queimadas, por Cristina E Lozano Parque das Queimadas es un rincón encantador que sirve como punto de partida para la famosa levada del Caldeirao Verde . Los viajeros eligen este lugar no solo por su belleza natural, sino también por su atmósfera especial. La viajera Cristina E Lozano destaca que «tendrás que pasar por la coqueta Queimadas si sigues el camino que lleva hasta el Caldero Verde». Sus cottages, de un estilo british , encantan a todos los que los visitan, creando una experiencia única en medio de la naturaleza.
El recinto, con su jardín lleno de flores , se convierte en una maravilla en primavera. Cristina aconseja no perderse «su jardín (al fondo a la izquierda, pasando el arco)», donde también encontrarás un área especialmente diseñada para las ocas. Además, Parque das Queimadas ofrece un espacio ideal para disfrutar de un descanso, con una mesa de madera en el centro de la placilla, donde la sombra de los grandes árboles proporciona un respiro del calor.
Isaac Martín resalta que este pequeño parque «es un verdadero espectáculo de la naturaleza, con un estanque para patos, flores de todo tipo, grandes y antiguos árboles». La mansión que se alza en el lugar añade un toque de magia, haciendo que parezca sacada de un cuento. Sin duda, Parque das Queimadas es un destino que combina naturaleza, tranquilidad y un toque de historia en cada rincón.
Quinta das Palmeras, por Alessandra Consonni Quinta das Palmeras se presenta como un oasis en medio del paisaje árido de Porto Santo, tal como lo describe Alessandra Consonni . Este encantador jardín botánico, con más de 5000 metros cuadrados, ha sido cultivado con dedicación durante los últimos 20 años por sus creadores. El lugar no solo ofrece una variedad de plantas exóticas , sino que también alberga un pequeño hábitat para aves y animales, ideal para un paseo en familia .
Cipriano Cruz menciona que es un excelente espacio para un paseo con niños menores de seis años, aunque admite que la variedad de especies animales es limitada. A pesar de esto, la experiencia de explorar el jardín se ve enriquecida por su bar exterior y una zona de juegos infantiles . Así, los visitantes pueden disfrutar de un momento de relax mientras los más pequeños se divierten en un ambiente seguro y natural. Quinta das Palmeras es, sin duda, un lugar que invita a desconectar y disfrutar de la belleza que ofrece la naturaleza de Madeira.
Senderos y rutas para explorar la isla a pie Levada del Caldeirao Verde, por naxos La Levada del Caldeirao Verde es una de las rutas más cautivadoras de Madeira, ideal para los amantes del senderismo. Aunque su ruta de unos 13 kilómetros en total es de dificultad media, ofrece un recorrido espectacular a través de bosques de laureles y paisajes de ensueño. Un viajero describe esta experiencia diciendo que es «tremendamente espectacular», con «nubes que aparecen y desaparecen» mientras caminas rodeado de vegetación exuberante.
El sendero comienza en el parque de las Queimadas, donde las famosas casitas evocan un mundo mágico. A lo largo de la caminata, que atraviesa cuatro túneles y bordea cascadas, la sensación de aventura se intensifica. Un viajero menciona que es «mejor ir a primera hora de la mañana» para evitar aglomeraciones, mientras que otro destaca que el camino, aunque «bien marcado», puede tener charcos que requieren un buen calzado. La recompensa al final es la espectacular cascada de Caldeirao Verde, con alrededor de 80 metros de caída, que hace que el esfuerzo valga mucho la pena. Esta experiencia convierte la levada en un destino ineludible para quienes buscan conectar con la naturaleza de Madeira .
Pico Ruivo, por GERARD DECQ Pico Ruivo, el punto más alto de Madeira, ofrece una experiencia inolvidable para quienes buscan conectarse con la naturaleza. Desde la Achada da Teixeira o el Pico Arieiro, los caminos bien señalizados llevan a los visitantes a través de un paisaje volcánico impresionante. Grancalili comparte su experiencia afirmando que «subí en noviembre cuando la temperatura era de 24 grados en la costa y fui con ropa de montaña. Durante la subida hubo mucha neblina, lo cual hizo el camino aún más espectacular». Este entorno cambiante proporciona momentos únicos, especialmente cuando las nubes se disipan, revelando vistas asombrosas.
Los excursionistas se encontrarán rodeados de colores vibrantes en las rocas volcánicas y un océano en movimiento eterno, como lo describe GERARD DECQ al afirmar que «momentos mágicos con el cielo en movimiento perpetuo» son parte de la cumbre. La dificultad del recorrido se ve recompensada con paisajes impresionantes: Nico Balan destaca que, aunque «camina bastante duro, pero cuando estás en la cima todo el esfuerzo es recompensado». Pico Ruivo es, sin duda, un destino imprescindible para los amantes de la aventura y la belleza natural.
Vereda do Arieiro, por naxos La Vereda do Arieiro es un sendero emblemático que conecta los Picos de Arieiro y Ruivo , ofreciendo uno de los mejores panoramas de la isla de Madeira. Tal como menciona un viajero, es «la ruta que resume los paisajes montañosos de la isla de Madeira como ninguna otra». Este trayecto, que forma parte del PR.1, está perfectamente señalizado, lo que facilita su recorrido, aunque el desnivel de más de 800 metros hace que no sea apto para todos. Con una duración aproximada de 7 horas ida y vuelta, muchos optan por comenzar temprano en la mañana, lo que asegura que puedan disfrutar de la belleza natural sin prisas.
Aunque el esfuerzo es notable, las recompensas visuales son invaluables. Un viajero aconseja que incluso un tramo corto es suficiente para disfrutar del entorno: «se puede caminar desde la salida en el Pico Arieiro hasta el primer o segundo mirador…» Esto permite a los excursionistas admirar los majestuosos paisajes sin necesidad de completar toda la ruta. Sin embargo, es importante estar preparado para las condiciones climáticas que pueden incluir niebla, como señaló otra viajera, lo que añade un toque misterioso a la experiencia. La Vereda do Arieiro es una visita obligada para quienes desean explorar la belleza natural de Madeira.
Ascensión al Pico Ruivo, por naxos La ascensión al Pico Ruivo , la cima más alta de Madeira, es una experiencia inolvidable para los amantes de la naturaleza. El viajero naxos destaca que «la subida al Pico Ruivo se hace por un cómodo sendero» que parte desde el aparcamiento de Achada do Teixeira, cerca del pueblo de Santana. Este recorrido, que no requiere calzado especial, se puede disfrutar con tranquilidad y ganas de explorar, comenzando la ruta con una duración aproximada de una hora y media de camino, en la que se supera una elevación de unos 300 metros.
Una vez alcanzada la cima, los visitantes son recompensados con vistas impresionantes que abarcan gran parte de la isla. Según el viajero, «desde sus cimas se domina gran parte de la isla, con sus verdes laderas que descienden bruscamente en el mar». En esta cumbre, se encuentran dos miradores que ofrecen panorámicas espectaculares: uno orientado hacia la costa norte y otro con vistas al Pico do Arieiro. La combinación de paisajes volcánicos y la sensación de estar por encima de la cota de las nubes hacen de esta excursión un imprescindible en la visita a Madeira.
Levada do Risco, por mjc Levada do Risco es una de las rutas más emblemáticas de Madeira, conectando a los viajeros con la naturaleza a través de su fascinante red de canales de agua . Estos canales, que se remontan al siglo XV, fueron construidos para llevar agua desde las montañas hasta las tierras agrícolas. mjc destaca que «las levadas son canales de roca que datan del siglo XV», y añade que hoy en día sirven como senderos, permitiendo disfrutar de la belleza paisajística de la isla.
Para llegar hasta la Levada do Risco, hay que recorrer un trayecto en coche hasta Paúl da Serra y luego caminar unos dos kilómetros por una carretera estrecha. Al llegar a Rabacal, donde se encuentra una zona de merendero , comienza la aventura. «Durante este trayecto vas andando al lado de una de estas levadas y llegarás a la Cascada del Risco «, comenta el viajero. Este lugar ofrece vistas impresionantes del valle y de la cascada que lo alimenta.
Los aficionados al senderismo pueden continuar explorando la zona, ya que cerca se encuentra la famosa ruta de las 25 fuentes . Matthieu CARRY recomienda «encadenar estos dos paseos después de ver la cascada», ya que el entorno es fresco y está adornado con hortensias y geranios. La conexión de la naturaleza en este recorrido hace de la Levada do Risco una experiencia inolvidable en la joya del Atlántico.
Miradores de vertiginosa belleza Mirador de Cabo Girão- Rancho, por Roberto Gonzalez El Mirador de Cabo Girão , ubicado a 580 metros sobre el nivel del mar, se considera uno de los acantilados más altos del mundo y es un destino imprescindible en Madeira. Roberto Gonzalez describe la singular experiencia de «caída a pico» que se vive al estar sobre un suelo de cristal que permite vislumbrar la inmensa caída vertical. Para aquellos que no sufren de vértigo, este mirador ofrece vistas impresionantes del océano infinito y de los acantilados dramáticos que rodean la zona.
La vista abarca desde la bahía de Funchal hasta los vibrantes cultivos que adornan el paisaje. Jesús Sanchez Gonzalez destaca que se trata de un lugar «impresionante desde todos los puntos de vista». Al estar en la plataforma, los viajeros pueden sentirse como flotando, disfrutando de una experiencia visual que combina adrenalina y belleza natural. Ainara Garcia también menciona que es un lugar ideal para tomar fotografías , ya que las panorámicas son realmente impactantes.
El mirador también cuenta con un bar restaurante que ofrece un café delicioso y una comida apetecible, lo que lo convierte en un lugar perfecto para relajarse después de disfrutar de las vistas. Sin duda, Cabo Girão es un espacio que deja a todos los visitantes maravillados y con recuerdos imborrables de su visita a esta joya del Atlántico.
Mirador dos Barcelos, por Cristina E Lozano El Mirador dos Barcelos , ubicado a pocos minutos del centro de Funchal, es un lugar que ofrece una experiencia visual espectacular . Según un viajero, es «un poco mirador y un poco parquecillo», y destaca su acceso gratuito , abierto diariamente de 8:00 a 20:00 horas. Desde este punto, los visitantes pueden disfrutar de vistas panorámicas de más de 180 grados del océano y los montes circundantes. Para aquellos que viajan con niños, el mirador cuenta con un parque infantil que permite a los más pequeños jugar mientras los adultos se deleitan con el paisaje.
Otra viajera resalta que este mirador es «una de las mejores posiciones para obtener una buena panorámica de la ciudad de Funchal». Aunque puede que a veces las vistas se vean afectadas por factores externos, como la quema de malas hierbas, el lugar sigue siendo considerado una parada indispensable. También es un sitio acogedor donde se puede disfrutar de un café y adquirir souvenirs, como camisetas con la imagen del famoso futbolista Cristiano Ronaldo, lo que añade un toque local a la visita.
Mirador de Aguia, por Ainara Garcia El mirador de Aguia es un rincón imperdible en Madeira, conocido por sus impresionantes vistas al océano Atlántico y a los espectaculares acantilados circundantes. Situado cerca de la localidad de Faial, este mirador se puede acceder cómodamente en coche, encontrando un aparcamiento a solo unos pasos de la panorámica que ofrece. La viajera Cristina E Lozano destaca que «será difícil que encuentres mejor panorámica para un almuerzo», ya que cuenta con mesas de piedra donde se puede disfrutar de una merienda con vistas inigualables.
Los viajeros también mencionan la sensación de estar en un paisaje de película . Ainara Garcia describe el camino hacia el mirador, señalando que «hay unas vistas al Océano Atlántico espectaculares» y que la experiencia es aún más gratificante al llegar a este punto. Isaac Martín añade que es «uno de los mejores para poder observar este espectáculo de la naturaleza «, aconsejando que, aunque esté un poco escondido, vale la pena el viaje.
Este mirador es un lugar tranquilo que permite disfrutar del mar y de la majestuosidad de la costa de Madeira , donde los acantilados se elevan impresionantes sobre las aguas del Atlántico.
Mirador das Neves, por Isaac Martín El Mirador das Neves es un lugar insuperable para contemplar la belleza de Funchal y su océano circundante. Según Cristina E Lozano , «aunque desde el Mirador das Neves no se ve al sol marcharse por el Atlántico, este punto alto de la capital de Madeira resulta buen lugar para despedir el día «. Desde aquí, se puede observar cómo la luz disminuye lentamente, embelleciendo tanto la ladera de las casas como el muelle donde atracan numerosos cruceros. Para acceder, se recomienda tomar un coche o taxi, aunque también hay una parada de autobús en el mismo mirador.
Ignacio Izquierdo comparte su experiencia al afirmar que, a pesar de que la zona Este de Funchal tiene muchos lugares para disfrutar del atardecer, encontrar uno ideal puede ser complicado. Sin embargo, destaca que «para fotos me gustó mucho más perderme por la zona del Mirador das Neves». Entre sus características, resalta que los mejores ángulos requieren un poco de exploración, lo que puede llevar a descubrimientos interesantes.
Isaac Martín también resalta la mágica vista que ofrece este mirador, recordando el «precioso atardecer» y el momento de calma que se siente al contemplar la marina de fondo. Ainara Garcia lo resume bien al afirmar que el Mirador das Neves es «la típica postal de Funchal «, haciendo énfasis en la importancia de visitarlo durante el atardecer y la hora azul para disfrutar de las vistas en su máximo esplendor. Así, esta joya del Atlántico promete convertirse en un bello recuerdo para quienes se atrevan a visitarla.
Mirador de Eira do Serrado, por Cristina E Lozano El Mirador de Eira do Serrado es uno de los destinos más impresionantes de Madeira, elevado a 1.094 metros sobre el nivel del mar. Este mirador ofrece unas vistas incomparables de los abruptos valles y montañas que rodean el pintoresco pueblo de Curral das Freiras . La viajera Cristina E Lozano destaca que “empezarás a disfrutar de la panorámica según tomes las escaleras”, subrayando que el esfuerzo de alcanzar el mirador bien vale la pena. La amplitud del balcón permite disfrutar del paisaje sin temor, lo que lo convierte en un lugar apto incluso para quienes tienen vértigo.
Ignacio Izquierdo resalta que este mirador puede sorprender a los visitantes por sus dimensiones y belleza. Con un restaurante y estacionamiento , es ideal para tomarse un momento y deleitarse con el asombroso paisaje. Las espectaculares vistas también incluyen vistas de las antiguas carreteras que conectaban las ciudades, ahora cerradas, realzando la experiencia. Para los amantes de la fotografía, Isaac Martín lo describe como «la foto de las postales de Madeira», considerando su visita como imprescindible. Si buscas una vista panorámica de vértigo en un entorno natural impresionante, Eira do Serrado es el lugar perfecto para explorar.
Experiencias urbanas con sabor local Mercado de Labradores, por David Araujo Rua El Mercado de Labradores de Funchal es un vibrante espacio que se ha convertido en un símbolo de la cultura madeirense . Los viajeros destacan la «danza» de los pescaderos, quienes, con «la precisión de un cirujano», manipulan los pescados como si fueran obras de arte, creando un espectáculo de habilidades y colores. El ambiente es un microcosmos donde «los viernes y los sábados todo el mundo se acerca», creando un bullicio lleno de vida.
La planta superior del mercado ofrece una variedad deslumbrante de frutas tropicales y hortalizas, muchas de las cuales pueden ser desconocidas para los visitantes. Es un lugar ideal para sumergirse en la autenticidad de la vida local , ya que tanto los lugareños como los turistas pueden disfrutar de este despliegue de frescura y color. Resulta un espacio fascinante para los aficionados a la fotografía, ya que «caminar por sus bancadas es toda una experiencia» llena de olores, sabores y vistas espectaculares. No dejes pasar la oportunidad de explorar este rincón icónico en tu visita a Madeira.
Rua de Santa María, por elialvar La Rua de Santa María es un lugar encantador en el corazón de Funchal que combina el arte y la gastronomía en un entorno único. Conocida por sus puertas pintadas, cada una con un diseño diferente, esta calle se ha convertido en una «galería de arte al aire libre » gracias a la iniciativa «Arte de Portas Abertas». El viajero puede disfrutar de un «paseo placentero » entre los coloridos murales que decoran las puertas, lo que transforma cada paseo en una experiencia visual enriquecedora.
Ignacio Izquierdo destaca que la zona ha rejuvenecido, atrayendo tanto a turistas como a locales: «Es uno de los lugares con más encanto de todo Funchal». Los restaurantes y bares que se agrupan en esta área ofrecen delicias gastronómicas , permitiendo disfrutar de una velada perfecta. Leticia Arnauda lo resume bien al afirmar que «ver arte al aire libre y gratis dando un paseo por allí es obligado».
El ambiente bohemio y la presencia de artistas convierten a la Rua de Santa María en un sitio que no solo es una atracción turística, sino también un refugio creativo. No hay duda de que esta calle es un destino imperdible para quienes buscan explorar la esencia vibrante de Funchal.
Golden Gate Grand Café, por ANADEL El Golden Gate Grand Café es un emblemático local situado en el corazón de Funchal, conocido por su estilo colonial y buena música. La viajera ANADEL destaca que es «el mejor de la ciudad», mencionando su «deliciosa» terraza, ideal para disfrutar del vibrante ambiente de la plaza frente al Banco de Portugal. Este café, que cuenta con más de cien años de historia, atrae tanto a turistas como a ciudadanos locales, ofreciendo una excelente oportunidad para sumergirse en la vida de la ciudad.
Cristina E Lozano señala que, aunque el bocadillo puede ser un poco caro, es una experiencia que no debes perderte. Ella recomienda tanto la terraza como el interior, donde «no te pierdas sus comedores», que son igualmente cautivadores. Isaac Martín también resalta este aspecto, mencionando que es «uno de esos rincones antiguos» donde se puede disfrutar de un buen bocata en un ambiente auténtico. Aunque algunos viajeros notan que los precios pueden ser más altos debido a la ubicación, Maria Marrero Ramirez refuerza que a pesar de lo caro, «vale la pena ir». Sin duda, el Golden Gate Grand Café es una parada obligada para quienes visitan Madeira.
Centro de la ciudad, por David Rojas El centro de la ciudad de Funchal , en Madeira, es un lugar donde la tranquilidad y la paz se entrelazan con la vibrante vida urbana. Este espacio, descrito por el viajero David Rojas como «maravilloso», ofrece una variedad de lugares gastronómicos , así como museos y castillos históricos que enriquecen la experiencia de quienes lo visitan. La ciudad es conocida por su limpieza y belleza, convirtiéndose en un destino ideal para compartir momentos con la familia o en pareja.
El centro también es reconocido por su bullicio. La viajera Fina Pérez Lapiedra menciona que es una «acogedora y tranquila ciudad «, un contraste que permite disfrutar de la vida local sin perder la calma. Beybe Garcia destaca que el Mercado de los Labradores se encuentra en esta zona, lo que la convierte en el corazón de la ciudad, lleno de tiendas y un ambiente animado donde los turistas pueden mezclarse con los residentes. Así, el centro de Funchal se presenta como un enclave mágico que invita a ser explorado, disfrutando de cada rincón en un entorno seguro y apacible .
Isla de Madeira, por MARIA La Isla de Madeira es un verdadero refugio en medio del Atlántico, reconocido por su impresionante belleza natural y su diversidad de paisajes. Esta isla ofrece una vegetación exuberante y montañas que invitan a ser exploradas. Viajando por sus senderos, los amantes del senderismo encontrarán uno de los mejores lugares del mundo . Eugenia Maiques resalta que caminar por Madeira es una experiencia «increíble», perfecta para quienes buscan aventura en la naturaleza.
Además, la llegada a la isla es impresionante. Según Eugenia, «si te gustan las impresiones fuertes no te pierdas el aterrizaje, pues parece que se haga en medio del mismísimo mar». Esta experiencia, junto con sus «menudas vistas tan increíbles» tal como menciona Jessica Garcia , promete dejar a los visitantes maravillados.
Los precios en Madeira son accesibles, lo que permite disfrutar de una estancia romántica sin preocuparse por el presupuesto. Montserrat Reniu Sanchez , quien considera que «es un sitio donde se puede volver en cualquier momento», asegura que la vibrante atmósfera de la isla hace que cualquier visita sea inolvidable. Sin duda, Madeira es un destino que merece ser descubierto una y otra vez.
Pueblos llenos de tradición y color Câmara de Lobos, por Ele Baños Câmara de Lobos , un encantador pueblo pesquero de Madeira , captura la esencia de la isla con su belleza natural y su atmósfera vibrante. Rodeada de impresionantes acantilados, este lugar tiene similitudes con las Islas Canarias, lo que se desprende de las experiencias de los viajeros. Roberto Gonzalez menciona que «la disposición de las casas, que parecen salir del mar, refuerza la idea del parecido», lo que crea un paisaje visualmente cautivador.
Los viajeros también destacan la experiencia gastronómica única que ofrece Câmara de Lobos. Ele Baños comparte que disfrutar de una espetada de pez espada acompañado de un vino de Madeira, mientras se contempla la bahía al atardecer, es una «profana tradición» en este histórico destino. La lonja de pescado y la viva actividad de los pescadores añaden un encanto especial al lugar, donde Ignacio Izquierdo señala que «se mantiene todo el encanto pintoresco que se presupone a una bahía de barcas de colores».
Además, la alegría del pueblo se manifiesta en sus festividades y en la calidez de sus gentes, con habitantes que preservan tradiciones como jugar a las cartas al aire libre. Jesús Sanchez Gonzalez describe el atardecer en Câmara de Lobos como «sencillamente mágico», lo que refleja la atmósfera alegre y acogedora que se vive en este pintoresco rincón de Madeira. Sin duda, es un destino que combina naturaleza, cultura y sabor de una forma inolvidable.
Puerto pesquero de Cámara de Lobos, por Narciso Velasco Pelaez El puerto pesquero de Cámara de Lobos es un lugar pintoresco que evoca la esencia de la tradición pesquera de Madeira, aunque esta ha disminuido con el tiempo. Los viajeros destacan los «pintorescos barcos pesqueros de mil colores» que adornan el muelle, creando una estampa encantadora que merece ser disfrutada. Uno de los aspectos que llama la atención es un barco utilizado para el secado del bacalao, una tradición que aún perdura en esta localidad.
Situado a poca distancia de Funchal, este pequeño puerto se propone como una parada obligatoria para quienes buscan autenticidad. La viajera Alicia Zamorano Acosta lo describe como un «pequeño puerto pesquero» que sin duda merece una visita. Además, la zona brinda la oportunidad de degustar la famosa poncha, una bebida típica que muchos consideran imprescindible al visitar la región. Cámara de Lobos combina belleza escénica, historia y sabor en un solo lugar.
Porto Moniz, por Josep Vila Gual Porto Moniz se presenta como un auténtico tesoro de la Isla de Madeira, resaltando por su belleza natural y su serenidad. Este rincón encantador, descrito por los viajeros como un «remanso de paz» en pleno océano Atlántico, ofrece unas vistas impresionantes de los acantilados que rodean el área. El viajero Carlos Fita menciona lo «agradable que resulta visitar» este lugar, donde también se puede disfrutar de una variada oferta gastronómica en sus restaurantes.
La combinación de piscinas naturales y artificiales en Porto Moniz crea un ambiente perfecto para los bañaos bajo el sol. La arquitectura blanca de los edificios se contrasta sutilmente con las rocas basálticas, formando una imagen única que cautiva a quien lo visita. Según el viajero Josep Vila Gual , la naturaleza ha creado un entorno que «ha sido maltratado poco por el hombre», lo que permite disfrutar de un espacio armonioso donde la vegetación, incluida la carismática ave del paraíso, encuentra su lugar. Porto Moniz es, sin duda, un destino que debe ser explorado en Madeira.
Curral Das Freiras, por ANADEL Curral das Freiras , conocido como el valle de las monjas , es un rincón cautivador ubicado en el corazón de Madeira. Esta pequeña y apartada población se encuentra rodeada de abruptas montañas, lo que le otorga un aire de aislamiento y tranquilidad . Fue en este lugar donde las hermanas del convento de Funchal se refugiaron en el siglo XVI durante los ataques piratas que asolaban la isla. Un viajero menciona que es un «cráter en forma de valle, largo e aislado del resto de la isla», lo que resalta su singularidad geográfica y su belleza natural .
Para quienes buscan vistas panorámicas , el mirador de Eira do Serrado ofrece una perfecta visión del valle. Desde allí, se puede apreciar la majestuosidad del paisaje, que ha sido descrito como «uno de los grandes sitios del mundo» por los visitantes. La diversidad de la flora y la fauna, junto con la serenidad del entorno, hacen de Curral das Freiras un lugar imperdible para los viajeros que desean conectar con la naturaleza y la historia de Madeira. Sin duda, esta joya del Atlántico cautivará a aquellos que decidan explorarlo.
Ribeira Brava, por ANADEL Ribeira Brava es un encantador pueblo ubicado en la costa suroeste de Madeira, conocido por su autenticidad y belleza. Un viajero describe este lugar como «un lugar encantador donde la brisa del mar te lleva al pasado», destacando cómo su ambiente sereno invita a pasear por sus calles. Este núcleo urbano, que ha sido habitado durante décadas, ha mantenido su esencia a pesar del aumento del turismo. Gracias a la reciente construcción de una autopista, resulta más accesible desde Funchal, lo que permite a los visitantes disfrutar de sus atractivos sin dificultad.
Las cafeterías y tiendas tradicionales que se alinean en el paseo marítimo ofrecen un espacio perfecto para relajarse mientras se aprovechan las largas horas de sol. En el pequeño centro antiguo, la iglesia decorada y el ayuntamiento rodeado de un exuberante jardín son imprescindibles para los viajeros. Una visitante resalta que «si estás en Madeira, tienes que ir» a Ribeira Brava, consolidando su estatus como un destino que captura la esencia de la isla, donde lo antiguo se encuentra con un entorno natural espectacular.
Historia viva entre castillos y callejuelas Fortaleza de São Tiago, por naxos La Fortaleza de São Tiago , ubicada en el encantador casco antiguo de Funchal , es un destino que no debe pasarse por alto. Conocida por su llamativo color amarillo intenso, este fuerte se sitúa al final del paseo marítimo del Barrio de Santa María , creando un impresionante contraste en un día soleado. Un viajero destaca que «el Fuerte de Sao Tiago es uno de los rincones con más colorido del casco antiguo de Funchal y merece mucho la pena visitarlo». Actualmente, alberga el museo de Arte Contemporáneo de Funchal, lo que le otorga un valor adicional como un sitio cultural.
Aunque algunas opiniones son más críticas, como la de un viajero que menciona que es «nada excepcional», hay quienes disfrutan de su entorno. Desde las murallas, se pueden apreciar vistas espectaculares de la ciudad y los montes, como señala otro visitante que disfrutó de una «buena subida desde la marina». En las cercanías, se puede hacer una pausa para degustar un tentempié o un almuerzo. Sin duda, la Fortaleza de São Tiago es un lugar que combina historia, arte y vistas impresionantes, haciendo de su visita una experiencia memorable .
Fuerte do Pico, por Matthieu CARRY El Fuerte do Pico , una fortaleza del siglo XVII, se erige como un lugar emblemático en Madeira, ofreciendo impresionantes vistas a la ciudad de Funchal y al océano Atlántico. Situado a 111 metros sobre el nivel del mar, el recinto de esta ciudadela abarca 2.750 metros cuadrados, siendo más grande que Mónaco. Un viajero comenta que «la vista que se divisa desde esta fortaleza es la recompensa a haber subido las cuestas que acceden a ella», lo que resalta el esfuerzo que vale la pena realizar para llegar a este punto panorámico.
Accesible tanto en tuk tuk como por carretera, el fuerte se encuentra alejado de las calles más modernas, lo que le otorga un aire histórico y atractivo. Isaac Martín sugiere que «es otro punto a tener en cuenta para los amantes de las panorámicas», destacando su capacidad para enamorar a quienes buscan vistas espectaculares. Además de su valor histórico, el Fuerte do Pico cuenta con un bar de tapas a la entrada, haciendo de este lugar una parada ideal para relajarse mientras se disfruta de la belleza que lo rodea.
PraÇa do Municipio, por ANADEL La Praça do Município es un lugar emblemático en el corazón del casco histórico de Funchal, que atrae a quienes buscan apreciar la belleza arquitectónica de la ciudad . Esta gran plaza adoquinada es el punto de encuentro para muchos viajeros y un sitio que, según la viajera ANADEL , es «imprescindible si visitáis el casco histórico de la ciudad». Rodeada de impresionantes edificios monumentales, como el Ayuntamiento, la Iglesia Colegio de los Jesuitas y el Museo de Arte Sacro, la plaza ofrece un viaje al pasado colonial de Madeira.
En el centro de la Praça, se puede admirar una fuente construida en 1942 y un obelisco adornado con el escudo de armas de la ciudad. La belleza del lugar no pasa desapercibida, ya que el viajero silver71 la describe como «un sitio obligatorio en una visita a Funchal «. La combinación de historia, arquitectura y un ambiente vibrante hacen de este lugar un destino clave para quienes deseen explorar la esencia de Madeira. Sin duda, es un lugar que muchos aconsejan visitar.
Casas tipicas de madeira, Santana, Portugal, por Matthieu CARRY Las casas típicas de Madeira en Santana son una parada icónica para aquellos que visitan la isla. Con su distintiva forma triangular, estas construcciones evocan la sensación de estar en un cuento de hadas. Un viajero menciona que son «una de las ‘instantáneas fotográficas’ de la isla de Madeira», destacando cómo se encuentran entre el mar y la montaña, y cerca de la capital, Funchal. Estas casas, que en algunos casos están restauradas y en otros, mantienen su uso original, son pequeñas joyas arquitectónicas.
Aunque algunos visitantes, como jamborree , opinan que «no vale la pena desplazarse hacia Santana para solo ver 4 casitas», no se puede ignorar la experiencia única que ofrecen estas estructuras. El área también invita a probar la poncha, una bebida alcohólica típica que se puede disfrutar por solo un euro.
Gina Richards comparte que «te encantará este lugar», resaltando la belleza de las pequeñas casas y la posibilidad de visitar una con muebles originales. Sin duda, el encanto de las casas típicas de Madeira es innegable y merece ser explorado mientras se disfruta de la belleza natural que las rodea.
Puertas pintadas de Funchal, por Nuria Antonijoan Las Puertas Pintadas de Funchal son una de las joyas del centro de la capital de Madeira, un proyecto artístico que transformó el entorno urbano en una galería al aire libre. Este atractivo turístico se encuentra en la calle Santa María, donde los visitantes pueden disfrutar de un recorrido lleno de color y creatividad. «Paseando sin rumbo fijo por el centro de Funchal me topé con una puerta pintada», comenta un viajero, quien destaca la sorpresa de encontrar esta iniciativa.
Iniciada en 2011 por Marcos Milewski, el Projecto Arte Portes Abertes ha dado lugar a la decoración de más de doscientas puertas, cada una con su estilo particular, lo que le otorga a la zona un aire bohemio inconfundible. Una visitante describe la experiencia como «muy curiosa», reflejando así la sorpresa y admiración que despiertan estas obras artísticas en quienes exploran la parte antigua de la ciudad, donde también se encuentran los restaurantes más típicos. Admirar estas puertas es una actividad que sin duda aporta un toque especial a cualquier visita a Funchal.
Oasis para relajarse junto al mar Piscinas Naturales, por Alessandra Consonni Las piscinas naturales de Porto Moniz son un destino imperdible en Madeira, un lugar donde la belleza del océano se encuentra con formaciones rocosas únicas. Los viajeros destacan que «lo ideal es pasar allí el día, tienen hamacas y puedes saltar desde los acantilados gracias a la ayuda de unas escaleras», lo que convierte a estas piscinas en el lugar perfecto para disfrutar de un día de relax y aventura. Clau menciona la posibilidad de disfrutar de actividades como saltos y buceo , lo que añade un toque emocionante a la experiencia.
Nico Balan resalta la mágica travesía hacia este paraíso acuático, describiendo el recorrido como «inmerso en su naturaleza, calles estrechas, cuevas y en el verde» que culmina en un oasis de tranquilidad. Los viajeros también aprecian la temperatura del agua, que ronda los 23 grados, haciendo que la visita sea placentera, aun cuando algunos, como Nuria Antonijoan , mencionan que en mayo puede sentirse un poco frío. Además, Javier Granados enfatiza las «impresionantes vistas de la costa «, un espectáculo natural que complementa la experiencia en estas exclusivas piscinas. La combinación de paisajes, actividades y la posibilidad de degustar deliciosos mariscos en los alrededores hacen de las piscinas naturales de Porto Moniz un lugar invaluable que todo visitante debe explorar.
Playa de Garajau, por juan luis garitaonandía adán La playa de Garajau , situada en la costa de Madeira, es un rincón perfecto para quienes buscan una escapada tranquila . Acceder a esta pequeña joya puede ser un desafío; se puede ir en coche, aunque el aparcamiento escasea, o caminar por el conocido circuito de Montecarlo, que presenta un desnivel considerable. Sin embargo, el viajero juan luis garitaonandía adán destaca la experiencia de utilizar el telecabina para llegar: «Por muy poco dinero, te evitas todo lo anterior y encima ‘mola’ bajar y sobre todo subir».
Una vez en la playa, la atmósfera es relajante y poco concurrida, especialmente al atardecer, lo que permite disfrutar de unas impresionantes vistas mientras se saborea «unos chumbos de escándalo». Tras un buen rato de sol y mar, se puede subir al pueblo cercano donde se encuentra una buena variedad de bares . Según la viajera, «eliges la foto que te vas a cenar y te quedas como un marqués». Sin duda, Garajau ofrece una combinación perfecta de naturaleza, tranquilidad y buena gastronomía, convirtiéndola en una visita obligada en Madeira.
Playa Dourada, por Alessandra Consonni Playa Dourada , con sus 9 kilómetros de arena dorada y finísima , se erige como el principal atractivo del archipiélago de Madeira . La viajera Alessandra Consonni destaca que esta playa es «el símbolo indiscutible de la isla», que también recibe el nombre de «isla de oro». La belleza del paisaje se complementa con la tranquilidad del lugar, ofreciendo a los visitantes un espacio ideal tanto para jugar como para relajarse. Además, la arena posee propiedades curativas, ya que es rica en calcio y magnesio, ayudando a compensar la falta de minerales en el cuerpo ocasionada por el estrés y el sedentarismo.
Por su parte, Zita Ferreira describe su experiencia de forma contundente: «Simplemente maravillosa». Para ella, esta playa es «la mejor playa de todo lo que sé», un testimonio que habla de la belleza y la calidad del entorno. Playa Dourada cautiva a quienes la visitan, siendo un destino perfecto para disfrutar del sol , el mar y la serenidad que ofrece este rincón privilegiado del Atlántico.
Playa de Vigário, por verovivero@gmail.com La playa de Vigário es un pequeño paraíso en Madeira que cautiva a los visitantes con su encanto natural. Este enclave costero se caracteriza por ser una cala típica de pescadores , ofreciendo una experiencia auténtica que se aleja de las atolondradas playas de la península Ibérica. La viajera Montserrat Reniu Sanchez destaca que «almorzar en una terraza con vista al mar es relajante», lo que refleja la tranquilidad que se puede encontrar en este rincón del Atlántico.
Además de su ambiente sereno, la playa de Vigário ofrece impresionantes vistas del famoso cabo Girao . El viajero albertoloyo señala que es una de las playas que más le llamó la atención, dado que desde allí se puede disfrutar de «una buena vista de los acantilados de la costa sur de Madeira». Este telón de fondo vertical añade un dramatismo único al paisaje, haciendo de esta playa un lugar ideal para quienes buscan belleza y calma. Visitar la playa de Vigário es una oportunidad perfecta para conectar con la naturaleza y disfrutar de una experiencia que combina encanto local con vistas espectaculares.
Isla de Gorgulho, por Cristina E Lozano La isla de Gorgulho es un pequeño pero impresionante islote situado frente a la costa de Funchal, en Madeira. Con una altura de aproximadamente 15 metros y una superficie de 60 metros cuadrados, esta escarpada roca destaca como un símbolo natural en el paisaje atlántico. La viajera Cristina E Lozano describe la experiencia de ver la isla desde el paseo marítimo, donde «te será imposible no fijarte en ella» mientras caminas por el promenade do Lido. Aunque no es posible subir a la isla, los visitantes pueden disfrutar de la oportunidad de nadar a su alrededor, especialmente desde el Balneario do Lido, donde la seguridad es prioritaria.
Maria José recomienda explorar la zona con ganas de andar, ya que las vistas del islote pueden ser admiradas desde diferentes ángulos. Este rincón de playa es perfecto para aquellos que buscan tranquilas jornadas bajo el sol , rodeados de la belleza natural de la región. Fina Pérez Lapiedra captura la esencia de este lugar al mencionar que es un «islote en medio del océano, cerca de ti, de la costa». Así, la isla de Gorgulho se presenta como un atractivo para los amantes de la naturaleza y el paisaje marino en el corazón de Madeira.
Aventuras emocionantes para los más exploradores Jeep Safari Tour, por Cristina E Lozano El Jeep Safari Tour en Madeira ofrece una experiencia emocionante para aquellos que desean explorar los rincones más inaccessibles de esta isla volcánica. Los viajeros destacan que «son necesarias las empresas de jeeps » para navegar por las empinadas y a menudo no asfaltadas carreteras de la isla. La compañía Madeira Mountaine Expedition es ampliamente recomendada por su servicio. Los jeeps descapotables brindan una mezcla de seguridad y emoción, aunque «la sensación de movimiento cuando están en marcha es considerable».
Los recorridos permiten descubrir paisajes espectaculares , pero los caminos pueden ser estrechos y vertiginosos. Un viajero advierte sobre la experiencia de conducir en estas carreteras, señalando que “prepararse para escuchar muchos pitidos es vital”, ya que los conductores de la zona usan sus bocinas como una herramienta de comunicación en tramos con baja visibilidad. Además, se sugiere a quienes viajan con otros que «se pongan delante» para evitar incomodidades. Una jornada en un jeep no solo es recomendable, sino que se convierte en una aventura inolvidable para explorar la belleza escondida de Madeira.
Rota dos Cetaceos, por Ignacio Izquierdo Rota dos Cetáceos es un destino imperdible para quienes visitan Madeira y desean vivir la emocionante experiencia de avistar delfines y ballenas . La ubicación privilegiada de la isla, con profundidades marinas que superan los 3.000 metros a solo 5 kilómetros de la costa, hace que esta zona sea ideal para la observación de estos majestuosos animales . El viajero Ignacio Izquierdo destaca que «los delfines están asegurados», y añade que, con suerte, es posible ver también ballenas y cachalotes.
Los tours se realizan en zodiacs, lo que añade un toque de aventura, aunque aseguran que «cuando la embarcación para puede llegar a marear» si el mar no está en calma. Isaac Martín menciona que su experiencia incluyó la oportunidad de descender al agua con snorkel , permitiéndoles observar a los delfines en su hábitat natural, lo que añade un componente único para los amantes de la fauna marina. Los visitantes elogian la profesionalidad y buen servicio del personal , como señala Clara Corbella Huguet , resaltando que es «una experiencia muy interesante». Sin duda, Rota dos Cetáceos ofrece momentos inolvidables para conectar con la vida marina en el océano Atlántico .
La Piscifactoría de Ribeiro Frio es una parada recomendable en el corazón de Madeira. Este lugar es conocido por su impresionante bosque de laurisilva y su piscifactoría, donde se pueden observar truchas que se utilizan para la repoblación de los ríos de la isla. Un viajero señala que «varias son las piscinas donde se pueden ver estas truchas», destacando la posibilidad de disfrutar de su sabor en los restaurantes cercanos.
Además de la piscifactoría, Ribeiro Frio ofrece la oportunidad de explorar senderos señalizados que recorren el hermoso paisaje. Nuria Antonijoan menciona que «cerca hay una excursión por la montaña a un mirador, muy bonita», lo que añade un atractivo adicional a la visita. La conexión con la naturaleza y la tranquilidad del entorno hacen de este sitio un destino ideal para quienes buscan disfrutar de un día al aire libre. Este lugar no solo es un refugio para los amantes de la naturaleza, sino también una experiencia gastronómica para probar delicias locales en un entorno idílico.
Caldeirao Do Inferno, por Contremo Caldeirao do Inferno es un destino imprescindible para los amantes del senderismo en Madeira . Aunque la entrada a la ruta advierte sobre la peligrosidad del camino, muchos viajeros se aventuran a disfrutar de su belleza natural. Un viajero comenta que a pesar de que el cartel decía «no pasar», decidieron ignorarlo, destacando que «la ruta está sin protección alguna pero hay que decir que es la ruta para senderistas más bonita que hay en Madeira». Esta experiencia única comienza en la Casa de las Queimadas, cerca del pueblo de Santana, y se extiende hacia el Caldeirao Verde y, finalmente, al impresionante Caldeirao do Inferno. La travesía puede durar entre cinco y seis horas, y quienes la emprenden a menudo la describen como «maravillosa». Para disfrutar plenamente de esta ruta, se recomienda no sufrir de vértigo, ya que algunas secciones pueden ser bastante expuestas. Sin duda, Caldeirao do Inferno ofrece vistas espectaculares y una conexión profunda con la naturaleza.
Vereda da Ponta de São Lourenço, por naxos La Vereda da Ponta de São Lourenço es un sendero que ofrece a los visitantes de Madeira una experiencia única en un entorno natural de contrastes. Aunque es uno de los pocos rincones de la isla que no presume del verdor tropical, la belleza de sus acantilados agrestes cautiva a quienes se aventuran por este camino. Según el viajero naxos , la ruta PR-8, que abarca cuatro kilómetros de extensión, «no tiene demasiado desnivel», lo que la hace accesible, salvo por un tramo final que presenta una ligera subida.
El sendero está bien acondicionado y señalizado, con barandillas de protección que resguardan a los caminantes de los impresionantes precipicios que se asoman a ambos lados. A lo largo del recorrido, se pueden admirar formaciones volcánicas destacadas , como la pirámide volcánica visible desde el primer mirador. El esfuerzo de llegar al final del camino vale la pena, ya que se puede disfrutar de una de las vistas más impactantes de Madeira : «la vista del faro de las islas Desertas». Las vistas panorámicas de acantilado tras acantilado, con el faro como un punto culminante, son momentos que los viajeros atesoran en su memoria.
Madeira, con su increíble diversidad de paisajes y riquezas culturales, se revela como un destino imprescindible en el Atlántico . Desde los vibrantes mercados y jardines tropicales hasta los impresionantes acantilados y encantadores pueblos, cada rincón ofrece una experiencia única. Explorar esta joya es una invitación a conectar con la naturaleza y disfrutar de la calidez de su gente, dejando recuerdos inolvidables.