El pulso histórico en el corazón de Malinas Grote Markt, por Ignacio Izquierdo El Grote Markt de Malinas es sin duda el centro neurálgico de la ciudad, un lugar emblemático que no se puede pasar por alto. Como menciona un viajero, es «la plaza mayor habitual de las ciudades belgas», donde se agrupan los edificios más importantes como el Ayuntamiento y la impresionante Catedral de San Romualdo , que se eleva sobre las demás construcciones. Esta plaza, rodeada de elegantes casas renacentistas, se llena de vida en cuanto sale el sol, y las terrazas de los restaurantes se animan, ofreciendo “las mejores vistas de toda la ciudad”.
El Grote Markt también acoge diversos eventos a lo largo del año , como fiestas y competiciones, lo que lo convierte en un punto dinámico y vibrante. “La plaza es muy bonita y con muchos bares y restaurantes alrededor”, señala otro viajero, resaltando la variedad de opciones para disfrutar. No hay duda de que el Grote Markt es el lugar ideal para comenzar a descubrir la esencia de Malinas , donde cada rincón cuenta una historia y cada visita se convierte en una experiencia única.
Catedral de Malinas, por Ignacio Izquierdo La Catedral de Malinas , o catedral de San Rumoldo, se erige como un imponente símbolo de la ciudad , su torre de más de 90 metros es visible desde cualquier punto del casco histórico. Antxon gonzalez destaca su «impresionante fachada» que atrae la mirada de todos los visitantes. La catedral, construida en un estilo gótico típico de la región, se encuentra cerca de la Grote Markt , lo que la convierte en un punto focal de la zona.
subir los 514 escalones de la torre es una experiencia que no se olvida fácilmente. Ignacio Izquierdo advierte que «el deporte que hace subiendo los casi 500 escalones no te lo quita nadie». A pesar del esfuerzo, los viajeros resaltan que la visita vale la pena , aunque la vista desde la cima puede resultar algo decepcionante, ya que las murallas otorgan una visión limitada de la ciudad. Pedro Jareño añade que se trata de «una de esas cosas que todo turista suele realizar», aunque la subida se considera «de las más agotadoras que recuerdo».
En el interior, la catedral ofrece una serie de elementos arquitectónicos impresionantes y un campanario que llena el aire con melodías, tocadas mediante un teclado especial. Es un lugar que, sin duda, captura la esencia de Malinas y merece ser explorado.
Stadhuis, por Antoine El Stadhuis de Malinas , o ayuntamiento, es sin duda uno de los tesoros más destacados de la ciudad. Situado en la plaza central, Grote Markt, este monumento se presenta como un símbolo de la rica historia de la región. Con su imponente arquitectura, el edificio atrae a numerosos visitantes, quienes no pueden evitar admirar su belleza. Un viajero señala que «la arquitectura del lugar no deja de llamar la atención de los transeúntes», lo que resalta la magnificencia del edificio.
Al cruzar la amplia puerta del Stadhuis, los visitantes son recibidos por un encantador patio. Antoine comenta que el espacio es «muy grande», y está equipado con bancos donde los turistas pueden descansar y disfrutar de la tranquilidad que emana de este lugar. Las exquisiteces arquitectónicas, junto con el ambiente relajante, hacen del Stadhuis un punto de parada imprescindible en Malinas. Sin duda, cada rincón de este edificio cuenta una parte de la historia local, convirtiéndolo en una experiencia única para quienes lo visitan.
Vismarkt, por Pedro Jareño Vismarkt es una encantadora plaza situada en la orilla del río en Malinas, Bélgica. Este pequeño espacio, que alguna vez fue un vibrante mercado de pescado, se ha transformado en un lugar atractivo donde la vida local cobra un protagonismo especial. Como señala un viajero, «es una placita pequeña que se encuentra en un lugar privilegiado de la ciudad», justo al lado de la Grote Markt, lo que la convierte en un punto ideal para disfrutar de una pausa.
Vismarkt está rodeada de terrazas donde locales y visitantes se reúnen para disfrutar del sol mientras saborean una bebida. Según Antoine , «hoy en día es un lugar encantador, donde los bares y restaurantes han sustituido a los puestos de pescadería». La plaza cobra vida especialmente por las tardes y noches, siendo un lugar de encuentro fundamental para los jóvenes y estudiantes de la ciudad. Esto ofrece una experiencia auténtica, alejada de las típicas rutas turísticas, donde se puede descubrir el ambiente festivo de Malinas en su máxima expresión. Sin duda, visitar Vismarkt es una experiencia única que no debe faltar en tu recorrido por esta encantadora ciudad.
Plaza Wollemarkt, por Dónde vamos Eva La Plaza Wollemarkt es un encantador rincón de Malinas que atrae a los viajeros con su ambiente cálido y acogedor . Situada justo al pie de la impresionante torre de San Romualdo, esta plaza se convierte en un verdadero paraíso para los amantes de la cerveza. Como destaca una viajera, «la agradable plaza está repleta de bares y brasseries y preciosas terrazas que le dan un aspecto muy coqueto y atrayente».
Es el lugar ideal para relajarse tras un día explorando la ciudad, especialmente después de la subida a la elevada torre. La plaza no solo ofrece una variedad de opciones gastronómicas, sino que también invita a descubrir los encantos de las callecitas que la rodean. Según el viajero que comparte su experiencia, «un consejo, callejea después por las callecitas que salen de esta plaza, son preciosas y hay más de una sorpresa esperando a ser descubierta». Así, Wollemarkt se convierte en un punto de encuentro perfecto para disfrutar de la gastronomía local y sumergirse en la historia y el encanto de Malinas.
Tesoros arquitectónicos y artísticos con siglos de historia Gran Béguinage, por Antoine Ubicado en la parte occidental del centro histórico de Malinas, el Gran Béguinage es un lugar que captura la esencia de la ciudad con su encanto y tranquilidad . Este barrio, accesible a solo diez minutos a pie de la plaza principal, sorprende a los visitantes con sus calles estrechas y casas de ladrillo rojo , a menudo adornadas con toques blanqueados. Antoine destaca que el área «es una zona llena de encanto», donde uno puede descubrir «casas de beneficencia, inteligentemente alojadas en pequeños callejones sin salida».
A menudo desconocido para los turistas, el Gran Béguinage ofrece un refugio sereno para aquellos que deciden explorar más allá de las rutas habituales. Los viajeros pueden disfrutar de un paseo relajante , sumergiéndose en la atmósfera pacífica y encantadora que lo caracteriza. Este rincón de Malinas se convierte en una experiencia única , ideal para quienes buscan tranquilidad durante su estancia en la ciudad. Sin duda, el Gran Béguinage es un imprescindible para quienes deseen descubrir lo mejor de Malinas.
Basilica Notre-Dame de Hanswij, por Antoine La Basílica Notre-Dame de Hanswijk es una joya de la arquitectura barroca situada en el corazón de Malinas, específicamente a la orilla sur del río que atraviesa la ciudad. Su imponente cúpula es fácilmente reconocible desde el especial puente Vijfhoek, lo que la convierte en un punto destacado de la ciudad. Según un viajero, la basílica es «muy impresionante, muy sólida», y su diseño arquitectónico no deja indiferente a nadie.
Al ingresar, se siente una atmósfera de paz y simplicidad. El interior alberga hermosas estatuas de los apóstoles y destaca por sus vidrieras modernas, que aportan un toque contemporáneo a la clásica estructura. Un visitante resalta que «la entrada a la basílica es gratuita «, lo que permite disfrutar de este espléndido lugar sin coste alguno. Visitar la Basílica Notre-Dame de Hanswijk es una experiencia que combina historia, arte y espiritualidad, convirtiéndola en un lugar imprescindible en la exploración de Malinas.
Palacio de Margarita de Austria, por emilie Ubicado en el corazón de Malinas, el Palacio de Margarita de Austria es un rincón encantador que refleja la historia y el legado de la ciudad. emilie destaca que, aunque está «escondido», este palacio ofrece «hermosos jardines «, ideales para aquellos que buscan un remanso de paz en medio del ajetreo urbano. Su acceso se realiza a través de una pequeña puerta que, al cruzarla, permite descubrir un jardín italiano que invita a la relajación.
Antoine añade que el palacio se encuentra a solo diez minutos a pie de la plaza Grote Markt, lo que lo convierte en una parada obligatoria durante un paseo por la ciudad . Este viajero lo describe como un lugar «tranquilo, rodeado de bellos edificios”, lo que lo convierte en un refugio perfecto para los visitantes que desean disfrutar de la arquitectura imponente y elegante que caracteriza a Malinas. El Palacio de Margarita de Austria, hoy utilizado como oficinas judiciales, aún mantiene su esencia histórica, ofreciendo una experiencia única para quienes se aventuran a descubrirlo.
IJzerenleen, por Pedro Jareño IJzerenleen es un pasaje encantador ubicado muy cerca de la Grote Markt de Malinas, que ofrece una experiencia única para los visitantes . Aunque durante una de las visitas de Pedro Jareño estaba en obras, lo describió como «uno de los sitios más interesantes de la ciudad». Este bulevar es flanqueado por numerosas tiendas, comercios y restaurantes, creando un ambiente animado y acogedor. La amplia zona de paseo en el centro invita a los viajeros a disfrutar de un agradable recorrido.
A medida que se avanza por IJzerenleen en dirección contraria a la plaza, se llega a un precioso puente que atraviesa el río . Este puente se convierte en una parada obligatoria, ya que permite a los visitantes detenerse y apreciar el «panorama» que ofrece el entorno. La combinación de arquitectura, naturaleza y la vida urbana hacen de este lugar un destino imperdible en Malinas, ideal para disfrutar de un día de exploración y relax.
Brusselpoort, por Luise GP La Brusselpoort, la torre más alta de la antigua muralla que rodeaba la ciudad medieval de Malinas, es un monumento emblemático y lleno de historia. Esta puerta se construyó en el siglo XIII y ha resistido la prueba del tiempo, siendo la única de las once previstas que aún se mantiene en pie. Su estilo gótico se remonta a una remodelación en el siglo XVI, lo que añade un toque distintivo a su belleza arquitectónica. Según Luise GP , ha tenido múltiples usos a lo largo de los años, como «estación de policía, sala de conferencias, estudio de arte del artista Alfred Ost, base de una compañía de teatro, museo y archivo municipal».
Hoy, la Brusselpoort se encuentra en una zona donde la carretera circular rodea lo que una vez fue el imponente muro de la ciudad. Varios viajeros destacan la importancia de este lugar no solo por su valor histórico, sino también por su integración en la vida cotidiana de Malinas. «La puerta de Bruselas volvió una rotonda», comenta otro viajero, mostrando cómo este monumento ha evolucionado y se ha adaptado a los tiempos modernos. Una visita a Malinas no está completa sin un paseo por este histórico punto de referencia que nos conecta con el pasado.
Paseos que reviven el encanto de antaño Calles de Malinas, por Pedro Jareño Las calles de Malinas son un encantador laberinto donde el tiempo parece detenerse. El viajero Pedro Jareño describe su paseo por el centro histórico como un «ejercicio muy recomendable para todo aquel que quiera desconectar». Este lugar, aunque menos conocido que otras ciudades belgas, ofrece un atractivo especial gracias a su hermosa arquitectura y la serenidad de sus rincones . Atravesada por un río, Malinas recuerda a las vecinas ciudades holandesas que se despliegan a lo largo de los canales.
Ignacio Izquierdo también habla sobre la magia de las calles malinas, subrayando sus «calles encantadoras, de arquitectura gremial » y una plaza que deja sin aliento. Este viajero se sintió cautivado por la posibilidad de perderse en sus trayectos, disfrutando de un refresco en alguna de las terrazas del mercado central. Explorar las calles de Malinas es una experiencia que enamora y que invita a disfrutar de su ritmo tranquilo y su belleza arquitectónica.
Klein Begijnhof, por Luise GP Klein Begijnhof, un rincón escondido en Malinas, ofrece una mirada fascinante a la historia y la tranquilidad de la vida de los beguinos. Este pequeño beguinaje fue establecido en el siglo XIII como un refugio para los beguinos más pobres , contrastando con el más conocido Groot Begijnhof. Como menciona Luise GP , «fue construido en el siglo XIII, pero muchas reformas y renovaciones se hicieron durante los siglos, incluyendo adaptaciones para la vida moderna en el siglo XIX». Al pasear por sus caminos empedrados y disfrutar de su arquitectura, se percibe un ambiente que ha resistido el paso del tiempo.
Aunque anteriormente había tres accesos, en la actualidad solo queda un pequeño puerto que resalta la serenidad del lugar. Según Luise GP, «actualmente viven los residentes ordinarios, que también tiene una comunidad organizada que promueve eventos». Esto añade un toque vibrante a la atmósfera tranquila que caracteriza a Klein Begijnhof, convirtiéndolo en un lugar perfecto para aquellos que buscan una experiencia única en Malinas , donde la historia y la vida moderna coexisten armoniosamente.
Bruul, por Antoine Bruul es una de las calles comerciales más emblemáticas y concurridas de Malinas, Bélgica. Este animado bulevar se extiende a lo largo del río y conecta directamente con la plaza central, Grote Markt, donde se encuentran el majestuoso Ayuntamiento y la Catedral de San Romualdo. Antoine destaca que «la calle es probablemente una de las calles comerciales más concurridas de la ciudad», lo que refleja su popularidad tanto entre los locales como entre los visitantes.
A lo largo de Bruul, los viajeros encontrarán una diversidad de tiendas y boutiques que ofrecen marcas reconocidas internacionalmente. Este lugar no solo es un punto de encuentro para ir de compras , sino también un espacio donde la vida urbana se manifiesta con su bullicio constante. El viajero menciona que «se trata de una calle muy transitada, donde la gente viene regularmente de compras». Este ambiente vibrante convierte a Bruul en un lugar ideal para disfrutar de un paseo, deleitarse con el shopping y sumergirse en la cultura de Malinas. Sin duda, es una experiencia única que no te puedes perder en esta encantadora ciudad.
Krankenstraat, por Dónde vamos Eva Krankenstraat es una joya escondida en Malinas, ideal para aquellos que buscan un rincón de paz en medio de la ciudad. La viajera Eva destaca que «una de las calles más bonitas del Gran Beatario, declarado Patrimonio de la Humanidad, es perfecta para deambular con tranquilidad», permitiendo experimentar la serenidad que caracteriza a este lugar emblemático de Flandes. Pasear por Krankenstraat es una experiencia que invita a la contemplación y al disfrute de la arquitectura que le rodea.
En esta encantadora calle, los visitantes también pueden descubrir una colección de casas que han sido declaradas monumentos de la ciudad por su belleza y valor histórico. Al final de la calle se encuentra la Brasserie Het Anker, la más antigua de Malinas, famosa por la elaboración de la apreciada cerveza Goulden Carolus , lo que añade un atractivo extra a la visita. Esta combinación de historia, cultura y gastronomía convierte a Krankenstraat en un lugar imprescindible para quienes exploran la encantadora Malinas.
Canal El Melann, por Dónde vamos Eva El Canal El Melann en Malinas es un antiguo arroyo que ha sido rescatado y restaurado, convirtiéndose en un espacio revitalizado para la ciudad desde su reapertura en 2007. Este canal ha logrado capturar la esencia de la vida local y se ha transformado en un lugar ideal para pasear y disfrutar del ambiente relajado de la ciudad. Como comenta una viajera, «soy fan absoluta de este tipo de recuperaciones que hacen las ciudades «.
El canal no solo ofrece una experiencia visual encantadora , sino que también invita a los malineses y visitantes a explorar sus alrededores. Los paseos a lo largo de sus aguas son comunes, y es fácil toparse con los malineses disfrutando de su tiempo libre tanto a pie como en bicicleta. Un viajero destaca que «Malinas es una ciudad que invita al paseo relajado y a pararte continuamente en sus vías de agua, canales, placitas, tiendas y brasseries».
Las preciosas casas que se reflejan en el agua añaden un encanto especial al canal , convirtiéndolo en un escenario perfecto para recrear la experiencia de los habitantes locales. Sin duda, El Melann es un lugar que no te puedes perder si buscas disfrutar de las vibrantes calles de Malinas.
El esplendor de Malinas desde las alturas y el agua Vistas desde la torre de la Catedral, por Pedro Jareño La torre de la Catedral de Malinas es un destino imperdible para quienes buscan disfrutar de vistas panorámicas de esta encantadora ciudad belga. Aunque la subida puede parecer desalentadora, con 514 escalones que hay que recorrer, cada paso vale la pena. Pedro Jareño menciona que subir a lo alto de la torre le ayuda a «ponerse en situación y saber qué está viendo». Desde la cima, las vistas pueden no ser extraordinarias en términos de montañas, pero «lo que más me gustó es observar la realidad del lugar: los Países Bajos». Esta perspectiva te da una clara comprensión de la geografía de la región.
Kris por el mundo también comparte su experiencia, señalando que la subida es «entretenida», y hay oportunidades para contemplar los carrillones. Al llegar al mirador, las vistas se convierten en un espectáculo, ya que en días despejados es posible divisar otras ciudades belgas. Aunque las vistas se limitan a los tejados y plazas de Malinas, como sugiere Kris, «es recompensa suficiente». Así, la torre no solo ofrece un reto físico sino también una experiencia visual que capturará el corazón de cualquier viajero.
Mirador de la Torre San Rumbold, por Cristina E Lozano El Mirador de la Torre San Rumbold es sin duda una de las joyas de Malinas, ofreciendo una experiencia inigualable con vistas que abarcan 360 grados de esta encantadora ciudad. Cristina E Lozano destaca que «las mejores vistas panorámicas de la flamenca ciudad de Malinas solo las encontrarás si subes a lo alto de la Torre San Rumbold.» Este mirador, que se eleva sobre el paisaje urbano, se ha convertido en un emblemático balcón abierto que invita a los visitantes a asomarse y disfrutar de la belleza circundante.
La historia de la torre se remonta al siglo XV, siendo iniciada por la familia Kelderman en 1452. Aunque el baluarte está bien conservado y protegido, hay que subir algunas escaleras para llegar al mirador, lo cual no resulta abrumador, según los viajeros. «No está abarrotado de turistas y no tienes límite de tiempo», afirma uno de ellos, destacando la tranquilidad que se experimenta durante la ascensión. Aunque hay un costo adicional para acceder al mirador , la experiencia compensa con creces, permitiendo a los visitantes disfrutar de vistas impresionantes en un entorno seguro, ideal para familias con niños que pueden admirar el paisaje sin dificultad.
Torre de San Rumbold, por Cristina E Lozano La Torre de San Rumbold es un impresionante símbolo de la ciudad de Malinas y se erige como un testimonio del patrimonio cultural belga, habiendo sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Con una altura de 97 metros, su visita se convierte en una experiencia memorable que exige a los visitantes escalar varios centenares de escalones. Cristina E Lozano destaca que «los escalones están señalizados en la pared, facilitando el conteo durante la subida».
A lo largo del ascenso, los visitantes recorrerán seis niveles que albergan distintas colecciones, siendo especialmente notables las enormes campanas de hierro fundido. Los viajeros también se maravillan con el carrillón, cuya imponente sonoridad «hace temblar hasta los cimientos del edificio». Desde los ventanucos en los niveles inferiores, se puede disfrutar de vistas encantadoras de la ciudad.
El punto culminante de la visita es el balcón mirador semitransparente que se encuentra tras el último peldaño. Desde allí, las panorámicas de 360 grados permiten apreciar Malinas y sus alrededores en todo su esplendor, lo que sin duda lo convierte en un sitio imprescindible para quienes buscan experiencias únicas.
Paseos en Barco por el río Dyle, por Ignacio Izquierdo Pasear en barco por el río Dyle es una experiencia que todos los visitantes de Malinas deben considerar. Ignacio Izquierdo destaca que, a pesar de las modernizaciones que han transformado la ribera, «se puede optar por hacer el recorrido en barco y disfrutarlo a paso tranquilo desde las aguas». Esta perspectiva permite admirar tanto las calles más clásicas como las casas gremiales antiguas, así como una mezcla fascinante con la arquitectura moderna que ha revitalizado algunos edificios a lo largo del río.
El paseo en barco no solo es económico, sino que también ofrece una visión única de la ciudad . Los viajeros comentan que no se trata de un recorrido largo, pero sí muy enriquecedor. Ignácio señala que el viaje brinda la oportunidad de «ver las calles más clásicas y casas gremiales más antiguas» desde una nueva perspectiva, lo que convierte a esta actividad en un imperdible al visitar Malinas. La combinación de historia y modernidad hace de este paseo una forma especial de conectar con la esencia de la ciudad mientras se navega por sus tranquilas aguas.
Senderos del Dyle, por Antoine Senderos del Dyle ofrece a los visitantes de Malinas una experiencia inolvidable al recorrer las orillas del río Dyle. Este paseo, que comienza en Van Beethovenstraat, permite disfrutar de la naturaleza mientras se exploran rincones de la ciudad desde una perspectiva diferente. Antoine , un viajero, destaca que «caminar alrededor y cerca del río es muy agradable», ya que proporciona una forma única de conocer Malinas.
El sendero incluye un encantador puente peatonal de madera que conecta con Vijfhoek y el jardín botánico, un punto ideal para disfrutar de una pausa entre la vegetación. Aunque el paseo puede parecer algo largo, se caracteriza por su belleza escénica. Según Antoine, «es un poco caminar unos cientos de metros, lo cual es bastante rápido», lo que lo hace accesible para aquellos que desean explorar sin prisa. Este rincón de Malinas es, sin duda, una joya para quienes buscan tranquilidad y contacto con la naturaleza en un entorno urbano.
Jardines secretos y oasis urbanos de tranquilidad Parque De Kruidtun, por emilie El Parque De Kruidtun es un encantador rincón verde en Malinas que merece una visita. Este parque es conocido por su ambiente tranquilo y por albergar un árbol centenario que resulta ser uno de sus principales atractivos. Una viajera destaca que «de lo que pude descubrir, es el único parque de la ciudad», lo que lo convierte en un lugar especial para los que buscan disfrutar de la naturaleza y el aire libre.
Aunque el parque no es muy grande, ofrece suficientes espacios para hacer un picnic o simplemente descansar en uno de sus bancos. Los visitantes aprecian la paz que se respira en este lugar, ideal para desconectar del bullicio urbano. Además, si se explora atentamente la parte sur del parque, se puede encontrar un antiguo molino de aguas , un detalle que puede pasar desapercibido. Tal como indica otra viajera, «hay que poner atención y buscarlo bien». Estas características hacen del Parque De Kruidtun un espacio perfecto para pasear y disfrutar de momentos de tranquilidad en medio de la ciudad.
Kruidtuin - Jardín Botánico, por ANADEL Kruidtuin, el Jardín Botánico de Malinas, es un lugar que invita a los visitantes a sumergirse en la belleza de la naturaleza. Su historia se remonta a la época de la Orden de los Caballeros, cuando formaba parte de la Comandancia Pitzemburg. En el siglo XIX, el espacio fue adquirido por el ayuntamiento y transformado en un encantador parque municipal de estilo inglés. ANADEL resalta que este jardín ha evolucionado hasta convertirse en “un lugar al que los habitantes de la ciudad van a pasear”, lo que evidencia su importancia como punto de encuentro y recreo para los malineses.
Los viajeros disfrutan de la paz y la tranquilidad que ofrece este idílico espacio verde, ideal para un paseo relajante entre árboles y plantas. El jardín, ubicado junto al río Dyle, proporciona a los visitantes la oportunidad de contemplar la flora variada mientras se sumergen en un ambiente sereno. Es un lugar perfecto para recargar energías y apreciar la belleza de la naturaleza en el corazón de Malinas, donde cada rincón cuenta con una historia que invoca nostalgia y belleza.
Historias y leyendas en piedra y bronce Estatua de Margarita de Austria, por Pedro Jareño La estatua de Margarita de Austria se erige majestuosa en la plaza mayor de Malinas , justo al lado de la catedral de San Rumoldo . Esta escultura es la única en Bélgica que representa a una figura femenina y rinde homenaje a Margarita, quien fue gobernadora en la época de la soberanía española. Según el viajero Pedro Jareño , «fue recordada por hacerlo de forma sobria y equilibrada», un rasgo admirable en tiempos convulsos.
Visitar esta estatua no solo permite a los viajeros disfrutar de una obra artística significativa , sino que también ofrece un vistazo al patrimonio histórico de la ciudad . Su ubicación estratégica en la plaza mayor la convierte en un punto de encuentro que atrae tanto a locales como a turistas. La viajera destaca el entorno que rodea la estatua, creando un ambiente encantador que invita a pasear y descubrir más sobre la historia de Malinas. Sin duda, la estatua de Margarita de Austria es un testimonio de la rica historia de la ciudad y un elemento imprescindible en cualquier recorrido por este encantador destino belga.
Opsinjoorke, por ANADEL En el corazón de Malinas se encuentra una plaza emblemática donde destaca la fascinante figura de Opsinjoorke , representada en una estatua en la fachada del ayuntamiento. Esta escultura, datada en 1647, tiene un significado especial en la cultura local. Durante las festividades y procesiones, la figura de Opsinjoorke es llevada a gran altura sobre una sábana de lino, convirtiéndose en un espectáculo único. La viajera ANADEL explica que «la estatua que hay en una esquina de esta gran plaza representa a Opsinjoorke sobre una manta o sábana», lo que añade un toque de atractivo cultural a la visita.
Además, esta tradición tiene raíces simbólicas, ya que se dice que era una forma de castigar a maridos infieles o borrachos de manera simbólica. A través de esta ceremonia se pueden apreciar las costumbres y creencias de antaño. Para quienes visitan Malinas, la experiencia de observar esta fascinante representación y participar en los festejos es una oportunidad inigualable de conectar con la historia y la cultura de la localidad. Opsinjoorke no es solo un símbolo, sino un punto de encuentro de tradición y festividad en esta encantadora ciudad belga.
Estatua de Beethoven, por Xipo Enelmundoperdido La estatua de Beethoven se erige en una encantadora plaza a orillas del río Dijle en Malinas, rindiendo homenaje al célebre músico Ludwig van Beethoven y a su abuelo, Lodewijk van Beethoven, quien nació en esta ciudad en 1712. El viajero Xipo Enelmundoperdido destaca la curiosa escultura de bronce donde Beethoven, representado en su infancia, se encuentra frente a su abuelo. Esta conexión familiar se simboliza a través de una partitura que el abuelo sostiene y una rosa dorada que el niño oculta tras su espalda, en un gesto que parece ser un regalo para su antepasado.
La ubicación de la estatua, en la calle Van Beethoven , refuerza la importancia de este legado musical en la ciudad. Además, el viajero sugiere culinarias que complementan la visita, al mencionar que justo al lado se encuentra el restaurante LAM’EAU , un lugar de calidad donde degustar una comida excepcional. Esta combinación de arte e historia, junto con la opción de disfrutar de exquisiteces locales, convierte a la estatua en un punto de interés imperdible en Malinas.
Fe, tradición y espiritualidad en la ciudad Iglesia Onze-Lieve-Vrouw-over-de-Dijlekerk, por emilie La Iglesia Onze-Lieve-Vrouw-over-de-Dijlekerk se presenta como un tranquilo refugio en Malinas , situada al sur de la ciudad, más allá del río. Su arquitectura, marcada por la blancura del edificio y su alto campanario, impone una presencia notable en el barrio. emilie describe su experiencia al señalar que es un lugar donde uno puede «desprenderse de las tensiones del día», disfrutando de la paz que emana del entorno.
La iglesia es también un deleite para los sentidos; los visitantes tienen la oportunidad de escuchar el órgano tocado por estudiantes locales, lo que añade un toque encantador a la visita. Las impresionantes obras de arte en su interior, incluyendo una pintura de Rubens, son otro punto destacado. Emilie sugiere que los momentos en que el sol ilumina los vitrales crean «bonitos reflejos de luz «, ofreciendo una experiencia visual única . Es una parada ideal, ya sea al regresar del centro de la ciudad o camino a la estación de ferrocarriles, proporcionando una pausa agradable en la exploración de Malinas.
Iglesia de Santa Catherine, por ANADEL La iglesia de Santa Catherine en Malinas es un impresionante ejemplo de la arquitectura neogótica , ubicada en una tranquila calle residencial entre los pintorescos beguinajes. Su belleza atrae a visitantes que buscan conocer la historia y la espiritualidad que emanan de este lugar. Una viajera resalta que “las ventanas redondas que se distribuyen en la nave central intentan rememorar la rueda usada en la tortura de la Santa patrona del templo”, lo que añade una capa de profundidad histórica a la experiencia.
Además de su atractivo arquitectónico, la iglesia se envuelve en un aire de serenidad que invita a la contemplación. Al visitarla, muchos viajeros se sienten fascinados por su ambiente acogedor y la atmósfera espiritual que se respira en su interior. Este lugar no solo es un sitio de culto, sino también un atractivo turístico que captura la atención de quienes exploran Malinas en busca de experiencias auténticas . Sin duda, la iglesia de Santa Catherine es un punto destacado que vale la pena incluir en cualquier itinerario por esta encantadora ciudad belga.
Iglesia Begijnhofkerk, por ANADEL La Iglesia Begijnhofkerk , situada en el encantador barrio Beguinaje de Malinas , es un impresionante ejemplo del estilo barroco . La viajera ANADEL la describe como «una espléndida fachada barroca» que destaca por su belleza y su historia. Esta iglesia fue construida en el siglo XVII, periodo durante el cual las beguinas, una comunidad religiosa de mujeres , adquirieron riqueza y pudieron contratar a arquitectos de renombre para su edificación.
Aunque actualmente se encuentra en proceso de rehabilitación, lo que limita las visitas a su interior, los viajeros aún pueden disfrutar de su impresionante exterior. La combinación de su rica historia y su relevancia arquitectónica la convierten en una parada imprescindible para quienes visitan la ciudad. A pesar de su inaccesibilidad momentánea, la curiosidad y el interés que genera son palpables, lo que la convierte en un atractivo único dentro del recorrido por Malinas. Este rincón nostálgico invita a los visitantes a imaginar la vida de las beguinas y apreciar la riqueza cultural que Malinas tiene para ofrecer.
Iglesia Nuestra Señora de Leliëndaal, por ANADEL La Iglesia Nuestra Señora de Leliëndaal se alza como una joya del barroco en Malinas , un testimonio del esplendor arquitectónico del siglo XVII. Diseñada por el talentoso Lucas Faydherbe, esta iglesia es un legado de las Norbertinas, quienes establecieron su monasterio en 1602 en este mismo lugar. A pesar de la destrucción que sufrió durante la Segunda Guerra Mundial, la estructura actual ofrece una mirada fascinante a la rica historia de la región .
La viajera ANADEL destaca la importancia histórica de esta iglesia y su conexión con la orden religiosa: «Las Norbertinas de Malinas se establecieron aquí en 1602 y construyeron un gran monasterio que fue destruido en la segunda guerra mundial». Los visitantes elogian su impresionante diseño barroco, que refleja la devoción y la artesanía de su tiempo. Sus impresionantes detalles ornamentales invitan a una contemplación profunda y son un refugio de paz en medio de la ciudad.
Explorar la Iglesia Nuestra Señora de Leliëndaal es una experiencia que combina historia, espiritualidad y belleza arquitectónica, convirtiéndola en un destino imperdible para quienes visitan Malinas .
La creatividad y el saber a lo largo del tiempo El taller de Wit, por Antoine El taller de Wit es un fascinante taller de tapices ubicado en Malinas, donde los visitantes pueden adentrarse en el mundo del arte textil . Ignacio Izquierdo comenta que se trata de un lugar donde «se reparan, pero también con una magnífica exhibición donde descubrir los misterios de este arte en una visita guiada de una hora y media.» Durante la visita, los turistas se ven envueltos en la historia de la producción de tapices, un legado que se mantiene vivo en la ciudad.
Antoine destaca que, «la fábrica está todavía en los negocios,» lo que hace que la experiencia sea aún más interesante. Las visitas se celebran los sábados por la mañana y ofrecen un recorrido de aproximadamente dos horas. Los viajeros aprenden sobre la técnica de tejido de tapices y tienen la oportunidad de admirar auténticas obras de arte, incluidas algunas creaciones modernas. El edificio, junto a su encantador jardín, merece ser explorado, convirtiendo la visita en una experiencia enriquecedora y memorable.
Museo del juguete, por Antoine El Museo del Juguete de Malinas es una joya para los amantes de la historia y la nostalgia. Situado un poco alejado del centro de la ciudad, se accede cruzando el río que delimita el casco histórico y siguiendo la calle Nekkerspoelstraat. Este amplio museo se distribuye en tres plantas y ofrece una inmersión fascinante en el mundo de los juguetes . Desde muñecas y peluches hasta robots y videojuegos, «todo está allí», como menciona Antoine , quien también destaca la variedad de objetos cotidianos que se pueden explorar.
La originalidad de la presentación es otro de los aspectos que los visitantes valoran. La experiencia de ver «detrás de las ventanas son idénticas a las de nuestros juguetes de la infancia» evoca recuerdos entrañables. Sin duda, el Museo del Juguete es un lugar interesante donde cada rincón tiene una historia que contar, haciendo de la visita no solo un recorrido por los juguetes, sino un viaje nostálgico a través del tiempo .
Escuela de carillon, por Antoine La Escuela de Carillón de Malinas es un verdadero orgullo para la ciudad, famosa por ser un centro de formación de músicos provenientes de todo el mundo. Este establecimiento, materializado por Jef Denyn en 1922, se encuentra actualmente en un proceso de construcción, lo que solo añade más encanto a su reputación. Un viajero destaca que aquí «los estudiantes seguirán un curso de seis años » donde se combina la teoría musical, el canto y la práctica del uso del teclado, lo que permite a cada alumno perfeccionar su arte en el carillón.
Los viajeros notan que la tradición del carillón en Bélgica es notable y consideran una experiencia única escuchar estos instrumentos. Uno de ellos recomienda visitar «los pies de la Torre de San Romualdo » para disfrutar de un auténtico timbre en la ciudad. La fusión de la historia, la música y la dedicación que se percibe en la Escuela de Carillón hace de este lugar una parada obligatoria para quienes visitan Malinas y un testimonio del legado cultural que envuelve a esta encantadora ciudad.
Maurus Moreelshuis Espacio de Arte, por Dónde vamos Eva Maurus Moreelshuis Espacio de Arte es un hallazgo imperdible en Malinas, donde los amantes del arte pueden sumergirse en una experiencia cultural única y gratuita. Este espacio multifuncional está ubicado en una hermosa casa de estilo flamenco , justo al lado de la antigua iglesia del Beatario, que le confiere un atractivo adicional. Al entrar, los visitantes son recibidos calurosamente por el personal, que está siempre dispuesto a compartir su pasión por las exposiciones de artistas locales .
Una viajera destaca que «mientras buscábamos el Gran Beatario de Malinas nos dimos de bruces con un lugar precioso, con las puertas abiertas, repleto de arte que invitaba a ser visitado». Este comentario refleja la atmósfera acogedora y la sorpresa que ofrece el lugar a quienes lo descubren. Además, el jardín que rodea el edificio añade un toque de tranquilidad, convirtiendo la visita en una experiencia aún más memorable.
Los diferentes tipos de exposiciones artísticas permiten a los visitantes disfrutar de una variedad de obras que enriquecen la cultura de la ciudad. Como describe otra viajera: «Nunca olvidaremos el buen rato que nos hicieron pasar aquí, además la entrada es gratuita». Sin duda, una visita a Maurus Moreelshuis es una forma excelente de conectar con el arte y la comunidad creativa de Malinas.
Rincones peculiares para descubrir la Malinas más curiosa Groen Waterke, por Luise GP El Groen Waterke es un rincón de Malinas que destaca por su indiscutible encanto y romanticismo , a pesar de ser solo una vista. El viajero Xipo Enelmundoperdido describe este lugar como «una vista de postal «, donde los edificios de ladrillo rojo de la abadía de Saint Trudent se reflejan en el tranquilo agua cubierta de lenteja verde, creando un ambiente que parece transportarnos en el tiempo. Este atractivo, situado en el corazón de la ciudad, está adyacente a la histórica abadía, que alberga la famosa manufactura de tapices De Witt, donde se pueden admirar y adquirir obras artesanales.
La viajera Luise GP añade un matiz interesante al señalar que el Groen Waterke es en realidad lo que queda de un antiguo canal, conocido como el Melaan, que fue casi totalmente oculto en el siglo XIX. Su nombre, que significa «agua verde», proviene de la vegetación acuática que lo cubre. Además, comparte una curiosidad histórica sobre el lugar, recordando cómo las letrinas de las casas solían estar directamente sobre el canal. Este atractivo, junto con su fama, ha inspirado a varios restaurantes de la ciudad a tomar su nombre, en reconocimiento al bello paisaje que lo caracteriza.
Lamot, por Antoine Ubicado en el corazón de Malinas, el Palacio de Congresos LAMOT se destaca por su arquitectura moderna y su ubicación privilegiada a lo largo del río, justo frente a la famosa plaza Vismarkt. Este amplio edificio alberga diversos eventos y exposiciones, convirtiéndose en un punto de encuentro cultural y social de la ciudad. Un viajero menciona que «la vista de la ciudad y el río es bastante excepcional» desde el restaurante, que se encuentra en la primera planta del LAMOT, totalmente acristalada, lo que permite disfrutar del paisaje mientras se saborea la gastronomía local.
Además, el establecimiento también cuenta con una acogedora cafetería en la planta baja y una terraza, ideal para relajarse al aire libre. Según Antoine , es un lugar que no solo ofrece un servicio de calidad, sino que también permite disfrutar de «una experiencia única» gracias a su oferta gastronómica y a la atmósfera vibrante que se siente en cada rincón. Sin duda, LAMOT es un lugar imperdible para quienes desean disfrutar de la cultura y la belleza de Malinas.
El puente de la fuente, por ANADEL El puente de la fuente es un emblemático punto de conexión en Malinas , que data de 1371. Este antiguo puente, que une el distrito de la estación con el barrio antiguo, ha sido testigo de la historia de la ciudad a lo largo de los siglos. Sin embargo, como señala una viajera, «desgraciadamente este que une el distrito de la estación con el barrio antiguo fue alterado durante los siglos XVIII y XIX», lo que ha modificado un poco su aspecto original, aunque aún conserva su encanto.
Su nombre proviene de una fuente que una vez existió en sus cercanías, lo que añade un aire de nostalgia a la visita. Ana del, una usuaria de minube, menciona que «el primitivo data de 1371», subrayando su importancia histórica. Al caminar por el puente, los visitantes pueden disfrutar de vistas pintorescas del río Dyle y del entorno que lo rodea. Este lugar no solo es un cruce funcional, sino también un punto de encuentro que refleja la esencia de Malinas, invitando a los viajeros a detenerse y disfrutar del ambiente y la historia que emana de sus piedras.
Koninklijk Atheneum Pitzemburg, por ANADEL El Koninklijk Atheneum Pitzemburg se alza como un testimonio de la rica historia de Malinas . Antiguamente, este edificio sirvió como cuarteles de la orden de los Caballeros Teutónicos desde el siglo XIII, una época que dejó huella en su arquitectura y entorno. Tal como menciona un viajero, «Pitzemburg fueron los cuarteles de la orden de los Caballeros Teutónicos». Este emblemático lugar, conocido por ser uno de los más famosos «commanderijen» o edificios anexos a monasterios, ha atraído la atención de visitantes que buscan conectarse con la historia de la ciudad.
Ubicado junto al «puente de la fuente » sobre el Dyle, su cercanía al agua le otorga un encanto adicional, ideal para un paseo reflexivo. A este respecto, un visitante destaca que «el edificio lo veréis a un lado del puente de la fuente». Su arquitectura única y su rica historia invitan a los viajeros a explorar y sumergirse en el legado cultural de Malinas , haciendo del Koninklijk Atheneum Pitzemburg una parada obligatoria en cualquier recorrido por la ciudad.
De Cellekens, por ANADEL De Cellekens es un lugar que irradia historia y arte , situado a la sombra de la imponente torre de San Romualdo. Originalmente concebido como un asilo para mujeres desamparadas, este espacio es hoy un refugio para quienes buscan disfrutar de un entorno sereno y pintoresco. Según un viajero, «son tres alas de casas con un jardín interior y la casa conventual, cada una con una especie de celdas para acogerlas», lo que le otorga un aire de tranquilidad y contemplación.
La transformación del recinto fue obra de dos artistas locales que decidieron rehabilitarlo, aportando un toque contemporáneo a su rica historia. Como menciona otra viajera, «las esculturas de ella adornan el jardín», lo que convierte a De Cellekens en un espacio no solo de memoria, sino también de creatividad. La fusión de su pasado con las expresiones artísticas actuales hace que cada visita sea una experiencia única, perfecta para quienes deseen sumergirse en la esencia de Malinas.
Sabores y tradición cervecera en el corazón de la ciudad Cervejaria Het Anker, por Luise GP En el corazón de Malinas se encuentra la cervecería Het Anker , un lugar con una rica historia que data del siglo XV, donde se producen algunas de las cervezas más galardonadas de Bélgica , como la Gouden Carolus. Luise GP destaca la historia de la cervecería al señalar que «su primer disco todavía del siglo anterior» aporta un aire de tradición que se mantiene a lo largo de los siglos. Este antiguo lugar ha cambiado de propietarios y nombres múltiples veces, adaptándose a los tiempos sin perder su esencia.
Además de la producción de cerveza, Het Anker alberga una destilería, un hotel y un bar-restaurante que comparten su nombre, creando un espacio multifacético para los visitantes . Los viajeros pueden disfrutar de las antiguas casas que rodean la cervecería mientras degustan diferentes variedades de cervezas. Luise GP menciona que «tomar una visita guiada por la fábrica de cerveza » es una excelente opción que ofrece una inmersión en el proceso de elaboración de las cervezas, incluyendo degustaciones. Esta visita, con una duración de una hora y media, es recomendable para quienes desean conocer más sobre la tradición cervecera de la región . Sin duda, Het Anker es un destino imperdible para los amantes de la cerveza y la historia en Malinas.
Malinas se revela como un destino cautivador, donde cada rincón invita a explorar su rica historia y vibrante cultura. Desde las impresionantes vistas de su catedral hasta la serenidad de sus jardines, la ciudad ofrece experiencias inolvidables. Pasear por sus calles históricas o descubrir su exquisita gastronomía convierte cada visita en un momento especial, quedando grabado en la memoria de quienes la eligen como su próxima aventura.