¿Cuántas veces habrás escuchado que Castilla – La Mancha es todo llanura?
Seguro que lo has escuchado más de una vez, pero viajero, déjame decirte que para nada es así. Cierto es que los musulmanes en su tiempo bautizaron a esta provincia como Al – Manxa cuyo significado es «tierra seca» y durante muchos años hemos creído que es así.
Estamos acostumbrados a escuchar siempre lo mismo: que si los molinos, que si el Quijote, que si el queso, que si las casas colgadas de Cuenca…. Todo eso está muy bien, pero vamos a salir de lo típico y descubramos juntos una Castilla – La Mancha oculta y preciosa que romperá todos tus esquemas.

Las posibilidades dentro de esta Comunidad son innumerables, desde darte un chapuzón en el Geoparque del Alto Tajo hasta descubrir cómo vivían los dinosaurios en estas tierras, pasando por un villa romana mientras haces la ruta del mimbre. Este verano nos vamos de viaje por Castilla – La Mancha ¿te apuntas?
Estos son los planes más originales y sorprendentes que puedes hacer en Castilla – La Mancha
Un buen chapuzón en el Parque Natural del Alto Tajo
En un lugar de La Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme… ¡Espera! Sí que nos acordamos. En la provincia de Guadalajara se encuentra el Parque Natural y Geoparque del Alto Tajo, este lugar es famoso por su gran biodiversidad, por tener un gran valor ecológico y geológico y además, alberga una gran cantidad de fósiles.
Adentrarse en el Geoparque del Alto Tajo es toda una aventura y más si decides hacer alguna ruta de senderismo como la de el barranco del Horcajo, la laguna de Taravilla y el salto de Poveda o la de los miradores del barranco de la Hoz. Elijas la ruta que elijas, tendrás el privilegio de contemplar los cañones que se alzan de forma majestuosa a lo largo de todo el Geoparque.
Si durante tu caminata sientes algo de calor y necesitas refrescarte, estás de suerte porque podrás darte un buen chapuzón en los distintos arroyos y pozas que fluyen en todo el Geoparque. Si quieres bañarte en el Tajo antes que nadie, lo mejor es que vayas al primer pueblo por el que pasa el río ¿cuál es? Pues ni más ni menos que Peralejos de las Truchas.
A cinco minutos en coche desde el pueblo, podrás refrescarte y pegarte un buen chapuzón en la cascada del Molino, donde se produce el desplome del Tajo o en la piscina natural Canalejas, donde su agua turquesa y cristalina te hará sentir que estás en un auténtico paraíso.
Hacer la ruta del mimbre hasta llegar a la villa romana de Noheda
Tras cruzar la frontera entre Guadalajara y Cuenca, situada en el Geoparque del Alto Tajo, seguimos nuestra ruta admirando el paisaje montañoso y lleno de color verde que nos ofrece Castilla – La Mancha.
En la provincia de Cuenca, tienen la cultura del mimbre bastante arraigada y distintos pueblos componen una ruta en la que podrás descubrir todas las curiosidades del mimbre.
Merece la pena aparcar el coche (o caravana) un rato y entrar en algún taller donde los artesanos crean auténticas obras de arte con el mimbre, mientras te explican la historia y trayectoria de su oficio y, ¿quién sabe? Igual te puedes llevar un buen recuerdo en forma de cesta o lámpara para decorar tu casa.

Una vez te hayas empapado bien de la cultura del mimbre, sigue conduciendo entre cañones, valles y campos de girasoles hasta llegar a Noheda. Allí te espera uno de los legados romanos más impresionantes de Castilla – La Mancha, una villa romana del siglo I a.C. – VI d.C. Los arqueólogos y restauradores que allí trabajan, llevan quince años excavando y descubriendo cómo era la vida de los romanos que vivieron allí ¡y todavía les queda mucho trabajo por delante!

El yacimiento arqueológico se puede visitar de forma gratuita y con un guía que te explicará los tesoros más preciados de la villa: los mosaicos. Dentro de las termas y el comedor, encontrarás mosaicos muy coloridos que esconden mitos y leyendas romanas ¿te atreves a descubrirlas?
Hacer una vía ferrata y aprender sobre fósiles y dinosaurios en el MUPA de Castilla – La Mancha
Tu viaje por Castilla – La Mancha debe acabar sí o sí en la ciudad histórica de Cuenca, pero déjame decirte viajero que esta ciudad es mucho más que las Casas Colgadas o la Ciudad Encantada. Una de las actividades más originales que puedes hacer por allí es una vía ferrata, apta para los más aventureros y amantes de las alturas.
Mientras asciendes por las paredes de piedra que conforman la serranía conquense, podrás disfrutar de unas vistas espectaculares del Ventano del Diablo. Esta es una evidencia más de que Castilla – La Mancha está llena de montañas y frondosidad que puedes ver desde distintos puntos de vista ¡una pasada con altura!

Si todavía no has saciado tus ganas por conocer tierras manchegas, tienes que ir directo al Museo Paleontológico de Castilla – La Mancha (MUPA). Allí descubrirás cómo era la vida en la tierra hace millones de años, gracias a la gran colección de fósiles que aguardan en su interior. Además, te quedarás con la boca abierta con las tallas a tamaño real de distintos dinosaurios que vivieron en Castilla – La Mancha y con el Cazador Jorobado de Cuenca, el dinosaurio autóctono que puedes conocer en persona ¡Pepito está vivo!
Los fósiles del MUPA provienen de distintos yacimientos, como el de Lo Hueco o Las Hoyas, en este último han sido descubiertos cerca de 35.000 fósiles ¡qué pasada! El MUPA merece una visita larga y pausada, si vas en familia estás de suerte porque ofrecen talleres donde los peques se lo pasarán genial jugando a ser grandes paleontólogos.
Paisajes montañosos de escándalo, parajes naturales donde abunda el verde y el agua cristalina, cañones dignos de un rodaje de película de aventuras… Esto y mucho más es lo que te espera en Castilla – La Mancha.
Nosotros ya te hemos dado todas las claves para que le des un giro de 360 grados a tus vacaciones de verano y te atrevas a descubrir qué hay más allá de los tópicos de esta Comunidad.

