En busca de las joyas naturales de Tasmania Cradle Mountain National Park, por Naëlle LM En el corazón de Tasmania se encuentra el impresionante Cradle Mountain National Park , un refugio para los amantes de la naturaleza y el senderismo. Una viajera comenta sobre la experiencia de «perderse por los caminos del Cradle Mountain National Park», destacando la conexión con la belleza natural del lugar. Este parque es famoso por su vasta diversidad de flora y fauna , lo que le ha valido ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO .
El viajero Roland Flutet resalta que el parque ofrece una variedad de rutas de senderismo , siendo el punto de partida de la famosa caminata Overland Track , una travesía de cinco días que requiere reserva previa. Las vistas panorámicas que se encuentran a lo largo de las caminatas son realmente impresionantes, con «picos rocosos y lagos» que conforman un paisaje digno de admiración.
Es recomendable tener precaución en invierno, ya que las temperaturas pueden descender considerablemente. La exploración de este parque no solo brinda la oportunidad de disfrutar de su belleza escénica, sino que también promete momentos de paz y reflexión en un entorno natural indescriptible.
Enclavado dentro del Parque Nacional Montaña de la Horquilla , el Lago Saint Clair es un rincón de Tasmania que deslumbra a quienes lo visitan. Este lugar, además de ofrecer impresionantes vistas, es uno de los pocos destinos donde se puede observar al enigmático ornitorrinco en su hábitat natural. El viajero Roland Flutet comparte que «no hay duda de que son realmente ornitorrincos que vimos en la superficie del lago». Estos fascinantes mamíferos , que combinan características de varios animales, son sumamente discretos, haciendo que su avistamiento sea un verdadero regalo para los visitantes.
La mejor oportunidad para avistar a estos seres únicos es durante las primeras horas del día o al atardecer, ya que «pasan 20 horas al día en sus madrigueras». Además de la posibilidad de observar la fauna, el entorno natural, con sus montañas majestuosas y la serenidad del lago, invita a disfrutar de actividades al aire libre y a conectar con la belleza salvaje de Tasmania. Sin lugar a dudas, el Lago Saint Clair es un destino imperdible para cualquier amante de la naturaleza.
Franklin Wharf, por Duane Norrie Franklin Wharf es un lugar emblemático en Hobart, donde el pasado y el presente se entrelazan de manera fascinante. Rodeado de edificios de piedra que datan de la década de 1830, este puerto es un testigo de la historia de la ciudad , que fue, en sus inicios, una colonia penal para deportados ingleses. Como menciona el viajero Roland Flutet , en Franklin Wharf «se perciben los ecos de su turbulenta historia», lo que añade un aire de misterio y encanto al entorno.
Hoy en día, el puerto ha sido totalmente renovado y se ha convertido en un excelente punto para pasear, disfrutar de su vibrante atmósfera y contemplar las vistas de la costa. Los visitantes se sienten atraídos no solo por la belleza del lugar, sino también por el sentido de comunidad que se respira en el aire. La combinación de la arquitectura histórica con la vida contemporánea hace de Franklin Wharf un rincón imperdible en la capital de Tasmania, contribuyendo significativamente al vibrante paisaje urbano de Hobart.
Queenstown es un pequeño pueblo ubicado en el sur de Tasmania, rodeado por un paisaje desolado que refleja su historia industrial . Según el viajero Roland Flutet , «Queensown es un pueblo en la mitad sur de Tasmania, en el medio de un valle desolado donde nada crece ningún árbol». Esta atmósfera se debe a los efectos de las fábricas que operaron en la época de la bonanza minera a finales del siglo XIX, las cuales liberaron toxinas al aire que dieron lugar a la lluvia ácida. Flutet añade que «esto es una lección para el futuro», ya que el deterioro del entorno es una clara advertencia sobre las consecuencias de la contaminación .
Los visitantes de Queenstown son impactados por el ambiente de abandono que reina en la zona, donde el paisaje parece haber quedado detenido en el tiempo. Sin embargo, lo que podría parecer un destino inhóspito también ofrece una profunda reflexión sobre la relación entre la industria y la naturaleza . Quienes se atrevan a explorar este lugar encontrarán un contraste fascinante entre la historia de su riqueza y el presente desolador que presentan sus tierras.
Dove Lake, por Antonella D'Urso Dove Lake, conocido como el Lago de la Paloma, es un lugar mágico que destaca como el emblema del Parque Nacional Cradle Mountain . Este lago, situado en el corazón de las tierras altas de Tasmania, ofrece un paisaje impresionante que se puede explorar a pie a través de un sendero que rodea el lago , accesible en aproximadamente dos a tres horas desde el aparcamiento principal. Roland Flutet destaca su belleza al comentar que «la verdadera atracción es la tarjeta postal que se puede llevar en el coche en sí, en la playa, con la montaña de la horquilla en el fondo». Esta vista es verdaderamente impresionante y permite capturar momentos memorables.
La experiencia de visitar Dove Lake se intensifica al ser parte de un viaje de ensueño, como relata Antonella D’Urso , quien vivió una «experiencia mística» durante su luna de miel en Tasmania. Este rincón del mundo es, sin duda, uno de los más bellos y recomendados, convirtiéndose en un recuerdo inolvidable para quienes buscan conexión con la naturaleza en un entorno espectacular.
Encantos salvajes y fauna única Demonio de Tasmania, por Reconquista El demonio de Tasmania es un símbolo fascinante del estado de Tasmania, representando una especie única que no se encuentra en ninguna otra parte del mundo. Este marsupial carnívoro es el más grande de su tipo y destaca por su color negro y su formidable dentadura, capaz de despedazar presas con una violencia notable. Los visitantes tienen la oportunidad de ver a estos animales tanto en su hábitat natural como en zoológicos australianos. Sin embargo, hay que tener cuidado, ya que «son unos animales un poco agresivos y hacen ruidos amenazadores a los extraños», tal como menciona un viajero.
El demonio de Tasmania es un animal nocturno que se vuelve activo al caer la noche. Durante el día, suele esconderse en madrigueras o entre arbustos densos. Su dieta es variada, incluyendo pájaros, ovejas, e incluso serpientes, aunque generalmente se alimenta de animales muertos. Se ha señalado que «cuando están estresados desprenden un olor horrible», lo que puede ser una experiencia memorable para quienes se acercan a conocerlo. Sin duda, este marsupial es una parte esencial de la diversidad natural de la isla y una experiencia fascinante para cualquier viajero.
Natureworld, por Daniel Diaza Natureworld es un encantador parque ubicado en la costa este de Tasmania, conocido internacionalmente por sus programas de conservación . El viajero Daniel Diaza destaca que es un lugar perfecto para conocer al emblemático demonio de Tasmania , así como para alimentar a diferentes animales en un entorno natural.
Los visitantes tienen la oportunidad de explorar cabinas donde pueden observar a los animales nocturnos en pleno actividad, lo que añade un toque mágico a la experiencia. Además, hay una cabaña con juegos educativos y divertidos que entretienen tanto a niños como a adultos. Daniel menciona que hay senderos ecológicos para caminar , lo que permite disfrutar de la belleza natural del lugar.
El parque también ofrece un café y una tienda de recuerdos, perfectos para llevarse un pedazo de la experiencia. Esta fusión de educación y entretenimiento convierte a Natureworld en una visita obligada para quienes desean explorar la fauna y flora únicas de Tasmania. Es un destino que refleja el compromiso con la conservación y la educación ambiental de manera entretenida.
Platypus House es un fascinante centro de conservación ubicado en el valle de Tamar, en la costa norte de Tasmania, dedicado a la singular especie del ornitorrinco. El viajero Roland Flutet comparte su experiencia, señalando que, aunque inicialmente dudaban sobre visitar animales salvajes en cautividad, «al final encontramos la visita muy bien hecha y hemos aprendido mucho acerca de este extraño mamífero que pone huevos «. Esta atracción no solo actúa como un museo, sino que también se preocupa por la preservación de estos frágiles animales.
Los visitantes tienen la oportunidad de observar a los ornitorrincos en su entorno, lo que resulta en una experiencia memorable. Flutet destaca que «es un placer para finalmente ver este discreto cerca de los animales». Además, el viajero recomienda la visita, ya que es uno de los pocos lugares donde se puede aprender sobre la biología de este mamífero, que, como curiosidad, cuenta con una picadura venenosa. Sin duda, Platypus House es un destino imperdible para quienes desean adentrarse en el mundo único de la fauna australiana.
Ubicado en el Parque Nacional de Cradle Mountain , el avistamiento de equidnas es una experiencia única que los viajeros atesoran en Tasmania. Este lugar, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, alberga una biodiversidad impresionante , donde destacan estos fascinantes mamíferos que ponen huevos. El viajero Roland Flutet menciona que «los equidnas son muy discretos, pero con algo de paciencia puedes observarlos a lo largo del paseo marítimo Valley». Este sendero, que se encuentra paralelo al camino que lleva al lago Dove, ofrece una oportunidad insuperable para conectar con la naturaleza.
La singularidad de los equidnas radica en su forma de vida, que sorprende a los visitantes. A menudo se confunden con los puercoespines, pero en realidad no tienen relación alguna. «Es asombroso ver cómo estos animales, tan distintos, hacen parte del ecosistema de Tasmania», comenta otro viajero. Con la promesa de encuentros inolvidables y el entorno impresionante del Parque Nacional, la experiencia de observar equidnas es un imperdible en la mágica Tasmania.
En la carretera hacia el Parque Nacional del Monte Campo, al sur de Tasmania, se encuentra «Something Wild Sanctuary», un refugio dedicado a la vida silvestre herida por los accidentes de tráfico. Este santuario es gestionado por una fundación privada que se esfuerza por rehabilitar y cuidar a los animales, proporcionando un hogar seguro a diversas especies autóctonas. Según un viajero, «es muy común ver a los muertos en carretera», resaltando la importancia de este centro en la conservación de la fauna local , ya que «hay más aquí» que en otras partes de Australia continental.
Los visitantes tienen la oportunidad de observar frutos de su trabajo, entre ellos los icónicos demonios de Tasmania, lechuzas y otros marsupiales. Algunos afortunados incluso han podido vislumbrar ornitorrincos desde un área con vistas al río. Este espacio no solo contribuye a la preservación de especies en peligro, sino que también ofrece una valiosa educación sobre la vida silvestre . Sin duda, «Something Wild Sanctuary» es una visita imprescindible para quienes desean conectarse con la naturaleza y aprender sobre los esfuerzos de conservación en Tasmania.
Respira la aventura entre bosques y senderos Enchanted Forest Walk es un sendero cautivador ubicado en el Parque Nacional Cradle Mountain , un lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO , conocido por su impresionante paisaje y biodiversidad. Este recorrido, ideal para quienes no desean embarcarse en largas caminatas, ofrece una experiencia tranquila y mágica entre la naturaleza. Un viajero comparte que «el sendero discurre a lo largo de un pequeño río», lo que proporciona un ambiente sereno y refrescante. A lo largo de este camino, los visitantes pueden admirar algunas de las especies de árboles autóctonos que pueblan el parque, sumergiéndose en la autenticidad del ecosistema de Tasmania.
Además, la fauna también juega un papel destacado en esta experiencia. Un viajero menciona que se pueden ver «muchos pademelon», esos pequeños marsupiales que, al igual que los canguros, tienen una bolsa y añaden un toque especial a la visita. Enchanted Forest Walk es, sin duda, un lugar donde la naturaleza cobra vida y los viajeros pueden disfrutar de una caminata suave y enriquecedora rodeados de magia natural.
La selva húmeda de Tasmania es un paraíso natural que cautiva a todos sus visitantes. Roland Flutet describe el ambiente como «la fuerte mojada Tasmania», un lugar donde convergen diferentes climas y donde la vegetación exuberante se despliega en todo su esplendor. Este entorno único, ubicado al sur de la isla, ofrece a los viajeros experiencias inolvidables en un marco de belleza natural.
Los aparcamientos situados a lo largo de la carretera permiten a los visitantes acceder fácilmente a rutas cortas que llevan a impresionantes cascadas y vistas espectaculares. La recomendación de Roland resuena entre los viajeros: «Invitamos a arribar pronto, como usted ve un generalmente panel de información», que sin duda contribuye a planificar una visita memorable.
Recorrer la selva húmeda es sumergirse en un mundo lleno de vida, donde los sonidos de la naturaleza y las vistas de la flora y fauna local se entrelazan. La selva no solo es un lugar para disfrutar de la belleza, sino también para conectar con la esencia misma de Tasmania.
En el corazón del Parque Nacional de Cradle Mountain , se encuentra Les Wombats, un lugar mágico donde la naturaleza se despliega en todo su esplendor. Los viajeros que han visitado este enclave destacan la oportunidad de observar la fauna salvaje, especialmente al atardecer. Roland Flutet menciona que si se toma el paseo marítimo desde el aparcamiento principal, es posible avistar a estos adorables animales en su hábitat natural. «Uno de ellos es el tímido wombat, una especie de pequeño peluche bastante inocuo, pero tan lindo que queremos darle un abrazo».
Los wombats, conocidos por su ternura y su andar torpe, suelen ser avistados junto a sus madrigueras entre la hierba alta, y su presencia aporta un toque especial a la experiencia. La tranquilidad del entorno y la belleza del paisaje hacen de Les Wombats un lugar imperdible en Tasmania . La conexión con la naturaleza se siente a cada paso, convirtiendo este sitio en un refugio donde es posible desconectar y maravillarse con la vida salvaje. Sin duda, un destino que invita a los amantes de la aventura y la fauna a sumergirse en una experiencia inolvidable .
El circuito de senderismo alrededor del Monte Cradle y del Lago de la Paloma es un destino imperdible para los amantes de la naturaleza en Tasmania. Este sitio, reconocido como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, ofrece una experiencia enriquecedora que permite sumergirse en un entorno de impresionante belleza. Según un viajero, «se recomienda pasar al menos dos noches cerca del Parque Nacional Montaña de la horquilla para tener un día completo para dedicarse a ello». Esta sugerencia es clave, ya que el recorrido puede ser extenso y a veces exigente.
Las caminatas son variadas y permiten admirar vistas espectaculares. Un usuario compartió su experiencia sobre su travesía, mencionando que «este viaje nos tomó ocho horas para ir, pero fuimos capaces de subir hasta el mirador». Este desafío es recompensado con panoramas que quitan el aliento, destacando la importancia de prepararse adecuadamente . Además, el lago Dove añade un toque especial al trayecto, ofreciendo un espacio para relajarse y disfrutar del entorno natural. Sin duda, esta experiencia es ideal para quienes buscan adentrarse en las maravillas que ofrece Tasmania.
Tahune Forest AirWalk and Visitor Centre, por Aida Garcia El Tahune Forest AirWalk and Visitor Centre se presenta como un destino imperdible para los amantes de la naturaleza en Tasmania. Este lugar ofrece una experiencia única a través de sus puentes colgantes que permiten a los visitantes sentir la ligereza de estar entre las copas de los árboles. Aida Garcia destaca que «Tahune AirWalk no sólo es la aventura en los puentes colgantes, desde donde te puedes llegar a sentir como un pájaro». Además, el entorno del bosque es igualmente fascinante, con senderos que invitan a explorar.
Los caminantes pueden descubrir «pequeñas maravillas escondidas por el bosque». Cada rincón del lugar está lleno de sorpresas que muestran la rica biodiversidad de la región . El centro de visitantes complementa la experiencia, ofreciendo información sobre el ecosistema y oportunidades educativas. En este entorno mágico, tanto la aventura como el descubrimiento van de la mano, convirtiendo cada visita en un recuerdo inolvidable que invita a regresar.
Islas, bahías y playas de postal Bruny Island, por Eve Laurent Bruny Island es un destino encantador y relajante , ideal para quienes buscan escapar del bullicio de las ciudades. Ubicada cerca de Hobart, es un lugar que merece ser explorado durante al menos dos días. La viajera Eve Laurent destaca que la isla está compuesta por dos partes unidas por un istmo de arena, desde donde las vistas son simplemente impresionantes. En el Parque Nacional de South Bruny , se invita a los visitantes a disfrutar de paseos tranquilos y a no perderse el atardecer en Cloudy Bay. Este mágico lugar ofrece una experiencia única, especialmente si se comparte con la juventud de Tasmania, donde, según la viajera, no hay aglomeraciones, ya que cuando ella visitó solo había un par de personas.
Bruny Island no solo es un refugio para la relajación, sino que también brinda la oportunidad de conectar con la naturaleza en un ambiente sereno. La combinación de paisajes impresionantes, tranquilidad y actividades al aire libre hacen de esta isla un destino inolvidable que quedará grabado en la memoria de quienes decidan aventurarse a descubrirlo.
Wineglass Bay, por Naëlle LM Wineglass Bay es una joya ubicada en el corazón del Parque Nacional de Freycinet , a lo largo de la espectacular costa este de Tasmania. Muchos viajeros la consideran una de las playas más hermosas del mundo , y con razón. Las aguas turquesas, rodeadas de formaciones rocosas impresionantes, hacen de este lugar un verdadero paraíso natural.
La viajera Aida Garcia compartió su encantadora experiencia, al relatar cómo se sentó en la suave arena de la playa y fue sorprendido por la visita de un simpático wallaby. «Nada como estar sentado relajadamente en la arena de Wineglass Bay, contemplando el fantástico paisaje», comentó, mostrando lo especial que puede ser disfrutar de la fauna local en este entorno idílico.
Roland Flutet también aportó su perspectiva. Recomendó el camino hacia el mirador, que ofrece vistas magníficas de la bahía . Sin embargo, mencionó que «tuvimos la desgracia de no poder nadar porque la playa estaba llena de medusas», una advertencia útil para quienes planean un chapuzón.
Además, Naëlle LM destacó la belleza del lugar después de una caminata que, aunque desafiante, recompensa a los aventureros con vistas impresionantes desde el Monte Amos. Para quienes buscan una experiencia inolvidable en Tasmania , Wineglass Bay es sin duda un destino que deja huella.
Tasmania Island, por Emmanuel Tasmania Island es un destino que despierta la curiosidad y la creatividad de quienes lo visitan. Emmanuel describe su experiencia allí como una oportunidad para reconectar con lo esencial, comentando sobre cómo disfrutar de la naturaleza puede ser «una satisfacción que se pueden multiplicar si se comparte». Este enfoque en la conexión profunda con el entorno natural se refleja en la forma en que los viajeros aprecian cada rincón de la isla, donde los sonidos y olores juegan un papel fundamental en la creación de recuerdos inolvidables.
La isla ofrece un espacio para aquellos que buscan escapar de las obligaciones cotidianas . Emmanuel menciona su deseo de «pasar horas caminando en la jungla urbana de las grandes ciudades del mundo», lo cual resalta la contrastante belleza de Tasmania, donde la tranquilidad y la serenidad son palpables en cada rincón. La atmósfera de Tasmania invita a los viajeros a hacer un alto en el camino, sumergirse en el presente y disfrutar de la plenitud de cada momento. Sin duda, Tasmania Island es un lugar donde la naturaleza y la introspección se encuentran, ofreciendo experiencias que van más allá de lo visual y que quedan grabadas en el corazón de quienes la visitan.
Promise Bay , en la península de Freycinet, es un rincón mágico que cautiva a quienes se aventuran a descubrirlo. Accesible mediante un sendero costero , esta playa se presenta como un verdadero paraíso natural, donde la belleza escénica rivaliza con la famosa Wine Glass Bay. Según el viajero Roland Flutet , Promise Bay «mantiene sus promesas», destacándola incluso como «aún más bella que Wine Glass Bay».
La experiencia de sumergirse en sus aguas cristalinas resulta inolvidable; la transparencia del agua permite ver la arena del fondo con gran detalle, creando un ambiente de ensueño. Los visitantes pueden disfrutar de un momento de conexión con la naturaleza, como lo menciona Roland al describir su visita: «una experiencia mágica «. Sin duda, Promise Bay es un destino que invita a regresar y explorar más de lo que la mágica Tasmania tiene para ofrecer. En cada visita, esta joya del parque nacional Freycinet revela su esplendor inolvidable.
Nine Mile Beach, por Aida Garcia Nine Mile Beach es un paraíso escondido en Swansea , Tasmania, que deslumbra a quienes buscan un refugio natural. Este lugar ofrece una experiencia íntima con la naturaleza , donde «el sol, la brisa del mar» y la vastedad de la playa parecen pertenecer solo a uno mismo. La viajera Aida Garcia destaca la emoción de tener «toooda la playa» a disposición, lo que convierte cada visita en una experiencia privilegiada.
Aunque puede ser complicado encontrar el acceso a Nine Mile Beach, el esfuerzo vale la pena, ya que «ir de buena mañana» permite disfrutar del entorno en su estado más puro y tranquilo. Los viajeros que eligen explorar este rincón mágico encuentran un sitio ideal para relajarse, pasear y conectar con la impresionante belleza costera de Tasmania. El paisaje virgen y la serenidad del lugar hacen de Nine Mile Beach un destino que invita a quedarse y disfrutar de cada instante. Es un tesoro que refleja la esencia de Tasmania, donde la sencillez de la naturaleza se convierte en una joya invaluable.
Un viaje por el pasado y la cultura tasmaniana Hobart, por Nathan Nelson Hobart, la capital de Tasmania, es una ciudad que encapsula la historia y la belleza natural en un espacio compacto y accesible. Como la segunda ciudad más antigua de Australia, su pasado administrativo como prisión deja una marca interesante en su cultura. Según un viajero, «la relación entre prisioneros y guardias era de hermanos», lo que sugiere un entorno complejo donde la humanidad superaba las circunstancias adversas. Esta conexión con su historia penitenciaria se refleja en los numerosos lugares de interés en la ciudad, como los recorridos que permiten descubrir si tus antepasados fueron prisioneros en Australia.
La ciudad también ofrece una rica diversidad animal. Un visitante mencionó que «en un zoo al aire libre, el Diablo de Tasmania se convirtió en la estrella del lugar», sumando un toque de vida silvestre que completa la experiencia. Además, la cercanía de Hobart al majestuoso monte Wellington proporciona vistas impresionantes, perfectas para quienes desean contemplar los amaneceres. En suma, Hobart es un destino que combina historia fascinante, naturaleza vibrante y un ambiente acogedor que deja una huella perdurable en quienes lo visitan.
Yarns Artwork, por Daniel Diaza Yarns Artwork es una fascinante muestra de arte en hilos de seda , ubicada en Tasmania del norte, que captura la esencia del paisaje y las estaciones de la Gran Sierra de Hileras Occidental. Esta obra monumental, creada por más de 300 artistas locales, consiste en cuatro paneles impresionantes que miden cuatro metros de ancho por tres metros de largo. El viajero Daniel Diaza destaca el esfuerzo que se ha invertido en este proyecto, señalando que «tomó 10.000 horas y 200 metros de seda teñida a mano».
La riqueza de técnicas empleadas en la creación de Hilos es notable, abarcando bordado, puntada enfadada, tejido, remiendo y quilting. A través de estas técnicas, los artistas logran narrar la historia del área local, explorando su cultura y su paisaje. La experiencia se complementa con una presentación audiovisual que permite profundizar en el trabajo realizado. Para quienes visitan Tasmania, este lugar es una parada obligada que muestra el compromiso de la comunidad artística y el talento de las tejedoras de Deloraine.
Battery Point es uno de los barrios más antiguos de Hobart, la capital de Tasmania, y está impregnado de historia y encanto. Situado en una colina que ofrece impresionantes vistas del puerto , su nombre proviene de las defensas que se establecieron en la zona para salvaguardar la ciudad de ataques marítimos. Las casas de Battery Point, construidas al estilo europeo, reflejan el pasado colonial y están en un notable estado de conservación.
El viajero Roland Flutet describe la experiencia de recorrer sus calles como un viaje en el tiempo , mencionando que al entrar en el barrio «uno tiene la sensación de estar retrocediendo en el tiempo». Esta sensación se intensifica al observar la arquitectura del lugar, donde los detalles históricos parecen narrar las historias de los oficiales de la guarnición que una vez habitaron allí. Sin duda, Battery Point es un lugar que invita a la exploración y a la reflexión, convirtiéndose en una parada obligada para quienes visitan Tasmania.
Deloraine Folk Museum, por Daniel Diaza El Deloraine Folk Museum , que data de 1856, es un refugio encantador que narra la historia del pasado australiano . Este edificio, originalmente una casa construida para la familia Johnstone, fue ampliado y utilizado como alojamiento y oficinas durante gran parte del siglo XX. En 1972, la Sra. Alma Bramich donó la propiedad a la comunidad, permitiendo que el museo se estableciera y preservara la rica herencia cultural de la región.
Los viajeros destacan la experiencia única de recorrer cada habitación de la casa de campo, donde se refleja el estilo de vida de la época . Un visitante menciona: «El tour se lleva a cabo a través de la casa de campo donde cada habitación nos refleja el estilo de vida que se llevaba en esta época». Además, el museo cuenta con un pub antiguo y un hermoso jardín que conduce a diversas exhibiciones, como un taller, una herrería y una exposición de coches antiguos. Otro viajero comenta: «En su exterior, un hermoso jardín nos conducirá a través del diario, el taller, la herrería, el lavado y el cuarto de taxidermia».
El Deloraine Folk Museum está abierto diariamente de 09:00 a 17:00, brindando una oportunidad única para sumergirse en la historia de Tasmania y apreciar su rica cultura local.
La colonia penitenciaria de Port Arthur , ubicada a unos sesenta kilómetros al sureste de Hobart, es un sitio de gran relevancia histórica en Tasmania . Esta localidad fue elegida estratégicamente por su ubicación, ya que el istmo que la separa del resto de la península mide menos de 100 metros de ancho y estaba constantemente vigilado por guardias armados. Según el viajero Roland Flutet , «la colonia penal fue la función principal de la pequeña localidad», destacando el papel fundamental que desempeñó en la historia de Australia.
En sus inicios, Port Arthur fue un destino para delincuentes británicos deportados , quienes cumplían sus condenas en condiciones severas. Una vez liberados, algunos pudieron regresar a Inglaterra, pero muchos decidieron quedarse y, tras cometer nuevos delitos, fueron enviados de nuevo a su prisión. El viajero comenta que «es posible cambiar entre los edificios de la prisión», donde aún se pueden ver ruinas que cuentan la historia de aquellos que vivieron en este lugar. A través de sus vestigios, Port Arthur sigue siendo un recordatorio palpable de los difíciles orígenes de la comunidad australiana. Sin duda, visitar esta colonia penitenciaria es una experiencia que invita a reflexionar sobre el pasado y la evolución de Tasmania .
Relatos de Port Arthur, misterio e historia en el sur El Museo de Port Arthur , ubicado en el antiguo hospital de la colonia penal de Port Arthur, ofrece una fascinante mirada a la historia de este lugar emblemático en Tasmania. Aunque el museo es sorprendentemente pequeño, los visitantes como Roland Flutet han destacado su relevancia. Este viajero menciona que «aprendemos que Australia tiene más o menos tratado de olvidar su existencia después de su cierre en 1877», lo que añade un contexto emocional a la visita.
Los objetos expuestos pertenecieron a los presos y permiten a los visitantes conectar con el pasado. Roland también comparte que «es posible navegar por los registros que han sido computarizados a fin de encontrar un posible miembro de la familia», lo que atrae especialmente a quienes tienen un vínculo personal con la historia. Además, el viajero sugiere que la antigua colonia penal era inusualmente atractiva para los jóvenes casados, lo que añade un giro inesperado a la narrativa del lugar.
Una visita al Museo de Port Arthur se convierte en una experiencia enriquecedora , no solo por su contenido histórico, sino también por la conexión emocional que cada objeto genera en los visitantes.
Port Arthur es un destino fascinante que refleja una parte crucial de la historia de Tasmania . Situado en una península estrecha, este antiguo pueblo es famoso por haber sido una colonia penal activa hasta 1870. Roland Flutet comenta que «de hecho, la deportación a Australia era un castigo común para los criminales británicos, y Port Arthur vio a muchos de ellos marchar». La atmósfera de este lugar es sobrecogedora, con sus ruinas bien conservadas que cuentan historias de quienes fueron enviados allí.
La viajera que visitó este sitio ha expresado que «Port Arthur es un pueblo pesado en historia». Además de su rico legado histórico, los paisajes que rodean esta región son impresionantes, lo que agrega un encanto especial a la visita. Caminar por las calles y explorar sus monumentos te transporta a otra época, convirtiendo la experiencia en un verdadero viaje al pasado. Sin duda, Port Arthur es un lugar que no solo enseña sobre la historia de la colonización, sino que también invita a reflexionar sobre las vidas que han pasado por sus tierras.
La iglesia de Port Arthur es un enigmático testimonio del pasado penal de Tasmania , ubicada al sur de la isla, a unos 60 kilómetros de Hobart. Este lugar fue parte de una colonia penal que albergó a decenas de miles de prisioneros hasta su cierre en 1877. Durante esta época, la religión desempeñó un papel fundamental en la rehabilitación de los reclusos, ya que los servicios religiosos eran obligatorios. El viajero Roland Flutet comenta que «originalmente había solamente un servicio para todas las religiones», pero la tensión entre las creencias dio lugar a la necesidad de un servicio separado para los católicos.
La iglesia, en sus ruinas, se erige con dignidad en la cima de una colina que domina el pueblo. Aunque carece de techo, sus paredes se han mantenido en buen estado, lo que permite apreciar su antigua grandeza. La estructura no solo es un vestigio arquitectónico, sino también un lugar que evoca la compleja historia de la penalidad y la rehabilitación en Tasmania. La belleza del entorno y la carga histórica hacen que visitar la iglesia de Port Arthur sea una experiencia elocuente y profunda, como describe el viajero, quien destaca que «su posición no es una oportunidad». Este sitio es un must para quienes buscan entender la singular historia de Tasmania.
El Barrio de las Familias en Port Arthur, Tasmania, es un espacio fascinante que revela la vida cotidiana de quienes habitaron allí durante la época de la colonia penal. Roland Flutet destaca que este lugar está dividido de manera notable: «por un lado, la colonia penal, el edificio de piedra austera y servicios públicos, mientras que al lado, separados por una franja de agua, estaban las casas de los funcionarios». Esta disposición arquitectónica resalta la vida contrastante entre los prisioneros y aquellos que administraban el lugar.
Los viajeros pueden explorar algunas de estas residencias, ricas en historia y mobiliario de la época . A través de esta experiencia, se puede percibir el lujo de las casas de los oficiales , adornadas con hermosos jardines y fuentes. Flutet también menciona que «el médico y otros notables» vivían en este barrio, lo que añade un matiz a la vida social de la colonia.
Visitar el Barrio de las Familias permite a los turistas no solo comprender la historia de Port Arthur, sino también disfrutar de vistas espectaculares y una atmósfera que evoca el pasado, convirtiéndose en un lugar de interés imprescindible en Tasmania.
La Isla de los Muertos , en la costa sur de Tasmania, es el cementerio de Port Arthur , un lugar cargado de historia y melancolía. En este antiguo asentamiento penal, que funcionó hasta 1877, se encuentran enterrados tanto prisioneros como soldados y sus familias. Roland Flutet comenta que «en la isla se nota rápidamente una discrepancia entre las tumbas de los ‘buenos’ y los de los presos», ya que muchos cuerpos fueron enterrados sin lápidas, dejando solo montículos de tierra que indican su presencia.
Sin embargo, el visitante también descubre la historia de aquellos que, tras cumplir sus condenas, decidieron quedarse en Port Arthur. Algunos de estos ex-prisioneros, que habían aprendido oficios como la carpintería, fueron enterrados con lápidas, reflejando un trato más humano. El lugar, aunque pintoresco, tiene un trasfondo triste que invita a la reflexión. Este espacio silencioso y lleno de memoria es sin duda un punto de interés para quienes deseen explorar la compleja historia de Tasmania.
Tesoros insólitos y naturaleza exuberante En el corazón de Tasmania, uno de los lugares que sorprende a los viajeros es el Campo de Opio . Este sitio, que podría parecer un jardín florido, es en realidad un cultivo de amapolas . Al llegar, los visitantes son recibidos por un mar de flores blancas, lo que les lleva a preguntarse si se trata de algodón, hasta que se percatan de las señales de advertencia que indican el peligro de su uso ilegal. Roland Flutet comparte su asombro al descubrir que Tasmania es responsable del 50 por ciento del opio legal del mundo. Este cultivo es esencial para la producción de morfina , un medicamento vital en hospitales.
Además, la naturaleza también tiene sus curiosidades, como descubrir que algunos canguros han desarrollado una adicción a las amapolas. La experiencia en el Campo de Opio no solo revela el ingenio humano en el uso de la flora local, sino que también despierta la curiosidad por la relación entre la cultura y la naturaleza en esta fascinante isla. Sin duda, es un lugar que invita a reflexionar sobre el equilibrio entre los recursos naturales y su explotación.
Cradle Mountain, situada en el corazón de Tasmania, es una de las joyas del Parque Nacional que lleva su nombre. Con su imponente altura de 1.545 metros, este pico, compuesto por rocas volcánicas enfriadas, ofrece una experiencia única para los amantes de la naturaleza y los aventureros. Según el viajero Roland Flutet , la montaña «domina las mesetas y los lagos circundantes», creando un escenario impresionante que se extiende hasta donde la vista alcanza.
La ascensión a su cumbre es accesible mediante una corta pero emocionante caminata en la que los excursionistas deben «jugar con las manos y los pies» para superar las columnas de roca que han sido erosionadas a lo largo del tiempo. Al alcanzar la cima, los visitantes son recompensados con vistas espectaculares del parque y de otros picos en la distancia, lo que hace que cada esfuerzo valga la pena. La experiencia de explorar Cradle Mountain es, sin duda, un viaje que dejará una huella imborrable en cada viajero.
Horseshoe Falls, por Ron West Horseshoe Falls, ubicado en la mágica Tasmania, ofrece un entorno idílico que invita a la contemplación y el disfrute de la naturaleza. Los viajeros quedan maravillados por su belleza natural , describiendo el paisaje como un lugar donde se puede «sentir como en uno con la naturaleza». La cascada se despliega majestuosamente, creando un sonido apacible que permite a los visitantes relajarse mientras admiran el flujo constante del agua. La conexión con el entorno es palpable, y uno de los viajeros menciona que se sintió «relajado, disfrutando de la cascada y el entorno», destacando la tranquilidad que se respira en este lugar.
Uno de los aspectos más atractivos de Horseshoe Falls es su preservación. Es considerado «una de las pocas áreas en el mundo que queda al margen de los codiciosos», lo que permite a los visitantes disfrutar de un espacio natural casi intacto. Las caminatas que llevan a las cataratas son una experiencia enriquecedora , permitiendo a los excursionistas sumergirse en la belleza silvestre de Tasmania, haciendo de Horseshoe Falls un destino imperdible para quienes buscan un refugio en la naturaleza .
Monte Roland, por Gisele Mussato Monte Roland es una impresionante reserva natural situada en el norte de Tasmania, entre las pintorescas localidades de Sheffield y Devonport. Este majestuoso monte, que se eleva hasta los 1.234 metros, es accesible a través de varias rutas de senderismo que comienzan en Claude Road. Los amantes de la naturaleza encuentran en este lugar una perfecta escapada para disfrutar de vistas panorámicas y un entorno tranquilo.
Un viajero destaca que «acampamos de forma gratuita a los pies del Monte Roland», lo que permite a los aventureros comenzar sus excursiones temprano por la mañana. Esto es especialmente recomendable para evitar el calor intenso del día, brindando la oportunidad de disfrutar de una experiencia agradable y vivificante . La belleza natural que rodea el monte, junto con la posibilidad de acampar, convierte a este destino en un lugar ideal para los que buscan conexión con la naturaleza y momentos de paz.
Los senderos alrededor de Monte Roland son muy valorados, haciendo que cada paso en este entorno mágico sea una invitación a explorar las maravillas de Tasmania. Los viajeros que han recorrido estas rutas coinciden en que cada cumbre alcanzada ofrece vistas sorprendentes que quedan grabadas en la memoria.
Freycinet National Park, por Aidan Danglmaier El Parque Nacional de Freycinet , situado en la península que lleva su nombre en la costa este de Tasmania, es una joya natural y el parque más antiguo de la isla, establecido en 1916. Este espacio protegido alberga una increíble variedad de especies de plantas y animales, entre ellos el famoso demonio de Tasmania . Sin embargo, lo que realmente atrae a los visitantes es la belleza geológica y los paisajes impresionantes del parque.
Los viajeros destacan la calidad de sus playas, describiéndolas como «algunas de las mejores playas de Australia «. La combinación de aguas cristalinas y suaves arenas hace de este lugar un destino ideal para relajarse o disfrutar de actividades al aire libre , como el senderismo por sus caminos que ofrecen vistas panorámicas.
La experiencia en el Parque Nacional de Freycinet resalta la conexión con la naturaleza que se puede encontrar en cada rincón. La tranquilidad y la pureza del entorno hacen que cada visita sea excepcional, convirtiéndolo en un lugar imprescindible para quienes se aventuran en Tasmania.
Sabores y sensaciones del día a día Salamanca Market es un destino imperdible en Hobart, Tasmania, que se celebra todos los sábados y atrae tanto a locales como a turistas. Este mercado comunitario, que comenzó en los años 70, ha evolucionado hasta convertirse en un vibrante centro de encuentro que ofrece una variedad impresionante de productos artesanales y locales . Según los viajeros, «el mercado ofrece muchos puestos con artesanías y productos locales: frutas, verduras, pero también cerveza y cerveza de jengibre (sin alcohol, a base de jengibre: ¡es deliciosa!)».
La atmósfera del lugar es simplemente encantadora, especialmente cuando el clima acompaña, lo que genera un ambiente animado y acogedor. Los visitantes pueden encontrar una amplia diversidad de alimentos, desde exquisitas delicias hasta especialidades locales, lo que asegura que cada visita sea única. Una viajera resalta que «hay muchos puestos que ofrecen comida, para deleitarse». Sin duda, Salamanca Market es una representación perfecta de la cultura tasmaniana que captura la esencia del lugar y la calidez de su gente.
Billy Bag Gift Shop, por Daniel Diaza Billy Bag Gift Shop se ha consolidado como un destino imperdible en Tasmania , gracias a su encantadora propietaria, Carol Grey. Desde 2006, esta apasionada emprendedora se ha dedicado a crear un espacio lleno de curiosidades que sorprenden a todos los visitantes. Un viajero destaca que «se gasta bastante tiempo seleccionando las curiosidades que tiene en venta», lo que refleja el esmero que Carol pone en cada rincón de la tienda.
En su interior, los visitantes pueden encontrar una fascinante selección de antigüedades , juguetes, disfraces, lámparas y una variedad de objetos únicos provenientes de diferentes partes del mundo, todo a precios asequibles. Un viajero resalta que «es imposible que la pierdas» debido a su tamaño y atractivo, ya que se encuentra en Avoca, un pequeño pueblo fácilmente accesible en la carretera Midland Highway, a 83 kilómetros al sur de Launceston. La tienda se presenta como un lugar vibrante y acogedor, donde cada objeto cuenta una historia y es motivo de descubrimiento para quienes la visitan. Sin duda, Billy Bag Gift Shop es una parada que enriquece la experiencia de recorrer esta mágica región de Tasmania.
Stand Up Paddle, por Fernanda Hudson Stand Up Paddle en Rose Bay es una experiencia única que permite disfrutar de las impresionantes vistas del Harbour Bridge y la Ópera de Sydney desde el agua. La viajera Fernanda Hudson destaca que «hay algunas otras actividades tales como hacer picnic en la zona verde» y que es fácil encontrar alquiler de tablas para practicar este deporte. Con un costo aproximado de 40 dólares australianos por una hora, este paseo sobre el agua cristalina resulta ser una forma excelente de conectarse con la naturaleza .
Las aguas tranquilas de Rose Bay son ideales para principiantes y también para aquellos que buscan un desafío. «Si usted tiene la disposición, para ir a la Isla del Tiburón», sugiere Fernanda, recomendando una caminata de unos 30 minutos desde la playa de Bondi para llegar a esta encantadora isla. Con sus paisajes vírgenes y la oportunidad de disfrutar del clima agradable, Stand Up Paddle en esta área no solo se trata de estar en forma, sino de sumergirse en la belleza natural que Tasmania y Sydney tienen para ofrecer. La combinación de ejercicio, diversión y asombrosas vistas hace que esta sea una actividad imperdible para cualquier viajero.
El Ferry-Boat para Tasmania , específicamente el «Spirit of Tasmania», es una opción ideal para los viajeros que desean explorar esta hermosa isla. Según el viajero Roland Flutet , esta alternativa resulta más económica si decides llevar tu coche en lugar de alquilar uno localmente. El trayecto comienza en Melbourne , en el estado de Victoria, y te llevará directamente a Devonport, en la costa norte de Tasmania.
La experiencia a bordo también incluye medidas de seguridad e higiene , ya que después del desembarque, se realiza un control de salud. Roland destaca un aspecto importante: «le dará todas las frutas y verduras que usted ha hecho en el continente a fin de no contaminar los cultivos locales.» Este detalle refleja el compromiso de Tasmania con la preservación de su entorno natural .
Viajar en ferry no solo proporciona un acceso directo a la isla, sino que también brinda a los visitantes la oportunidad de disfrutar de las impresionantes vistas del mar y el paisaje en el camino. Así, el Ferry-Boat se convierte en una parte memorable de la experiencia en Tasmania, donde las aventuras comienzan desde el momento en que te embarcas.
Saint Davis Park , ubicado en el corazón de Hobart, es un refugio encantador que invita a los visitantes a alejarse del bullicio de la ciudad. Según el viajero Roland Flutet , este parque no solo ofrece un espacio perfecto para relajarse, rodeado de árboles y flores, sino que también es un lugar cargado de historia . Lo que hace a Saint Davis aún más especial es su pasado como un antiguo cementerio , del cual todavía quedan visibles algunas lápidas en su entrada. Roland destaca que es «un lugar para la historia», lo que lo convierte en un sitio ideal tanto para quienes buscan tranquilidad como para quienes desean explorar el legado de Hobart.
Este parque es perfecto durante los días de mercado, ya que permite a los visitantes disfrutar de un respiro en medio de la agitación. La combinación de naturaleza y patrimonio cultural ofrece una experiencia única, donde cada rincón cuenta una parte de la historia de esta hermosa ciudad. Sin duda, Saint Davis Park se presenta como una parada obligatoria para aquellos que desean descubrir la rica tradición de Tasmania mientras se relajan en un entorno natural inspirador.
Tasmania, con su singular belleza y rica diversidad, es un destino que invita a explorar cada rincón . Desde las impresionantes reservas naturales hasta la vibrante cultura local, cada experiencia promete dejar una huella imborrable. Ya sea navegando por sus bahías serenas o disfrutando de su historia, aventurarse en esta isla mágica extiende una cálida invitación a descubrir sus tesoros ocultos.