Pueblos en Aranda de Duero

Una encrucijada geográfica, una fértil vega a su servicio, un puente que fue durante siglos paso estratégico una cultura del vino que llega cala hasta el subsuelo y la buena mesa omnipresente, son los ingredientes que hacen de Aranda un lugar extraordinario, que combina a la perfección su riquísimo patrimonio artístico y cultural (destacando joyas como Santa María o San Juan junto a los conjuntos de San Nicolás de Sinovas y el santuario de San Pedro Regalado en La Aguilera) con una alegría de vivir entre sus gentes, visible tanto en sus fiestas patronales como en el festival de música Sonorama, provocando la vuelta recurrente del viajero a esta villa que une al Duero con Castilla.

Un lugar para acercarse a la cuna del tinto con estrella. Y desde lo alto de las bodegas, un paisaje para divisar la campiña castellana.