Soria

Poco monumento he visto en Soria (aparte de los de Calatañazor), y no porque no los haya, sino porque ya llegamos tarde a la ciudad, y ya habíamos visto lo suficiente en una semana entre Ávila, Valladolid y Salamanca; hay que ir alternando eso con las marchas autóctonas (que eso, por lo menos para mí, es algo bastante importante de la ciudad) y como ésta es la última para del viaje antes de volver a casa, pues hoy, de copitas por Soria.

Empezamos tapeando por el centro, Soria ofrece una gran variedad de sitios de tapeo y vinito, en la plaza (además, son muy dados a estar en la calle, por lo que las mesas de exterior están todo el año); aquí tomamos un par de cañas y tapas, y de aquí a algo más serios, unas raciones de setas al ajillo, o unos tigres de escándalo y así unas cuantas, (que luego seguro que castigamos el cuerpo, y cualquier energía es poca).

Fuimos de escapada de fin de semana y además romántica con uno de esos packs de regalo que tan de moda están. La verdad son estupendos. Elegimos este destino por que nos habían hablado del cañón de río lobos y no nos defraudo. Es impresionante.

No se muy bien como describir el paisaje por eso mejor os dejo una foto.Si te gusta caminar dirígete hasta una pequeña ermita de los templarios justo en frente hay una gran cueva donde se asegura que algunas pinturas de las que allí hay son rupestres... A su derecha hay otra pequeña cueva. Todo esto esta dentro de un bonito y extenso parque natural

Puentes de piedra antiguos medievales y otros metalicos permiten a los ciudadanos y turistas de Soria cruzar el Duero.
Los puentes de piedra eran utilizados por los carreteros que transportaban madera a los pueblos vecinos.

Puentes de piedra antiguos medievales y otros metalicos permiten a los ciudadanos y turistas de Soria cruzar el Duero.
Los puentes de piedra eran utilizados por los carreteros que transportaban madera a los pueblos vecinos.

Soria es una de las ciudades más olvidadas y desconocidas de Castilla y León, no sé si será por la zona geográfica en la que se encuentra o por el reducido número de habitantes que tiene, pero siempre suele ser la olvidada de la región.
Yo he tardado 29 años en descubrirla, pero más vale tarde que nunca, porque realmente es una auténtica maravilla.
En Soria se une la tradición con la modernidad, la cosas de ciudad con las de pueblo, la tranquilidad con el alboroto, hay muchas mezclas de todo.
Realmente es una ciudad muy pequeñita pero está repleta de monumentos y edificios impresionantes. Además, hay una gran cantidad de zonas verdes, así que muchas veces te da la sensación de estás en medio del campo.