Del pil-pil se puede decir que es casi...
Del pil-pil se puede decir que es casi un restaurante de culto y secreto, ya que por su ubicación y fea fachada, jamás entraría uno aunque pasara por delante y estuviera muerto de hambre. Pero la cosa cambia cuando traspasamos la puerta.
Es un restaurante pequeño, cuatro mesas si no recuerdo mal. Carta minimalista, pero no importa porque casi todas van para comer bacalao al pil-pil o la merluza, también deliciosa. La tortilla de mejillones, exquisita.
Los precios son muy razonables, el plato de bacalao en torno a los 13€.
El servicio es amigable, casi familiar, y Luis


