No conocí mucho de la isla ya que estuve en un hotel todo incluido llamado Sunscape pero tiene paisajes hermosos su arena no es muy limpia ya que tiene muchas piedras.
Los costos de las comidas fuera me parecieron un poco caros la playa mambo muy juvenil, hay de todo pero en cuestión de compras no tanto y su acuario fue espectacular además de sus funciones con leones marinos y delfines que no son tan costosos.
Me tocó gente muy amable fuera del hotel pero dentro la gente era muy seca y de mal humor.
La playa es hermosa pero no es nada limpia el agua es turquesa transparente y tibia y el clima en julio agosto va entre 27 a 30 grados centígrados la gente no es muy amable y es bastante seca.
Un camino por descubrir. Una ruta a seguir, senda sin hoy ni mañana, pero tampoco sin futuro. No hay planes, no espera nada. Así debe ser la vida, sin planes, ni expectativas, así de sencilla, eso contribuiría mucho a la felicidad.
Tranquilidad, hermosas playas y atardeceres para disfrutar ofrece Jan Thiel, uno de los mas bellos parajes de la isla de Curaçao. Una piscina natural para quienes optan por el relax o playas abiertas para nadar y bucear. Excelentes restaurantes sobre la playa como Zest o Papagayo con mesas sobre la arena debajo de las palmeras. Barra de tragos y muy buena música para esperar atardeceres inolvidables. Los últimos días de agosto se lleva a cabo en la isla el "Curaçao North Sea Jazz Festival" donde pude disfrutar a Sting, Prince, Herbie Hancock, Juan Luis Guerra, Esperanza Spalding, Marc Anthony y me convertí en fan de Stevie Wonder.
Los azules claros con los oscuros se funden con el cielo. Se puede realizar snorkel y disfrutar de los corales y peces que se aprecian a pocos metros de la playa.
En el centro de la isla, se puede observar las construcciones caracterizadas por sus vivos colores. Un buen lugar para caminar, comer y tomarse una buena cerveza.