Explorando la riqueza cultural de las iglesias en Oviedo y su impacto en la comunidad Las iglesias en Oviedo no solo son ejemplos de arquitectura religiosa, sino que también representan un importante legado cultural que ha influido en la comunidad a lo largo de los siglos. Estas edificaciones han sido puntos de encuentro y reflexión, promoviendo la cohesión social y el intercambio cultural. Las diversas festividades religiosas y actividades comunitarias organizadas en estos templos fomentan un sentido de pertenencia y continuidad, contribuyendo al enriquecimiento cultural de la ciudad.
Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo, por luisfernando
Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo son dos joyas del arte prerrománico asturiano situadas en las laderas del monte Naranco, a unos pocos kilómetros de Oviedo. La primera, erigida por el rey Ramiro I, ofrece una experiencia única que transporta a los visitantes a tiempos pasados. Un viajero, que recuerda con emoción su visita, destaca que "ir a Oviedo y no subir a ver Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo es PECADO MORTAL", señalando la maravilla que siente ante estos edificios.
Ambas iglesias, Patrimonio de la Humanidad , están separadas por algo más de cien metros y forman parte de un conjunto arquitectónico que data del siglo IX. Ignacio Izquierdo menciona que estas edificaciones están "enclavadas en un paisaje que domina toda la ciudad", proporcionándole al visitante unas vistas espectaculares . La sencilla pero espléndida construcción de Santa María se caracteriza por un curioso piso superior al que se accede por una escalera al vuelo.
Miskita resalta el ambiente apacible que rodea estas iglesias, un espacio donde "los únicos elementos que permanecieron auténticos e intactos desde la construcción" reciben un cuidado especial. Además, se recomienda la visita guiada que, como señala un viajero, permite conocer las historias que envuelven a estos monumentos, cuya restauración ha sabido preservar su esencia. Sin duda, este recorrido es una invitación a la espiritualidad y la historia de Asturias .
Iglesia de San Juan el Real, por Sidney
La Iglesia de San Juan el Real , situada en el corazón de Oviedo, es un impresionante ejemplo de la arquitectura neorrománica . Construida entre 1912 y 1915 por el arquitecto Luis Bellido, su diseño incorpora una planta en cruz latina con capillas laterales que enriquecen la nave central. El viajero Sidney destaca su cúpula de belleza espectacular y la admirable fachada, que se eleva con dos imponentes torres.
Al caer la noche, la iglesia ofrece una vista mágica, como señala Emi , quien menciona que es "preciosa de noche con el sonido de las campanas". Este ambiente envolvente ha cautivado a muchos, convirtiéndola en un lugar de referencia en la ciudad . Jorge Martínez describe su estilo gótico con corrales que aportan un toque especial, llamándola "la catedral del ensanche".
Luis Fernando y José Luis Blanco comparten su asombro al describirla como un "hermoso lugar" y "preciosa iglesia", resaltando el impacto que causa en quienes la visitan. Sin duda, la Iglesia de San Juan el Real es un monumento que no solo embellece Oviedo, sino que también toca el alma de sus visitantes, como indica David Alonso Iráculis , al referirse a ella como "espectacular y maravillosa".
Iglesia de San Julián de los Prados, por Joxu
La Iglesia de San Julián de los Prados , también conocida como la Iglesia de Santullano, es un destacado exponente del prerrománico asturiano ubicado en Oviedo. Su relevancia histórica es innegable, ya que fue declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1998. Un viajero describe la iglesia como "una joya del prerrománico asturiano", destacando su hermoso entorno verde que rodea el monumento.
En su interior, la iglesia conserva parte de sus frescos originales, lo que le confiere un valor artístico excepcional . Un visitante menciona que "de los mejores monumentos prerrománicos de Oviedo" se encuentra aquí, y recomienda aprovechar la oportunidad de visitar su interior durante los días festivos. Aunque alejada del casco antiguo, su acceso es fácil y es un lugar ideal para disfrutar de paseos en los jardines que la enmarcan. Uno de los viajeros recuerda que en este lugar "todos los miembros de mi familia han recibido los sacramentos de la iglesia", lo que resalta su importancia no solo como monumento, sino también como centro de espiritualidad y comunidad . Sin duda, la Iglesia de San Julián de los Prados es una parada obligatoria para quienes buscan adentrarse en la rica historia y cultura de Oviedo.
Iglesia de San Tirso, por Lala
La Iglesia de San Tirso , situada en el corazón del casco antiguo de Oviedo, es un notable ejemplo del arte prerrománico asturiano . Este monumento nacional data del siglo XI y fue parte del conjunto catedralicio, actuando como iglesia martirial. Conforme a la descripción de un viajero, se puede apreciar que "se conserva una ventana original" que se suma a su encanto histórico y arquitectónico. La iglesia tiene una planta rectangular con tres naves, arcos que descansan sobre columnas y dos capillas laterales: la de Santa Ana y la capilla de la Balesquida, donde reposa el sepulcro de su fundadora, Balesquida Giraldez.
El retablo mayor destaca por albergar la imagen de la Asunción, brindando un atractivo espiritual y artístico a los visitantes. Un viajero también menciona que "esta iglesia se encuentra en el centro histórico y peatonal de Oviedo, junto a la Catedral". Su cercanía a otros puntos de interés, como el Palacio Velarde, hace de San Tirso un lugar ideal para quienes deseen explorar la rica historia y espiritualidad de la ciudad. Con sus elementos arquitectónicos únicos y su atmósfera serena, la Iglesia de San Tirso se erige como un destino imprescindible en Oviedo .
Iglesia de San Juan de Priorio, por Enma
La Iglesia de San Juan de Priorio , situada en la localidad de Priorio, junto a las Caldas y el campo municipal de golf, es un magnífico exponente del románico asturiano . Declarada Monumento Histórico Artístico , su origen se remonta al siglo XII y recientemente ha sido objeto de una intensa restauración. Enma destaca que “para conocerla lo mejor es acercarse en coche”, aunque también se puede llegar utilizando la línea 3 de los autobuses urbanos de Oviedo o siguiendo la conocida ruta de Oviedo-Fuso de la Reina.
Felix Castañon Rodríguez , un viajero experimentado en el románico, recalca la singularidad de la portada, que destaca especialmente por su tímpano. “Es único en Asturias con el Pantocrator rodeado del Tetramorfos”, lo que la hace una parada obligatoria para los amantes del arte. Además, resalta que en este lugar se puede “encontrar gente sensibilizada con el arte astur”. La iglesia no solo es un monumento religioso, sino también un refugio para los amantes de la historia y la cultura regional. Su belleza y valor histórico hacen que valga la pena el desvío para visitarla.
Iglesia de San Isidoro El Real, por Lala
La Iglesia de San Isidoro El Real , situada en el corazón del centro histórico de Oviedo en la Plaza Mayor, es una joya arquitectónica que no te puedes perder. Este Monumento Nacional, construido entre los siglos XVI y XVIII, es un reflejo del patrimonio español en una ubicación privilegiada. La viajera Lala resalta que “la iglesia se encuentra en pleno centro histórico y peatonal”, lo que la convierte en un punto de interés fácil de acceder. Su diseño clasicista, obra de Francisco Menéndez Camina, presenta una fachada imponente y una estructura de cruz latina con capillas laterales adornadas con retablos.
A pesar de su majestuosa apariencia, la iglesia muestra una singularidad: fue proyectada con dos torres, pero solo se ha construido una. Esta mezcla de historia y arte la hace aún más especial. Los eventos religiosos, incluidas muchas bodas, son habituales en su interior, lo que le otorga un aire de vivacidad a este espacio. Según Miguel Barrera , “Plaza del Ayuntamiento es un sitio obligado para visitar”, y la iglesia es un componente fundamental de esta experiencia. A un lado, se encuentra el Mercado del Fontán, que añade un encanto extra al entorno, invitando a los visitantes a explorar la rica historia que rodea a este emblemático lugar.
Celosía de San Miguel de Lillo, por Patricia Vazquez Gonzalez
En el recorrido por la espiritualidad y la historia de Oviedo, la celosía de San Miguel de Lillo destaca como un verdadero tesoro arquitectónico. Esta iglesia, construida en el siglo IX, se presenta casi desnuda de edificaciones vecinas, lo que le otorga una sensación de aislamiento y paz . La viajera Miskita describe la celosía como "protegidada de la lluvia asturiana y de los vientos del norte", lo que añade un aire de misterio sobre su estado actual. Se menciona que la mayoría de las ventanas han desaparecido, dejando sólo una que parece ser la remanente desde la construcción original. Este detalle fascina a los visitantes, quienes se preguntan si las ventanas visibles son reconstrucciones o si, en efecto, han sobrevivido al tiempo.
A pesar de su desnudez, San Miguel de Lillo es apreciada por su "limpieza de adornos superfluos ". Esta austeridad resalta la belleza del lugar y provoca en los viajeros una profunda conexión con la historia que encierra. Así, la celosía no solo se convierte en un elemento arquitectónico, sino en un símbolo del paso del tiempo y la resiliencia de la historia asturiana. La experiencia de contemplar este monumento, enmarcado por un entorno natural sereno, es inolvidable para quienes lo visitan.
La Iglesia de Santo Domingo , situada en el barrio del mismo nombre en Oviedo, es un magnífico ejemplo del estilo gótico-renacentista , datando su construcción del año 1518. Este templo, que fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1944, se encuentra muy cerca del casco antiguo de la ciudad y enfrente de los encantadores jardines del Campillín. La viajera Enma destaca que “la iglesia de Santo Domingo es muy conocida porque es la sede de la Cofradía del Nazareno ”. Este aspecto la convierte en un lugar de especial relevancia durante las celebraciones religiosas de la ciudad.
Otro viajero, Pili Ferrera Martinez , menciona su apreciación por el lugar al describirlo como un "bonito lugar". Este testimonio invita a los visitantes a explorar no solo la arquitectura de la iglesia, sino también la serenidad que emana del entorno. La Iglesia de Santo Domingo, con su rica historia y su belleza, sin duda merece ser parte del recorrido por la espiritualidad y la historia de Oviedo.
La exploración de las iglesias en Oviedo ofrece una visión fascinante de la espiritualidad asturiana entrelazada con la historia. Desde la majestuosidad de Santa María del Naranco hasta la singularidad de San Julián de los Prados, cada iglesia es un testimonio del legado cultural que ha moldeado la comunidad. Este recorrido no solo enriquece el entendimiento del pasado, sino que también invita a la reflexión sobre nuestras propias creencias y tradiciones.