Explorando las estatuas más emblemáticas de Málaga y su historia Málaga alberga numerosas estatuas que reflejan su rica historia y cultura. La escultura de Pablo Ruiz Picasso , situada en la plaza de la Merced, rinde homenaje al célebre artista malagueño y celebra su legado. Otra pieza emblemática es el monumento a Cervantes, que se erige en el parque de Málaga, un tributo a la literatura española. Además, la figura de la mujer en el arte se representa en el monumento a la mujer malagueña, simbolizando el reconocimiento de su papel en la sociedad. Cada una de estas obras no solo embellece la ciudad, sino que también invita a reflexionar sobre los personajes y momentos significativos que han marcado la historia de Málaga.
Escultura "Paloma Quiromántica", por miguel a. cartagena
Ubicada en la encantadora Calle La Bolsa , que se desprende de la famosa calle Larios, la escultura "Paloma Quiromántica" es un homenaje al artista malagueño Rafael Pérez Estrada. Creada por el escultor José Seguiri, esta obra única fusiona la forma de una paloma con una mano abierta, capturando la esencia creativa de Pérez Estrada, quien dejó un legado significativo en el mundo del arte. La viajera Marilo Marb destaca que la escultura se encuentra en "una calle peatonal, y justo en medio está esta escultura de bronce sobre un pedestal de mármol".
La originalidad de esta escultura también es apreciada por otros visitantes. miguel a. cartagena la describe como "una obra singular" y sugiere que es recomendable acercarse y capturar algunas fotografías. Por su parte, Sara Fernández Yuste expresa que es "bastante original" debido a su diseño, que combina elementos de la naturaleza con el arte humano. Esta escultura no solo invita a la contemplación, sino que también enriquece el paisaje urbano de Málaga , convirtiéndose en un punto de interés que merece ser explorado por quienes visitan la ciudad.
Estatuas Vivientes, por María del Carmen Fernández Milanés
Las estatuas vivientes de Málaga se han convertido en una atracción icónica en la bulliciosa calle Larios , un lugar donde el arte y la vida cotidiana se entrelazan. Estos artistas, que se instalan cada día con dedicación y creatividad, presentan un espectáculo sorprendente que capta la atención de los transeúntes. Según Marilo Marb , estas "estatuas vivientes" esperan pacientemente, con historias emotivas detrás de cada personaje. Un químico que enfrentó la pérdida de su esposa, un rumano en busca de mejores oportunidades, o un "mimo" que ama su profesión, todos contribuyen a la colorida atmósfera que caracteriza este lugar.
María del Carmen Fernández Milanés comparte que por la calle Larios se pueden encontrar estatuas de distintos estilos, algunas más simpáticas que otras, lo que añade un encanto especial a los paseos por la ciudad. Este escenario no solo brinda diversión y entretenimiento, sino que también invita a reflexionar sobre las realidades que viven estos artistas, llenando Málaga de color, fantasía y alegría. Pasear por esta emblemática calle se convierte así en una experiencia enriquecedora , donde arte y humanidad se dan la mano.
El Monumento a Salvador Rueda se alza en el corazón del Parque de Málaga , un reconocimiento a la figura de este ilustre poeta nacido en Benaque en 1857. A menudo descrito como un "gran poeta", Rueda logró traspasar fronteras con su obra, siendo especialmente venerado en Latinoamérica, donde "era idolatrado" en Cuba. Este homenaje escultórico fue realizado en vida del autor, destacando la sensibilidad de sus escritos.
Ubicado en un entorno privilegiado, el monumento se presenta como un obelisco adornado con molduras y hojas de laurel. En su parte superior, se aprecia un ave fénix que simboliza renacimiento y creatividad. El viajero Marilo Marb señala que se encuentra “rodeado de plantas maravillosas”, lo que convierte el lugar en un pequeño rincón de paz dentro de un inmenso jardín botánico.
Desde su ubicación cercana a la catedral y la famosa calle Larios, el monumento no solo es un tributo al poeta, sino que también invita a los visitantes a disfrutar de un espacio donde arte y naturaleza se entrelazan, homenajeando la memoria de Rueda en un entorno que respira cultura y belleza.
Escultura MIGUEL DE MOLINA (Barrio de Capuchinos-Málaga), por María del Carmen Fernández Milanés
La escultura de Miguel de Molina , ubicada en la Plaza de Capuchinos en Málaga , rinde homenaje a un artista coplero y republicano que, aunque falleció en 1993, finalmente recibió el reconocimiento que merecía en su ciudad natal el 10 de abril de 1997. Este monumento, obra del escultor Suso de Marcos, es un punto destacado en la plaza, que se caracteriza por su tranquilidad y su abundante vegetación.
María del Carmen Fernández Milanés resalta cómo, a pesar de haber pasado muchos años desde su muerte, Miguel de Molina logró ser reconocido en Málaga, lo que subraya la relevancia cultural del artista. La escultura no solo conmemora su vida, sino que también invita a los visitantes a reflexionar sobre su legado. Alex Toledo señala la belleza del entorno, describiendo la plaza como un lugar acogedor donde se puede disfrutar de la naturaleza, lo que lo convierte en un perfecto destino para una pausa en medio del bullicio urbano.
Así, la escultura de Miguel de Molina se erige no solo como un homenaje a un grande de la música, sino también como un símbolo de la memoria y el arte en el corazón de Málaga.
Estatua de Hans Christian Andersen, por Carlos Olmo
La Estatua de Hans Christian Andersen en Málaga es un tributo a la célebre figura del autor danés, admirado por sus cuentos como La Sirenita y El patito feo. Carlos Olmo destaca que Andersen "era un amante de España y particularmente de Málaga", reflejando su profunda conexión con la ciudad en su obra Viaje por España. Esta obra revela que se sintió "dichoso y tan a gusto como en Málaga", un sentimiento que resuena en su representación en la estatua.
Ubicada en el Parque Central, la escultura muestra a Andersen sentado en un banco mientras lee uno de sus cuentos, con un pequeño patito a su lado que lo escucha atentamente. Según travelphotobox , este rincón no solo es un homenaje al autor, sino también una invitación a los visitantes a detenerse y apreciar la literatura que ha inspirado a generaciones. El ambiente tranquilo del parque, junto con la belleza de la estatua, convierte este lugar en un espacio perfecto para reflexionar sobre la magia de las historias y la conexión entre el arte y la memoria.
Escultura de El Cenachero, por Almudena
La escultura de El Cenachero , ubicada en el parque de Málaga, es una representación emblemática de la cultura pesquera de la ciudad. Esta obra en bronce, creada por el escultor Jaime Fernández Pimentel en 1968, rinde homenaje a los pescadores que, antaño, vendían pescado fresco en las calles utilizando cenachos o cestos. Almudena destaca su relevancia histórica al señalar que El Cenachero "era una figura muy popular, que hoy en día ha desaparecido". La escultura no solo captura la esencia de esta tradición, sino que también enlaza a Málaga con otras ciudades, como Mobile en Alabama, donde se puede encontrar una réplica, significando el hermanamiento cultural entre ambas.
Lucia Llamas Pastor resalta la belleza de la escultura, describiéndola como "una estatua muy bonita en el parque de Málaga". Este espacio público invita a los visitantes a detenerse, reflexionar y apreciar la historia que representa la figura del cenachero. La combinación de arte y memoria en esta obra convierte a El Cenachero en un punto de interés imprescindible para aquellos que exploran Málaga.
Monumento a la Madre Petra de San José, por Marilo Marb
El Monumento a la Madre Petra de San José se erige en Málaga como un homenaje a una figura emblemática de la ciudad. Inaugurado en 2006, en el centenario de su muerte, se sitúa en una pequeña plaza junto al Colegio San José de la Montaña, en la Avenida del Doctor Gálvez. La viajera Marilo Marb destaca que "la Madre Petra, natural del Valle de Abdalajis, nació en 1845 y falleció en 1906, y fundó la Congregación de las Madres de Desamparados y de San José de la Montaña". Esta escultura, que alcanza casi dos metros de altura, resulta impactante al encontrarse sobre un pedestal que la realza en su entorno.
La viajera Puri Lozano describe el lugar como un espacio vibrante, afirmando que “está situado en un parque donde a diario juegan los niños y siempre tiene flores en sus brazos”. Durante la primavera, los niños llenan sus brazos de naranjas, añadiendo un toque de vida y color a este bello monumento. Así, el Monumento a la Madre Petra se convierte en un punto de encuentro donde arte y memoria se entrelazan en el corazón de Málaga, recordándonos la importancia de su legado.
Málaga se revela como un fascinante crisol de arte y memoria , donde cada estatua cuenta una historia que entrelaza el pasado con el presente. Desde la hipnótica Paloma Quiromántica hasta los homenajes a figuras como Salvador Rueda y Hans Christian Andersen, cada obra invita a los transeúntes a reflexionar sobre su herencia cultural . Este recorrido escultórico transforma la ciudad en un eterno diálogo entre la creatividad y la identidad colectiva.