Péchabou

Estamos sentados en un prado. Puede ser que sea el campo donde aterrizó en 1928 Antoine de Saint-Exupéry. Ya sé que así de golpe no os suena, pero os diré que hace muchos años escribió El Principito.
Si, cuentan que se despistó por la noche debido a una espesa niebla cuando viajaba en su biplano y no tuvo más remedio que dejarse caer por Péchabou. Tuvo suerte pues llanuras para aterrizar no hay muchos en esta villa.
Dejamos el prado y vamos a buscar una fuente, no vaya a ser que le dé a alguien por dejarse caer así de improviso.
Nos pregunta un lugareño muy entrado en años, que si venimos de Italia.