Museo Zoológico Dámaso Antonio Larrañaga
Quizás esta sea la edificación más enigmática de Montevideo, una suerte de palacio morisco construido por un empresario italiano que le pareció buena la idea de inaugurar allí las mil y una noches montevideanas. Descifremos el enigma. Fue un cabaret subido en excesos al que concurría la gente bien, pero además con fama de estar ligado al más allá por su ubicación sobre la curva más pronunciada y peligrosa de la rambla metropolitana, justo al lado del Cementerio de Buceo. Pero el enigma real es que de 'cabaret de la muerte' (como le llamaba la gente) terminó en museo taxidérmico de fauna oceonográfica (?).