Marrakech

Una de las cosas que seguro te encontrarás y que no deja de sorprender por mucho que lo veas son los encantadores de serpientes en la ciudad de Marrakech.

No tendrás que buscar mucho para encontrarlos ya que se colocan todas las mañanas en la Plaza Jemaa el Fna, uno de los lugares más turísticos de la ciudad. En cualquier caso también puedes encontrar algunos esporádicos en otros lugares o plazas de los alrededores o de la kasbah a pesar de no ser lo habitual.

En este lugar se concentran numerosos encantadores con decenas de serpientes en cada puesto entre las que se encuentran la conocida cobra pero también otros como crótalos (víboras) que en ocasiones son bastante agresivas.

Una de las paradas de “grand taxis” más importantes de Marrakech está situada al final de la calle Bab Agnaou, calle que desemboca en la mismísima plaza de Jemma-el-Fna, la más importante de la ciudad y centro neurálgico de la vida social en Marrakech.

En Marruecos existen dos tipos de taxis: Los “grand taxi”, que son los que tienen licencia para cubrir trayectos fuera de los núcleos urbanos, y los “petit taxi”, que sólo pueden recorrer las calles de la ciudad y tienen un tamaño más reducido.

Esta parada de “grand taxi” es la ideal para que negociéis los precios de excursiones a algún pueblo de los alrededores de Marrakech.

No se equivoca quien compara la bella Marrakech con las Mil y una Noches.

Es una mezcla seductora, envolvente, mágica y sensual. Sólo con pasear por sus calles notamos sus matices, sus leyendas y comprendemos el ansia de los miles de poderosos que han pretendido conquistarla.

Entendemos que sea una de las ciudades imperiales que encarnan las ideas y los estereotipos culturales y tradicionales del país, y por ello un buen punto de partida para conocer lo que ha sido Marruecos, lo que es hoy y lo que será en un futuro.
Desde los souk donde venden todo lo que uno pueda soñar, hasta los palacios escondidos en callejuelas que sólo los guías conocen.

Fuimos a parar a Marrakech con una amiga gracias a una oferta de Groupalia. Al principio nos daba un poco de respeto/miedo ir por allí las dos solas con 20 años. Al preguntar a gente que había ido, nos dijeron que no debíamos temer nada, simplemente ir con cuidado, como en todas partes. Al llegar allí nos dimos cuenta que realmente tenían razón. Marrakech es una ciudad preciosa, pero no sólo por su apariencia, sino por la autenticidad de la gente y el lugar. Al entrar en la Medina parece que estés entrando en una película, la gente, los coches, las motos, las tiendas... parece que no haya cambiado en los últimos 50 años. Pero todo el mundo vive feliz, sin prisas. Al principio la gente puede parecer pesada, ya que siendo turista quieren que compres cosas, pero tuvimos oportunidad de hablar con mucha gente y realmente son gente estupenda, alegre y dispuesta siempre a ayudarte a cambio de nada.