Exhuberante fachada barroca
Esta bonita iglesia está muy ligada a la historia de Sliema, una población famosa a mediados del siglo XIX por ser lugar de descanso estival de las altas clases gobernantes que habitaban Valletta, capital de Malta. Antes de que llegaran las hordas adineradas, en Sliema estaba la iglesia de nuestra señora de la gracia divina, un templo que era lo suficientemente grande para acoger a la población local pero que se quedó pequeño en cuanto llegaron los turistas.
Para dar respuesta a las necesidades espirituales de los recién llegados se construyó este edificio, la Iglesia de Nuestra Señora del Mar que con posterioridad tuvo que ser incluso ampliado (1878). Destaca su fachada barroca principal, muy elegante y atestada de elementos arquitectónicos, esculturas y decoraciones varias.
