Irina Marturet Catalano
El hotel es una gran experiencia para todo tipo de personas.
El predio es en verdad muy grande y es cierto que para todo allí hay que caminar bastante pero el lugar es tan encantador que da hasta gusto. En el camino nos tocó ver desde miles de plantas a iguanas por doquier. La comida es abundante, de buena calidad y variada.
La playa es pacífica por completo. El hotel cuenta con toallas, reposeras y hasta carpas con mesitas. Tiene una disco y espectáculos todas las noches. Aparte tiene actividades por la mañana y por la tarde que incluyen desde clases de zumba, aquagym. Partidos de waterpolo, beach voley, caminatas. Kayak, veleros.
Recomendable
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