Llegamos unos minutos antes de que abrieran y esperamos en la plaza de delante. Menos mal porque se lleno en un plis.
La comida estupenda, pero un poco lentos para nuestro gusto, pero la experiencia vale la pena.
Platos abundantes y de calidad, si bien no es nada del otro mundo.. Cualquiera de nosotros que se nos de bien la cocina igualamos o superamos esos platos, la cuestión es usar buenos productos. Para colmo el precio no es para nada barato, existen muchos restaurantes en Cáceres a ese precio y mil veces mejores.. Para remate... El postre.. Pedimos browne y nos colocan uno ( que esta muy bueno) que se compra en el lidl... De traca... Y eso.. 5 euros... Para eso me quedo en casita..
Tapería fantástica, con platos trabajados y con cambio de carta. Carpaccio de Avestruz, Berenjena rebozada, queso de cabra y salmorejo, Espárrago relleno de cangrejo y verduras con gorgonzola, Estofado de rabo de toro relleno de foie, Merluza rellena de gambas con salsa de chipirón, Canelones rellenos de frutos del mar en salsa de tomate y brandy ...etc, etc. de lo mejorcito.
No había prácticamente público y nos hace sentarnos pegados a la única pareja que había en el bar. Preferimos la barra y me da un taburete roto. Habla entre dientes de cómo que le molesta que los clientes se intenten sentar donde quieren.
En fin, un trato bastante desagradable. Prometemos no volver.
Se trata de una pequeña taperia que hay en Cáceres en la calle Hornos. La amabilidad de sus dueños es abrumadora, la exquisitez de su nueva cocina y sus buenos precios lo convierten en una referencia del casco antiguo de la ciudad. Sin duda, visita obligada.
Fantástico.....precio, calidad, atención....inmejorable.....sobresaliente.......imprescindible visita