Caminar entre un mar de piedras
Nadie me había preparado para el impacto que ha supuesto visitar el torcal de Antequera, un lugar que deja sin palabras, sin adjetivos, que te deja muda frente a una naturaleza brutal, magnífica, una diosa petrificada a tus pies.
Para acceder hasta el conocido como torcal Alto en el que se sitúa el Centro de Visitantes hay una ruta señalizada conocida como "Naranja" de unos tres kilómetros y lineal.
Merece la pena dejar el coche en esta aparcamiento y caminar ascendiendo entre el mar de piedras, la antigua cantera y las zonas de pasto como el Hoyo de Gramaeros.
A cada momento querrás parar para sentir el impacto de las vistas, para dejarte acariciar por el viento y dejar que tu mirada intente abarcar lo inabarcable...