En cala San Vicente, se encuentra esta cala de aguas turquesas y esmeraldas. Una cala pequeña, pero abierta al océano. No muy transitada, ya que es de piedras. Recomendable llevar calzado adecuado. Allí comer en el restaurante del mismo nombre, Cala Barqués. Cocina fresca y de mercado. Con pescado fresco, viendo el mar, y disfrutando de la brisa marina.
En este pueblo descubrí una cala espectacular, Cala Barquer, aguas cristalinas, muy tranquila, buenos restaurantes y unas vistas preciosas, una muy buena alternativa para pasar un buen día!!!
Ala Barques tiene concedida la bandera azul por sus aguas y sus servicios. Dispone de servicio de sombrillas y tumbonas así como varios restaurantes para saciar los paladares más exigentes.
Playas preciosas con aguas cristalinas y muchos sitios para saltar.
