Más que un bar, una segunda casa
Desde que abrió en Julio de 2012, el Atomic se ha convertido en uno de mis lugares favoritos en Madrid. No es simplemente un bar para ir a tomar unas copas, sus dueños (bastante majos, por cierto) se han encargado de que el Atomic sea un lugar de esparcimiento en el que puedes sentirte como en casa. Tienen intercambio de idiomas los martes, tardes de Open Mic, música en vivo, exposiciones fotográficas, y muchas cosas más a precios bastante amigables. Otra de las ventajas es que es uno de los pocos locales en Madrid en que puedes entrar con tu perro si lo deseas. Si quieres saber más, ¡acércate!