Miskita

Quedamos en los arcos de Moncloa....

Quedamos en los arcos de Moncloa. Déjame en los arcos, allí me bajo del coche. Los arcos de Moncloa afortunadamente ya no son ese nido de botellones y urinarios improvisados que, no hace ni diez años, eran cada noche. Ahora permanecen casi siempre limpias, aunque a veces huela a perro muerto o a water atascado de bar a las cinco de la mañana.
No dejan de ser, estos arcos, un centro neurálgico de los universitarios, que los cruzan cada día camino de la ciudad universitaria. Y también, cómo no, un lugar de encuentros y despedidas para quien vive por la zona. Para n el semáforo, que aquí me bajo.